viernes, 7 de septiembre de 2012

Mentiras y revelaciones (o maratones y caballos blancos)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No puedo dejar de sorprenderme. Leo en Le Figaro un artículo en el que se califica como "el campeón de la mentira" a Paul Ryan, el compañero visitador que Mitt Romney ha elegido como vicepresidente para la macro aventura empresarial de desalojar al invisible Obama de su silla.
Le Figaro reproduce los resultados obtenidos por los analistas del "factchecking"*, que no es otra cosa que la comprobación rigurosa de lo que afirman en sus discursos y declaraciones los políticos en la campaña. Afirmas algo y, ¡zas! inmediatamente una legión de personas se dedican a comprobarlo para saber si es verdad o una trola. No pasan una. Ryan ha quedado como campeón de los mentirosos con un 45% de falsedad sobre lo que afirma en la campaña, seguido muy de cerca por su jefe, Mitt Romney, con un 42%.  ¡Buena pareja!
Hay que tener en cuenta, además, que Romney es "mormón" militante y que seguro que en el Libro de Mormón —que recoge los escritos revelados en las planchas de oro, escondidas durante siglos, que el ángel Moroni le entregó a Joseph Smith —el profeta "cuya voz era como los truenos del cielo", según la versión oficial—, el 21 de septiembre de 1823, con las instrucciones para su traducción desde el egipcio— tiene que haber algo parecido a que "mentir está muy feo", aunque seas un aspirante a presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, para ellos la "tierra prometida".

Joseph Smith, el profeta

Tal como dicen los propios mormones: "El Libro de Mormón es una historia sagrada de los pueblos de la América antigua, la cual se grabó en hojas de metal."* El libro, como es lógico, "está escrito" en una mezcla extraña hebreo y egipcio, según cuentan los testigos invocados que lo vieron. Los primeros pobladores, según la obra, llegaron a América desde Jerusalén después de Babel (nefitas y lamanitas). Luego, en el 600 antes de Cristo, llegó otra oleada (jareditas). El libro de Mormón es el resultado de las predicaciones de Jesucristo en América poco después de su resurrección.* Sí.
Por menos que esto, te caen en Rusia más años que a las Pussy Riot. Pero USA es una democracia y todos tienen derecho a que se les aparezca quien quieran o que les prometan lo que sea. Faltaría más. Aun así, cada vez aparece más la pregunta ¿un mormón en la Casa Blanca? en titulares y obras dedicadas al tema. La discreción habitual de los mormones tiene su razón de ser. Y Romney no es una excepción. Una cosa es la libertad de culto y otra votarte. Es importante saber qué cree tu presidente, especialmente si lo hace de forma ferviente. Esperemos que nunca le pregunten, si llega a la presidencia, quiénes fueron los primeros pobladores de América.


La verdad es que se debe sentir algo muy especial si eres mormón y puedes llegar a ser presidente de la "tierra prometida", aunque la cosa es un poco más complicada, ya que el "libro revelado" habla de que les fue "prometido el continente americano", que ya es mucho prometer y convierte en teológica la doctrina Monroe, "América para los americanos". En fin, que ha hecho bien Romney en dejar de lado todo lo que ha podido hasta el momento la "cuestión mormona" en la campaña. A efectos oficiales, él es un "empresario", como dijo Clint, y no un enviado. Pero seguro que todo esto sale en el tramo final. Incluso los mormones latinos están empezando a hacer campaña en su contra por la cuestión de los inmigrantes, en la que se deja llevar por el endurecimiento conservador y se olvida de que todos son hijos del "continente prometido".

