Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
expresión "barrer debajo de la alfombra" indica que la porquería de
cualquier tipo no se limpia sino que se esconde, se aleja de la vista. Todo sigue
igual, pero la apariencia de "limpieza" hace sentirse mejor a los que
les gustan más las apariencias que las realidades.
Como el
planeta se encamina hacia un mundo hipócrita, de sonrisas impostadas y palabras
grandilocuentes, de virtudes exhibidas y declaraciones de falsos pudores, me
llaman la atención dos casos en los que se da ese gusto por
mantener limpia la habitación intentando esconder aquello de lo que peinsan que no se debería hablar, dos casos en los que los buenos ciudadanos deciden tomar la escoba y levantar la alfombra para mantener limpias las mentes de sus compatriotas.
El
primero nos lo cuenta Pilar Bonet, en el diario El País, y se refiere a las
reacciones rusas ante una película, Leviatán, que parece ser levanta demasiada
polvareda en la asmática Rusia de Putin:
La película Leviatán, nominada al Oscar al
mejor filme extranjero, provoca en Rusia enconadas polémicas que –más allá de
la obra artística concreta– reflejan el marco político e ideológico en el que
se inserta hoy la actividad creativa, entre la libertad de expresión y el
conservadurismo autoritario.
La cinta del director Andréi Zviagíntsev, un
siberiano de 50 años, ganó el premio al mejor guión en el Festival de Cannes y
un Globo, además de ser galardonada como la mejor película extranjera en
Londres. Pero, para el ministro de Cultura de Rusia, Vladímir Medinski,
Leviatán refleja un ambiente de “desesperación” y “falta de sentido” y explota
los tópicos occidentales antirrusos con la finalidad de obtener premios en
Occidente. En Leviatán no hay “ni un solo héroe positivo” y sus personajes no
son “verdaderos rusos”, dijo el alto funcionario al periódico Izvestia. Y
agregó que “las películas que insultan a las autoridades en el poder no deben
ser financiadas con el dinero de los contribuyentes”.
Un 30 % del presupuesto de Leviatán ha sido
financiado por el Estado, según puntualizó el propio Zviagíntsev, que ha negado
haber recibido dinero norteamericano, como insinúan sus detractores.*
El
argumento de que las cosas deben ser mentira porque le dan premios en "Occidente"
se está extendiendo por todo el mundo. En cuanto que intentas dejar al
descubierto las grietas del sistema en el que vives, ¡zas!, ya te han clasificado
como agente extranjero. Yo creo que esto tiene más bien que ver con las
pretensiones excesivas de los regímenes políticos y sus dirigentes. Como ahora
todo se centra en la imagen y en la propaganda, la necesidad de mantenerla
impoluta hace que esta se tenga que mantener en uno niveles que son realmente
propios de virtuosos. El dirigente político que juega al populismo, una vez en
el poder, ya no aspira a la eficiencia sino a la santidad. Les empieza a entrar
un furor virtuoso que les hace velar por la moral de sus pueblos, al que
dirigen con un cirio en la mano apuntando hacia el cielo. Mano de hierro y olor
a incienso.
Está
claro que la "verdadera Rusia", incluidos los prorrusos rusos que no
están en Ucrania o que si lo están es por su cuenta y de permiso, no es la que
refleja en director traidor, que ofende al conjunto de la sociedad con su
versión occidental de lo que allí ocurre. Y es que Occidente, como todos
sabemos, es un nido de pervertidos que tiene la aspiración de intención de
distraer de sus rezos al resto de la Humanidad.
La
"fantasiosa" película trata de temas que nadie es capaz de reconocer
en la actual Rusia:
La cinta está ambientada en un impresionante
paisaje del Norte, en la localidad de Teriberka, en la costa del mar de
Barents, y narra la historia de Nikolái y otros personajes, impotentes ante los
destructivos planes inmobiliarios de un alcalde corrupto que cuenta con el
apoyo y la comprensión de los jerarcas de la Iglesia ortodoxa local. El drama
es percibido por parte de los rusos no solo como crítica social, sino como una
profunda evocación de situaciones personales de indefensión frente al poder de
quienes representa Estado.*
En
Rusia no hay corrupción y si la hay viene de Occidente. Los alcaldes rusos
están fuera de toda sospecha y las iglesias rusas no son como las papistas de
occidente, en las que no te puedes fiar ni de los electricistas que te dejan
sin cepillo y códice, además de ser amnésicos.
