Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Como nos temíamos ayer, los británicos han quedado lívidos,
estupefactos, antes las declaraciones del Secretario de Prensa de la Casa
Blanca sobre el espionaje de sus servicios secretos al todavía aspirante a la
presidencia y hoy presidente. La historia de los pinchazos telefónicos a Trump
se va a convertir en el guión más absurdo de la historia más absurda. Durante a
la campaña, Donald Trump se la pasó pidiendo que jaquearan los correos de los
demócratas, de Hillary Clinton y diciendo que "amaba Wikileaks". Pero
la paranoia ha cambiado de signo con la llegada al poder.
Pero como toda historia, tiene su moraleja, su pequeña
lectura moral sobre lo que es sembrar tantos vientos y luego extrañarse de las
tempestades. Para Trump la Casa Blanca es una especie de púlpito desde el que
se mantiene en contacto con lo que él cree es su baza más fuerte: el pueblo.
Receloso de los partidos, de los políticos, etc. un mundo que desconoce, Trump
se ha atrincherado en la Casa Blanca como antes lo había hecho en la Torre
Trump. Desde allí interpreta el mundo y toma decisiones con una información muy
limitada y sesgada, algo que parece no le preocupa. Hasta que estallan los
escándalos.
La inclusión de los servicios secretos de Reino Unido no ha
hecho ninguna gracia allí; por contra, sí lo ha hecho en Estados Unidos teniendo
una víctima previsible, la Fox. The Washington Post titulaba "Dear Fox News et
al.: How does it feel to be taken very, very seriously?"*. El titular
es verdaderamente sarcástico pues deja a la Fox a los pies de los caballos. El diario señala:
There was a time when a guy like Judge Andrew
Napolitano could make some marginal remarks on Fox News, and only a large plume
of non-White House officials would take him seriously. Perhaps a website or two
would pick up on them. Then everyone would move on to other matters.
Then came yesterday. White House press
secretary Sean Spicer launched an extended rant about how many news stories had
nibbled around the marbled edges of President Trump’s flabby and baseless
assertion that former President Barack Obama had wiretapped Trump Tower. “On
Fox News on March 14th,” said Spicer, “Judge Andrew Napolitano made the
following statement: ‘Three intelligence sources have informed Fox News that President
Obama went outside the chain of command. He didn’t use the NSA, he didn’t use
the CIA, he didn’t use the FBI, and he didn’t use the Department of Justice. He
used GCHQ. What is that? It’s the initials for the British Intelligence Spying
Agency. So simply, by having two people saying to them, ‘the President needs
transcripts of conversations involved in candidate Trump’s conversations
involving President-elect Trump,’ he was able to get it and there’s no American
fingerprints on this.”*
A los británicos no les hace ninguna gracia verse por
segunda vez liados en los tejemanejes de Trump. El primero fue el del dossier
del ex agente secreto que contenía información sobre las relaciones de Trump
con Rusia, incluido el uso de la cama en la que había descansado anteriormente
el matrimonio Obama. Aquel dossier y el desvelamiento del autor levantaron
ronchas.
Pero esto es otra
cosa. Ya no se trata de ex agentes metidos a detectives privados, sino de
señalar la implicación de los servicios secretos británicos en el espionaje del
candidato a la Casa Blanca. Es algo muy serio.
La fuente de todo esto, aireado por Trump, no es otra que un
comentario salido de una tertulia de la Fox News. Eso es lo que ha dicho el
presidente y sus portavoces cuando se les ha pedido que den explicaciones o se
retracten. Los británicos, por
su parte, han sido tajantes: “We’ve made clear to the administration that these
claims are ridiculous and should be ignored”*.
Pero el sentido del ridículo está en franca regresión en los
Estados Unidos. No es el único caso que Trump ha abierto en su obsesión con
Obama. Por su parte, en la CNN, Nia-Malika Henderson, "Senior Political
Reporter" analiza la fijación que Donald Trump parece tener con Barack
Obama, algo que comienza a parecer realmente enfermizo:
Now, it seems, Trump may have landed on a
conspiracy theory that has equal staying power.
In fact, the contours of his recent Obama
fixation have much in common with birtherism. With his wiretapping claims,
Trump once again positions himself as the great unmasker of Obama, a fraudulent
figure who isn't who he says he is -- or so the theory goes.
For Trump's base, Obama is the ready-made
villain, now recast as the embodiment of the "deep state."
But with Congress, the press, (even Fox News
hosts), and intelligence agencies all casting doubts on his claims, Trump is a
man on an island, a familiar and comfortable place. As with birtherism, it's
Trump against almost everybody, a vantage point that allows him to constantly
be the embattled, populist outsider, even as he sits in the White House.
