Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Frente
a los casos anecdóticos, divertidos, familiares... con los que se nos ha estado
alimentando durante años a través de programas que nos muestran que "la
cámara estaba allí", estamos asistiendo a una revolución en cuanto a las
consecuencias de ese "estar allí", variable en su intensidad en
función de los hechos captados.
En poco
más de un par de décadas, el mundo se ha poblado de cámaras. Las de todo tipo,
de las fijas del tráfico o de seguridad a las que llevamos encima con teléfonos
o mini cámaras de gran resolución que caben en nuestros bolsillos. Las hay en
drones y satélites, dándonos perspectivas desde el cielo. Las hay de visión
nocturna, con autonomía variable que permiten transmitir sus imágenes desde
madrigueras y nidos, desde hormigueros o desde el fondo de ríos y mares.
Vivimos
en un espacio captado, fotografiado desde perspectivas múltiples, desde puntos
de vista diferentes que convierten cualquier puntos en una concentración de
miradas. Pronto el mundo se dividirá en lo visible y en lo invisible. El
concepto de lo invisible tendrá forzosamente que institucionalizarse ya que la
visibilidad es la que representa la nueva normalidad.
Hace
unos días comentábamos aquí el escándalo creado por la estimación judicial de
que si uno orina en público y es mujer es legal congal sin su consentimiento
las imágenes en una web porno. Las cámaras estaban instaladas allí exprofeso,
buscaban la intimidad. Pero lo que hace en público es público. Tendrán que
revisar sus señorías el concepto de lo público al igual que lo tendrán que
hacer con el de intimidad y muchos otros que se ven afectados por este nuevo mundo
de miradas y mirones individuales o institucionales. En un mundo donde todos se
exhiben, vienen a decir algunos, cómo puedes frenarlo a voluntad.
Hay
mucho que reflexionar sobre el nuevo estatus de la imagen, sobre las relaciones
entre la imagen y las personas, sobre la mirada y el ser mirado y reproducido
hasta el infinito.
La CNN
publica un interesante artículo contraponiendo la ocultación de la palabra frente a la transparencia inmediata de la imagen. El texto muestra cómo el lenguaje
de los informes policiales sobre la muerte de George Floyd se contrapone a las
imágenes captadas. El artículo, firmado por Steve Levenson, comienza con el
titular de la nota de prensa ofrecido por la Policía de Minneapolis:
"Man Dies After Medical Incident During
Police Interaction."
That was the headline of a Minneapolis Police
press release on May 25, 2020, in the hours after an unnamed man in his 40s
died. Absent from the nearly 200-word post is any mention of officers
restraining him on the ground, a knee on his neck, or any sense of how long
this "interaction" lasted.
Thanks to video from a 17-year-old bystander,
we now know what really happened: Former police officer Derek Chauvin murdered
George Floyd, a 46-year-old Black man, by using excessive and unreasonable
force when he kneeled on Floyd's neck and back for 9 minutes and 29 seconds.
Chauvin was convicted Tuesday on two counts of murder and a count of
manslaughter in a Minnesota criminal court.
In light of his conviction, that original press
release is worth revisiting to understand the ways that police statements can
hide the truth with a mix of passive language, blatant omissions and mangled
sense of timing.*
Arrojados a una cultura de la imagen, todavía razonamos desde la palabra. La palabra es fuente de verdad... o forma de ocultación. El lenguaje lo permite todo porque depende el arte de la retórica, de la capacidad de manipulación. Los estudios sobre cómo el poder es capaz de torcer la realidad para obtener sus objetivos —el principal es seguir en el poder— no son nuevos y van, por centrarnos en la modernidad, de Nietzsche, el padre del recelo, a todos sus discípulos, de Michel Foucault como segundo foco. El lenguaje es un medio de actuación sobre el otro, lo que hace esencial el control de los discursos. Esto es especialmente real en todo lo relacionado con el poder, como bien señaló el filósofo francés estableciendo diversas formas de control en sus trabajos. La función de ese control es el modelado de la realidad y la fijación de una forma interpretativa, es decir, de fijar el sentido del acontecer. La frase final del último párrafo citado es clara: " [...] the ways that police statements can hide the truth with a mix of passive language, blatant omissions and mangled sense of timing." Merece la pena retenerla porque aparecerá en la operación de buceo de profundidad que se va a realizar al Departamento de Policía de Minneapolis y, ¿por qué no? a muchos otros departamentos donde se han estado creando partes, informes, notas de prensa, etc. con un lenguaje ambiguo, una barroca retórica administrativa, una jerga técnica, etc. cuya función no era iluminar lo ocurrido, sino darle forma. Ahora, la proliferación de cámaras en todas partes —incluidos los uniformes y coches de los policías— permite tener una referencia para comprobar lo que se ha escrito confrontándolo con lo que podemos ver.
El artículo hace un recuento de las cámaras que fueron acumulando "vistas" de lo acontecido, un auténtico registro del recorrido hasta llegar al momento fatídico de la muerte de Floyd:
The 17-year-old, Darnella Frazier, posted her
video to Facebook, which was seen by people across the world, including the
Minneapolis Police chief. Genevieve Hansen, an off-duty firefighter who was
rebuffed from rendering aid to Floyd, also filmed parts of the scene from a
slightly different angle. Another high school student used her friend's phone
to film the incident, she testified.
