Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El que los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos utilicen a Europa y a España en particular como ejemplo negativo hace que nos lleguen comentarios o imágenes bastante distorsionadas de nosotros mismo. Mitt Romney sabe sobre España por dónde cae, porque estuvo por aquí un fin de semana que quedó liberado de sus tareas de convertir a Francia al mormonismo. Hay constancia porque se hizo una foto en la frontera. Pero poco más. No importa porque de lo que se trata es de que se convierta en tópico. Como fue un tópico lo de "Uganda".
La
desafortunada frase sobre que "España no es Uganda", además de ser
diplomáticamente incorrecta, sirve para que otros la tomen y le den la vuelta
señalando que "ser Uganda" no es tan malo y que, en cambio, "ser
España" en estos momentos puede ser un problema. No es cuestión de ser
mejores o peores, sino del peso en el conjunto de la economía mundial.
El artículo de Christopher T. Mahoney, "No, Prime
Minister, Spain Is Not Uganda"*, que tanto ha satisfecho a algunos —somos
así—, forma parte de una manera de analizar la situación que no es nueva, pero
que lo atractivo y simple del titular hace que corra como la pólvora. Si ya
reducimos el artículo del blog "Project Syndicate" a que España es
como "Enron" y que se basa en un "sistema ponzi", somos más
felices porque convierte a nuestros políticos en "estafadores", en
mafiosos, en Madoffs, etc., reafirmando nuestras impresiones y opiniones
generalizadas sobre ellos. Y no es eso lo que dice el artículo, claro. Pero da
igual. A muchos, sí, les da igual.
Al artículo de Mahoney dice que España está pidiendo nuevos préstamos
para pagar la deuda y que es una economía tan grande que no podría ser
rescatada; que países como España e Italia son tan grandes que deberían salir
del euro para poder volver a tener su banco central ["She needs a new
central bank, quickly"*] y disponer de las posibilidades de recuperación que
esto permite con la emisión de moneda propia. Quiere que tengamos rápidamente la
"maquinita de hacer billetes". Nada que no sepamos. Es exactamente lo
mismo que dijo, por ejemplo, el economista alemán Max Otte y que comentamos no
hace mucho — a mediados de agosto [ver entrada]— respecto al euro. En aquella
entrada mostramos las dos posturas para la eurozona: unión en el euro o
separación del euro hasta recuperarse. Dentro o fuera, es sencillo. Mahoney es
de los de fuera porque las herramientas de dentro son insuficientes a su parecer.
De ahí la mención que hace al "Rey Canuto" tras
citar las palabras de Mario Draghi sobre el papel del Banco Central Europeo y
la posibilidad de compra de deuda o eurobonos para resolver el problema. El rey
Canuto escuchó a sus pelotilleros de turno decir que era el rey más poderoso, que su poder no tenía límites;
se puso a la orilla del mar y les mostró que no podía frenar la subida de la marea.
Ese es el centro del artículo de Mahoney. Europa no puede frenar el problema de
las deudas; el Banco Central Europeo no puede detener la marea de la deuda.
Puede aliviarla a corto plazo, pero no resolverla, según su opinión. Es una más en
el panorama y de la "escuela negativa del euro", por llamarla de
alguna manera.
El rey Canuto desbordado por la marea |
No puede desconectarse el artículo de dos cosas, del estilo
peculiar de Mahoney para establecer comparaciones sensacionalistas —tiene
sentido del espectáculo y de cómo ganar la atención, ya que vive de ello— y de
su opinión particular sobre la cuestión de la eurozona, en la que coincide con
muchos de los norteamericanos, que ven Europa y el euro como un proyecto
imposible por los motivos que sean. A Romney, para variar, le encanta mostrar
una Europa negativa, con una España de ejemplo; es su forma de atacar a Obama.
Pero eso es cosa de ellos.
El anterior artículo de Mahoney —que no he visto que nadie
se molestara en revisar o citar— tenía el "periodístico" y sensacionalista título
de "Living Europe’s Nightmare"**, y fue publicado el 7 de junio de 2012.
