jueves, 7 de junio de 2018

Menos paz


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En estos tiempos que vivimos o padecemos, todo aquello que no pueden medirse parece que no existiera. Podemos tener un sentimiento, pero hasta que no le ponen cifra es como si no existiera más allá de la intuición. Son tiempos de la vida con decimales, de las cifras casi místicas.
En este contexto de mediciones y precisión del que viven muchos, leo el siguiente titular en el diario El Mundo: "España cae 10 puestos en el Índice de Paz Global por el conflicto catalán y el terrorismo". Inmediatamente me sobresalto, incluso sin saber todavía que significa eso del "Índice de Paz Global" o saber cuál era nuestro puesto anterior en esa lista en la que caemos "diez puestos". Mi percepción intuitiva de lo que pudiera ser la "paz global" se desploma solidariamente otros diez puestos.
Aquí hemos tratado alguno de estos indicadores complejos, como el de la "felicidad". Pero así como la felicidad es subjetiva, la paz es más complicada por involucra a más sujetos. Uno puede ser feliz solo, pero solo se puede estar en paz con los demás o los demás contigo.
La noticia nos cuenta en su principio:

España ya no es uno de los 20 países más pacíficos del mundo. En apenas un año, el país ha caído 10 puestos en el Índice de Paz Global (GPI, por sus siglas en inglés) hasta situarse en el número 30 de 163 Estados, por debajo de Botsuana. "Es la primera vez que un país de Europa occidental cae tanto", recalca, en conversación telefónica con EL MUNDO desde Londres, Steve Killelea, presidente y fundador del Institute for Economics and Peace, entidad que elabora dicho índice anual. Tras esta vertiginosa caída en el ránking mundial -sin precedentes para un país perteneciente a la que, según este mismo informe, es todavía la región menos conflictiva del planeta- están el aumento de los ataques terroristas en nuestro país -especialmente el atentado de las Ramblas de Barcelona el pasado mes de agosto, que acabó con la vida de 14 personas- y, sobre todo, el aumento de las tensiones políticas por el conflicto en Cataluña. Ambos elementos, indica Killelea, han sido "sustanciales" para la erosión experimentada por la paz española, aunque la inestabilidad fruto del desafío independentista sea "probablemente" el factor de mayor peso.
Con un GPI de 1,678 (el del país más pacífico, Islandia, es 1,096 y el de Siria, la nación más conflictiva, de 3,6), España queda cuarta entre los países que más deterioraron sus niveles de paz y calidad de vida durante el año pasado. Lo acompañan en este infausto 'top cinco' Qatar, República Democrática del Congo, Togo y Birmania.*


Pues sí, visto así, es para estar preocupados. Contra el terrorismo estamos todos, supongo. Una sociedad lo padece en su conjunto y a cualquiera le puede tocar la lotería negativa de estar en el lugar más inadecuado en el momento menos oportuno. Pero que el descenso de los diez puestos venga determinado por el enfrentamiento entre nosotros mismos, me parece preocupante. Y más si se presenta como "caída sin precedentes", tal como nos cuenta la noticia, en este paraíso europeo.
La cuestión ya está presente con solo enunciarla, está en el "nosotros", expresión que indica un sujeto múltiple y conjunto en el que algunos se resisten a entrar. El primer secesionismo empieza por ahí, por el "nosotros" que se transforma en "vosotros" cuando se dialoga y en "ellos" cuando se discrepa o insulta. Sí, todo empieza por lo que signifique "nosotros".
Y es que los "nosotros", como venía a decir Renan, se negocian cada día, pero desde luego no se olvidan de un día para otro, como algunos pretenden. Así no se entiende que este señor que ocupa el puesto sin puesto de Puigdemont, Torras, diga que hay que hablar de algo cuya premisa es la proclamación de la república en un reino y la secesión de algo que está definido como unidad. Eso es siempre lo más sorprendente del caso que nos ha hecho caer diez puntos, que se habla mucho de dialogar cuando hay poco que decir: estás o no estás, nosotros o ellos.


