Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
De
nuevo el gobierno egipcio vuelve a repetir los mismos errores. Sus enfados cada
vez que alguien le pone el espejo llegarían a ser risibles de no ser porque se
trata siempre del mismo problema: los derechos humanos. Cada vez que sale algún
informe internacional, da igual cuál sea la fuente, la reacción del gobierno
egipcio es la misma: se indigna, se rasga las vestiduras y vuelve a decir que
todo es un complot internacional, una conspiración para que el paraíso liberal que es Egipto no sea
conocido por el mundo. Y unos días toca que la conspiración sea de unos y otros
día toca de otros porque lo único cierto es que hay siempre
"conspiración".
La "conspiración"
en Egipto es como esas constantes matemáticas que es necesario añadir para que
salga las operaciones. Es ese elemento misterioso que hace que el resultado sea
coherente. Otros gobiernos asumen sus pobre cifras sobre derechos humanos y algunos
dicen incluso —aunque sea con la boca chica— que intentarán mejorar la
situación de los derechos humanos. Egipto, no. Todo es perfecto y son los
conspiradores contra ellos los que deben rectificar, aunque sea toda la
humanidad.
Esta
vez la conspiración tiene nombre: Barack Obama. Una vez que el presidente
abandonó la Casa Blanca, la esperanza egipcia es responsabilizarle directamente
del negativo informe que se ha emitido sobre los derechos humanos. Esta vez el
gobierno tiene un discurso preparado: estas eran cosas de Obama; la situación, con el amigo Trump en la Casa Blanca, será más justa.
El
diario estatal Ahram Online recoge la
indignación oficial ante los informes:
In a meeting of the Egyptian parliament's
human rights committee, Deputy Foreign Minister for Human Rights Laila
Bahaaeddin accused the Obama administration of painting a "bleak
view" of the human rights situation in Egypt.
"The most recent report issued by the US
State Department on human rights in Egypt reflected the view of the former
Obama administration which had always sought to tarnish the image of Egypt in
any way," said Bahaaeddin, adding that "this report was issued in a
secret way and without the media taking note of it."
The foreign ministry said it decided to give a
private response to the report.
"We gave orders to Egypt's ambassador in
the US to respond to this negative report in an official way and without much
fuss in media circles," said Bahaaeddin.
The report, mandated annually by congress and
put together by staff in US embassies, was released earlier this month,
documenting human rights conditions in nearly 200 countries and territories.
This year's report was largely compiled under
President Barack Obama's administration. The report said Egypt's
"excessive use of force included unlawful killings and torture."
The foreign ministry responded at the time in
an official statement, saying the report was not based on any "legal
frameworks," and that "human rights conditions in Egypt are held to
clear constitutional obligations and are being monitored by national Egyptian
organisations, both governmental and independent."
On President Abdel-Fattah El-Sisi's visit to
Washington next week to meet with new US president Donald Trump, Bahaaeddin
said "as we see, Trump is different from Obama and has said he wants
closer relations with Egypt."
"As we want to open a new page with this
administration, we decided not to make a lot of fuss in the media on a negative
report which was issued by the outgoing administration of Obama," she
added.
Bahaaeddin said however that Foreign Minister
Sameh Shoukry, who will be part of El-Sisi's official visit, will give a
detailed response to the report.*
Es sorprendente el empeño constante en los mismos
argumentos. Año tras año, con cada informe se han repetido las mismas ideas,
las mismas expresiones indignadas, etc. Solo que ahora llegan las promesas de
buenos tiempos, de aplausos al gobierno por su defensa de las libertades en el
planeta, porque ¡está Trump en la Casa Blanca!
En cada viaje, con cada visita al exterior, no es necesario
que sea a los Estados Unidos de Obama, el régimen egipcio recibe la misma
frialdad oficial y el mismo rechazo a cargo de los medios de comunicación. En
esto, es cierto, el presidente Sisi se adelantó a Trump advirtiendo que todo lo
que se escribiera en los medios y no fuera favorable eran "fake
news". En esto coinciden ambos presidentes.
Siguiendo el modelo de Donald Trump, el gobierno egipcio ha
decidido que la culpa de todo la tiene el expresidente Obama. Esto no es nuevo,
pero dado que Egipto sigue poniendo la mano para recibir financiación de los
Estados Unidos, las críticas oficiales eran más discretas y se dejaban a la
prensa periférica.
Todos los periodistas que han osado criticar las políticas
de derechos humanos han ido desapareciendo del panorama mediático. Aquí hemos
ido dando cuenta de cómo se ha llevado al aeropuerto directamente a una
presentadora crítica aduciendo que se había terminado su contrato o de cómo se
ha mandado a la oscuridad a otra por decir que el presidente no estaba haciendo
bien su trabajo y que algo fallaba; las presiones para que los periodistas
críticos cerraran sus programas han tenido su última edición con el cierre de
Ibrahim Eissa. No contamos los que están encarcelados por difundir
"información falsa" —eso incluye decir que las islas de Tiran y
Sanafir "son egipcias, como han dicho después los tribunales, por ejemplo—
o por pertenecer a algún medio que al gobierno no le gusta.
