Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Leo en
el clásico japonés "Los cuarenta y siete ronin. La historia de los leales
samuráis de Akó", al comienzo de su noveno capítulo, titulado "La
despreciable conducta de los dos consejeros":
"A las primeras señales de tormenta, la
liebre tímida busca un abrigo en la tierra".
"Cuando la desgracia se cierne sobre el
amo, el criado desleal llena su bolsillo y se larga". (67)*
Sorprenden
dos textos periodísticos en este domingo frío: el que recoge el artículo de
Ángel F. Fermoselle, contestando explícitamente a lo expresado por Alfredo
Pérez Rubalcaba sobre que si "no 'tiraba' el partido con él" que se
lo dijeran, y que tiene el expresivo y directo título "No tira,
Alfredo"; y las noticias del —no sé cómo llamarle ¿encuentro, sesión,
sarao?— de los socialistas catalanes, que La
Vanguardia recoge con el titular siguiente: "El PSC aprueba que la
Constitución reconozca el derecho a decidir de Catalunya".
Quedo
sorprendido por ambos textos. En el primero de ellos se le dice directamente lo
que dice querer escuchar, pero que el autor duda seriamente sea sincero:
Tu candidatura a la presidencia del Gobierno en las últimas elecciones
carecía de todo el sentido. Eso lo supimos siempre los tipos con cierto sentido
común. También lo tenía meridianamente claro el electorado, por eso el Partido
obtuvo su peor nota histórica.
Pero esto, lo de ahora, ya resulta demasiado,
Alfredo. Atrincherarte en las humeantes ruinas del PSOE demuestra tu escasa
sensibilidad con los compañeros, a esos a los que sí escucharías –dices- si te
dijeran que "no tira". Pero no te lo van a decir, Alfredo; forman
parte de tu proyecto, están aferrados –como tú- al lugar en el que están [...]
Fermoselle
insiste en la historia del Partido, en que no se trata de la herencia de Rodríguez
Zapatero, sino que el propio Pérez Rubalcaba es "la herencia" que
tendría que ser renovada para poder dar salida a algún tipo de solución no solo
al problema del PSOE, sino al del conjunto del sistema político y del
aventurismo que lo está marcando. Es en gran parte la propia debilidad e
indefinición del PSOE la que está haciendo que los problemas se esparzan más
allá de sus filas
Por eso
sorprende el clima casi festivo con el que el PSC se enfrenta a su propia
peripecia electoral, previsiblemente un nuevo desastre según todos los sondeos
conocidos hasta el momento. La Vanguardia
nos ofrece información de la reunión en la que se ha aprobado el programa
electoral de PSC para la próxima convocatoria, en pleno desastre económico e
identitario, socialista y nacional:
Durante el Consejo Nacional sólo se ha producido una intervención
crítica de uno de sus miembros, Antonio Ruiz Serrano, de Esquerra Socialista,
que ha echado de menos en el programa alguna referencia a los paraísos fiscales
y que el partido no se apoye en los movimientos sociales. Tanto Ruiz Serrano
como el propio Collboni han coincidido en valorar que el reto del 25-N es
"histórico" para el PSC, y el portavoz ha admitido que "nuestra
situación es muy delicada y aún pagamos los costes de haber gobernado", al
formar parte de los dos tripartitos de izquierdas.
Tras la intervención de Pere Navarro, el
periodista Xavier Sardà ha accedido al estrado para conducir un coloquio entre
varios miembros del PSC que han desgranado sus experiencias personales de
recortes de prestaciones sociales, en clave informativa pero en un acto no
exento de un cierto humor.*
La
información sobre la sesión roza el esperpento, auténtico despropósito político.
Que en una situación como la que se está viviendo, en todos los aspectos, sea
el silencio la tónica general, brillen por su ausencia las intervenciones
críticas, salvado el honor por la de Antonio Ruiz Serrano, no puede más que
contrastarse con la ausencia absoluta de iniciativas políticas del conjunto. No
deja de ser risible —y amargo— que el argumento para explicar la situación de
rechazo generado sean "los costes de haber gobernado" formando parte
de los "tripartitos" anteriores. ¿"Gobernado"? ¿Son capaces
de sostener que la situación actual catalana es por "haber
gobernado"? ¿También la "nacional"?
Todavía
reciente la dimisión de la diputada socialista que "pidió protección"
a Bruselas para Cataluña ante una eventual "invasión" española, no
puede desarrollarse una amena sesión sin argumentos encima de la mesa para
discutir no cómo va la empresa socialista, sino cómo va la ciudadanía ante unos
problemas creados por la desidia política, la inoperancia absoluta, la incapacidad
de previsión y el esquilmado de lo público, convertido en deuda permanente y
futura. La "salida" sobre la reforma constitucional es patética, un brindis al sol que muestra la raíz del problema en toda su crudeza. Yo me preocuparía por los samuráis, Alfredo.
Esta
indefinición —o mejor, exceso de definición—
muestra que el PSC está más pendiente de lo "suyo" que de otra
cosa. Las increíbles polémicas desatadas por el paso de aviones sobre Cataluña nos hacen ver el estado de distorsión absoluta
con el que se percibe la realidad política en estos momentos, sembrando paranoias e histerias. La irresponsabilidad política no había alcanzado niveles de este calibre.
La
descripción por parte de los reunidos de sus "experiencias personales de
recortes de prestaciones sociales" es un insulto a la ciudadanía que exige
un mínimo de sensibilidad ante los graves problemas que ellos han generado por
acción u omisión. ¿Qué quieren, que les tengamos lástima?
El PSC
ha aprobado lo único que no pueden aprobar ellos: la reforma constitucional. La
Constitución española es de todos los que están en España, les guste o no, y
solo podrá ser cambiada por un acuerdo nacional que va más allá de lo que el
PSC o cualquier otro partido pueda proponer, da igual lo que acuerden con
Xavier Sardá como notario en esta nueva versión política de las "Crónicas
marcianas". O la cambiamos todos o no la cambia nadie. Lo saben ellos y lo
entiende cualquiera. Seguir jugando a marear la perdiz no es más que agitar de nuevo las aguas que nos han llevado hasta aquí.
La
liebre se esconde en su guarida nacionalista. La debilidad y descomposición del PSOE nos afecta
a todos. "Cuando la desgracia se cierne sobre el amo, el criado desleal
llena su bolsillo y se larga".
*
Tamenaga Shunsui (2006): Los cuarenta y siete ronin. Miraguano ediciones.
Madrid.
**
Ángel F. Fermoselle: "No tira, Alfredo" Blog El cuadrilátero, El Mundo
28/10/2012
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elcuadrilatero/2012/10/28/no-tira-alfredo.html
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