sábado, 31 de agosto de 2013

El problema del pastor

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El severo revés que ha supuesto para la administración Obama que el Parlamento británico votara en contra de la propuesta de David Cameron de sumarse a la  intervención militar en Siria debería hacer reflexionar a los Estados Unidos sobre los serios problemas que tiene su política exterior en todo el mundo. El parlamento de su principal y tradicional socio en el mundo ha dicho "no". La cuestión va más allá de Siria y debería ser estudiada con detenimiento, pues afecta a la superpotencia que ha asumido (para algunos, desganadamente, para otros de forma gozosa) su "destino" histórico de gendarme mundial.
En estos momentos Estados Unidos tiene en contra a media América Latina, que se ha unido usando como una de sus principales banderas de enganche la "resistencia" anti estadounidense; también va perdiendo aliados en el mundo árabe por sus errores de percepción en la valoración de los islamistas como opción favorable a los intereses de los Estados Unidos; y conserva sus enemigos tradicionales, que crecen al unirse entre sí, alrededor de tres focos principales: Rusia, Irán y China. La Siria de al-Asad, por ejemplo, tiene el amparo de las tres; otros lo tendrán de dos y otros solo de alguno de ellos. Los que no quieren estar bajo la presión estadounidense tienen padrinos en donde elegir y cuantos más son más seguros se sienten.

Las tres, por motivos distintos, tienen en común un enemigo natural e histórico. Cada uno de ellos recoge a su manera los efectos del rechazo que los Estados Unidos han ido cosechando como efecto de sus políticas durante décadas.
Los "bolivarianos" de América Latina, por ejemplo, mantienen relaciones con China y Rusia, que sacan buen provecho de que sus socios no quieran tener relaciones con el poderoso patrón del Norte. Alguno, como Chávez, presumía de ello, como lo hace ahora su heredero, de que siempre podrían hacer negocios con China o Rusia, ante la presión estadounidense. Los medios rusos recogían el informe del SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute) señalando que Rusia es la segunda potencia mundial —tras Estados Unidos— en la venta de armas:

El informe difundido por el SIPRI revela que a partir de 1999, año en que asumió la presidencia Hugo Chávez, Venezuela se situó entre los países del mundo que más armas importan. La compra de armas por el estado bolivariano creció de manera espectacular en los años 2002-2006, cuando se incrementó un 555% en comparación con el período anterior.
Justo en ese período (2002-2006) el país se erigió como el primer importador de armas convencionales del continente (el segundo lugar lo ocupaba el gigantesco Brasil) y decimotercero en el mundo.
El SIPRI añade que un 66% de las armas adquiridas por Venezuela durante el período 2008-2012 provenía de Rusia y que este porcentaje muestra una clara tendencia al aumento tras la concesión por parte de Moscú de una línea de crédito de 4.000 millones de dólares.*


Moscú es generoso con las armas. Otro ejemplo lo tenemos en Egipto. Con la amenaza de cancelar la ayuda americana a Egipto y la resolución de la Unión Europea de suspender las ventas de armamento que pueda ser usado para la represión interna, surgió inmediatamente el ofrecimiento de Rusia para compensar el armamento que fuera bloqueado. Según los datos del SIPRI, de los 400 millones de euros que Egipto gastó en 2011 —el año de la Revolución, con Mubarak en el poder y después con la SCAF—, tres cuartas partes de esa cantidad fueron a parar a Rusia.** Con Rusia no hay embargos; es el amigo fiel. Lo que los demás quieran dejar de venderles, Rusia lo cubre.


China también se ha ido introduciendo en África y América aprovechando el deseo de los demás de no hacer negocios con Estados Unidos. Hasta un régimen delirante como el de Corea del Norte tiene el amparo chino para subsistir. A China le viene bien porque cuando los coreanos entran en fase de delirio, les llaman a ellos para que presionen y los calmen.


Con una Rusia de capitalismo salvaje y una China de capitalismo exterior y medio pensionista en el interior ("dos sistemas, un solo país"), el título de "líder del mundo libre" identificado con el "capitalismo", ha quedado como algo retórico y hueco. El relativismo moral apoyando dictadores si eran beneficiosos para los intereses tampoco ha ayudado a confiar mucho. El capitalismo, piensan, no trae libertad, sino dependencia de una sola potencia, que impone sus intereses si no se remedia. Sin el "comunismo", todos se han vuelto capitalistas y pragmáticos en sus relaciones. Rusia ya no arma a sus compañeros de ideología sino a sus clientes, a los que garantiza el suministro aunque exista presión norteamericana. Siria tiene las armas que quiere.
El golpe parlamentario de ayer es muy doloroso pues se da con un aliado permanente y fiel en todas las aventuras previas. Las palabras de David Cameron —no sabemos si abatido o aliviado— fueron especialmente solemnes: “Está claro que el Parlamento no quiere una acción [militar] y el Gobierno actuará en consecuencia”. Cameron lo expresa con esas solemnidad institucional que le caracteriza, pero el líder de la oposición laborista fue más directo: "Tenemos el recuerdo de la Guerra de Irak". Y lo tiene todo el mundo, en un sentido o en otro. Dejarse arrastrar a la aventura de Irak tuvo un coste para los Estados Unidos —y aliados— que ahora está pagando.


