Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Mal
acabó la que Ahram Online llama en varias de sus informaciones y titulares
"la pesadilla de la Copa del Mundo" ("Egypt arrive back in Cairo
after nightmarish World Cup campaign"*). Lo que empezó con la irritación
del egiptólogo Zahi Hawass por que el Museo Británico hubiese ofendido a los antiguos
dioses por colocar junto a sus estatuas un objeto tan profano como las botas de
Mohamed Salah, ha terminado con el peor escenario posible: la
"vergonzosa" derrota ante Arabia Saudí. Demasiado para el pueblo
egipcio, demasiado para los 90 millones de egipcios que necesitaban un luz en
el túnel, una razón para creer. Hawass habló entonces de la maldición de los
faraones ofendidos; todavía no se lo han recordado, pero alguien lo hará.
Cualquier cosa vale para tratar de borrar la pesadilla.
Las
reacciones ante la derrota final, sin aspirar a nada más que a mantener el
orgullo de una victoria nunca alcanzada en un mundial ante la poderosa en otras
cosas Arabia Saudí, no ha dejado de sucederse desde el pitido final. Empecemos
por arriba, por el propio gobierno y parlamento. El titular "Egypt
government and parliament to investigate World Cup 'failure'" nos indica
que la derrota en la campaña se ha convertido en una cuestión de Estado:
Newly-appointed Egyptian Minister of Youth and
Sports Ashraf Sobhy has implicitly stated that the ministry will investigate
the national football delegation in the 2018 World Cup, echoing the
parliamentary Sports Committee that has also opened an investigation.
"We will not let the situation pass so
simply, of course" the former Football Association member stated on
Facebook Monday evening.
The Egyptian national team, having gained huge
support from people, investors, and the government under the guidance of President
Abdel-Fattah El-Sisi, failed to secure a single win in their three group stage
games, losing 1-0 to Uruguay, 3-1 to hosts Russia and 2-1 to Saudi Arabia.
The Committee described the Pharoah’s first
appearance in 28 years at the most prestigious of sporting events a
“disgraceful representation” and the loss as “humiliating,” accusing the FA of
making “serious violations,” in an emotional statement released on Monday .
The statement listed five main points they will
investigate after the public outrage, including mutual allegations from FA
members of illicit gains, issues with sponsorship deals and a lack transparency
in the ticketing system.
They will also investigate embarrassment caused
to the team's star Mohamed Salah "which caused British media outrage after
his meeting with head of Chechenya Republic Ramzan Kadyrov".
The 26-year-old Salah has ended the best season
ever played by an Egyptian footballer collecting all individual titles in the
Premier League after scoring 44 goals with Liverpool.**
Tras la derrota ante los saudíes, se ha pasado de la euforia
inicial, del "casi hemos ganado" ante Uruguay y "ganaremos" a Rusia, a un profundo sentimiento
social de decepción que necesita ser contrarrestado por las acciones de la
autoridades para aislar el estallido. Las medidas anunciadas tratan de tapar lo
que una victoria en el último partido habría dejado pasar.
La noticia es una mezcla de frases destinadas a mantener en
alto el orgullo egipcio, por un lado, mientras que por otro se trata de buscar
responsabilidades para tratar de mostrar una eficacia en las reacciones. Pero
nada va a compensar la derrota, solo canalizar la indignación.
Es el momento de cortar cabezas. La primera será, sin duda, la
del entrenador argentino Héctor Cúper, al que todos acusan de demasiado
"conservador". Pero atacar más no significa meter más goles, sino la
posibilidad de que te metan más a ti. Con esa estrategia, Cúper les llevó a
jugar la final africana y al mundial, en donde no estaban desde 1990. Nunca
Egipto ganó un partido en las tres participaciones. Pero en esta ocasión,
algunos "videntes" auguraban que todo serían victorias. Las visiones
se mostraron meras ilusiones. La historia del gol en el "último
suspiro" se repitió en dos partidos, ante Uruguay y Arabia Saudí. La Rusia,
a la que se iba a ganar, goleó.
Pero esto no va de fútbol. Va de ficciones, manipulaciones,
intereses, emociones. La reacción del parlamento y el gobierno no es la que se
debe tener en un deporte, en donde se gana o se pierde. Perder en Egipto es
frecuente, pero siempre antinatural. Lo natural, aprende el egipcio pronto, es
ganar porque se les repite una y otra vez su superioridad frente al mundo, que
allí surgió la civilización, la religión, el estado. "Egypt is the gift of the Nile and the
gift of Egyptians to humanity", se dice en preámbulo de la constitución enmendada
de 2014.