Puede ser considerado una introducción interesante a lo de "Uganda". El artículo comienza así:
NEW YORK – Losing a long war is always hard to accept. Hemmed in by the
Americans and the Russians in the final days of World War II, Hitler convinced
himself that he had two armies in reserve to mount a counter-attack and win the
war. Meanwhile, having lost the entire Pacific, Japan’s Imperial Cabinet
believed that no enemy could set foot upon the country’s sacred soil. When the
truth is unimaginable, human psychology finds an alternative reality in which
to dwell.
That describes the global situation today. The
entire planet seems to be in denial about what is about to occur in the
eurozone. Pundits keep expecting Germany to pull a rabbit out of the hat and
flood the continent with Eurobonds, or that Mario Draghi will mount a coup at
the European Central Bank and buy up every deadbeat country’s bonds.**
Hay que reconocerle a Mahoney que tiene sentido del espectáculo,
del dramatismo para enganchar a sus lectores —algo por lo que le pagarán,
supongo—. Mahoney comienza sus artículos como la famosa expresión de Cecil B.
de Mille sobre cómo debían comenzar la películas: empezar con un terremoto y
después ir ganando en emoción. Comenzar el artículo con la II Guerra Mundial,
Hitler, Rusia, Japón, la "verdad inimaginable", etc., todo en el
primer párrafo, nos demuestra que si Moody's perdió un vicepresidente, la
comunicación sensacionalista ganó una gran "figura". "That
describes the global situation today. The entire planet seems to be in denial about what is about to occur in
the eurozone" es el comienzo del segundo párrafo. El desastre
planetario se acerca. Mahoney es el Orson Welles de los artículos de economía; el de La guerra de los mundos, claro. El
lector, con el ánimo sobrecogido, ya puede adentrarse en los párrafos
siguientes si ha superado las palpitaciones que las primeras líneas le han
causado. Es su estilo, nada más.
Esta vez, en el artículo "ugandés", la comparación
es con la de Alemania en 1931: " Spain is the largest sovereign credit
problem since Germany in 1931. Spain
owes the world about a trillion euro in a currency that she doesn’t print."*
El problema, tal como lo enfoca no es la deuda
por sí misma, sino la incapacidad de "imprimir" moneda. Algo que los
Estados Unidos ha estado haciendo y que también le critican a ellos —"dinero de monopoly"— desde otra
corriente importante, interna y externa. Estados Unidos puede endeudarse porque
tiene su moneda, con la maquinita incluida, y una política que puede desarrollar
con ella, aunque se lleve por delante a medio mundo. Nosotros para financiarnos
tenemos que endeudarnos; no hay maquinita en caso de necesidad, no hay
devaluación, etc.
When credit is all you do, your gut sense should become as educated as
your intellect. Good credit people should be able to smell bad credits.
[...] Bad credits (like Uganda) don’t have
credit crises, because they don’t depend on market confidence. It is only the
“stars” and the “tigers” and the “most admired” companies and countries like
Spain that suffer crises because their psychology and their finances were
geared for growth, not for reversal. Bad credits are generally ponzi schemes in
the sense that they must continuously borrow more to stay afloat.*
Como decíamos al principio, el problema no es "ser
Uganda", algo que no somos y que como dice Mahoney, se puede permitir
"malos créditos" (créditos que no se devuelven), sino un país que
tiene que comprender que nuestro "tamaño" implica una gran
responsabilidad no solo ante nosotros sino en el conjunto del sistema
económico.
Una curiosidad: el artículo de Mahoney "Uganda" tiene 114 tuits, 6 g+1 y 255 "f like".
*
Christopher T. Mahoney: "No, Prime Minister, Spain Is Not Uganda"
Project Syndicate 3/10/2012
http://www.project-syndicate.org/blog/no--prime-minister--spain-is-not-uganda-by-christopher-t--mahoney
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