¿Puede ser la pérdida de liderazgo la que haya decidido a Washington a lanzarse precipitadamente a una aventura de este calibre? Tras la contundencia inicial, Obama ha reculado ya dos veces. Lo que iba a ser una acción militar relámpago antes del regreso de los inspectores era un ninguneo de la ONU que no paliaba el bloqueo a que están sometidos sus órganos, sino que la humillaba más al declararla ineficaz. Lo que unos hacen con Israel, otros lo hacen con Siria. Lamentarse no deja de ser una jeremiada. Las manifestaciones posteriores señalando que no está decidida la respuesta después de estar la maquinaria en marcha manifiestan indecisión. Hasta se han levantado voces militares "recomendando" a los portavoces de la Casa Blanca  que no "hablen tanto", que no den tantas pistas sobre lo que se quieren o no hacer.
El debate de parte de la comunidad internacional —dando por hecha la repulsa y condena por lo hecho por el régimen de Basar a-Asad—  es qué tipo de medidas tomar, mientras que el que plantea Estados Unidos es cuándo y dónde actuar. La sombra de Irak sigue planeando en muchos lugares. No solo las consecuencias y costes, sino su origen mismo.


La negativa de Reino Unido tendrá una gran influencia en otros parlamentos y gobiernos, que se lo pensarán dos veces. Los que no lo ven claro podrán hablar con más argumentos y los que puedan apoyarlo con menos. La unanimidad necesaria con la que convencer a la opinión pública ya no existe y no se ve el beneficio de la acción más allá de un dudoso castigo. El intento de David Cameron de tomar decisiones antes de los informes de la ONU se ha vuelto contra él. Ha pagado su ansia de liderazgo y ya le pasarán la factura.
Cuanto más solitaria sea la intervención militar norteamericana, aumenta el riesgo de la respuesta, que sin duda la habrá. Estados Unidos no es el único en cumplir sus amenazas. El planteamiento de "golpeo y regreso" es de una ingenuidad tal que resulta incomprensible en la ignorancia de las consecuencias que puede acarrear a los Estados Unidos. Los problemas mundiales no pueden ser ocasión para demostrar el liderazgo. El liderazgo se demuestra evitando los problemas, no creando nuevos. Como ha señalado Javier Solana en su artículo publicado ayer, "Tarde y mal":

"Tarde y mal se quiere dar una sensación de liderazgo, del que se carece. Y no está claro que las posibles acciones que se barajan no vayan a convertir un problema ya de por sí largo y dramático en otro aún más difícil de resolver."***


La fábula del pastor que avisaba sobre la llegada del lobo y al que ya no creen, se queda corta aquí. Una cosa es que el lobo no venga y otra que tú lo llames. Si lo llamas, acabará viniendo. La fábula tampoco contemplaba que las ovejas se plantaran o que decidieran algunas, incluso, cambiar de pastor. Se puede querer ser el buen pastor evangélico, pero que los demás te vean, como en la fábula, un pastor poco creíble por experiencias anteriores. Las ovejas pueden ser lobos con piel de cordero y los lobos pueden ser lobas romanas protectoras que amamantan bien a los que les interesa cuidar. Los pastores esquilan a sus ovejas y, de vez en cuando, hacen asados con ellas.
Es necesario reescribir las fábulas para actualizarlas.


ANEXO: Apartado del informe SIPRI 2013 sobre las armas en Siria.
Arms transfers to Syria
As the conict in Syria intensied in 2012, the international community remained at an impasse on how to respond. It could not agree on how to deal with the conict in general or with supplying arms to the parties in the conict in particular. Whereas the European Union, the League of Arab States, Turkey and the United States maintained arms embargoes against the Syrian Government, Iran and Russia continued to supply it with arms. Rebel forces called for foreign military aid and neighbouring countries appeared to supply them with arms or provide funds for arms acquisitions.
Since the start of the conict in 2011 there has been a sharp division between states that oppose the imposition of United Nations sanctions on Syria and that continue to supply arms to the Syrian Government, and states that have imposed arms embargoes on Syria and called for a UN embargo. Russian officials have been most vocal with regard to the former position and made clear statements that arms supplies were continuing in 2011–12.
The main source of weapons for Syrian rebel groups appears to have been the capture of arms from government troops and arsenals. Small arms and light weapons were also obtained on the black market in Iraq and Lebanon. Nevertheless, rebel forces repeatedly called in 2012 for governments supporting their cause to supply them with weapons and other military equipment. (p.11)

http://www.sipri.org/yearbook/2013/files/SIPRIYB13Summary.pdf



* "Venezuela, primer importador de armas de Latinoamérica"  RT (Rusia) 19/03/2013 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/89427-venezuela-armas-sipri
** "Los envíos de armas la UE a Egipto" El Mundo 18/08/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/08/18/internacional/1376830712.html

