sábado, 30 de marzo de 2024

Saturación mortal

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Hablábamos ayer de la "teoría" del Ministerio del Interior —la imaginación creativa ha aumentado notablemente con Grande Marlaska— para explicar el crecimiento notable de la violencia contra las mujeres: que se denuncia más. Según esta teoría, los datos podrían encubrir la reducción de la violencia. La peregrina teoría es una mera suposición sin justificación alguna ya que no se puede probar con evidencia.

Pero está la otra cara de la moneda, en este caso la otra cara ministerial del asunto: ¿qué ocurre con el aumento de las denuncias? ¿Qué se hace con ellas? La respuesta nos la dan en un titular de 20minutos, "Justicia admite que un tercio de los juzgados de violencia sobre la mujer están saturados", en artículo firmado por Daniel Ríos, donde se nos explica que

En diciembre de 2022, la fecha en la que están datados los últimos datos sobre carga de trabajo en los juzgados de violencia sobre la mujer, España tenía 121 de estos tribunales distribuidos por 77 partidos judiciales. Y en más de un tercio de esas demarcaciones, estos juzgados se encontraban sobrepasados de trabajo: algunos, ligeramente, y otros, como los de Palma (Mallorca), en más de un 60%.

Así lo reconoce el Ministerio de Justicia en una respuesta parlamentaria a una pregunta de la diputada Engracia Rivera, de IU e integrada en el grupo de Sumar. Según los datos proporcionados por el propio ministerio, de los 77 partidos judiciales con juzgados exclusivos de violencia sobre la mujer, nada menos que 27 tienen cargas de trabajo que exceden su capacidad. Además del juzgado de Palma, que asume ahora mismo un 62% más de casos de los que puede gestionar, otros seis partidos judiciales tienen tribunales que están muy sobrepasados y que asumen una carga de trabajo al menos un 30% superior a la que les correspondería.

Ese es el caso de los juzgados de violencia sobre la mujer ubicados en la localidad de Vila-Real (Castellón), con una carga de trabajo que excede en un 58,3% el máximo previsto. En Almería y Málaga capital ocurre lo mismo: hay un exceso de trabajo de poco más del 50%. Y cifras similares se encuentran en la madrileña Alcalá de Henares (trabajando al 145,2% de su capacidad) y en dos capitales de provincia más: Murcia (en un 143%) y Córdoba (130,4%).

Además de esos siete juzgados, Justicia admite que los ubicados en otros 20 partidos judiciales se encuentran sobrepasados, aunque no de manera tan grave. Los casos más serios son los de Algeciras (Cádiz), L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Alicante, Valencia, Pamplona (Navarra) y Madrid: en todos ellos, la carga de trabajo que asumen estos tribunales especiales de violencia sobre la mujer supera el 20% el máximo previsto. Otras seis demarcaciones asumen al menos un 10% más de casos de los que tienen medios para atender: es el caso de los juzgados ubicados en A Coruña, Castellón, Sevilla, Zaragoza, Cartagena (Región de Murcia) y Móstoles (Madrid).*


A Justicia no le valen las excusas de interior. Haya más o menos violencia, la realidad de las denuncias es clara y contundente. La saturación se puede ver desde dos puntos de vista: como hace Interior o como hace Justicia. Sin embargo, los hechos son contundentes y preocupantes, máxime cuando hay víctimas de violencia mientras esperan a que se apliquen las medidas judiciales pertinentes. Con la saturación, Justicia se ve desbordada, los procesos se ralentizan, las medidas tardan en llegar y... las víctimas se acumulan. Son especialmente preocupantes los casos en los que se ve claramente que los ataques a las mujeres se producen por esa saturación, es decir, por la incapacidad de defender realmente a las mujeres amenazadas por sus parejas. La dilación en el tiempo por la saturación es además un aumento de la angustia por la sensación de inseguridad que perciben ante la tardanza de las medidas judiciales que necesitarán igualmente de medidas de protección porque decirle a un asesino que se mantenga alejado de su víctima, especialmente si tiene pensado rematar con su suicidio, no suele ser muy eficaz.