Si a
los ciudadanos rusos les parece que lo que muestra esa bastarda película —una
especie de Las manos sobre la ciudad,
la magnífica película de Francesco Rosi sobre la corrupción inmobiliaria en
Nápoles— se asemeja a la realidad es que no conocen su propio país, algo
imperdonable. Los que lo conocen bien por dentro, saben que todo esto no es más
que una campaña de difamación, que sus
gobernantes siempre actúan por el bien de su pueblo, protegiéndolos de gente
agresiva como las Pussy Riot, los homosexuales y los activistas de los derechos
humanos, ese diabólico invento de Francia, país que tiene supermercados judíos,
¡menos mal que Depardieu se fue de allí! Los verdaderos rusos, los rusos-rusos,
han reaccionado con premura:
Un grupo de activistas ortodoxos se ha
dirigido al ministro de Cultura Medinski para que la cinta sea prohibida y en
la ciudad Samara, en el Volga, diputados, sacerdotes, cosacos e intelectuales
locales han pedido a la responsable de cultura provincial que despida a Valeri
Grishkó, el director del teatro dramático local, que es también el actor que
representa el papel de prelado en la cinta. Según los 16 firmantes, Grishkó ha
participado en la “refinada difamación de las autoridades rusas y la Iglesia
ortodoxa”. Para el jefe del Partido Comunista Ruso, Guennadi Ziugánov, Leviatán
es una cinta “antinacional” y para el politólogo Serguéi Márkov, del partido
gubernamental Rusia Unida, Zviagíntsev debería pedir perdón por interpretar de
forma excesivamente negativa la realidad rusa. Zviagíntsev, ha dicho Márkov,
“descuartiza a los rusos y de esta forma se convierte en la base ideológica del
genocidio del pueblo ruso”. “En lugar de Zviagíntsev retiraría esta cinta de la
cartelera, iría a la Plaza Roja, me pondría de rodillas y pediría perdón”, ha
señalado.*
Quizá
la palabra "genocidio" pueda parecernos excesiva, pero es que no hay
que transigir con la gente que trata de hundir a Rusia aliándose con Occidente.
Antes, en los buenos tiempos, por menos de esto te mandaban a Siberia, pero
como el director es siberiano habrá que pensar en otra cosa. No sé yo si
ponerse de rodillas en la Plaza Roja será suficiente penitencia por tamaña
ofensa.
La alfombra no
afecta solo a los asuntos públicos sino que alcanza también al ámbito de lo íntimo, a lo
que ocurre detrás de las puertas cerradas,
como señala la expresión inglesa, también muy pudorosa.
Esta
vez la noticia de barrido bajo la alfombra nos llega desde Egipto. Le ha tocado
a la conocida sexóloga, doctora Heba Qutb (o Kotb), la primera en el país que tiene un
programa de su especialidad en la televisión (The Big Talk). Qutb es
"sexóloga islámica", es decir, parte del Corán para fundamentar su
visión de la sexualidad y las relaciones matrimoniales, cuyos fundamentos le parecen, en su interpretación más liberadas que en Occidente (¿habrá algo bueno en Occidente?),
aunque "liberada" tiene aquí un sentido muy contextualizado,
considerando, por ejemplo, la homosexualidad como "enfermedad", algo
adquirido. Reivindica, dentro del marco
islámico, el derecho de la mujer a su sexualidad y la obligación del marido
(basada en citas del Corán) para el placer de la mujer. Pues esto tampoco parece
gustarle a algunos de sus espectadores moralistas, que han ido a los
tribunales, según nos cuentan en Mada Masr:
Lawyer Samir Sabry accused Qutb of “violating
social norms, values and morals” through her TV appearances, claiming her
discussions about marital relations are “crude” and can be viewed by anyone,
including teenage boys and girls.