*** Javier Solana "Tarde y mal" El País 28/08/2013 http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/28/actualidad/1377706287_131489.html






viernes, 30 de agosto de 2013

Amarga despedida o el error americano

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Durante las manifestaciones en Egypto comenzaron a aparecer carteles con la inscripción "Hayzaboon - Go Home". A la inscripción solía acompañarle un rostro, el de la embajadora estadounidense, Anne Patterson. "Hayzaboon" (حيزبون) es el nombre que se da en los cuentos infantiles a la vieja bruja. En el reparto de papeles del cuento egipcio, a Patterson le tocó ser la mala de la historia. Cuando los habitualmente discretos diplomáticos eligen el protagonismo, corren estos riesgos, acabar en los peores papeles. Como "Hayzaboon", como la bruja del cuento, con justicia o sin ella, será recordada por los egipcios.
No sé si la embajadora Patterson se marcha ilusionada de Egipto hacia unas nuevas y elevadas tareas —se habla de ella como próxima Vice Secretaria de Estado, aunque puede ser una ironía egipcia— o desilusionada por lo que deja atrás. Patterson comenzó su carrera diplomática en Arabia Saudí, pasó de embajadora a El Salvador, de allí a Colombia —en donde sufrió un atentado—, actividades en Naciones Unidas, y de ahí a Pakistán, su último destino antes de llegar a Egipto. La administración Obama la trasladó allí en junio de 2011, tras la Primavera árabe, como embajadora de los Estados Unidos. Ha vivido, por tanto, todo el periodo de la complicada transición —más bien inconclusa travesía del desierto—  de Egipto.


El sentimiento de reproche con el que muchos egipcios la despiden extraoficial y semioficialmente tendrá que pesar en ella, en su ánimo. La función de un diplomático, pensará ella, no es que te despidan con lágrimas en los ojos, sino servir los intereses de tu país. En eso, probablemente, los egipcios le den todos la razón. La Historia, si es que se acuerda de los peones, verificará si veló adecuadamente por esos intereses.

El artículo publicado en el diario Al-Ahram, de titularidad pública, criticando abiertamente su labor al frente de la legación norteamericana ha hecho mella en Anne Patterson, que decidió contestar por escrito, algo que no es frecuente en los diplomáticos. El diario Egypt Independent resumía así el lance:

On Wednesday, Patterson sent a letter to state-run Al-Ahram’s chief editor Abdel Nasser Salama denying what she described as a “outrageous, fictitious, and thoroughly unprofessional” headline which appeared in the Tuesday paper. The paper alleged Patterson’s involvement in a “conspiracy” to divide and destabalise Egypt, accusations Patterson described in her letter as “absolutely absurd and dangerous”.
Patterson criticised Al-Ahram for publishing what she described as “false” news without double-checking their facts first with the US embassy in Cairo. She stated that such “misguiding” news is a real threat to Egypt’s democratic transition.
“I am particularly disturbed to think that Al Ahram, as the flagship state-run paper in Egypt, is regarded as a representative of the government’s viewpoint,” Patterson said in her letter, calling on the Egyptian government to protest the publishing of the article.*


Evidentemente, la reacción de Patterson es comprensible, más dolorosa, según parece, que ver a miles de egipcios con la fotografía de su rostro tachado con pintura roja y pidiendo a Obama que se la llevara de allí, en términos no demasiado corteses. Como diplomática, Patterson sabe distinguir lo que ocurre en la calle de lo que el periódico oficial egipcio, por mano de su Editor Jefe escriba sobre su actuación. La carta de Patterson está colgada en la página del gabinete de prensa de la Embajada americana.** En ella se muestra, de forma escueta reacia —además de dolida— a asumir lo que de su actuación al frente de la legación se piensa.

