miércoles, 25 de julio de 2012

Leche (o el país desnatado)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Parece que, en su día a día, el mercado solo fuera capaz de funcionar presionando a alguien de mala manera. Ese concepto idílico de que todos salen ganando —que no se sabe muy bien de dónde ha salido— se ve refutado cada día con los múltiples pactos o presiones en detrimento de productores o consumidores. Cuando hay sequía, la fieras se vuelven más fieras y luchan con todas las artes posibles, incluidas por supuesto las malas, cuando no las peores. Son cosas que uno aprende en los documentales sobre la naturaleza y que luego constata en los informativos.

El Faro de Vigo no informa de la apertura de un expediente sancionador al sector lácteo casi al completo:

La CNC, dependiente del Ministerio de Economía, concluye que existen "indicios racionales" de la existencia de "conductas prohibidas" por la Ley de Defensa de la Competencia tras realizar los días 11 y 12 inspecciones domiciliarias en las sedes de empresas y asociaciones de la industria láctea en tres comunidades autónomas. La investigación de los acuerdos o cárteles para fijar los precios de la leche es una de las prioridades en la investigación "dada la especial gravedad de sus consecuencias para los consumidores", según apuntan desde Competencia.*


Los afectados son, según los datos del Faro de Vigo, la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia, Danone, Puleva Food, Grupo Leche Pascual, Nestlé España, Grupo Lactalis Iberia, Corporación Alimentaria Peñasanta y Cooperativa Agrícola y Ganadera del Pirineo, y el Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña.
España se nos ha ido llenando de "guerras": la del agua, la del carbón, la de la leche... Todas estas guerras derivan de lo mismo, de la sequía, por seguir la metáfora. La guerra de la leche no es nueva y es una gran guerra internacional. Los archivos periodísticos nos cuentan el origen del problema y del llamado "pacto de la leche" que se intentó en 2009:

La gran distribución ha mantenido la leche como producto reclamo a bajos precios presionando a las industrias. La mayor parte de las empresas lácteas no han promovido los contratos de suministro con los ganaderos. Y el sector productor ha percibido unos precios por debajo de los compromisos asumidos entre las partes.**




Un producto tan cotidiano y de consumo constante como la "leche" puede actuar como atractivo de los consumidores a las grandes superficies, que presionan a la industria para que presione a su vez a los ganaderos. El que está al final de la cadena, el ganadero, no tiene más remedio que aceptar un precio mínimo que le impide muchas veces tener el beneficio suficiente para sobrevivir y no hablemos de crecer o invertir en la mejora de su explotación. A su vez, el ganadero tiene que presionar a sus proveedores, los que le suministran el forraje, etc. y a sus trabajadores para intentar ampliar su margen de ganancia, si es que se puede llamar así.

Como son estos tiempos de sequía mayor, los consumidores buscan los precios más bajos, las grandes superficies presionan más para que no se les escapen los clientes y la cadena sigue transmitiendo presión hasta el final. La traducción final es el cierre de las explotaciones y más gente al paro. ¿Quién gana? El que aguanta hasta el final, que se queda con todo.
La misma información de archivo nos da un detalle importante del fracaso del pacto para garantizar un precio mínimo al ganadero:

Desde los intereses de los ganaderos, en el pacto se contemplaba la necesidad de desarrollar una política de contratos con las industrias con unos precios de referencia basados en los 0,28 euros pagados en Francia más los costes de transporte a España, lo que suponía llegar a una media de 0,30 euros litro. Pero los precios experimentaron inicialmente un ligero incremento para bajar posteriormente y situarse en una media de 0,28 euros, con cotizaciones en periodos muy puntuales a precios de saldo. La mayor parte de las industrias no han apoyado la firma de contratos, salvo grupos como Puleva y Pascual.


Que el precio de referencia se ajuste a lo que cuesta la leche en Francia —como la deuda con Alemania—, más lo que cuesta traerla, es bastante revelador y nos da cuenta de la eficacia de la política francesa de exportar conjuntamente leche y supermercados en donde venderla. El etiquetado de la leche en las grandes superficies asegurando que es española no es casual y refleja el deseo nacional de no quedarse sin ganadería y campo propio. No es ni xenofobia ni proteccionismo. Es puro sentido común.



Según estamos descubriendo en carnes propias, somos ciudadanos europeos, pero parados españoles. Soslayar que la gran riqueza de productos europeos que el mercado pone ante nosotros solo se pueden comprar si se dispone de un sueldo y que este es local, es un gran error que estamos pagando todos. Hay algo peor que tener los estantes vacíos, y es tenerlos llenos de cosas que no podemos comprar.
Las políticas seguidas siempre se han enfocado desde las ventajas europeas del consumo, pero no se han correspondido con las ventajas europeas del empleo, que estamos padeciendo por esa disociación extraña. Cuando se habla de "consumidores" se olvida con demasiada frecuencia que no hay consumo posible si no hay dinero que gastar. Cuando se habla de "freno del consumo", parece que fuera por gusto. El consumo no se reactiva haciendo ofertas que generen más paro, destruyendo sectores enteros, sino siguiendo políticas activas de empleo que permitan a los trabajadores tener dinero en el bolsillo para comprar la leche de sus sueños.



Categorías abstractas como "trabajadores" o "consumidores" son engañosas cuando los beneficios que se le quieren dar a uno se le quitan al otro. En la realidad, son los mismos. Si beneficiar a los consumidores significa perjudicar a los trabajadores, es solo cuestión de tiempo que todo se derrumbe porque no hay para consumir. Como la leche, hay países con la economía "entera", "semidesnatada" y "desnatada". Se nos va a quedar un "cuerpo diez".

* "Competencia abre expediente de sanción a industrias lácteas de tres autonomías por pactar los precios" Faro de Vigo 25/07/2012 http://www.farodevigo.es/galicia/2012/07/25/competencia-abre-expediente-de-sancion-a-industrias-lacteas-de-tres-autonomias-por-pactar-los-precios/668218.html
** "El fracaso del pacto de la leche agrava la crisis en el sector" El País 12/07/2010 http://elpais.com/diario/2010/07/12/economia/1278885606_850215.html




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