Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
sobrino de Anwar El-Sadat, el asesinado presidente egipcio, ha dejado de formar
parte del parlamento para el que fuera elegido por la decisión de sus colegas.
Anteriormente, el parlamento se quitó de encima a uno de sus controvertidos
miembros, el periodista Tawfiq Okasha, por invitar a cenar en su casa al
embajador de Israel. Según los parlamentarios que decidieron su expulsión,
debería haberles consultado antes, no sabemos si la cena o también el menú. El
hecho es que Okasha se quedó fuera.
Y ahora
le toca el turno a Anwar El-Sadat, que ha sido presidente de la Comisión de
Derechos Humanos del parlamento, hasta que dimitió en agosto pasado y fue
sustituido en ella por un ex policía militar, institución que siempre ha estado
muy interesada en la cuestión de los derechos humanos en Egipto.
La
cuestión, que lleva tiempo coleando en la prensa egipcia, ha llegado hasta The New York Times, que la considera relevante.
La visión exterior es en estos momentos importante por lo señalado estos días,
el cambio de la administración Trump y las relaciones con el que el presidente
de los Estados Unidos considera un "fantastic guy". El diario norteamericano ha
interpretado así lo ocurrido:
The move had the practical effect of further
enfeebling the opposition to President Abdel Fattah el-Sisi in Parliament.
The charges against Mr. Sadat centered on his
criticism of a proposed law that domestic and international critics, including
Senator John McCain, say could make it virtually impossible for international
aid groups to operate in Egypt.
Pro-government lawmakers accused Mr. Sadat of
leaking drafts of the law to foreign embassies, and of faking the signatures of
16 fellow lawmakers on another proposed law that he had drafted. Mr. Sadat
denied the accusations, saying he had circulated his criticism only in a news
release via email and his website.
Mr. Sadat’s expulsion highlighted the lopsided
balance of parliamentary power favoring the president and his security forces,
which exert great influence through a deep bench of pliant and
conspiracy-minded politicians.
“We saw that Sadat was working against the
Parliament and against the state,” said Alaa Abed, a lawmaker who voted against
Mr. Sadat. In an interview, Mr. Abed insinuated that Mr. Sadat was in the pay
of foreign powers, then abruptly ended the call.*
Una vez más, la política egipcia traspasa los límites de lo
razonable para crear otro pintoresco caso que define la situación que vive el
país. Son las decisiones del parlamento las que desde el principio han puesto
en la picota a la institución. El proceso es siempre el mismo: la crítica se
convierte en traición porque lo que el poder decide es perfecto. Su función ha
quedado reducida a lo que siempre fue: una coartada para el poder, un intento
de aparentar que existe una posibilidad de algún tipo de debate real.
Parlamento hay; vida parlamentaria, poca.
Se ausentaron 112 parlamentarios en un intento de evitar el
quórum necesario para evitar que se produjera la retirada de su condición
parlamentaria. Pero sirvió de poco ante la mayoría bien calculada.
El caso de El-Sadat se produce por la controvertida ley que
controla los fondos recibidos desde el exterior por las ONG. El papel de las
ONG en un estado como el egipcio ha sido importante ante la debilidad y
docilidad de los partidos. El poder se ha encargado de ello desde hace tiempo.
Las ONG, en cambio, han realizado valiosas funciones sociales y, las que más
molestan, de apoyo a las víctimas de la represión política. Al gobierno egipcio
no le gustan las cosas que dicen muchas de estas ONG ni los datos que dan sobre
la situación ya que va en contra de sus campañas de propaganda exterior. El
gobierno sigue aprobando leyes cuya finalidad es el silencio, algo que van
logrando. También en Egipto, "la prensa es el enemigo del pueblo", al
menos ciertos medios.
Daily News Egypt
nos da esta visión de las acusaciones:
According to a report published in Tuesday’s
state-owned daily Al-Ahram, MP Bahaa El-Din Abu Shoqa, the president of the
Legislative Affairs Committee, read out the committee’s report ahead of the
vote. He stated that Al-Sadat sent several e-mails to a member of the Human
Rights Committee at the IPU.
The parliament then officially addressed IPU
secretary general, Martin Chungong, who reported back that Al-Sadat had been
sending several reports regarding internal affairs of the Egyptian parliament
“for the purpose of distorting the image of the Egyptian parliament before the
IPU,” Al-Ahram’s report stated, adding that Chungong asserted that the IPU has
never requested any reports.
On the other hand, Al-Sadat released a
screenshot of an e-mail reply by Gaëlle Laroque of the IPU, reading, “dear Mr.
Sadat, thank you for your e-mail. I hereby confirm that the IPU and its
Committee on the Human Rights of Parliamentarians have not received any
complaint from you,” dated 21 February.