Sin embargo, no era el primer aviso a la embajadora. A mediados de julio, Al-Sayed Amin Shalabi, miembros del Consejo Egipcio de Asuntos Exteriores —institución consultiva integrada por diplomáticos, hombres de negocios y académicos— firmaba también en Al-Ahram un artículo con escueto y expresivo título de "Goodbye Patterson". En el artículo explicaba que por dos veces, en los dos últimos años, los embajadores de los Estados Unidos se habían equivocado en una labor importante, la evaluación de las situaciones para informar a sus gobiernos. Para el autor, los dos embajadores había evaluado mal las situaciones, primero con Mubarak y después con Morsi. Habían sido incapaces de ver la fuerza que el pueblo podía desarrollar para acabar con ellos y arrastrarlos en su ira. En descargo al menos del primero, habría que decir que se equivocó como la mayor parte de los analistas y políticos egipcios y del exterior. El propio régimen se burlaba de la incapacidad de los egipcios para ponerse de acuerdo y rebelarse, según recoge Alaa Al-Aswani en uno de sus artículos, describiendo las conversaciones en una cena de postín, previa a la revolución.


Al-Sayed Amin Shalabi señala que entonces se falló en la evaluación, se informó mal y se siguió apoyando a Mubarak. La historia se repitió con Anne Patterson, que no solo fue incapaz de ver lo que tenía delante, sino que cometió el imperdonable error de decirle a los egipcios que su obligación era aguantarse con Morsi. Será por ese error por el que será recordada en Egipto durante mucho tiempo. Al-Sayed Amin Shalabi señalaba en su artículo:

Patterson had served earlier in countries experiencing political disturbances, including Pakistan. And as she watched the 30 June Revolution unfold, she imagined that Egypt was another Pakistan. She assumed that the rise of the Islamists was unstoppable and that her main job was to help the Islamists find a middle ground, while encouraging them to forge links with American interests — including the promotion of Israel’s security.
Patterson held talks with Muslim Brotherhood leaders, including the supreme guide and his deputy, Khairat Al-Shater, ahead of the 30 June Revolution. She also met representatives of liberal groups, and basically advised them to quit supporting the 30 June Revolution.
Following a meeting with Al-Shater, the US diplomat made statements that were reassuring to the Muslim Brotherhood and dismissive of the 30 June Revolution.
Her remarks not only made the opposition turn against her, but shocked the entire nation, especially the millions who stood firmly behind the Tamarod campaign.***

Pocas veces se habrá dado una explicación tan detallada y concisa del error americano, el de Patterson y el de los que la escucharon. La realidad es tozuda y empeñarse en no verla tiene sus consecuencias, muchas veces trágicas. No quiero pensar que Anne Patterson quería algún mal para Egipto. Me contento con pensar que el Egipto que ella tenía en mente no era el que tenían en mente los egipcios.


Hemos señalado en distintas ocasiones que la idea de que el Medio Oriente "debe estar gobernado" por islamistas políticos para mayor seguridad de los Estados Unidos y de sus aliados, no cuenta con quienes tienen que aguantar sus gobiernos y sus posturas reaccionarias e integristas. El fracaso en Túnez y Egipto —por ahora— hace ver algo obvio: no han hecho revoluciones islamistas ni quieren estados islámicos, que es el único objetivo que tienen los partidos generados desde la matriz de los Hermanos Musulmanes. La gente se levantó contra los dictadores para poder ser más libres. Los que quieran aprovechar esto para recortar libertades, hoy por hoy se equivocan. Los islamistas en el poder lo emplean para dirigir la sociedad por las vías de sus únicas y anacrónicas ideas, que comienzan desde abajo y desde arriba, presión social y presión legislativa, para asegurarse perdurar en el poder y la transformación social en su línea.


Estados Unidos —y su diplomacia al frente— sigue cometiendo el error de pensar que entre sus obligaciones está la de diseñar el mundo en el que viven otros. Eso no ha funcionado, pero es una de las formas más seguras de generar el sentimiento anti estadounidense. Los casos del espionaje masivo y la explicación de que se espía a los amigos porque forma parte de sus obligaciones para defender a sus ciudadanos choca con la lógica resistencia a compartir ese punto de vista cuando eres el espiado. Todos somos peligros potenciales, según parece.
La situación en que nos encontramos en estos momentos tiene que ver mucho con el fracaso de esa visión estática y parcial del mundo. El revés recibido ayer en el Parlamento británico con el rechazo a la intervención inmediata en Siria debería servir para sacar alguna consecuencia sobre las actuaciones y el funcionamiento del mundo. Y eso que  Londres suele ser un aliado animoso, a veces, incluso, demasiado. Los egipcios también han señalado que rechazan a Basar Al-Asad y sus crueles acciones, pero que también lo hacen con una intervención militar.