En esa creencia crece el egipcio. Pero luego la realidad,
más allá de las palabras, va dando los significados, que son un cruce entre los
hechos y sus interpretaciones. El mundo —ingrato— conspira contra él para
evitar que el esplendor. Las conspiraciones incluyen la falta de Sergio Ramos a
Mo Salah, el árbitro del partido con Rusia o la FIFA, cualquier otra
circunstancia que explique por qué no son campeones del mundo, o, en su
defecto, por qué no han ganado a Arabia Saudí, equipo que parecía destinado a
darles la primera victoria en un mundial.
Ahram Online nos da cuenta del regreso de los jugadores a
casa:
The Egyptian national team returned to Cairo on
Tuesday morning after ending a dismal World Cup campaign in Russia where they
suffered three defeats.
The Pharaohs received a lukewarm reception at
the Cairo airport, having failed to claim their first-ever World Cup victory
after conceding a last-gasp goal in a bitter 2-1 loss to Saudi Arabia in
Volgograd on Monday.
Egypt finished at the bottom of Group A with no
points after also losing 1-0 to Uruguay and 3-1 to hosts Russia.
In a video widely shared on social media, some
angry Egyptian fans hurled obscenities at the team as they rode their bus
following the loss against Saudi Arabia in Volgograd.
Liverpool star Mohamed Salah was among the
Egyptian players who returned home while five other players, including Arsenal
midfielder Mohamed Elneny, stayed behind. *
Los "faraones" han dejado de serlo. La tibia recepción
no compensa los vergonzosos insultos que recibieron al final del partido, del
estadio al hotel de la concentración. Los vídeos subidos a las redes sociales
han causado la indignación de muchos egipcios que se han avergonzado más que
por la pérdida ante Arabia Saudí. Un juego es un juego; se gana o se pierde,
pero el espectáculo bochornoso de los insultos ha sido recriminado hasta por
los seguidores de otros países, que no entienden ni comparten la ira de los
egipcios.
Egyptian Streets recoge algunos vídeos tomados durante los insultos
a los jugadores y las reacciones de los que no entienden este comportamiento:
Following Egypt’s defeat to Saudi Arabia 2-1 on
Monday, Egyptian fans in Russia taunted the national team outside the stadium
as they got on their bus. Footage surfaced on social media showing more fans
waiting outside the athletes’ hotel in Volgograd where the team was staying.
The fans chanted insults at the football
players as they headed to their hotels out of disappointment and anger
regarding the team’s performance, calling them “filthy/disgusting/worthless
players” as well as “faggots” and “cowards.” The fans’ name-calling extended to
the team’s family members. Police cars followed the teams’ bus to secure them
from their menacing followers.
The recorded footage showcased the ugly side
of Egyptian fandom, and portrayed the
misbehavior of the claimed Egyptian football devotees to both international
media and those watching from Egypt.
One particular video showed a single fan
shouting at the chanting fans to “stop it,” but the loud voices of their
abusive chants silenced him.
As other visitors and online followers watched
Egyptian fans diss their own team, they expressed dismay of their ugly behaviour on social
media.***
Una parte de los que han observado este incívico
comportamiento recriminan a los privilegiados que se pudieron costear un viaje
a Rusia para ver los partidos. Son "ricos", mientras otros se han
contentado con ver el campeonato por televisión. Son los privilegiados los que
se han desatado contra los jugadores. No sé si es la reacción normal de los
seguidores defraudados o simplemente un ejemplo más del clasismo egipcio, de la
distancia entre los que se creen los amos y el resto.
Egipto puede perder sobre el terreno de juego, pero los incívicos
seguidores han perdido algo más importante. Han demostrado tener poco sentido
de equipo, de importarles muy poco el propio país.
Pero es más fácil que el gobierno busque culpables que
enderezar a una afición tan desleal, tan poco deportiva, como la que fue a
insultar a los jugadores tras el partido. Los jugadores se merecen respeto. No
son culpables de las falsas ilusiones sembradas por aquellos que han mantenido
engatusado al país, vendiendo fantasías de victoria.
Mo Salah ha tenido la gallardía de regresar a Egipto con la
primera oleada de jugadores, los que estaban destinados a recibir más insultos
o indiferencia. Las noticias sobre el mundial siguen repitiendo su larga
cosecha de éxitos en esta temporada. Él ha marcado los dos goles de Egipto en
este mundial. Ha hecho lo que ha podido, saliendo de una lesión en algo que
sabía que era el que más se jugaba, que a él se le pediría que llevara al
equipo hasta la final. Pero esos son sueños que por intensos no se hacen
realidad en un equipo de 12 sobre el campo.
Hablamos aquí de los rumores de la CNN sobre su retirada del
equipo nacional antes del partido con Arabia Saudí. Se ha desmentido por la
Federación, pero el jugador no ha dicho nada. La Federación ya le utilizó,
creando un conflicto con los patrocinadores. Lo mismo, el homófobo y dictatorial
líder checheno, que le entregó una nacionalidad honorífica. ¡Poco honor
recibirla de sus manos! Eso le ha valido un conflicto con los medios británicos
que no acaban de comprender la ingenuidad egipcia de dejarse manipular por un
presidente homófobo, que controla el país como una propiedad y que posee su
propia milicia privada a la que se responsabiliza de crímenes y desapariciones.