Daily News Egypt
se hacía eco en febrero de uno de los informes que se realizan anualmente sobre
Derechos Humanos. Con el
titular "Freedom of expression in Egypt in 2016: an overview",
señalaba:
The Association for Freedom of Thought and
Expression (AFTE) issued Tuesday its annual report titled “More Than One
Authority to Oppress” in which it monitored the situation of freedom of
expression and speech in Egypt in 2016.
The report tackled the problems facing different
types of freedom of expression within the legislative circumstances organising
freedom of speech, information, academic work, and creativity.
Daily News Egypt further obtained experts’
observations on the same points.**
En todos los campos señalados, el aumento de casos era
notable durante el año pasado. Los casos, además, se han producido en campos en
los que anteriormente había una incidencia mucho menor: en el campo de la
"creación", es decir, los artistas y en el terreno académico,
limitando las posibilidades de crítica desde el análisis social. A estos casos
hemos dedicado igualmente espacio, recogiendo la queja de múltiples afectados
por el control informativo creciente. En muchos casos se han producido para
satisfacer el extraño equilibrio que el poder quiere establecer con los poderes
religiosos, a los que se les piden que sean el motor del cambio de discurso en
el islam, pero que luego actúan contra los reformistas, aumentando las condenas
por casos de "ofensas al islam", etc.
En cuanto a los medios de información, señala:
Press and media freedom came on top of the
problematic issues in Egypt, reaching new levels in 2016 with the assault on
the Press Syndicate and the sentencing of its leaders to prison.
According to AFTE, “this might not be the worst
year of violations against the press in numbers, but certainly a historical
turning point.”
The case is still open before an appeals
court—while, at the same time, the syndicate is hosting new elections for the
position of head and board members.
This comes as AFTE traced 438 incidents of
assault against press and media workers. Those varied between a judicial action
taken against them, detention, physical assault, dismissal from work,
censorship, security raids, closure, and travel bans.
As for entities responsible for the violations,
they included security apparatuses with 191 incidents, newspapers and media
entities with 17, judicial authorities with 69, the parliament with 30, and
government officials with 35, with 86 incidents attributed to civilians and 8
to private security guards.**
Y esto no lo preparó Obama. La excusa es ridícula.
Especialmente porque la propia administración de Obama fue criticad con dureza
por los grupos de derechos humanos precisamente por no haber sido más crítico
con el régimen de al-Sisi aceptando la política del "mal menor" ante
la situación de Oriente Medio con la guerra de Siria. De no darse estas
circunstancias, la situación respecto a las actuaciones gubernamentales hubiera
sido bastante duras.
Hay que recordar, por ejemplo, que muchos medios egipcios
estuvieron dando la foto del ministro del Interior en "negativo" como
señal de protesta ante sus actuaciones. Se puede recordar los récords en
construcciones de cárceles en Egipto y muchos otros factores, junto a casos de
desapariciones, tortura y asesinato como el del italiano Giulio Regeni, que
sigue abierto y complicó las relaciones con Italia y la Unión Europea.
Las voces críticas que entraron en el Parlamento, son poco a
poco apartadas en cuanto contravienen la orden de discreción exterior que el
régimen considera esencial para la atracción de capitales y turistas.
Desgraciadamente, este es el único factor que preocupa, la imagen exterior, que
trata de canalizarse a través de la versión oficial que desde su perspectiva
solo debería dar el ministerio de Asuntos Exteriores.
Es en esta parte donde el sentido del ridículo se pierde de
forma total. Es sorprendente la carencia de sentido político de la realidad, la
falta de entendimiento de lo que se considera un país moderno y democrático. El
diario estatal (no uno de la oposición) recoge las voces parlamentarias que trata
de jalear la versión oficial. Refiriéndose al Ministro de Asuntos Exteriores,
señalan:
"[He] will be ready to respond to any
accusations in this respect in a diplomatic and wise way," said
Bahaaeddin, adding that "we want to give the new administration a chance
to change this negative view of Egypt."
Bahaaeddin's words, however, were seen as
highly insufficient by most MPs. Alaa Abed, head of parliament's human rights
committee, said "the US State Department's negative report about the
situation of human rights in Egypt reflected the political view of Barack
Obama who was supportive of political Islam movements, especially the Muslim
Brotherhood."
"The report also reflected the lies which
were disseminated by the Brotherhood and radical liberal media in America,
especially in the area of street protests, sectarian tension and what they
call hundreds of political prisoners," said Abed.
