lunes, 6 de mayo de 2024

Madrastras

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La sola palabra nos lleva ya a viejas historias infantiles. En 20 minutos, Lolita Belenguer firma un interesante artículo titulado "Madrastras, las madres de las que nadie habla, alzan la voz: "Te enfrentas al estigma de ser 'la mala'"*. Se nos cuenta en él cómo las madrastras reales se tienen que enfrentar al estigma de las madrastras ficticias, las "malas de los cuentos". No, no es una tontería periodística, sino un ejemplo más de cómo las ficciones condicionan nuestra forma de ver el mundo o, si se prefiere, lo difícil que es librarse de estas etiquetas que componen nuestro mapa de relaciones.

En el artículo se nos cuentan las investigaciones sobre esta cuestión y también los sentimientos de personas, esas madrastras que son miradas con recelo, esas "falsas madres", las que carecen de lazos de sangre, otro mito —el de la sangre— del que tampoco es fácil librarse.

Leemos en el artículo, por voz de la investigadora doctoral Elvira Mondragón, de la Universidad de Valencia:

En cuanto a las madrastas, la investigadora, tras realizar múltiples entrevistas, maneja la hipótesis -que le falta contrastar- de que "tienen una mayor dificultad para encontrar su sitio en el hogar que los padrastros". Y lo argumenta: "Como tradicionalmente a las mujeres se les ha atribuido el papel de los cuidados en el hogar, las madrastras sienten la exigencia moral de amparar a los hijastros y se implican en el cuidado de los hijos de sus parejas. Sin embargo, socialmente, aún hay prejuicios en contra de las madrastras por la representación de los cuentos infantiles".*


¡Una dura competencia! Las viejas historias trasmiten unas visiones en las que las madrastras son incapaces de establecer esos lazos afectivos, surgidos únicamente de la "sangre". El mito se impone y las personas reales comienzan las nuevas vidas con desventaja. Parecen ser una "competencia desleal" con las madres biológicas. Ellas son las "malas" de la película o, si se prefiere, del cuento.

El caso de las madrastras nos ofrece un ejemplo de lo complicado que es moverse en una sociedad llena de referencias valorativas en la que hay que empezar demostrando que no se es algo ya prefijado. Y quizá nunca se llegue a terminar de demostrarlo, siempre con nuevos retos.

A lo largo del artículo, con voces diferentes, de las investigadoras a las propias afectadas, va surgiendo ese sentimiento de estar sometidas a juicio de forma constante. En unos tiempos en los que vemos todo tipo de barbaridades, de crímenes familiares a denuncias de todo tipo, no es fácil acudir a los estereotipos familiares como garantes de nada. Sin embargo, nada resiste más que un estereotipo, que un prejuicio. Es difícil este enfrentamiento con la cultura, donde se dan por buenas las ficciones. Creo que es interesante indagar en este tipo de conflictos culturales en los que se lucha con las visiones tradicionales.

Actualmente tenemos en cartel una obra, Madres, nos cuentan en RTVE.es. Allí leemos:

Sobre las tablas del Teatro Lara, cinco mujeres se quedan encerradas en un colegio, una embarazada, una ejecutiva con dos niños, una madre soltera, un ama de casa con familia numerosa y una periodista que no quiere ser madre, pero le toca matricular a los hijos de su pareja. Cinco formas de ver y vivir la maternidad.**

La última propuesta ¿es una madrastra? Hoy se nos cuenta en la prensa la historia de un niño de dos años vagando por las calles. Sus padres estaban en una discoteca. ¿Malos padres? Sin duda. Cada cierto tiempo, aparecen noticias de este tipo. Pero las noticias fabrican casos; los cuentos crean, en cambio, mitos.

En diversos focos intentan luchas contra el negativismo que la palabra "madrastra" transmite, incluido el DRAE. Pero el diccionario, recoge más que impone. La "realidad cultural" es difícil de modificar. Un cuento puede tener más poder que muchos tratados científicos o filosóficos.

Las madrastras no tienen porqué ser "malas", como las madres no tienen porqué ser "buenas". El mito de la sangre como garantía no es suficiente, pero como "mito" resiste. Como también resiste el de la malvada madrastra, con el que crecemos desde la infancia. 

 

* Lolita Belenguer "Madrastras, las madres de las que nadie habla, alzan la voz: "Te enfrentas al estigma de ser 'la mala'" 20minutos 5/5/2024 https://www.20minutos.es/noticia/5239201/0/madrastras-madres-nadie-habla-alzan-voz-te-enfrentas-estigma-ser-mala/

** Cristina Pérez "'Madres' dinamita con humor la maternidad en el Teatro Lara" RTVE.es 5/05/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240505/madres-dinamita-humor-maternidad-teatro-lara/16078100.shtml



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