Key to his birtherism claims were constant
promises of the big reveal. Investigators had been dispatched to Hawaii, Trump
claimed. Once that approach grew thin, Trump's relationship to birtherism
devolved into a constant cliffhanger, which is precisely where things stand now
with the wiretapping claims.
Does Trump believe Obama wiretapped or spied on
him more broadly at Trump Tower or anywhere?
For now, Trump seems happy to tell the country
what he said for five years about Obama's origins: stay tuned. Let the
countdown clock 'til the big reveal begin.**
Empieza a dejar de ser insólito en la prensa —norteamericana
e internacional— el tener que descender uno o varios escalones en la motivación
al analizar las acciones de Donald Trump. Es evidente que no es lo que se
espera de un presidente, por muy variados que hayan sido. Trump tropieza constantemente
con sus propios cordones.
Dijimos hace mucho tiempo que los peores enemigos de Trump
eran Trump y sus negocios. El primero está demostrando ser más difícil de
combatir que el segundo. La personalidad de Trump tiene un componente sádico
que le lleva a destruir al adversario. Lo ha practicado con personas en las que
se ha cebado. Su concepto de adversario
es también peculiar. Es lo que creo que trata de señalar Nia-Malika Henderson,
la comentarista política de la CNN, cuando plantea la fijación que Trump tiene
con Obama. Trump no perdona nada; es imposible en su personalidad. Ni perdona
ni se disculpa. Son dos hechos casi milagrosos si se producen. Trata de
enmascararlos, de reinterpretarlos, etc. cuando debe hacerlo. En la campaña lo
hizo alguna vez, pero volviendo a la carga para que no pareciera debilidad.
Pero ahora Trump es presidente, un "presidente-sol". No se siente
solidario con ninguno anterior vivo. Solo ha dicho identificarse con Andrew
Jackson, otro populista (si es que
Trump lo es realmente o solo quiere parecerlo).
Los presidentes de los Estados Unidos saben que conforman un
selecto club en el que se han de llevar lo suficientemente bien. Lo pasado en
la Casa Blanca parece unirles por encima de los colores. Pero la obsesión de
Trump ya le ha llevado a ofender a todos los presidentes anteriores. No Trump
invierte el dicho: antes de mí, el diluvio. Como Trump se considera el redentor
de los Estados Unidos y el mundo, todo debía ser un desastre antes de que él
llegara. Cuanto más frustrado se vea en sus propósitos, significa que el estado
del mundo es peor y, además, ofrece resistencia al cambio.
Los múltiples errores de Trump son achacados a los
anteriores, a los extraños al sistema, a cualquiera menos a él. Hasta le ha
tocado pagarlo a la Fox. Cuando Trump se ve acorralado en una mentira,
rápidamente encuentra un chivo expiatorio sobre el que descargar su error. En
este caso le ha tocado a la Fox, que debería aprender algo. La Fox está
haciendo la más increíble campaña a Donald Trump. Son 24 horas al día
defendiendo a un presidente impresentable. La ironía de The Washington Post era
el reconocimiento de ello. ¡Cuidado, chicos, que ahora se toman en serio lo que
decía!, señalaba.
El "birtherism" supone volver a poner encima de la
mesa el aburrido tema de que Barack Obama no es norteamericano. Supone, en
cierta forma, la constatación de un fracaso personal del propio Trump que
intenta deshacerse de un presidente por la vía falsa. En su mente, cree que
declarando a Obama "no americano", él lo será más. Volver a la cuestión del nacimiento de Obama es volver a que
es "un musulmán infiltrado para destruir los Estados Unidos". Es
volver a todo ese estiércol. Obama pasará a ser el centro de toda la
conspiración, quien maneja los hilos desde fuera en una administración minada.
El hecho de que el juez que ha vuelto a tumbar el edicto sobre inmigración
fuera de Hawaii, lugar donde el ex presidente Obama había estado de vacaciones (y donde nació) ha servido para ampliar la conspiración. Y entonces llega la Fox. El titular de USToday señala "Sean
Hannity suggests Hawaii travel ban judge did drugs with Obama". Con
esto le bastará a Trump para su próximo Tuit incendiario. No necesita mucho
más. La tontería se retroalimenta.
Trump se ha creado un personaje y se lo está creyendo.
Empieza a ver a Obama detrás de sus propios errores; empieza a ser todo fruto
de una obsesión enfermiza, algo que no puede controlar. Y en la que arrastra a
todos.
The Washington Post
destaca este intento de Trump de comprometer a todos en sus obsesiones, pasando
por encima de los deberes y dignidades del cargo:
President Trump’s unproven allegation that his
predecessor wiretapped Trump Tower in New York ahead of the election blazed a
new path of political disruption Friday as he dragged two foreign allies into
his increasingly thin argument that he is right.
