martes, 10 de mayo de 2022

De la caseta a la farmacia

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Algunos dirigentes políticos andaluces ya han empezado a curarse en salud, como dice el refrán. Ya es difícil que algún político español, del color que sea, rectifique algo, lo que nos dará cuenta de la magnitud del "error". Creo que más bien están preparando las trincheras antes de que les comience el bombardeo por las alegrías tomadas tras la Feria, esa a ala que la gente ha ido con tantas ganas a dar palmas y lucir palmito, o sonrisa, que diría nuestra Ministra de Sanidad que, por cierto, ha encontrado otro eslogan poético con la presentación del teléfono para la prevención del suicidio, presentado ayer.

Pero volvamos a Sevilla y sus datos. RTVE.es se traslada de la caseta, "con la última sevillana" nos dicen, al centro hospitalario, donde se han disparado los datos. "La mayoría son casos leves, pero reconocen estar desbordados", señalan en el reportaje. Los datos: en Andalucía, las ventas de test han aumentado un 600%. Pues ya es aumentar. En otros puntos de España achacan el crecimiento de las ventas a que ya no se cuida nadie a menos que estés para ingresar. Otro experto señala, de forma general, que "en otras circunstancias habríamos llamado a esto "ola"", pero ahora apenas lo hacen, aunque en los medios se habla cada vez más de "la séptima ola".

Pero lo de Sevilla se da con naturalidad pasmosa, de la feria a la farmacia o al hospital. Ya todo el mundo parece tener asimilado que tras el palmoteo y el taconeo, tras el paseo por El Real, lo pillas. Pero ¡cómo vas a presumir de ello el resto de tu vida social!

Son ya muchas las voces de expertos que no quieren ser responsables del desaguisado pandémico que se está produciendo por las alegrías del quitado de las mascarillas en interiores. Hemos insistido en ello desde que se anunciaron las nuevas medidas y se quitaron los sistemas contables con la pretensión de que dando solo las cifras de los contagiados de más de 60 años, el resto del país asumiría que ya había llegado el momento "de la sonrisa" y de las celebraciones, el momento —como les gusta repetir a los medios— de "recuperar" el tiempo perdido. "¡Había ganas!", nos dicen desde las pantallas. La consecuencia es esa multiplicación de la demanda de test ante la negativa a recibirte si no vas con la fiebre por delante. La consecuencia es otra frase clásica en nuestro sistema sanitario "¡estamos desbordados!".

En Antena 3 leemos el titular "El epidemiólogo Oriol Mitjá: "Un 30% de la población española se puede contagiar de coronavirus en las próximas semanas"", señalando la especial incidencia en los que quedan a expensas de los liberados de tomar medidas, es decir, a los mayores de 60 años: 

El epidemiólogo Oriol Mitjá, asesor en materia de coronavirus del gobierno autonómico de Cataluña, ha alertado sobre una nueva ola tras los aumentos diarios de la incidencia acumulada y la relajación de las restricciones y el comportamiento de las personas.

La pandemia todavía no ha terminado, los contagios continúan aumentando y según la última actualización del Ministerio de Sanidad, la incidencia actual en mayores de 60 años no deja de crecer, estando en este momento por encima de los 790 casos. Esto supone un aumento de 114 puntos con respecto a los datos ofrecidos el último día, cuya incidencia acumulada era de 676,43. Por su parte, el 25% de los tests que se realizan dan positivo, esto significa que "la incidencia real es entre tres y cuatro veces más alta de lo que se había detectado", explica Oriol.

Las personas vulnerables preocupan especialmente al médico. "Las personas mayores de 60 años han tenido muchas menos infecciones naturales que los niños y jóvenes. Por tanto, es posible que los mayores tengan más riesgo".

La no obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores parece ser el detonante de lo que algunos expertos advierten de la séptima ola.

Oriol ha alertado a través de su cuenta de Twitter de lo que puede pasar en las próximas semanas con la variante ómicron. "Ómicron es una variante con escape vacunal con el potencial de infectar hasta el 60-70% de la población. Un 30% se infectó en Navidad, un 30% se librará y un 30% se puede contagiar ahora", comentaba.*


Por muy equitativo que les puedan parecer esos grupos de 30% entre los que la cogieron, los que la cogerán y los que se librarán, la triste realidad es que los apaños cosméticos gubernamentales sobre el comportamiento del coronavirus y, en paralelo, la vida social española, se corresponden. Que los test se disparen antes y después de la navidades, la Semana Santa y ahora la Feria de Abril sevillana es un indicador de por dónde discurren los caminos que le abrimos al virus y cómo se traducen en contagios. El argumento gubernamental es que, como estamos vacunados, los contagios son leves y se puede seguir dando palmas para mantener la economía en pie.

Pero el aumento de la circulación del virus, con pocos o muchos síntomas, es el peligro de que llegue a personas con inmunodeficiencias —¡mala suerte, chico!— o que cualquier nueva variante se extienda a gran velocidad. Ya se vuelve a hablar de "relajación", de medidas "precipitadas", como se reconoce desde la Junta por temor a lo que está por llegar en unos días.

Nuestro drama sigue siendo que nuestra economía funciona alrededor del jolgorio, la celebración, de la caseta al chiringuito playero, de la calle corriendo detrás o delante de los toros o prendiéndole fuego a las fallas. Nuestros enemigos son los virus y las lluvias.

Muchos van de la caseta de la feria a la farmacia; otros directamente a urgencias, por lo que los sanitarios se quejan doblemente. La ilusión oficial de que todo va bien choca con la dura realidad de que la gente va a urgencias colapsando los servicios. Una cosa es camuflar los números y otra las camas. Ahora piden distinguir a los enfermos "con" COVID y los enfermos "por" COVID, una sutileza que no le sirve da nada el que acaba en la UCI o en el cementerio.

Lo más lamentable es la incapacidad de salir de este modelo de la pandereta, la castañuela y el aceite en la espalda para no quemarnos, claro causante junto a todo tipo de festejos inventados y por inventar. En el fondo, todos creen que el virus se irá en algún momento, como se fueron los dinosaurios. 


* "El epidemiólogo Oriol Mitjá: "Un 30% de la población española se puede contagiar de coronavirus en las próximas semanas"" Antena 3 9/05/2022  https://www.antena3.com/noticias/salud/epidemiologo-oriol-mitja-30-poblacion-espanola-puede-contagiar-coronavirus-proximas-semanas_202205096278d9e1b54ff300011d2a26.html


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