The report cited the most significant human
rights concerns in Egypt as "excessive use of force by security forces,
deficiencies in due process, and suppression of civil liberties."
Abed slammed the foreign ministry for what he
called "its very brief and incomplete" response to the US State
Department's report.
"I am afraid that this report might be
exploited by Trump's political foes and the US mainstream media which are
supportive of political Islam and the Brotherhood in a bid to disrupt
president Sisi's first state visit to Washington," said Abed, adding that
"I had high hopes that the foreign ministry's response would be strong,
comprehensive and corroborated with documents, but all of my hopes were
dashed."
Abed said the foreign ministry should send
parliament a detailed response to the state department's report, or else he
would submit a complaint against Soukry, accusing him of negligence.
Abed said the US State Department's reports on
human rights in general reflect "a radical liberal viewpoint."
"This viewpoint only leads to chaos and
disruption because it ignores national security considerations in favour of
focusing on controversial issues such as street protests and religious
freedoms. Not to mention that the State Department reports are always based
on information from local human rights organisations which receive money from
America," said Abed.
The report said that due process problems in
Egypt included "the excessive use of preventive custody and pre-trial
detention, the use of military courts to try civilians," trials without
evidence and arrests without warrants.
Civil liberties violations included societal
and government restrictions on freedoms of expression and assembly, the report
said.*
No se sabe muy bien cómo describir estas distorsiones de la
realidad, que no hacen sino confirmar el aislamiento mental del régimen
egipcio, su nutrición de sus propias y solitarias fantasías sobre lo que debe
ser un "estado moderno" como gusta de repetir en ocasiones.
La crítica a las actuaciones egipcias en materia de derechos
humanos —una vez más— es achacada a la presencia de la mano negra de los
Hermanos Musulmanes. Jamás se le ha sacado tanto rendimiento político a los opositores
como hace el gobierno egipcio. Es él quien convierte a los islamistas en
"liberales" gracias a su torpeza absoluta.
Las organizaciones de derechos humanos son financiadas por la América de Obama para
reunir datos negativos que no se corresponden con la realidad, según la versión
oficial de los miembros del parlamento. Es el mismo parlamento en el que uno de
sus diputados ha pedido que se rinda homenaje al recién salido de la "cárcel"
y depuesto presidente, Hosni Mubarak, el hombre más íntegro y más injustamente
tratado de Egipto. También, hay que recordarlo, la Primavera que lo derrocó fue
auspiciada por Obama y sus liberales radicales para llevar a los Hermanos al
poder. Por supuesto, los votos que consiguieron salafistas y hermanos en
detrimento del candidato militar, Safiq, fueron todos un fraude. Todo son
incongruencias en el intento de reescritura de la historia egipcia. Todas ellas
con la misma intención: justificar un régimen autoritario con ínfulas de
modernidad. En realidad no hay "modernidad" alguna, sino la
repetición del modelo militar que lleva en el poder desde los años 50. Cada
líder tiene su personalidad, pero el fondo es el mismo. El poder está siempre
en las mismas manos.
La acusación de que la administración norteamericana posee
"a radical liberal viewpoint", y que este punto de vista "only
leads to chaos and disruption because it ignores national security
considerations in favour of focusing on controversial issues such as street
protests and religious freedoms" es la forma habitual de justificar una
violencia que comenzó inmediatamente después, con la SCAF en el poder, de la
caída de Hosni Mubarak. Fue entonces cuando los aparatos de Seguridad se
lanzaron a una violencia brutal que fue complicando la transición hasta
llevarla a un punto imposible.
La desgracia es que son muy pocos los que han luchado por un
sistema realmente democrático. Han apostado por un sistema de control en el que
la represión se considera seguridad y se justifica. La lucha antiterrorista no
es más que una excusa para reprimir muchas cuestiones respetables.
El régimen egipcio sigue fallando porque incapaz de resolver
problemas al no desmontar su propio ineficaz, corrupto y violento aparato
estatal, padece todos sus males. El viejo régimen ha regresado de nuevo. Y lo
ha hecho disfrazado de novedad, pero sus métodos son los mismos.
Después de la vergonzosa intervención de un diputado copto,
señalando que él no se siente como parte de una minoría amenazada —no sé qué
opinarán el resto de los coptos que no tienen escolta o al que le cortaron el
cuello hace unos meses en Alejandría o los cerca de 30 muertos que hubo en el
atentado contra la catedral a finales de año—, el artículo se cierra con un
intenso debate sobre la energía que el ministro debe emplear para evitar que en
el viaje a USA del presidente se impongan
los medios "radicalmente liberales" y "pro islamistas" norteamericanos:
The MP said he wanted the foreign ministry to
send the world a strong message that Egypt is safe and secure and that it is
a land of peace. "Unfortunately the foreign ministry is not doing
enough, leaving Egypt vulnerable to malicious attacks in the Anglo-American
media and to radical liberal human rights organisations and politicians in
the United States."
