Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Me ha
emocionado. RTVE nos mostraba anoche imágenes de la audiencia ante el juez del
asesino de Aurora (Colorado), James Holmes. Entre los asistentes llegados a la
sala una joven herida luce su camiseta negra de
Batman, acompañada por otras personas, quizá la familia. Si Holmes, quieres ser The Joker,
ellos reivindican a su héroe, sin necesidad de confundir ficción y realidad,
simplemente contraponiendo la camiseta con el logo del murciélago al odio
indiscriminado e irracional del asesino de doce personas y decenas de heridos.
No necesitan decir "soy Batman"; simplemente se divierten viendo sus
películas o leyendo los cómics.
Supone
una gran fortaleza mental ponérselas. No es fácil enfundarse en una camiseta
cuya sola visión les lleva al recuerdo, psíquico y corporal, de los momentos
más angustiosos de sus vidas. El cuerpo tiene también su memoria dolorosa. Llevan
vendajes sobre las heridas, resultado del ataque cruel de Holmes, pero se han
metido en sus camisetas, que quizá llevaran al estreno de la película, como los
fans suelen hacer en estos acontecimientos. Es su traje de gala, como otros lucen sus
modelos sobre la alfombra roja. Es su modesta, sencilla e ilusionada forma de
mostrar su deseo de divertirse con la proyección que llevan tiempo esperando,
su fiesta.
Ahora la
camiseta es un icono, como lo han sido las capuchas en el caso del asesinato
del joven Trayvon Martin, muerto por alguien que pensaba que ser negro, adolescente,
salir por la noche y llevar capucha eran causas suficientes para dispararte.
Millones de personas, de todas las edades y posiciones, decidieron llevar capucha
para mostrar su repulsa contra los motivos absurdos que llevaron a la muerte de Martin.
Las
personas que se presentaron con su logo de Batman sobre el pecho proclamaban también
algo; manifestaban una actitud frente al crimen y al criminal. Se reivindicaban
ellos mismos como espectadores de Batman; reclamaban su derecho a estar
sentados allí, a disfrutar de una parte de la cultura popular profundamente
arraigada desde hace décadas. Batman forma parte de la vida de mucha gente desde
hace varias generaciones a través de los cómics, las películas, las series de
televisión, los dibujos animados, los disfraces, etc.
La
productora de Christopher Nolan encargó a la comunidad "Designed by Hümans"*
la organización del concurso de diseños de la camiseta para la película. Es una
comunidad abierta y creativa compuesta por todos aquellos que les gusta
realizar diseños para camisetas; remiten sus proyectos a la comunidad y son
votados por los miembros. Una de las proyectos era "The Dark Knight
Rises". Artistas del diseño de todo el mundo han enviado sus propuestas
que han sido votadas por la comunidad. De los cinco finalistas, unos se han
centrado en Batman, otros en el villano Bane y otros en la lucha entre ambos o
la ciudad bajo el signo de caballero oscuro. Han puesto toda su energía y
creatividad en la realización de esos magníficos diseños.
El diseño ganador del concurso de Designed by Hümans |
El
crítico Scott Meslow, en The Atlantic,
escribía, dos días antes del estreno y de la tragedia, recordando la amplitud cultural
y generacional del fenómeno Batman, más allá de las películas recientes:
But to truly understand the cultural footprint
of Caped Crusader, one has to go exploring the staggering number of Batman fan
tributes that exist. There are currently almost 10,000 custom Batman items for
sales on Etsy, including wedding cake
toppers, dog collars, and women's underwear. There are 7,148 stories based on
Batman comics on FanFiction.net, and another 4,987 specifically based on Batman Begins and The Dark Knight. And anyone who goes through a post-The Dark Knight
Rises slump can find relief in one of the more than 5,000 "Batman fan
films" currently on YouTube, which include a smattering of
professional-quality shorts like Batman:
The Last Laugh, Batman: City of Scars,
or Batman: Dead End, the Citizen Kane of the Batman fan film
community. It cost its director/writer/producer $30,000 of his own money and
was dubbed on its 2003 release by filmmaker Kevin Smith as "possibly the
truest, best Batman film ever made."*
Meslow se refería a la trilogía de Christopher Nolan
señalando su incidencia en el "dark" del caballero, en su
profundización en los aspectos más trágicos. Cuenta en su artículo cómo había
jugado con su primo de nueve años en la consola con Batman Lego, y entonces había podido comprender la amplitud del
fenómeno Batman y su introducción en la cultura popular. Había un Batman
"oscuro", como el de Nolan, y otros
muchos Batman que satisfacían otras dimensiones. Batman es una posibilidad de
proyección personal y social, como es característico de la reinterpretaciones
de la cultura popular.
Meslow concluye en su artículo, haciendo referencia a la
película anterior de la trilogía de Nolan:
The Dark Knight ends with Gary Oldman's
Commissioner Gordon calling Batman "the hero Gotham deserves, but not the
one it needs right now." But it's my experience that every generation
manages to find the Batman it needs.*
También los psicópatas y criminales buscan sus emblemas en
cada generación, sus modelos en los que sostenerse y justificarse. Es cosa
suya. La entrada en el juzgado de víctimas llevando la camiseta con el logo de
Batman es una reafirmación de sus propias historias personales, en las que el caballero oscuro ha jugado un papel como
ilusión, entretenimiento o motivo de creación. James Holmes no ha conseguido matar
la ilusión de la gente. Junto al lugar de los asesinatos han extendido el logo
de Batman sobre el suelo. Velas encendidas mantienen el duelo por los perdidos.
Junto a unas flores, en la vigilia, alguien ha colocado un cartel: "Aurora
es fuerte". Tan fuerte como para ponerse sus camisetas frente al asesino.
* Designed
by Hümans "The Dark Knight Rises Contest"
http://www.designbyhumans.com/shirt-design-contest/the-dark-knight-rises.html
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