Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En un artículo publicado en la primera mitad de febrero en Independent en español se recoge el caso de las reacciones a una declaración de un médico de Corea del Sur: "Las personas que aún no han tenido covid-19 probablemente no tengan amigos, dice un médico coreano", dice su titular. El artículo está firmado por Thomas Kingsley, quien indica en el texto que el médico, Ma Sang-hyuk, vicepresidente de la Sociedad Coreana de Vacunas, tuvo que retirar poco después el comentario de su página de Facebook, que era donde había hecho esa afirmación, que a muchos les pareció irritante e infundada.
¿Es la amistad un factor determinante de los contagios en casos como la COVID-19 y las posteriores formas adquiridas por el virus? Indudablemente, sí. Es cierto que tendríamos que definir qué entendemos por "amistad" para que la afirmación tuviera más sentido que el que ahora tiene.
Si recordamos los primeros casos en España, por ejemplo, tendríamos que ver aquellos casos en los que los contagios se dieron entre familiares asistentes a un funeral en el norte y que luego regresaron a sus hogares por toda España. Pero también tenemos el caso del periodista deportivo que regresó de realizar su labor en Italia (uno de los principales focos europeos en aquel momento). La zona a la que regreso, el Levante español, quedó pronto como un foco notable de contagios.
En efecto, hay que modelar el concepto de "amistad" por algo más neutro. Si bien es cierto que fue en los encuentros que tienden a darse en espacios más íntimos, más próximos, donde era más fácil que se dieran.
Ha costado convencer a la gente que no es el "amigo" el que te contagia voluntariamente, que es la falta de distancia social lo que podía hacer que te contagiaras o que tú lo hicieras a otros, un cambio de perspectiva que no siempre se ha asimilado. El hecho de que muchos fueran asintomáticos no impedía transmitir el virus contagiando a otros ha sido uno de los factores más distorsionantes de lo que ha sido esta pandemia terrible con millones de muertos por todo el mundo. Ha sido es carácter asintomático el que ha desarrollado el egoísmo y la indiferencia, dos factores superiores al de la "amistad" señalados por el experto surcoreano.
Pero en España hemos padecido un problema peor: la falta de medidas por asfixia del sector turístico y del espectáculo, por la necesidad de compartir mesa y mantel, etc. para que no se produjera el "desastre" económico anunciado.
Ayer mismo, una cadena televisiva nos mostraba a alguien teorizando, durante la pandemia, sobre la necesidad urgente de "abrir" los sectores públicos (hostelería, turismo...) para así "adelantarnos" a los demás países de Europa y atraer el turismo antes. Es decir, "beneficiarnos" de la ausencia de restricciones frente a las medidas tomadas por los demás países.
Recuerdo cómo aquí tratamos el tema de los AVE llegados desde Francia en el que los jóvenes franceses entrevistados pregonaban que venían a España el fin de semana para hacer lo que en su país no les dejaban hacer. Todo era venir a gastar dinero aquí para tener todo tipo de facilidades. Creo que era muy ilustrativo de nuestra mentalidad al respecto.
Tenemos el recuerdo de aquel italiano que saltó en 2022 a la prensa y a las revistas especializadas médicas como un insólito caso de contagio simultáneo de Sars-COV-2, viruela del mono y VIH, tras una semana de vacaciones en España. Evidentemente el contagiadísimo italiano sabía dónde venía, a un lugar donde disfrutar del sexo intensivo sin restricciones: la oferta, la demanda y el servicio personalizado. Le salió cara la experiencia, aunque logró cierta fama en esto del contagio. No, tampoco era la familia ni la amistad, sino el "mercado". Como dirían algunos, "¡es la economía, estúpido!".
Sí empiezan a salir a la luz ciertas conclusiones sobre la cuestión de los muertos en las residencias de mayores, otro hecho que tiene que ver con esa economía del vale todo que la moderna España ha propiciado. Entre los que no querían perder "clientes" y los que no querían que les ocuparan las urgencias se reparten esos cerca de treinta mil muertos en residencias. Los últimos informes nos hablan de ese abandono a su suerte y de cuántas muertes se podrían haber evitado. De nuevo "¡es la economía, estúpido!" En España sabemos mucho de economía.
Sí, en Corea del Sur han irritado mucho al echar la culpa a la amistad de los contagios. España ha sido uno de los países punteros en contagios, muchos de ellos "amistosos": ha sido la incapacidad de entender que un buen amigo es que el tomaba medidas eficaces para no contagiarse. Había (y hay) cierto pudor para ponerse unas mascarillas ante los amigos por temor a que piensen que los ves como "enemigos". Un malentendido, sí.
Afortunadamente funcionaron las vacunas. Muchas veces por sentido de la amistad o de la familia, como aquel muchacho que afirmaba vacunarse porque iba a ver a sus abuelos. Las vacunas funcionaron precisamente para poder mantener esa "amistad", el contacto. Afortunadamente no hemos padecido más que muy levemente ese negacionismo de las vacunas que muchos países han tenido. Las estadísticas han dado en Estados Unidos más muertes entre republicanos que entre demócratas, algo que tiene que ver con el negacionismo trumpista, que tenía sus riesgos.
La Vanguardia |
Quizá nos falta todavía perspectiva para ir recopilando lo que ocurrió en la pandemia, lo que se hizo y se dejó de hacer, especialmente, por qué se hizo.
No sé si el médico coreano está en lo cierto al afirmar lo de los amigos. Lo que sí es más fácil de asimilar es el número elevado de contagios entre aquellos que además de tener "muchos amigos" no tuvieron la preocupación de tomar medias para seguir teniéndolos. Aquí, en España, además de amigos, hay que tener muchos clientes.
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"Las personas que aún no han tenido covid-19 probablemente no tengan
amigos, dice un médico coreano" Independent
en español 12/02/2024
https://www.independentespanol.com/noticias/mundo/asia/covid19-amigos-medico-corea-sur-b2494888.html
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