A city surveillance camera from across the
street showed the restraint of Floyd from a distance. A 911 dispatcher who
watched the live feed of that video called her supervisor to voice her concerns
about what she had seen. Other videos from inside the Cup Foods store, outside
a Chinese restaurant and from a bystander in his car showed what happened prior
to the fatal restraint.
Finally, three of the officers' body cameras
showed their extended interactions with Floyd up close. Chauvin's camera fell
underneath the squad car prior to the restraint so does not show everything,
but it reveals his arrival to the scene and his attempt to defend his actions
afterward.*
En estas dos últimas semanas —en las noticias de hoy hay más— nos han llegado imágenes directas de la muerte de diversas personas, de un niño de 13 años con las manos en alto a las de hoy de la muerte a balazos de una joven, pasando por la instructora de Policía que confundió el táser con el arma de fuego y disparó a bocajarro.
La aceleración en la llegada de imágenes puede deberse a un aumento de casos o a la simple emergencia de lo que antes estaba oculto tras la palabra en los informes.
Si es cierta la segunda posibilidad, si no se trata de una coincidencia temporal, implicaría el afloramiento de ese "racismo institucional" que se ha mantenido durante décadas al amparo de la falta de pruebas y la creencia en la justicia del poder.
Pocos creían que se pudiera condenar al agente que estuvo durante más de nueve minutos sobre el cuello de George Floyd. Para comprender su visión pesimista basta con escuchar las cifras de condenas de policías blancos implicados en la muerte de afroamericanos. Son sencillamente ridículas.
En la información de Sara Rancaño, la corresponsal de RTVE en Nueva York, se nos ofrece estos datos: «Alrededor de un millar personas en EE.UU. cada año mueren a manos de la policía y en el 98% no se imputa a los agentes, al alegar defensa propia. Así que Dereck Chauvin es de los pocos termina acusado y un 54% acaban siendo absueltos.»** Creo que son suficientemente claros y elocuentes.
Las cámaras están cambiando el mundo, para bien y para mal. Lo importante es ser conscientes de su poder y que no ocurran casos como los que desgraciadamente ocurren cuando muchas personas sufren intromisiones en su vida y no pueden controlar ni la observación ni la difusión de las imágenes.
Hoy nuestros medios hablan de la Inteligencia Artificial en la vigilancia. En realidad esa IA trabaja con lo que las cámaras le ofrecen; procesa imágenes, identifica personas en su base de datos.
Por supuesto, las imágenes también pueden ser forzadas a mentir. En el otro extremo tenemos una tecnología capaz de crear imágenes de cualquier cosa, personas incluidas, que nos pueden hacer dudar de lo que vemos. Este vídeo "deepfake" nos permite revivir a Lola Flores y escuchar a Barack Obama un discurso que jamás dijo. La nueva imagen lleva ya en su interior el germen de la falsificación. Todo tipo de filtros permiten a cualquiera recortar, transformar, borrar, etc. las imágenes. Puede quitarse años, pecas y granos, quilos... lo que quiera. Las redes están llenas de falsificaciones de identidades cuya imagen no se corresponde con la real.
Entre el realismo extremo de los vídeos de la muerte de Floyd y demás casos recientes y las imágenes creadas para conseguir resultados del tipo que sean (políticos, venganzas, económicos...), vamos a tener que vivir en este futuro que ya es presente desde hace tiempo.
Sabernos vigilados o, al menos observados, ¿nos hará mejores o sentirnos más seguros? Al menos sabemos que los que se saben observados tendrán que tener cautela o atenerse a las consecuencias. Los casos de estos días lo demuestran. La imagen se convertirá en un elemento imprescindible al aparecer múltiples focos, lo que representa que ya no hay una versión/visión oficial, sino que esta se puede confrontar con las grabaciones recogidas de fuentes diversas.
Hoy una parte de Estados Unidos y casi todo el mundo celebran la condena del agente de policía en el juicio por la muerte de George Floyd. Para que fuera posible, teléfonos, cámaras de seguridad, etc. han recogido lo que había ante ellas.
En cierto sentido, podemos hablar de un "democratización" de la imagen oponiéndola a la versión oficial. Las fuentes han sido múltiples y estaban presentes en lugares desde donde mostraban, indiferentes, lo que sucedía ante ellas. Las imágenes, en este caso, han sido puestas al servicio de la justicia. No siempre es para un buen fin, pero esta vez sí que hay que celebrarlo como un triunfo.
Es también buen momento para reflexionar sobre este mundo que construimos a gran velocidad sin saber muy bien dónde vamos. La manipulación se adapta a todos los lenguajes.
* Eric
Levenson How Minneapolis Police first described the murder of George Floyd, and
what we know now" CNN 21/04/2021 https://edition.cnn.com/2021/04/21/us/minneapolis-police-george-floyd-death/index.html
** Sara Rancaño "Las claves del veredicto por la muerte de George Floyd: Dereck Chauvin, declarado culpable de los tres cargos" RTVE.es 21/04/2021 https://www.rtve.es/noticias/20210421/claves-veredicto-dereck-chauvin-george-floyd/2087109.shtml
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