En diciembre de 2011, Patterson acompañó al entonces senador John Kerry en su visita a la sede del partido político de los Hermanos Musulmanes, en donde fueron recibidos por Mohamed Morsi. Al-Ahram señalaba entonces como resultado de la reunión:

Morsi further assured his interlocutors that – in light of Egypt’s ‎central role in the Arab, Islamic and international arena – it would ‎respect all international treaties to which it was signatory, adding ‎that the US could play an important role in achieving political ‎stability and economic recovery for several nations of the ‎region. ‎**


Las afirmaciones de entonces de Morsi suenan hoy como otra risotada irónica del Espíritu de la Historia: Mohamed Morsi ha sido derrocado y nos encontramos en el inicio de un oscuro camino en el que los Estados Unidos han conseguido granjearse la enemistad de amigos, poner a muchos de sus aliados en apuros, y reforzar su enemistad con sus enemigos de siempre. Al caos político de la zona puede seguir, en unas horas, el caos militar. Ni Kerry, ni Patterson ni Morsi, por distintos motivos, pudieron cumplir sus funciones, sueños y promesas. Veremos qué ocurre con lo demás.
Hoy el mundo es un poco más complicado y está también más angustiado. La embajadora Patterson no ha dejado muchos amigos en El Cairo. Ella cumplió con su deber, pero eso era parte del problema. En una escueto comunicado, una sola línea, la Embajada norteamericana contestaba así a la portada del Al-Ahram: "The story published on the front page of Al Ahram newspaper today, July 22, is totally fabricated and completely untrue." Después de su exitosa carrera diplomática, la embajadora Patterson debería saber ya que el mundo no se mueve por la verdad, sino por lo que la gente piensa. Y que no todos piensan lo mismo.


* "Patterson’s term in Egypt officially ends" Daily News Egypt 29/08/2013 http://www.dailynewsegypt.com/2013/08/29/pattersons-term-in-egypt-officially-ends/
** Ambassador Patterson's August 28 letter to Al Ahram newspaper. Embassy of the United Estates.PRESS RELEASES 2013. Cairo, August 28, 2013 https://egypt.cms.getusinfo.com/pr-082913.html
*** Al-Sayed Amin Shalabi: "Goodbye Patterson" Al-Ahram Weekly 16/07/2013 http://weekly.ahram.org.eg/News/3375/21/Goodbye-Patterson.aspx
**** "US senator John Kerry visits Muslim Brotherhood’s FJP headquarters" Al-Aram Online 11/12/2011 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/29012/Egypt/Politics-/US-senator-John-Kerry-visits-Muslim-Brotherhood%E2%80%99s-.aspx










jueves, 29 de agosto de 2013

Piedras en el estanque: Del sueño de King a la pesadilla de Obama

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mientras se celebran los actos en conmemoración del pacifista Martin Luther King, con el presidente Obama al frente, se prepara una intervención militar de incalculables consecuencias y que los regímenes opositores a su realización califican como catastróficas (Rusia e Irán). A veces el calendario nos juega  malas pasadas y el tantas veces citado estos días "sueño" del doctor King puede verse convertido en pesadilla.
¿Se ha metido Barack Obama en un callejón sin salida él solo? Todo parece indicar que sí. La política exterior norteamericana parece errática, mal asesorada o ambas cosas. Quizá sea la idea de que la política internacional es un "solitario" y no un juego con otros participantes que pueden responder y tener sus propias estrategias. El sueño de que una vez caída la Unión Soviética se produciría el imperio americano es cada vez más complicado de sostener en teoría y en la práctica.
El caso reciente de Egipto —sirva de ejemplo—, con una intensa oleada de rechazo popular a sus políticas, hace ver que las estrategias no son las más adecuadas, que no suma aliados en la zona, sino que los  pierde. Ya señalamos hace unos días que entre las reivindicaciones de Tamarod, desencadenante de la caída de Morsi, estaba la cancelación de la ayuda americana a Egipto. Hoy los líderes del movimiento social piden que se cierre en Canal de Suez a todo barco con material militar que vaya a intervenir en Siria. No es probable que esto ocurra, pero lo importante es la nueva oleada de rechazos y cómo Al Asad los aprovechará, volviendo a su favor lo que siempre ha tenido en contra. El antiamericanismo que se vive en Egipto por el apoyo a Mubarak primero y a Morsi después se desvía hacia este tipo de peticiones alimentadas por la idea de la conspiración estadounidense en la zona, ya bastante viva.