Al-Sadat explained that they received from him
five press statements describing his stances on different situations in the
parliament, and that the statements are usually sent to his contacts’ database
of journalists and public figures. The statements included his resignation from
the presidency of the Human Rights Committee, the delay of the parliamentary
membership of Amr Al-Shobaky based on a court order, his demands to the
parliament speaker to address citizens complaints’ of weak parliamentary
performance, and an invitation he had sent to President Abdel Fattah Al-Sisi to
meet with the committee’s members.**
Es todo absurdo y una muestra más del funcionamiento
peculiar de las instituciones al "final de la hoja de ruta hacia la
democracia". El-Sadat ha sido un diputado incómodo al frente de la
Comisión de Derechos Humanos. Tiene dos cosas peligrosas en Egipto: independencia
y sentido político y, además, un nombre que podría atraer en el futuro a
votantes descontentos con el régimen. El sobrino del ex presidente muerto por
los islamistas atrae la atención y no tiene que hacerse campaña. El-Sadat ha
sido molesto desde el principio, denunciando algunas irregularidades
parlamentarias en el uso de fondos y coches que seguro que no le han traído las
simpatía de los colegas que ahora han votado la pérdida de su condición
parlamentaria por haber mandado resúmenes de prensa a instituciones
parlamentarias internacionales, algo que —según ha señalado y recoge el medio—
lleva realizando desde hace más de diez años:
Al-Sadat explained that they received from him
five press statements describing his stances on different situations in the
parliament, and that the statements are usually sent to his contacts’ database
of journalists and public figures. The statements included his resignation from
the presidency of the Human Rights Committee, the delay of the parliamentary
membership of Amr Al-Shobaky based on a court order, his demands to the
parliament speaker to address citizens complaints’ of weak parliamentary
performance, and an invitation he had sent to President Abdel Fattah Al-Sisi to
meet with the committee’s members.**
Todos
son casos conocidos y no se explica qué suponen. La acusación de la
falsificación de las firmas es absurda porque no se le ocurre a nadie presentar
un documento en esas condiciones. Todavía lo es más la de la filtración de
secretos por algo, según se ha señalado, que estaba publicado en la web
ministerial.
Es más
sencilla la hipótesis de que ha sido defenestrado por ser molesto, algo que el
límite de tolerancia de la cámara y del gobierno ha ido reduciendo en su
concepto. La incapacidad de asumir críticas hace que todo se convierta en
conspiración para el hundimiento del país por parte de oscuras fuerzas
extranjeras que conspiran para su destrucción. Esto, amplificado por la prensa
afín, repetido por los canales amigos del régimen, comprados por los socios
capitalistas del régimen, pasa a ser otro glorioso acto defensivo del régimen.
En realidad se convierte en lo contrario, en otra muestra de la intransigencia
del régimen y de sus malas artes heredadas.
En
declaraciones a la publicación Mada Masr,
Sadat ha dicho:
“I was made a member of Parliament by the
decision of the people who voted for me, and I left with my dignity,” Sadat
told Mada Masr following his expulsion. He contested the notion that he had
been expelled for forging MPs’ signatures, adding that he has filed a complaint
with the prosecutor general to investigate the accusation.
“They said that I am leaking Parliament’s
secrets to foreigners, but the foreigners said that they are not concerned with
Parliament’s news,” he said. “I was not happy in a Parliament that does not
play any role. It is enough that the people now know the truth. That Parliament treats MPs’
statements like military secrets.”***
Tiene
razón. Si normalmente se le pide a los parlamentos que sean transparentes y
comunicativos para que los votantes sepan cómo actúan sus miembros, el egipcio
se opuso desde el principio a esta idea. Pronto comenzaron las guerras para
defenderse de lo señalado por el propio El-Sadat, la inutilidad de fondo y
forma. Algunos se cuestionaron su papel visto lo bien que se había manejado
solo el gobierno hasta que se realizaron las elecciones parlamentarias. Pero
había que tener un parlamento y una pequeña oposición, para lo que se diseñó un
astuto plan de la debilidad representativa de los partidos en beneficio de algo
más "orgánico".
La
función del parlamento fue aprobar todas las leyes que el gobierno había sacado
en su ausencia y después "producir" leyes de control, especialmente
las últimas, destinadas al manejo de la prensa o de las redes sociales. En este
contexto, han sobresalido las tonterías impresentables del diputado Agina
(animar a las mujeres a que se presten animosas a la mutilación genital o pedir
que se someta a las estudiantes a test de virginidad al ingresar en la
Universidad, entre otras perlas) o la parte crítica de El-Sadat en la
cuestiones relacionadas con los derechos humanos. Pero los discrepantes o
ansiosos de protagonismo son pronto desplazados, como sucedió con el televisivo
Okasha.