Un líder de estas características no desaprovecha la ocasión de promocionarse
junto a la estrella del fútbol. Pero para la estrella es nefasto. Ha sido una
parte más del calvario de Mo Salah a manos de la presuntuosa federación egipcia,
emocionada por recibir agasajos de donde sea.
La historia de este mundial para Egipto es aleccionadora.
Dura y aleccionadora. Ha llevado a poner los pies en el suelo aunque sea unos
segundos. Se puede vivir los éxitos de Salah, pero estos son frutos de sus
esfuerzos. Querer vivir de ellos no es factible. Tener uno de los mejores
jugadores del mundo no te transforma. Los que insultaron a los jugadores al
término del partido con los saudíes eran "muy egipcios" por un lado y
"nada egipcios" por otro. No
son los insultos los que llevan hacia delante al país. No fueron los faraones
los que construyeron las pirámides, sino los que sufrían bajo el látigo para
construirles sus propias tumbas. Los que han insultado se han limitado a
blandir el látigo para satisfacer su ego, sin importarles mucho ni los jugadores
ni las condiciones del país.
Las ilusiones que Egipto necesita son otras. Y esas no las
ven en medio de la propaganda que asegura que las dificultades que están viviendo
son solo pasajeras. La crisis profunda afecta a todas las instituciones, pues
nada cambió tras la caída de Mubarak realmente. Ni las escuelas
"japonesas" va a cambiar al país ni ganar partidos les van a hacer la
vida más fácil. Pero soñar con héroes como Salah, vivir sus triunfos es
gratificante, a falta de otra cosa.
Hay otras pérdidas que lamentar mucho más que lo que es
recuperable en próximos partidos, la muerte por infarto del conocido
comentarista deportivo Abdel-Reheem Mohamed, tras el partido de
fútbol contra Arabia Saudí:
Egypt’s Sports Minister Ashraf Sobhy and dozens
of local footballing icons took part in the funeral of football commentator
Abdel-Reheem Mohamed on Tuesday, following his dramatic death from a heart
attack after watching the national team lose to Saudi Arabia in the World Cup a
day earlier.
The well-known pundit had been due to comment
on the the team’s disappointing 2-1 defeat in their final World Cup match, but
collapsed in the studio before going on air.
"Right after the match, Abdel-Reheem said
that there were multiple mistakes that needed to be discussed on air,"
Ahmed Fawzy, a commentator who was partnering with Mohamed to commentate on the
match, told DMC TV channel.
The former Zamalek FC coach and player fell on
his way to the bathroom and was taken to the emergency room, where an attempt
to resuscitate him failed and he was pronounced dead, Fawzy said.****
La muerte de Abdel-Reheem nos muestra que la presión no ha
estado solo sobre los jugadores en el campo, ni a la salida de los estadios.
Ser ha vivido con intensidad y pasión, con ira y triteza. Ahora toca cortar cabezas: Cúper, la federación, los jugadores.. Se seguirá así un tiempo. Se mostrará energía y disposición a exigir responsabilidades. El ministro salvará su cabeza cortando otras y así sucesivamente. Los periódicos de hoy ya dan informaciones sobre las medallas ganadas en los Juegos del Mediterráneo. Compensaciones pequeñas para la frustración de la pasión por el fútbol.
Egipto se va con un pobre récord, el de haber alineado al
jugador más viejo del mundial, al portero Essam El-Hadary, con 45 años y 161
días. Puestos a dejar huella, no deja de ser un aspecto simbólico. "Fútbol
es fútbol" es la famosa expresión que se recuerda de Vujadin Boskov tras su paso
por España. Así es la vida. Y hay vida más allá del fútbol.
Esto, como señalamos, no trata de deporte, sino de emociones
y frustraciones, de manipulaciones e iconos. Esperamos que Egipto se recupere
de esto que muchos viven como un drama.
*
"Egypt arrive back in Cairo after nightmarish World Cup campaign"
Ahram Online 26/06/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsWorldCup/2018/305560.aspx
**
"Egypt government and parliament to investigate World Cup 'failure'"
Ahram Online 26/06/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsWorldCup/2018/305532.aspx
***
"Egyptian “Fans” Chant Insults at Egypt’s Footballers after Saudi
Defeat" Egyptian Streets 26/06/2018
https://egyptianstreets.com/2018/06/26/egyptian-fans-chant-insults-at-egypts-footballers-after-saudi-defeat/
****
"Egypt mourns death of football pundit who died after Pharaohs' loss to
Saudi Arabia" Ahram Online 26/06/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsWorldCup/2018/305547.aspx
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.