El rechazo que en casi todas partes del mundo suscita la figura de Basar Al Asad —Chávez le tenía tanto cariño como a Gadafi, como buen estadounidense— puede modificarse al ponerlo en el punto de mira norteamericano. En efecto, parece que nada limpia más una trayectoria oscura que el hecho de que Estados Unidos te convierta en su enemigo. El antiamericanismo vende. Puede parecer pueril, pero lo que no había ocurrido hasta el momento —manifestaciones a favor del régimen sirio— sucede ahora, y se convierten en manifestaciones de apoyo ante una posible intervención estadounidense.
Este antiamericanismo explica que, por ejemplo, en febrero se celebrara en Paris una marcha "anti imperialista" y anti globalización" organizada por miembros de la extrema derecha gala en la que se lucían pancartas con los ídolos de este extraña y paradójica manifestación. Los héroes de las pancartas eran una mezcla explosiva: Draza Mihailovic (monárquico y anticomunista, nacionalista serbio), Alexander Lukashenko (dictatorial presidente de Bielorrusia y admirador de Stalin), Vladimir Putin, el fallecido Hugo Chávez y, no podía faltar, Basar Al Asad. Aunque se le pueda quitar importancia a la manifestación, no lo son tanto las uniones que se establecen en las mentes de algunos. Que sea la ultraderecha francesa la que llevaba esas pancartas no deja de ser una ironía reveladora.


Pero más allá de la anécdota de la manifestación parisina, la intervención suscitará rechazos por otro motivos. El estar en contra de una intervención en Siria no convierte a los opositores en seguidores de Al Asad, evidentemente, aunque a veces los sentimientos en este sentido sean pueriles y comiencen a convertirle en un héroe solo por ser atacado por Estados Unidos, algo que no es nuevo como hemos visto.
El haber puesto en marcha una operación, con aliados incluidos, sin haber esperado los informes de los investigadores de las Naciones Unidas no ha sido una maniobra demasiado inteligente, transmitiendo la sensación —que puede ser cierta— de que no importan los mecanismos internacionales, algo que no constituye un buen ejemplo que, se supone, es el objetivo de la intervención. El hecho de que se siga el "procedimiento", en cambio, es esencial para muchos otros países que se niegan a actuar o respaldar la acción sin el aval legal de la ONU. Volvemos a las viejas discusiones sobre los fundamentos del orden internacional.

El plante parlamentario que ha tenido David Cameron es una muestra de lo que puede ocurrir. Ed Miliband, el líder del Partido Laborista británico, ha sido contundente en su aviso de bloqueo de cualquier iniciativa que no pasee por el parlamento y se verá mañana allí. Otros países han manifestado su rechazo, con distintos grados de contundencia, ante una intervención sin respaldo de la ONU. Esa debería ser también una "línea roja" y lo es para muchos, sin que signifique la justificación de un régimen deleznable que actúa con impunidad tras el amparo de Rusia y China, que son quienes se convierten en responsables morales de lo que haga su protegido por los vetos. La política de vetos no soluciona ningún problema y se convierte en una forma de impunidad internacional, como ocurre con el caso de Israel, bajo la protección en este caso de los Estados Unidos. El problema sigue ahí, enquistado, y sin soluciones a la vista. Los protegidos acaban creyéndose inmunes a las sanciones y no buscan soluciones, seguros como están de sus padrinos protectores ¿Para qué negociar si puedes hacer lo que quieras sin riesgos?
Lo dijimos ayer: cualquier iniciativa que no sirva para mitigar el sufrimiento, que no vaya hacia el cese de la violencia, no es solución. Bombardear Siria para que Al Asad y otros sepan que no pueden utilizar armas químicas es un argumento pobre y moralmente discutible en función del dolor y consecuencias de otro orden que pueda causar. Las acciones no son elementos aislados, sino piedras en un estanque. Las ondas se esparcen en todas direcciones hasta llegar a la orilla, que en la Historia no se sabe muy bien dónde se encuentran ni cuándo acaban.


La intervención militar en Libia —sin pisar el suelo, según el mandato— tenía un sentido estratégico: proteger desde el aire el avance de los rebeldes desde el este hacia Trípoli y destruir las defensas para permitirles avanzar. Aunque oficialmente era una operación de defensa de la población, no se le ocultó a nadie que el objetivo era la eliminación de Gadafi, algo que todo el mundo entendió, incluido el propio Gadafi que se había reído de la resolución. 
Pero la intervención ahora —de dos o tres días, se nos dice, como si fuera una reserva de hotel— no tiene como objetivo, en las propias palabras de Obama, el derrocamiento de Al Asad, por lo que no tiene ningún sentido para la parte del pueblo sirio que quiere verle fuera y tranquiliza bastante a los que quieren que siga dentro. El único argumento esgrimido es el del "aviso" a Al Asad y a otros sobre el uso de armas químicas, lo que convierte la operación en castigo, por un lado, y en preventiva por otro. Si el régimen de Al Asad estuviera pronto a caer, el castigo no tendría sentido; y si, por el contrario, estuviera avanzando en sus objetivos, sería una temeridad hacerlo por las represalias posteriores, imprevisibles. ¿Cuál es la situación real? ¿No hay alternativas? ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?

