Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
lectura de la obra del gran físico y Premio Nobel Richard P. Feynman, La física de las palabras (Crítica-
Planeta 2016), deja muchos momentos de disfrute, pese a la forma casi aforística
que se le ha dado al texto. Se trata de una selección de fragmentos —cartas,
entrevistas, artículos, conferencias, charlas televisivas...— realizada por
Michelle Feynman, su hija.
«El problema real —escribe Feynman en 1965— a la hora de hablar no es
el lenguaje preciso. El problema es el lenguaje claro» (202). La distinción entre
"claridad" y "precisión" plantea dos problemas diferentes. «Solo es necesario ser preciso cuando existe alguna duda en relación
con el significado de una frase, y entonces la precisión debe ponerse en el
lugar en el que existe la duda». La claridad tiene que ver con la capacidad de
percibir relaciones y expresarlas; es de orden lógico. Tiene que ver, entiendo, con la coherencia. La precisión es
una forma de alcanzar la claridad cuando se interpone la duda en algún punto.
De entre sus notas personales, resalta una frase:
"En ciencia no existe ninguna afirmación exacta sobre nada" (168). La
"exactitud" es una aspiración;
lo que hay es una mayor o menor aproximación a esa exactitud esquiva de la
ciencia. El propio Feynman señala "No siempre es una buena idea ser
demasiado preciso" (153). Quizá demasiada precisión nos haga alejarnos de
la claridad de la idea innecesariamente.
El placer
de descubrir —estamos completamente de acuerdo con esto— es el núcleo verdadero
de la actividad de la Ciencia. El descubrimiento es un proceso, un paso de la oscuridad
relativa a la claridad relativa. "El trabajo no se hace por el mérito de
una aplicación. Se hace por la emoción de lo que descubre" (185).
Una de las cosas que más negativas de nuestra
educación superior es haber sustituido el placer infantil del descubrimiento, resultado
del asombro, por la competencia, placer malsano que nuestras
instituciones premian. Lo peor de todo es que se tiende a transmitir a los que
comienzan en la investigación a adentrarse en el placer de descubrir y construir.
Nuestro sistema de premios y castigos está bien para perros paulovianos, pero
deja bastante que desear como ilusión. Desgraciadamente es lo que estamos
transmitiendo a la siguiente generación.
¡Es tan difícil convencer a la gente que pueden
disfrutar con la investigación! Pero no lo harán nunca si no son capaces de
recuperar ese valor señalado por Feynman, esa infancia incondicionada que es
capaz de liberarse de las cargas de sus propias ideas. La mayoría de los
obstáculos del pensamiento son los propios pensamientos. Casi siempre, lo más
valioso surge cuando apartamos nuestras propias viejas ideas para dejar que
aparezcan otras, también nuestras, pero nuevas.
Richard Feynman escribe que son dos los valores que
la ciencia enseña: "el valor del pensamiento racional, así como la
importancia de la libertad de pensamiento" (158). La racionalidad
entendida como forma de construir, de armar las ideas. Pero después es esencial
la libertad de pensamiento. Lo nuevo, la innovación,
se produce precisamente si hemos sabido crear un espacio de libertad para que
la racionalidad no sea su propia
esclava intelectual.
La forma de que la racionalidad no se vuelve una
"inteligencia ciega", como señaló Edgar Morin, es que se deje llevar
por la libertad del pensamiento. La racionalidad no es enemiga de la libertad,
pues aporta el refresco necesario
para corregir la tendencia de la racionalidad al estancamiento. "Nunca has
de temer —escribe— que aparezca una cosa nueva. Aparecerá a su debido tiempo, y
entonces intentarás entenderla. ¡Desde luego será muy excitante!" (188)
La obra en su conjunto —y hay textos de varias
décadas— es un canto a la alegría científica, a la curiosidad infantil del
científico. Hay muchas observaciones y de orden muy distinto, pero la sensación
global que me ha dejado su lectura es esa, alegría. Creo que es un valor
importante en estos tiempos en los que triunfa un modelo de ciencia demasiado
burocrático, demasiado previsible. "Es muy importante que no todos sigamos
la misma moda" (160), nos advierte Feynman. Y también: "El control de
las innovaciones científicas significa el fin de la ciencia" (173). Son
dos peligros reales, moda y control.
En una entrevista realizada a su hija Michelle, la
editora, contenida en la página "Basic Feynman", esta hace referencia
al texto sobre la "claridad" con el que comenzábamos:
While
working on the book I became a better communicator and a better writer. I was
inspired by one thing in particular I found going through these files. In an
article on education he wrote for Caltech’s Engineering and Science he stated:
"The problem is clear language. The desire is to have the idea clearly
communicated to the other person." He was speaking of mathematics
textbooks at the time, but I think this statement in part explains why he was
such an effective and marvelous communicator.**
Comunicar la ciencia es uno de esos valores necesarios. Y no solo los hallazgos, la claridad de las ideas, sino también transmitir el entusiasmo, la emoción que la actividad científica supone. La idea de Feynman es la profunda humanidad de la ciencia frente a la que otros tratar de construir. La ciencia verdadera es la repetición del acto fundacional de la racionalidad humana, de la observación inteligente, comprensiva, del mundo. Es el intento precisamente de escapar de la naturaleza que nos esclaviza mediante el acto de intentar comprenderla. "El mundo es extraño; el universo entero es extraño, pero cuando se contemplan los detalles, se encuentra que las reglas son muy sencillas" (165). Sencillez, claridad, reducción de la extrañeza del mundo.
Si conseguimos aprender y transmitir esa voluntad clara, esa
curiosidad alegre, muchos podrían vencer sus propios miedos y liberar su
inteligencia para vagar al encuentro de las ideas nuevas. Nuestro problema moderno no es que ignoremos la ciencia; es que ya no vemos el mundo.
* Richard P. Feynman (2016) La física de las palabras. Ed. de Michelle Feynman. Crítica-Planeta,
Barcelona. 404 pp.
**"An
interview with Michelle Feynman" Basic Feynman 2017 http://www.basicfeynman.com/qa.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.