La
decisión de mandar al fiscal el caso por la "falsificación de las
firmas" es una forma de mantener a El-Sadat alejado de la vida política,
una advertencia de que se puede jugar hasta el infinito con ese caso,
retrasándolo cada vez que interese y volviendo a convocar cuando más moleste.
Por su
parte, Ahram Online nos trae más
decisiones del parlamento egipcio, que esta vez arremete contra la prensa:
Egypt MPs approved on Tuesday that parliament
lodge a complaint against the high-profile journalist Ibrahim Eissa with the
country's prosecutor-general.
The unprecedented move came after MP and
journalist Mostafa Bakri accused Eissa of directing insults to parliament.
"Eissa wrote an article which aimed to tarnish the image of parliament,
MPs, and speaker Ali Abdel-Aal himself," said Bakri.
In response, Abdel-Aal said he agreed with
Bakri's statement, insisting that Eissa has become fond of directing insults to
parliament all the time.
"I said many times that I respect press
freedoms, but the problem now is that Eissa has become interested in attacking
parliament all the time and fond of using very bad insults in this respect to
achieve this objective," said Abdel-Aal, adding that "as a result, I
decided that all the insults in Eissa's article on El-Maqal newspaper be
referred in a complaint to prosecutor-general for investigation."
Abdel-Aal said he decided to take this move in
order to safeguard the dignity of parliament against hostile press attacks.
"The insults in Eissa's article are a crime and represent a deviation from
press freedoms," Abdel-Aal added.****
Sigue sorprendiendo la fina piel del parlamento y del gobierno
egipcio en ciertas cosas y su piel de rinoceronte en tantas otras importantes. La
preocupación por la imagen es una auténtica obsesión porque Egipto sigue
pensando en términos propaganda sin entender que sus interpretaciones se acaban
donde empiezan las de los demás, es decir, allí donde no te pueden enviar al
fiscal por lo que dices.
Se van silenciado, una tras otra, las voces más críticas,
desapareciendo la mayoría de las firmas que se han manifestado hasta el
momento. El gobierno ya no tiene que recurrir a la censura porque esta se ha
instalado muchas veces dentro de los medios, ya sea como prevención de males
mayores o como fruto del traslado del censor al propio medio, como cuando son
comprados por financieros afectos al régimen que cumplen así su tarea según las
leyes del mercado: quien paga, manda.
En el caso de El-Sadat, el envío de información a la Unión
Interparlamentaria se puede convertir en un peligroso
caso de espionaje en el que has filtrado información sensible a potencia
extranjeras. Por lo que la amenaza de privarle de la nacionalidad egipcia
puesta encima de la mesa puede convertirse en una realidad. Me imagino que los
apellidos en este caso han jugado a su favor pues no deja de ser sobrino de
quien fue militar, presidente del país y víctima del terrorismo islamista. Hay
límites que un gobierno presidido por un militar no puede traspasar.
El gobierno puede amordazar a la prensa local, comprar las
cadenas y despedir a sus periodistas y presentadores críticos (como están
haciendo) o expedientar a los de los medios estatales por pedir explicaciones
al presidente sobre su trabajo (lo que ocurrió en la televisión estatal), etc.
Lo que no puede pretender es evitar que en el mundo aparezcan estas
informaciones y el régimen quede en evidencia.
La imagen del parlamento egipcio la deteriora el propio
parlamento egipcio. Si la institución funcionara como debe y las personas
pudieran manifestar su independencia de criterio, no ocurrirían algunas de las
cosas que ocurren con frecuencia. El absurdo se alcanza cuando se nombra a un policía para presidir el Comité parlamentario sobre Derechos Humanos, algo que con razón, Al-Monitor consideraba como "meter el zorro en el gallinero". Si el mundo no lo entiende, ¡peor para el mundo!
*
"Egypt Parliament Removes Prominent Dissenter: Anwar Sadat’s Nephew"
The New York Times 27/02/2017
https://www.nytimes.com/2017/02/27/world/middleeast/egypt-sadat-sisi.html?mabReward=A7&recp=0&action=click&pgtype=Homepage®ion=CColumn&module=Recommendation&src=rechp&WT.nav=RecEngine
**
"468 members of parliament push Mohamed Anwar Al-Sadat out of office"
Daily Newsa Egypt 28/02/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/02/28/616664/
***
"Parliament expels outspoken government critic Mohamed Anwar
al-Sadat" Mada Masr 28/02/2017
http://www.madamasr.com/en/2017/02/28/feature/politics/parliament-expels-outspoken-government-critic-mohamed-anwar-al-sadat/
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