El 27 de junio de 2011, la prensa internacional daba la noticia de la emisión de una orden de detención de la Corte Penal  Internacional de La Haya contra Muamar El Gadafi, su hijo Saif al Islam y su cuñado, Abdulá al Senusi, responsable de la inteligencia militar:

En una vista pública, los jueces de la Sala Preliminar explicaron que la Fiscalía ha presentado suficientes pruebas (cerca de 1.200 documentos) como para emitir la orden de detención contra Gadafi y su entorno más cercano, acusados de crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos en Libia a partir del pasado febrero durante las revueltas en ese país magrebí.
La jueza que preside la sala, Sanji Mmasenono, indicó que el arresto de los tres dirigentes libios "es necesario", entre otras cosas, "para evitar que se sigan cometiendo los crímenes".
En la lectura de la decisión, la jueza especificó que "hay base suficiente" para creer que Gadafi y su hijo cometieron asesinatos y persecuciones, entendidos como crímenes de lesa humanidad, "especialmente en Trípoli, Bengasi y Misrata", entre el "15 de febrero de 2011 y al menos el 28 de febrero de 2011".*

En estos días, la Corte Internacional está reclamando al hijo de Gadafi, detenido en Libia, para poder juzgarlo. En Libia quieran, por el contrario, hacerlo allí.
En 2011, en plena crisis de levantamientos de países árabes, Madeleine Albright, la que fuera embajadora en la ONU y posteriormente Secretaria de Estado en el segundo Gobierno de Bill Clinton, publicó en Financial Times un artículo firmado junto a Marwan Muasher, vicepresidente de la Fundación Carnegie y ex primer ministro de Jordania, con el título: " Assad deserves a swift trip to The Hague"**. El artículo comenzaba señalando el contraste entre el tratamiento dado a Gadafi y a Al Asad:

It is time for the international community to take a stand against Syria’s use of violence against its citizens. On Monday the International Criminal Court in The Hague issued arrest warrants for Muammer Gaddafi and two of his closest lieutenants for alleged crimes against humanity. The United Nations Security Council should now direct the ICC to investigate whether Syrian president Bashar al-Assad is guilty of crimes against humanity. The charge: using lethal violence to repress peaceful demonstrations in support of democratic rule. The Arab League should also assume the same principled position on Syria that it took on Libya.**


Del "uso de violencia letal" contra su pueblo hemos pasado, muchos miles de muertos después, al uso de armas químicas, la famosa línea roja, que establece muertos de primera y de segunda, los permisibles y los imperdonables, los muertos propios y la probabilidad de otros más allá de las fronteras. El llamamiento a la "comunidad internacional", como sabemos dos años después, no sirvió de mucho. Al Asad acabó convirtiendo en guerra civil en toda regla el levantamiento inicial, polarizando al país y convirtiéndolo en la violenta punta del iceberg de las relaciones soterradas en el mundo islámico y en la zona. La práctica unanimidad contra Gadafi, un outsider, no se vio reproducida en el caso de Al Asad, con otro tipo de apoyos y negocios. Aquí no se trataba de los intereses del "petróleo", como les gusta a algunos simplificar para explicarlo todo, sino de relaciones muchos más complicadas a varias bandas. La apelación directa de los autores del artículo a la Liga Árabe no era casual. Continuaban señalando en el artículo:

Sanctions and verbal condemnations have failed to halt the machinery of repression. Mr Assad appears to believe that, like his father, he can act with impunity in denying his people’s right to organise politically and to petition peacefully for change. For several reasons, many understandable, the international community is not taking the same stance towards Syria as it did towards Libya. Now, however, it should make clear to Damascus that brutal repression has serious consequences.**


Es en ese "several reasons, many understandable" en donde radicaba y radica la clave de la situación actual, pues son aquellas razones las que han debido de pesar para que Al Asad no haya sido denunciado ante la Corte Penal Internacional y la situación siria se haya mantenido estancada internacionalmente mienytras crecía la violencia.

At present, the international criminal justice system is the best available way of confronting Syria. As a cornerstone of this system, the ICC has already shown the ability to influence official behaviour, both on the part of those who are subject to investigation or indictment, and on the part of other leaders who must decide whether to engage with or isolate leaders under scrutiny. A serious attempt now to direct the judicial panel’s attention to the situation in Syria could cause the government in Damascus to think with greater depth about its interests and, as a result, possibly change course, sparing many lives.**


Lo que se planteaba en 2011 y que no fue posible entonces, tampoco lo ha sido ahora. Los mecanismos de veto aplicados por Rusia, especialmente, de nuevo han frustrado los intentos de advertir a Al Assad de las consecuencias ya personalizadas de sus actuaciones. En enero de este mismo año, 2013, Philippe Sands, en The Guardian, volvía a plantear la cuestión de la Corte Penal Internacional de La Haya:

Against the background of mounting bloodshed and terror, Switzerland has asked the UN security council to refer the situation in Syria to the International criminal court. The aim is to send out an unequivocal message to all parties "to fully respect international human rights and humanitarian law", a warning that would have "an important dissuasive effect".
The request is supported by more than 50 countries from every part of the world, including several countries with firsthand experience of systematic human rights abuses and impunity, like Chile and Libya. Britain and France support the initiative, but have not so far been joined by the three other permanent members of the security council. The Russian foreign ministry objects on the grounds that the initiative is "untimely", and will be "counterproductive" in achieving the immediate goal of ending the bloodshed. China and the United States remain silent.***


El silencio de la tres grandes potencias mundiales tiene sentidos distintos y cada uno revela sus propios intereses. El silencio de todos ellos —por razones distintas— ha permitido que, finalmente, lo que se quería evitar, ocurra. Es la ley de ocurrencia de lo imposible: lo que hacemos para evitar que algo ocurra, lo acaba produciendo. Philippe Sands señalaba que aunque la Corte de la Haya tiene sus limitaciones, la simple remisión habría supuesto un serio aviso para Al Asad y, en especial, habría señalado a Siria que el apoyo de Rusia tenía sus límites. Pero Rusia no solo no lo ha hecho sino que ha abierto una línea de negocios, como ocurre con China, beneficiada igualmente con ese mercado.
En junio The Financial Times entrevistaba al viceministro sirio de Economía, que se mostraba muy confiado y desafiante:

Irán, Rusia y China están apuntalando la economía de Siria, perjudicada por la guerra, con el régimen de Bashar al-Assad  haciendo todos sus negocios en riales, rublos y yuanes.
Los tres principales aliados de Siria están apoyando las transacciones financieras internacionales, entregando US$500 millones al mes en petróleo y extendiendo líneas de crédito, dijo el vice primer ministro de Economía, Kadri Jamil, en entrevista con Financial Times. Él agregó que sus aliados pronto ayudarían con una “contra ofensiva” contra lo que llamó un complot internacional para hundir la libra siria.
Los combativos comentarios de Jamil sobre la profunda crisis económica siria destacan una visión más amplia de garantía del régimen basado en los últimos avances militares y la creencia de que sus mayores partidarios internacionales los están sosteniendo sólidamente. “No es tan malo tener detrás a los rusos, los chinos y los iraníes,“ dijo Jamil al FT. “Esos tres países nos están ayudando en lo político, militar y también en lo económico”.****


Ahora, los que están detrás y los que tendrá al frente abren un nuevo escenario, más amplio del conflicto cuyos intereses son cada vez más complejos. Mientras Al Asad se sienta protegido por sus apoyos, seguirá adelante porque no tiene mucho que perder, como le ocurrió a Gadafi. Ahora el conflicto sirio es difícilmente controlable, por lo que requiere medidas tendentes a no agravarlo y encaminadas a una solución que reduzca el riesgo y que no lo aumente al extenderlo. Desgraciadamente, ese parece ser el camino elegido. No sabemos qué solución es la buena, ni si hay solución más allá de la solución final, la del exterminio del rival en el conflicto. La extraña mezcla de intereses entrecruzados tampoco permite hacer una clara evaluación de los riesgos reales. Lo único cierto es que se ha retrocedido en cuestión de relaciones internacionales desautorizando o volviendo ineficaces las instituciones creadas para evitar esto precisamente; que Rusia y Estados Unidos, como potencias mundiales, se encuentran en una situación que no resuelve nada; y finalmente que China no ha asimilado los compromisos que su posición de potencia emergente conlleva.
Mal momento para recordar los sueños de un pacifista o quizá los más adecuados. Además de recordarlos y celebrarlos, deberíamos de tratar de hacerlos realidad. El sueño de paz debería ser para todos.


* "El Tribunal Penal Internacional ordena el arresto de Gadafi, su hijo y su cuñado" El Mundo 27/06/2011 http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/27/internacional/1309168108.html
** Madeleine Albright and Marwan Muasher "Assad deserves a swift trip to The Hague" 20/06/2011 http://www.ft.com/cms/s/0/e591a260-a1bb-11e0-b9f9-00144feabdc0.html#axzz2dLdYL46d
*** "Referring Syria to the international criminal court is a justified gamble" 16/01/2013 http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/jan/16/syria-international-criminal-court-justified-gamble

**** "Irán, Rusia y China estarían apoyando al gobierno de Al-Assad en Siria" Pulso / FT 28/06/2013 http://www.pulso.cl/noticia/portada/ft/2013/06/22-25275-9-iran-rusia-y-china-estarian-apoyando-al-gobierno-de-alassad-en-siria.shtml.  [texto original Financial Times 27/06/2013: http://www.ft.com/intl/cms/s/0/79eca81c-df48-11e2-a9f4-00144feab7de.html#axzz2dLdYL46d ]