In response, Bahaaeddin insisted that the
foreign ministry is doing its job.
"All we want now is to make sure that
President El-Sisi concludes a successful visit to the US. [we don't want to]
cause any kind of trouble with anyone in Washington at that time," she
said.*
Es difícil salir del error. Es difícil entender que no se
trata de campaña de promoción turística o económica. Se trata de los derechos
de las personas; se trata de las respuestas que el estado da. La actual situación
económica crítica hace angustiosa la necesidad de que funcionen la relaciones
públicas.
Sin embargo, deben ir preparándose. El clima que le espera a
Egipto, los primeros en felicitar a Donald Trump, no va a ser precisamente
bueno. Trump se hará la foto y dirá que apoya la lucha antiterrorista. La
prensa —ese enemigo del pueblo— sacará los datos y los pondrá de fondo de la
visita. Saldrá a relucir una situación que no gusta a nadie.
Cuando el parlamento egipcio se deshizo del que era
presidente del comité de Derechos Humanos, el diputado Anwar el-Sadat,
demasiado crítico para ese puesto, solo en Egipto se les ocurriría nombrar como
sustituto al frente a un ex policía:
Human rights is a touchy subject in Egypt, but
even more so since recent parliamentary elections produced what some fear is a
fox in the henhouse.
Alaa Abed, chairman of the Free Egyptian
Party's parliamentary bloc, recently became chairman of the Human Rights
Committee in the House of Representatives. This has stirred widespread
controversy, given his previous work as a police officer and accusations —
which he denies — that he was complicit in torture during his tenure at the
Ministry of Interior.
The way he was “elected” — by default — also
created quite a conflict. All the other candidates for the position withdrew in
protest after, they said, Abed recruited 34 handpicked parliament members to
join the Human Rights Committee specifically to vote for him.
Also, parliament member Akmal Qortam, head of
the Conservative Party, resigned from parliament because he opposed the way the
Oct. 17 committee chair elections were conducted.
Adding to the tension, parliament member
Muhammad al-Ghoul, another former police officer, won the position of deputy
chair for the committee.
Many believe these developments create a stark
contradiction between the Human Rights Committee’s mission and its membership.
The committee is supposed to safeguard rights by collaborating with the
National Council for Human Rights and to oversee how individual and collective
human rights complaints are handled. In addition, the committee inspects
prisons and police precincts to monitor for any violations of individual
rights. Many politicians, activists and lawyers now doubt the committee’s
ability to discharge its duties.***
Solo en Egipto se les ocurriría deshacerse de los oficiales
de los cuerpos de seguridad del régimen anterior nombrándoles diputados en el
que les derrocó. Es lo que se podría llamar una ayuda para la credibilidad del
sistema.
Los Derechos Humanos, que al presidente le parecen poco
adecuados para Egipto, es precisamente en este momento cuando más necesario se
hace velar por ellos. La creencia en que las denuncias por su mala situación es
una conspiración es un síntoma muy malo. Son precisamente las obsesiones
oficiales sobre las causas perversas
de las denuncias las que confirman que no se entienden.
Los casos que se pueden señalar son muchos y constantes. Y
lo son porque es la crítica lo que se
rechaza. Cuanto más se deteriora la situación, más se usa de la represión y más
necesario se hace controlar la información interior y exterior, esta última con
muy poco éxito. Es cuando surgen estas interpretaciones delirantes que tratan
de mantener a flote la imagen gubernamental.
Hay mucha gente honesta en Egipto luchando por tener una
sociedad más justa y libre, más democrática. Es completamente injusto convertir
en conspiradores a todos aquellos que no concuerdan con la visión del gobierno
y que creen que sacar a la luz los problemas sociales y políticos no es un acto
de "traición" sino de compromiso con el resto de los egipcios.
Silenciar medios, acallar profesionales, crear leyes restrictivas recortando
libertades, etc. no lleva a ningún lado. Solo a perder otros treinta años (más
realidad) de camino.
*
"'State Department report on human rights in Egypt reflects Obama's
negative view,' says foreign ministry" Ahram Online 27/03/2017
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/261737/Egypt/Politics-/State-Department-report-on-%E2%80%8Ehuman-rights-in-Egypt-.aspx
**
"Freedom of expression in Egypt in 2016: an overview" Daily News
Egypt 18/02/2017
http://www.dailynewsegypt.com/2017/02/18/freedom-expression-egypt-2016-overview/
***
"Why a cop controls human rights in Egypt’s parliament" Al Monitor
9/11/2016
http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2016/11/egypt-human-rights-committee-parliament-chair-controversy.html#ixzz4cbSd44JB
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