martes, 28 de marzo de 2017

Todos conspiran

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
De nuevo el gobierno egipcio vuelve a repetir los mismos errores. Sus enfados cada vez que alguien le pone el espejo llegarían a ser risibles de no ser porque se trata siempre del mismo problema: los derechos humanos. Cada vez que sale algún informe internacional, da igual cuál sea la fuente, la reacción del gobierno egipcio es la misma: se indigna, se rasga las vestiduras y vuelve a decir que todo es un complot internacional, una conspiración para que el paraíso liberal que es Egipto no sea conocido por el mundo. Y unos días toca que la conspiración sea de unos y otros día toca de otros porque lo único cierto es que hay siempre "conspiración".
La "conspiración" en Egipto es como esas constantes matemáticas que es necesario añadir para que salga las operaciones. Es ese elemento misterioso que hace que el resultado sea coherente. Otros gobiernos asumen sus pobre cifras sobre derechos humanos y algunos dicen incluso —aunque sea con la boca chica— que intentarán mejorar la situación de los derechos humanos. Egipto, no. Todo es perfecto y son los conspiradores contra ellos los que deben rectificar, aunque sea toda la humanidad.
Esta vez la conspiración tiene nombre: Barack Obama. Una vez que el presidente abandonó la Casa Blanca, la esperanza egipcia es responsabilizarle directamente del negativo informe que se ha emitido sobre los derechos humanos. Esta vez el gobierno tiene un discurso preparado: estas eran cosas de Obama; la situación, con el amigo Trump en la Casa Blanca, será más justa.
El diario estatal Ahram Online recoge la indignación oficial ante los informes:

In a meeting of the Egyptian parliament's ‎human rights committee, Deputy Foreign ‎Minister for Human Rights Laila Bahaaeddin ‎accused the Obama administration of ‎painting a "bleak view" of the ‎human rights situation in Egypt.
"The most recent ‎report issued by the US State ‎Department on human rights in Egypt ‎reflected the view of the former Obama ‎administration which had always sought to ‎tarnish the image of Egypt in any way," ‎said Bahaaeddin, adding that "this report ‎was issued in a secret way and without the ‎media taking note of it."‎
The ‎foreign ministry said it decided to give a private ‎response to the report.
"We gave orders to ‎Egypt's ambassador in the US to respond ‎to this negative report in an official way and ‎without much fuss in media ‎circles," said Bahaaeddin.‎
The report, mandated annually by congress and put together by staff in US embassies, was released earlier this month, documenting human rights conditions in nearly 200 countries and territories.
This year's report was largely compiled under President Barack Obama's administration. The report said Egypt's "excessive use of force included unlawful killings and torture."
The foreign ministry responded at the time in an official statement, saying the report was not based on any "legal frameworks," and that "human rights conditions in Egypt are held to clear constitutional obligations and are being monitored by national Egyptian organisations, both governmental and independent."
On President Abdel-Fattah ‎El-Sisi's visit to Washington next week to ‎meet with new US president Donald ‎Trump, Bahaaeddin said "as we see, Trump is different from ‎Obama and has said he wants closer ‎relations with Egypt."
"As we want to open a new page ‎with this administration, we decided ‎not to make a lot of fuss in the media on a ‎negative report which was issued by the ‎outgoing administration of Obama,"‎ she added.
Bahaaeddin said however that Foreign Minister ‎Sameh Shoukry, who will be part of El-‎Sisi's official visit, ‎will give a detailed response to the report.*


Es sorprendente el empeño constante en los mismos argumentos. Año tras año, con cada informe se han repetido las mismas ideas, las mismas expresiones indignadas, etc. Solo que ahora llegan las promesas de buenos tiempos, de aplausos al gobierno por su defensa de las libertades en el planeta, porque ¡está Trump en la Casa Blanca!
En cada viaje, con cada visita al exterior, no es necesario que sea a los Estados Unidos de Obama, el régimen egipcio recibe la misma frialdad oficial y el mismo rechazo a cargo de los medios de comunicación. En esto, es cierto, el presidente Sisi se adelantó a Trump advirtiendo que todo lo que se escribiera en los medios y no fuera favorable eran "fake news". En esto coinciden ambos presidentes.
Siguiendo el modelo de Donald Trump, el gobierno egipcio ha decidido que la culpa de todo la tiene el expresidente Obama. Esto no es nuevo, pero dado que Egipto sigue poniendo la mano para recibir financiación de los Estados Unidos, las críticas oficiales eran más discretas y se dejaban a la prensa periférica.
Todos los periodistas que han osado criticar las políticas de derechos humanos han ido desapareciendo del panorama mediático. Aquí hemos ido dando cuenta de cómo se ha llevado al aeropuerto directamente a una presentadora crítica aduciendo que se había terminado su contrato o de cómo se ha mandado a la oscuridad a otra por decir que el presidente no estaba haciendo bien su trabajo y que algo fallaba; las presiones para que los periodistas críticos cerraran sus programas han tenido su última edición con el cierre de Ibrahim Eissa. No contamos los que están encarcelados por difundir "información falsa" —eso incluye decir que las islas de Tiran y Sanafir "son egipcias, como han dicho después los tribunales, por ejemplo— o por pertenecer a algún medio que al gobierno no le gusta.
Daily News Egypt se hacía eco en febrero de uno de los informes que se realizan anualmente sobre Derechos Humanos. Con el titular "Freedom of expression in Egypt in 2016: an overview", señalaba:

The Association for Freedom of Thought and Expression (AFTE) issued Tuesday its annual report titled “More Than One Authority to Oppress” in which it monitored the situation of freedom of expression and speech in Egypt in 2016.
The report tackled the problems facing different types of freedom of expression within the legislative circumstances organising freedom of speech, information, academic work, and creativity.
Daily News Egypt further obtained experts’ observations on the same points.**


En todos los campos señalados, el aumento de casos era notable durante el año pasado. Los casos, además, se han producido en campos en los que anteriormente había una incidencia mucho menor: en el campo de la "creación", es decir, los artistas y en el terreno académico, limitando las posibilidades de crítica desde el análisis social. A estos casos hemos dedicado igualmente espacio, recogiendo la queja de múltiples afectados por el control informativo creciente. En muchos casos se han producido para satisfacer el extraño equilibrio que el poder quiere establecer con los poderes religiosos, a los que se les piden que sean el motor del cambio de discurso en el islam, pero que luego actúan contra los reformistas, aumentando las condenas por casos de "ofensas al islam", etc.
En cuanto a los medios de información, señala:

Press and media freedom came on top of the problematic issues in Egypt, reaching new levels in 2016 with the assault on the Press Syndicate and the sentencing of its leaders to prison.
According to AFTE, “this might not be the worst year of violations against the press in numbers, but certainly a historical turning point.”
The case is still open before an appeals court—while, at the same time, the syndicate is hosting new elections for the position of head and board members.
This comes as AFTE traced 438 incidents of assault against press and media workers. Those varied between a judicial action taken against them, detention, physical assault, dismissal from work, censorship, security raids, closure, and travel bans.
As for entities responsible for the violations, they included security apparatuses with 191 incidents, newspapers and media entities with 17, judicial authorities with 69, the parliament with 30, and government officials with 35, with 86 incidents attributed to civilians and 8 to private security guards.**

Y esto no lo preparó Obama. La excusa es ridícula. Especialmente porque la propia administración de Obama fue criticad con dureza por los grupos de derechos humanos precisamente por no haber sido más crítico con el régimen de al-Sisi aceptando la política del "mal menor" ante la situación de Oriente Medio con la guerra de Siria. De no darse estas circunstancias, la situación respecto a las actuaciones gubernamentales hubiera sido bastante duras.
Hay que recordar, por ejemplo, que muchos medios egipcios estuvieron dando la foto del ministro del Interior en "negativo" como señal de protesta ante sus actuaciones. Se puede recordar los récords en construcciones de cárceles en Egipto y muchos otros factores, junto a casos de desapariciones, tortura y asesinato como el del italiano Giulio Regeni, que sigue abierto y complicó las relaciones con Italia y la Unión Europea.


Las voces críticas que entraron en el Parlamento, son poco a poco apartadas en cuanto contravienen la orden de discreción exterior que el régimen considera esencial para la atracción de capitales y turistas. Desgraciadamente, este es el único factor que preocupa, la imagen exterior, que trata de canalizarse a través de la versión oficial que desde su perspectiva solo debería dar el ministerio de Asuntos Exteriores.
Es en esta parte donde el sentido del ridículo se pierde de forma total. Es sorprendente la carencia de sentido político de la realidad, la falta de entendimiento de lo que se considera un país moderno y democrático. El diario estatal (no uno de la oposición) recoge las voces parlamentarias que trata de jalear la versión oficial. Refiriéndose al Ministro de Asuntos Exteriores, señalan:

"[He] will be ready to respond to ‎any accusations in this respect in a ‎diplomatic and wise way," said ‎Bahaaeddin, adding that "we want ‎to give the new administration a chance to ‎change this negative view of Egypt."‎
Bahaaeddin's words, however, were seen as highly insufficient by most MPs. Alaa Abed, head ‎of parliament's human rights committee, ‎said "the US State Department's negative ‎report about the situation of human rights ‎in Egypt reflected the political view of ‎Barack Obama who was supportive of ‎political Islam movements, especially the ‎Muslim Brotherhood."
"The report also ‎reflected the lies which were disseminated ‎by the Brotherhood and radical liberal ‎media in America, especially in the area of ‎street protests, sectarian tension and what ‎they call hundreds of political prisoners," ‎said Abed.‎
The report cited the most significant human rights concerns in Egypt as "excessive use of force by security forces, deficiencies in due process, and suppression of civil liberties."
Abed slammed the foreign ministry for ‎what he called "its very brief and ‎incomplete" response to the US State ‎Department's report.
"I am afraid that this ‎report might be exploited by Trump's ‎political foes and the US mainstream ‎media which are supportive of political ‎Islam and the Brotherhood in a bid to ‎disrupt president Sisi's first state visit to ‎Washington," said Abed, adding that "I had ‎high hopes that the foreign ministry's ‎response would be strong, comprehensive ‎and corroborated with documents, but all of ‎my hopes were dashed."‎
Abed said the foreign ministry should send ‎parliament a detailed response to the state department's report, or else he would submit a complaint against Soukry, accusing him of ‎negligence.‎
Abed said the US State Department's ‎reports on human rights in general reflect ‎‎"a radical liberal viewpoint."
"This viewpoint ‎only leads to chaos and disruption ‎because it ignores national security ‎considerations in favour of focusing on ‎controversial issues such as street ‎protests and religious freedoms. Not to ‎mention that the State Department reports ‎are always based on information from local ‎human rights organisations which receive ‎money from America," said Abed.‎
The report said that due process problems in Egypt included "the excessive use of preventive custody and pre-trial detention, the use of military courts to try civilians," trials without evidence and arrests without warrants.
Civil liberties violations included societal and government restrictions on freedoms of expression and assembly, the report said.*

No se sabe muy bien cómo describir estas distorsiones de la realidad, que no hacen sino confirmar el aislamiento mental del régimen egipcio, su nutrición de sus propias y solitarias fantasías sobre lo que debe ser un "estado moderno" como gusta de repetir en ocasiones.
La crítica a las actuaciones egipcias en materia de derechos humanos —una vez más— es achacada a la presencia de la mano negra de los Hermanos Musulmanes. Jamás se le ha sacado tanto rendimiento político a los opositores como hace el gobierno egipcio. Es él quien convierte a los islamistas en "liberales" gracias a su torpeza absoluta.
Las organizaciones de derechos humanos son financiadas por la América de Obama para reunir datos negativos que no se corresponden con la realidad, según la versión oficial de los miembros del parlamento. Es el mismo parlamento en el que uno de sus diputados ha pedido que se rinda homenaje al recién salido de la "cárcel" y depuesto presidente, Hosni Mubarak, el hombre más íntegro y más injustamente tratado de Egipto. También, hay que recordarlo, la Primavera que lo derrocó fue auspiciada por Obama y sus liberales radicales para llevar a los Hermanos al poder. Por supuesto, los votos que consiguieron salafistas y hermanos en detrimento del candidato militar, Safiq, fueron todos un fraude. Todo son incongruencias en el intento de reescritura de la historia egipcia. Todas ellas con la misma intención: justificar un régimen autoritario con ínfulas de modernidad. En realidad no hay "modernidad" alguna, sino la repetición del modelo militar que lleva en el poder desde los años 50. Cada líder tiene su personalidad, pero el fondo es el mismo. El poder está siempre en las mismas manos.
La acusación de que la administración ‎‎norteamericana posee "a radical liberal viewpoint", y que este punto de vista "only leads to chaos and disruption ‎because it ignores national security ‎considerations in favour of focusing on ‎controversial issues such as street ‎protests and religious freedoms" es la forma habitual de justificar una violencia que comenzó inmediatamente después, con la SCAF en el poder, de la caída de Hosni Mubarak. Fue entonces cuando los aparatos de Seguridad se lanzaron a una violencia brutal que fue complicando la transición hasta llevarla a un punto imposible.
La desgracia es que son muy pocos los que han luchado por un sistema realmente democrático. Han apostado por un sistema de control en el que la represión se considera seguridad y se justifica. La lucha antiterrorista no es más que una excusa para reprimir muchas cuestiones respetables.


El régimen egipcio sigue fallando porque incapaz de resolver problemas al no desmontar su propio ineficaz, corrupto y violento aparato estatal, padece todos sus males. El viejo régimen ha regresado de nuevo. Y lo ha hecho disfrazado de novedad, pero sus métodos son los mismos.
Después de la vergonzosa intervención de un diputado copto, señalando que él no se siente como parte de una minoría amenazada —no sé qué opinarán el resto de los coptos que no tienen escolta o al que le cortaron el cuello hace unos meses en Alejandría o los cerca de 30 muertos que hubo en el atentado contra la catedral a finales de año—, el artículo se cierra con un intenso debate sobre la energía que el ministro debe emplear para evitar que en el viaje a USA del presidente se impongan los medios "radicalmente liberales" y "pro islamistas" norteamericanos:

The MP said he wanted the foreign ministry to ‎send the world a strong message that ‎Egypt is safe and secure and that it is a ‎land of peace. "Unfortunately the foreign ‎ministry is not doing enough, leaving Egypt ‎vulnerable to malicious attacks in the ‎Anglo-American media and to radical ‎liberal human rights organisations and ‎politicians in the United States." ‎
In response, Bahaaeddin insisted that the ‎foreign ministry is doing its job.
"All we want now is to make sure ‎that President El-Sisi concludes a ‎successful visit to the US. [we don't want to] cause any kind of trouble with anyone in ‎Washington at that time," she said.‎*

Es difícil salir del error. Es difícil entender que no se trata de campaña de promoción turística o económica. Se trata de los derechos de las personas; se trata de las respuestas que el estado da. La actual situación económica crítica hace angustiosa la necesidad de que funcionen la relaciones públicas.
Sin embargo, deben ir preparándose. El clima que le espera a Egipto, los primeros en felicitar a Donald Trump, no va a ser precisamente bueno. Trump se hará la foto y dirá que apoya la lucha antiterrorista. La prensa —ese enemigo del pueblo— sacará los datos y los pondrá de fondo de la visita. Saldrá a relucir una situación que no gusta a nadie.


Cuando el parlamento egipcio se deshizo del que era presidente del comité de Derechos Humanos, el diputado Anwar el-Sadat, demasiado crítico para ese puesto, solo en Egipto se les ocurriría nombrar como sustituto al frente a un ex policía:

Human rights is a touchy subject in Egypt, but even more so since recent parliamentary elections produced what some fear is a fox in the henhouse.
Alaa Abed, chairman of the Free Egyptian Party's parliamentary bloc, recently became chairman of the Human Rights Committee in the House of Representatives. This has stirred widespread controversy, given his previous work as a police officer and accusations — which he denies — that he was complicit in torture during his tenure at the Ministry of Interior.
The way he was “elected” — by default — also created quite a conflict. All the other candidates for the position withdrew in protest after, they said, Abed recruited 34 handpicked parliament members to join the Human Rights Committee specifically to vote for him.
Also, parliament member Akmal Qortam, head of the Conservative Party, resigned from parliament because he opposed the way the Oct. 17 committee chair elections were conducted.
Adding to the tension, parliament member Muhammad al-Ghoul, another former police officer, won the position of deputy chair for the committee.
Many believe these developments create a stark contradiction between the Human Rights Committee’s mission and its membership. The committee is supposed to safeguard rights by collaborating with the National Council for Human Rights and to oversee how individual and collective human rights complaints are handled. In addition, the committee inspects prisons and police precincts to monitor for any violations of individual rights. Many politicians, activists and lawyers now doubt the committee’s ability to discharge its duties.***


Solo en Egipto se les ocurriría deshacerse de los oficiales de los cuerpos de seguridad del régimen anterior nombrándoles diputados en el que les derrocó. Es lo que se podría llamar una ayuda para la credibilidad del sistema.
Los Derechos Humanos, que al presidente le parecen poco adecuados para Egipto, es precisamente en este momento cuando más necesario se hace velar por ellos. La creencia en que las denuncias por su mala situación es una conspiración es un síntoma muy malo. Son precisamente las obsesiones oficiales sobre las causas perversas de las denuncias las que confirman que no se entienden.
Los casos que se pueden señalar son muchos y constantes. Y lo son porque es la crítica lo que se rechaza. Cuanto más se deteriora la situación, más se usa de la represión y más necesario se hace controlar la información interior y exterior, esta última con muy poco éxito. Es cuando surgen estas interpretaciones delirantes que tratan de mantener a flote la imagen gubernamental.
Hay mucha gente honesta en Egipto luchando por tener una sociedad más justa y libre, más democrática. Es completamente injusto convertir en conspiradores a todos aquellos que no concuerdan con la visión del gobierno y que creen que sacar a la luz los problemas sociales y políticos no es un acto de "traición" sino de compromiso con el resto de los egipcios. Silenciar medios, acallar profesionales, crear leyes restrictivas recortando libertades, etc. no lleva a ningún lado. Solo a perder otros treinta años (más realidad) de camino.



* "'State Department report on ‎human rights in Egypt reflects ‎Obama's negative view,' says foreign ministry" Ahram Online 27/03/2017 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/261737/Egypt/Politics-/State-Department-report-on-%E2%80%8Ehuman-rights-in-Egypt-.aspx
** "Freedom of expression in Egypt in 2016: an overview" Daily News Egypt 18/02/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/02/18/freedom-expression-egypt-2016-overview/

*** "Why a cop controls human rights in Egypt’s parliament" Al Monitor 9/11/2016 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2016/11/egypt-human-rights-committee-parliament-chair-controversy.html#ixzz4cbSd44JB






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