Llavero con la imagen de Romney sobre el Caballo Blanco
Luego está, claro, lo de la "Profecía del Caballo Blanco" (White Horse Prophecy), atribuida a Joseph Smith y que sitúa a un mormón "salvando" la Constitución de los Estados Unidos de los peligros que la acechan. Dicen las publicaciones oficiales mormonas: "In the Doctrine and Covenants, “the Constitution” refers to the Constitution of the United States of America, which was divinely inspired in order to prepare the way for the restoration of the gospel." En política, esto convierte a tu rival en las urnas en poco menos que el diablo, que en versión actual se llama el "comunista" Obama.
La "profecía" del Caballo Blanco, tomado del Apocalipsis, no es doctrinal oficial de la "Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días", y se hizo pública después de la muerte de Joseph Smith. No es "oficial" pero hace mucha ilusión. Se sigue debatiendo su autenticidad en el seno de la iglesia mormona. 
Aunque Mitt Romney diga que su fe religiosa no tiene nada que ver con su carrera política, a los votantes les puede fastidiar mucho ir a la urnas para cumplir una "profecía" y no porque les apetezca votarle. Cuando la democracia se vuelve profética, malo. La inevitabilidad de un mormón en la Casa Blanca les puede parecer muy bien a los mormones, pero no sé qué opinará el resto. 
Todo esto, obviamente, no entra en la contabilidad del "factcheking" sino en el apartado de la libertad de creencias; pero el que los mormones se declaren herederos de casi todo, del continente a la Constitución, pues puede molestar a los demás, que quedan reducidos a comparsas en la Historia. Si está escrito que un mormón salvará a los Estados Unidos, pues adelante. No sé si está escrito en alguna parte si alguien lo salvará de Romney. Miraré.


Por supuesto, también a Obama y a su vicepresidente se les aplica lo del "factchecking". Obama tiene un 27% y Joe Biden un 33%. Eso quiere decir que hay que creer a Obama tres de cada cuatro de las cosas que nos cuenta, que para un presidente de los Estados Unidos —o de cualquier otro sitio, la verdad sea dicha— pues no está mal. Lo importante es detectar en qué área lo hace. Biden miente solo un 6% más que su presidente, lo que quiere decir que no tiene pretensiones de sucederle, en cuyo caso tendría que mentir mucho más.
No sé si la moda es nueva o si le aplicaron ya a Bush lo del "factchecking", porque seguro que se salía. Como se generalice esto de verificar las cosas que los políticos nos cuentan, nos vamos a enterar, porque por estos lares no paran de llamarse sin pudor mentirosos todo el día los unos a otros. Parece que no estamos tan adelantados como ellos en estas cosas y que va para largo. Si se empezara a contratar gente para verificar lo que cuentan los políticos, se produciría una reducción sensible del desempleo.  Aquí, con los datos de Ryan, ese 45%, casi te beatifican, y con los de Romney, 42%, santo súbito.


Pero con quien realmente se han cebado es con Ryan porque se ha pasado. No deja de ser ridículo que te hagan rectificar la marca de maratón que has declarado. Nos cuenta Europa Press:

El candidato del Partido Republicano a la Vicepresidencia de Estados Unidos, Paul Ryan, ha pedido perdón por asegurar que corría el maratón --42 kilómetros-- en "dos horas y unos 50 minutos" cuando en realidad su tiempo no baja de las cuatro horas.***


Mentir en estas cosas es un poco infantil. Lo que ha resultado el católico Ryan es un poco fantasma. ¿Qué necesidad tiene de tirarse faroles en esto? Esperemos que Ryan no sea aficionado a la pesca. Romney lo fichó para cubrir la serie de carencias clamorosas que tiene y se encuentra con una persona a la que le han comprobado que casi la mitad de lo que dice es "escandalosamente", entrecomillado de Le Figaro, falso. El riguroso Ryan, el recortador, el terror presupuestario, se ha vuelto "impreciso", según parece. Al final va a tener que hablar Mitt Romney.



* "Paul Ryan, un champion du mensonge au côté de Romney" Le Figaro 5/09/2012  http://www.lefigaro.fr/elections-americaines/2012/09/05/01040-20120905ARTFIG00631-paul-ryan-un-champion-du-mensonge-au-cote-de-romney.php
** "El acontecimiento de mayor trascendencia que se encuentra registrado en el Libro de Mormón es el ministerio personal del Señor Jesucristo entre los nefitas poco después de su resurrección." El libro de Mormón http://www.lds.org/scriptures/bofm/introduction?lang=spa.
*** "Paul Ryan se disculpa por decir que corre el maratón en menos de 3 horas" Europa Press 4/09/2012 http://www.europapress.es/internacional/noticia-paul-ryan-disculpa-decir-corre-maraton-menos-horas-20120904184901.html







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