Entiendo que esta situación debe ser desesperante no solo para las víctimas sino también para los propios ministerios implicados que saben que es la incapacidad de resolver lo que tienen delante por falta de recursos les lleva a una situación límite. Solo les queda la protesta, la denuncia de su situación para tratar de obtener más recursos y, sobre todo, salvar su propia responsabilidad en ello. No dan más de sí.

Lo preocupante es que esta falta de recursos es la misma queja que tenemos en Sanidad, en Educación y en todos aquellos servicios que necesitan de inversión urgente. Esto llega a la propia Guardia Civil, que se ve diariamente acosada por los narcotraficantes ante la inferioridad de su material de trabajo, algo que tenemos hoy mismo en los medios y que causó recientemente dos muertes. Nadie sabe cuál es la excusa del ministro esta vez. Algo se le irá ocurriendo.

El ministerio de Justicia tiene una respuesta estándar, como se señala en el texto:

En su pregunta parlamentaria, Sumar cuestionaba a Justicia si "ha estudiado el Gobierno cuál es la carga de trabajo que hay en los juzgados de violencia sobre la mujer" y "qué criterios tiene para crear" nuevos tribunales. Y, en respuesta, el ministerio asegura que "se realiza un seguimiento detallado de la evolución real de la carga de trabajo en todos los partidos judiciales y, en el momento en que se aprecia un incremento significativo de la carga de trabajo, se procede dentro de la programación anual correspondiente a la creación de nuevos juzgados de violencia sobre la mujer, siempre y cuando lo permitan las disponibilidades presupuestarias, no existan otras necesidades judiciales más urgentes que atender y esté recogido" en la planificación anual.*

Es decir, nada. Nos dicen que harán lo que puedan siempre que puedan, que es lo que se viene a decir. Las tres condiciones finales suenan un poco a broma si este asunto no fuera tan serie. Pero con Interior diciendo que "hay más denuncias" y con Justicia diciendo que "cuando haya dinero, no haya cosas más urgentes y siempre que esté en el plan", el camino se hace oscuro.

Una vez más, constatamos la realidad del abandono (pongan el eufemismo que les apetezca) de los servicios públicos en diferentes sectores. Para todos ellos hay excusas, incluida la de la fatalidad, que es el último recurso.

El gobierno puede presumir de sus datos "económicos", pero si estos son a costa de la saturación de los servicios públicos, de la Policía a la Justicia, no tenemos el estado que nos hace falta. No hay nada de qué presumir.

Si, como veíamos ayer, se da un gran crecimiento de los delitos, es lógico que los juzgados se saturen, incluidos los destinados a la violencia contra las mujeres, otro de los sectores de especial crecimiento, la necesidad de aumentar los recursos es obvia. Ni siquiera la burda excusa de que aumentan las denuncias funciona. Lo que le vale a un ministerio, no vale para el otro. Hay que empezar a variar los enfoques de lo que significa "eficiencia" y acercarse a la solución real de los problemas reales.

Los problemas no son de hoy, como atestigua el titular inferior, con fecha de 2021. Un problema que solo tapan otros problemas, pero con efectos reales en la vida de las mujeres. 

El aumento de la violencia conlleva un aumento de las denuncias y los casos se acumulan, provocando una doble forma de violencia, la que padecen y la que supone la falta de atención, retrasos, etc.  En muchos casos, como nos señalan, los efectos de esa saturación son mortales para las mujeres. Eso es inadmisible, que mujeres que han denunciado, como se les pide insistentemente, reciban dosis más elevadas de violencia tras hacerlo, mientras esperan a que les llegue su turno cuando ya puede ser demasiado tarde.

* Daniel Ríos "Justicia admite que un tercio de los juzgados de violencia sobre la mujer están saturados" 20minutos 29/03/2024  https://www.20minutos.es/noticia/5231193/0/justicia-admite-que-un-tercio-los-juzgados-violencia-sobre-mujer-estan-saturados/


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