Standing next to German Chancellor Angela
Merkel at a White House news conference Friday afternoon, Trump declined to
express regret for the accusation he tweeted nearly two weeks ago, despite some
of the highest-ranking members of his own party saying they have seen no
evidence that any such wiretapping occurred. Trump also passed on the opportunity
to reject an unfounded report from a Fox News commentator asserting that
British intelligence agents were involved in the alleged spying — even though
White House officials had just assured livid British leaders that they would no
longer promote the claim.
“As far as wiretapping, I guess by this past
administration, at least we have something in common, perhaps,” Trump said to
Merkel, referring to reports that the National Security Agency had tapped the
chancellor’s phone in 2010 under President Barack Obama.
Merkel did not respond to Trump’s attempt at a
joke.***
La falta de saber
estar en la Casa Blanca es notoria. Trump es un elefante malintencionado en
una cacharrería. La ocasión de hacer un chiste (o de intentarlo) comprometiendo
a Angela Merkel es una de las acciones más zafias en la historia de los
encuentro entre mandatarios. Y además repercute en contra de su propio país.
Trump no se da cuenta que él es responsable del país y que es el mismo país con
él que sin él, que los Estados Unidos no son una empresa que se cierra
temporalmente por traspaso de negocio.
Con este historial acumulado en la creación de conflictos,
del día de San Patricio a la visita de Merkel —a la que se negó inicialmente a
dar la mano a petición de los fotógrafos, según señala la prensa hoy— la visita
a Washington va a empezar a ser incómoda para muchos.
Pero la incomodidad mayor empieza en los que tienen que
trabajar con él, expuestos a todo tipo de acciones descontroladas por parte de
la persona a la que se suponen deben apoyar. Esto empieza a ser especialmente
difícil para los que tengan algún sentido de la responsabilidad o del estado.
Un presidente de los Estados Unidos que acusa al anterior de
haberle pinchado el teléfono por un comentario escuchado a un interviniente en
un debate y lo lanza desde su Twitter para, después, movilizar al FBI, la CIA y
a todas las agencias para confirmarlo, que tras comprobar que no hay nada de
cierto sigue insistiendo y lo convierte en un chiste en la visita de una
mandataria extranjera es algo que no tiene precedentes, como Trump mismo.
En apenas dos meses, Donald Trump ha creado todo tipo de
problemas y ha dividido al país en dos obligándolo a discutir todos los días
sobre algo. Una pesadilla interminable.
¿Tomará nota la Fox? Es poco probable, pero cada vez es más
difícil sostener a Trump y dejarse arrastrar por sus paranoias. La reacción de la cadena ha sido:
Shortly afterward, Fox backed off the claim
made by its commentator, Andrew Napolitano. “Fox News cannot confirm Judge
Napolitano’s commentary,” the anchor Shepard Smith said on air. “Fox News knows
of no evidence of any kind that the now president of the United States was
surveilled at any time, any way. Full stop.”*
Deberían aprender las lecciones: la primera —política— es
que el presidente te usa y el presidente te tira. La segunda —periodística— es ten
cuidado al echar fango en las aguas oscuras porque algún día puedes tener que
beberlas. Como toda lección aprendida duramente, la Fox debe recordarla para
evitar males mayores, como convertirse en el perro de Trump, cosa que ya ha
hecho llamando "yihadistas" a las cadenas que han sacado informaciones
sobre Trump, en concreto la declaración de la reta de 2005. Pero al menos la
renta no era falsa. Esa es la gran diferencia. Lo primero se perdona, lo
segundo no.
El antiguo embajador alemán en los Estados Unidos era
entrevistado con motivo del viaje de Angela Merkel. Dijo que era una gran
ocasión para poder hablar con alguien con experiencia de gobierno, con
experiencia internacional sobrada. Pero eso es inconcebible en quien se
considera una bendición para el mundo.
El gran lío está en marcha. Cada día se enredará un poco más hasta convertir al planeta en un ovillo enmarañado. Es cuestión de tiempo.
*
"Trump Offers No Apology for Claim on British Spying" The New York
Times 17/03/2017 https://www.nytimes.com/2017/03/17/world/europe/trump-britain-obama-wiretap-gchq.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=first-column-region®ion=top-news&WT.nav=top-news
**
"Why Trump just can't (and probably won't) quit the wiretap story"
CNN 18/03/2017
http://edition.cnn.com/2017/03/17/politics/donald-trump-wiretap-obama/index.html
***
"Trump drags key foreign allies into controversy over unproven wiretap
claims" The Washington Post 17/03/2017
https://www.washingtonpost.com/politics/trump-drags-key-foreign-allies-into-controversy-over-unproven-wiretap-claims/2017/03/17/bd405278-0b2a-11e7-93dc-00f9bdd74ed1_story.html?utm_term=.10ee15d98791
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