Sabry demanded that legal
procedures be taken against Qutb and the satellite TV channels that “allow her
to appear on their screens to discuss in details matters that should stay
hidden from people’s eyes, according to God’s orders.” He emphasized that such
issues do not fall under the umbrella of freedom of expression.
Sabry reportedly presented 22
CDs and eight files of material featuring Qutb to the prosecutor, and demanded
her trial before the criminal court on charges of “violating public decency,
professing and encouraging public indecency and immorality.”**
Los abogados egipcios tienen mucho tiempo libre o mucho
sentido del deber (o ambas cosas). El abogado Sabry considera que lo que ocurre tras las puertas se queda debajo de la alfombra. Del sexo, en su opinión fundamentada, no hay que hablar. Ha aprovechado, además, para engrosar la lista de teóricos sobre los límites de la libertad de expresión, tan de moda ahora.
En un país en el que más
del 90% de las mujeres indican haber sido acosadas en cualquiera de sus grados,
la necesidad de hablar de la sexualidad es obvia, pero eso es precisamente lo
que se sustrae al debate, partiendo de la negación del problema o de su envío a
la oscuridad, junto con el resto de lo que no se quiere que se vea.
Nos explican en Mada Masr:
She has witnessed a surge in popularity, with
an increase in public appearances and online discussion. Some of her most recent posts
are on “the effects of masturbation on the hymen,” sexual impotence and the
sizes of male sexual organs.
She also hosts a TV show on OSN
private satellite channel called, “The Love Clinic,” in which she discusses
marital problems. Texts were sent to mobile users promoting a service to
receive daily sexual advice from Qutb for a fee.
She has been the target of
some of Egypt’s most popular sarcastic Facebook pages. Several memes have been
created of her alongside puns related to comments she made on the dangers of
masturbation. **
A pesar de su conservadurismo sexológico y de lo discutible
de sus apreciaciones y consejos, el papel que una sexóloga tiene en el marco
egipcio creo que es importante. Como toda pionera, experimenta en su propia
cabeza los golpes que se lleva quien comienza algo. Para los que tienen una
visión conservadora de la sexualidad, es se queda muy atrás; para los
conservadores, es una desvergonzada que corrompe a niños y personas que no
deberían hablar de estas cosas. Te denuncian en los tribunales por escandalosa
y se ríen de ti en las redes sociales por mojigata. ¡Así es el mundo! ¡En el
medio no está la virtud sino que es donde te llevas todos los golpes!
Está claro que hay gentes que desean mantenerse impolutos a
los ojos de los demás y a los suyos ante el espejo. Narciso se acicala y
maquilla sus imperfecciones antes de mirarse en el espejo. No todos son como
nosotros, que estamos todo el día sacando trapos sucios para ponerlos encima de
la alfombra, aun a costa de que se nos disparen las alergias de tanto darle con
el sacudidor. Nosotros no necesitamos que nos financien las críticas (no hay
dinero bastante), ni entendemos que haya conspiración para destruirnos (nos
bastamos solos). Otros, en cambio —Rusia y Egipto coinciden en esto—, piensan
que los males vienen de fuera (Occidente, claro), que se vive en un paraíso del
que las críticas te quieren expulsar.
No es fácil asumir las imperfecciones, sobre todo si se
pretende construir un nacionalismo mesiánico. No hay mejor forma de demostrar
el amor por un país y sus gentes que denunciar sus vicios y problemas y ayudar
a corregirlos; los cantos patrióticos apasionados nos hacen derramar lágrimas
de emoción primero y de desesperación después. Arreglan poco.
* "‘Leviatán’ levanta iras en Rusia" El País
21/01/2015
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/20/actualidad/1421785880_808583.html
**
"Renowned Egyptian sex therapist accused of violating morals" Mada
Masr 21/01/2015 http://www.madamasr.com/news/renowned-egyptian-sex-therapist-accused-violating-morals
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