La paz de un país se construye cada día y aquí vamos en sentido contrario con demasiada frecuencia. Es una política divisiva que no es buena y que hemos criticado muchas veces porque nos hará seguir cayendo puestos en la lista del señor Killelea
Los motivos por los que el mundo está empeorando son muchos y basta con ver las noticias cada día. Eso hace que muchos piensen que la culpa la tienen los mensajeros que dan cuenta de la situación. También hay una guerra contra los propios medios, algo que disminuye la idea de paz global. Son ya unos cuantos países los que imitan a Donald Trump e incluyen a los medios entre las amenazas conflictivas, que es la forma de responsabilizar al mensajero y evitar las críticas.
Si el índice es fiable, la situación es preocupante más allá de nuestra situación. Señalan en el artículo:

La visión planetaria dibujada por el Índice de Paz Global no es más halagüeña que su radiografía de la situación española. Según sus datos, el mundo es hoy un lugar menos pacífico de lo que lo ha sido en cualquier momento de los últimos 10 años. Desde 2008, el GPI medio empeoró un 2,38%."En la última década ha habido un deterioro sostenido y gradual de la paz", lamenta Steve Killelea, que señala a aquellos conflictos que se prolongan en el tiempo, en particular en Oriente Medio y el Norte de África, como principales causantes de esta tendencia, sin olvidar las nuevas amenazas: "Lo último que necesitamos es sumar más conflictos a Oriente Medio y el Norte de África", alerta.
En cuanto al último año, los índices de paz de 92 países se resintieron, frente a la mejoría experimentada por las otras 71 naciones estudiadas, el peor resultado de este dato en los últimos cuatro años. El nivel de paz global, en la misma línea, disminuyó un 0,27%.*


Si los conflictos se "suman" o se "multiplican" no es una cuestión baladí pues los problemas llaman a los problemas. Una sociedad que se enfoca en la resolución ya tiene mucho ganado, pero hay problemas enquistados o de solución difícil por no decir imposible, problemas cuya resolución no deja paz sino silencio tenso.
Las guerras de Oriente Medio no traerán paz, sino la violencia por otros medios, con otros nombres. De los centros de los problemas surgen las distintas ondas expansivas que crean sus propios problemas más allá de los puntos de inicio. Tendemos a situar en el espacio los problemas, a localizarlos. Pero los problemas se dan en el tiempo y son extensibles en diferentes formas de inestabilidad o alteración de esa paz a la que todos aspiran. El traslado del problema de Oriente Medio y Norte de África se produce mediante el aumento del populismo que se vincula con las actitudes políticas anti inmigración o contra los refugiados, que se trasladan de un conflicto que padecen a ser ellos el centro de un conflicto en otros espacios. Es una cruel ironía.
El mundo va hacia peor, con conflictos crecientes por la lucha por la influencia que se traslada a conflictos de diferentes órdenes y estilos. Trump ha introducido nuevos conflictos con cuestiones como el medio ambiente, la inmigración o los aranceles económicos. Nada está aislado, todo se conecta con líneas más o menos visible, pero que están ahí actuando sobre el conjunto. Algunos efectos son previsibles; otros, en cambio, no. Desde esta percepción, el deterioro de la paz es un hecho en cuanto que se introducen nuevos conflictos.


Podemos medir muchas cosas, pero no todas. Medir no significa controlar, ni tan siquiera comprender. La idea de paz es compleja y puede significar simplemente una variación en lo que se mide. Engloba toda una serie de variables por las que se mide a todos para que tenga sentido. Poco más.
Lo importante de la paz es la actitud, es decir, hacia dónde se quiere caminar como sociedad. Hay voluntad de paz o de que crezcan los conflictos, aquello que hará ascender los indicadores  que el señor Killelea mide.
Entre Siria e Islandia estamos todos, incluidos nosotros, que descendemos 10 puestos, hasta el 30. Noventa y dos países empeoraron; setenta y uno mejoraron. La pregunta entonces es sobre hacia dónde queremos ir.


* "España cae 10 puestos en el Índice de Paz Global por el conflicto catalán y el terrorismo" El Mundo 7/06/2018 http://www.elmundo.es/internacional/2018/06/07/5b1835dae2704ef97e8b45b1.html

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