lunes, 23 de mayo de 2022

Sombras parlantes

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La noticia nos habla de ultimátum: ya no existen rostros femeninos sin cubrir en la televisión afgana. Es un paso más en la invisibilidad absoluta de la mujer realizada por el régimen de los talibanes. El siguiente paso será su desaparición de los canales. Convertidas en sombras parlantes, las mujeres periodistas afganas son solo una sombra animada cuya función es hacer lo que los toscos talibanes son incapaces de hacer. ¿Por qué son marginadas y aquí se les permite seguir en pantalla? Porque son una muestra visible del ostracismo, no por otra cosa, un ejemplo de su poder. Las periodistas para ellos son un ejemplo visible del acatamiento, de la sumisión. Es más eficaz mostrarlas en pantalla como un buen ejemplo que hacerlas desaparecer de un plumazo.

La noticia nos la trae RTVE.es y nos explican: 

Akif había destacado a Efe esta semana la importancia de cumplir esta norma, ya que los medios de comunicación y sus trabajadoras representan la imagen de la sociedad y tienen un papel vital en la propagación de las virtudes, además de ejercer un fuerte impacto entre la población afgana "como imagen y modelo a seguir".
Una de las principales opositoras afganas en el exilio, la política Fawzia Koofi, lamentaba sin embargo en las redes sociales que se quedaba "sin palabras para explicar la situación que atraviesan las mujeres y las niñas en Afganistán, (...) con un nuevo mandato a diario para hacerlas más invisibles".* 

"Akif"  es "el principal portavoz del todopoderoso Ministerio de la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, Mohammad Sadiq Akif" y deja claro el papel ejemplarizante que le quieren dar a la medida. Mostrar a las mujeres cómo deben ser. Las noticias se las escribirán los teólogos y ellas serán solo la voz sumisa que repite sus palabras desde esa ventana televisiva. Ellas son el rostro vacío, idéntico en su anulación, que los talibanes conciben como "mujer".

Las promesas iniciales de los talibanes se van incumpliendo en lo que vemos claramente fue una maniobra para ganar tiempo y asegurarse su único objetivo, el control absoluto del país y la desaparición de las mujeres del panorama público.

Hace días nos llegaba la noticia, que se repite hoy, sobre el castigo a los hombres cuyas esposas, hijas o familiares bajo su responsabilidad, incumplan las normas. Con ello, el concepto de "tutor" que toda mujer requiere se convierte en "global", en verdadero totalitarismo. Lo decía la propia Fawzia Koofi, a quien le dedicamos aquí un artículo hace unos días, que los talibanes no temen a los bombardeos, pero temen al poder de las mujeres.

Esto hace que sean siempre vistas como la fuente del caos y ellos se perciban a sí mismos como la fuente de "orden", un orden que se ejerce siempre con violencia y hasta un odio que crece con su concepción de lo femenino como forma de insumisión, de ofensa a Dios, al que ellos representan como forma humana piadosa.

Los talibanes se están beneficiando del caos en que se encuentra sumido Occidente con Ucrania. No solo ellos, otros aprovechan la menor repercusión de ciertos hechos en los medios ante la atención intensa dedicada a la guerra y sus consecuencias. Pero lo que ocurre con las mujeres en Afganistán en un retroceso de siglo, algo que ellos y otros grupos de corte salafista por el mundo consideran una "virtud".

En su modo de ver el mundo, el tiempo avanza hacia la impiedad, hacia peor y solo la fuerza humana puede frenar ese progreso incontrolado. Son grupos cuyo concepto de la perfección virtuosa se encarna en el modo de vida mostrado por el profeta, espejo de virtudes y al que hay que imitar en todo.

El fanatismo religioso convierte en dogmático todo y quien no muestre su sumisión es destruido en el nombre de Dios. Las mujeres son la fuente del desorden por su incapacidad de obediencia y por arrastrar a los hombres y los pueblos a la destrucción.

Las mujeres periodistas, cubierto el rostro, son un ejemplo viviente y mediático de cómo los talibanes han logrado su objetivo. La mujer cubierta es el mensaje, no las noticias, que les importan poco, pues todo lo ha fijado Dios. A los hombres solo les queda aceptar el destino y observar que nadie se le opone.

Hace unos meses, los medios advertían de que las mujeres y los periodistas eran objetivos para los talibanes. Hoy, esos objetivos se han fundido en uno, las mujeres periodistas, una aberración en la que una mujer recorre el mundo, piensa y habla a los demás.

La segunda parte de la noticia es lo señalado por Fawzia Koofi. Hace falta más apoyo, más focalización y que las mujeres afganas no se sientan abandonadas a su suerte, que sus esfuerzos por tratar de visibilizarse a través de su propio sufrimiento.

Esas periodistas cubiertas son como cabezas cortadas, exhibidas en una pica al grito de ¡Alá es grande! 


* "Las afganas se cubren el rostro en televisión tras el ultimátum talibán" RTVE.es / EFE 22/05/2022 https://www.rtve.es/noticias/20220522/afganas-se-cubren-rostro-television-tras-ultimatum-taliban/2350695.shtml

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