Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Para
los lectores habituales de estas páginas, el nombre de Mada Masr les resultará
familiar pues es citado en los artículos sobre Egipto, que es una referencia informativa
constante. Las informaciones sobre Egipto —sobre cualquier país— pueden tener
distintos enfoques y las variaciones son apabullantes en un espacio que está
polarizado en la población y unificado en la expresión. La manera en que se
informa de lo que ocurre es esencial y la perspectiva del periodista y, por
extensión, del medio es determinante de lo que podemos conocer, interpretar e
intuir. Mada Masr repasa un año de vida, un año valiente y de periodismo de
calidad. El primer número salió a la calle el 30 de junio de 2013 y ahora hacen balance de un 2014 intenso en la vida política, incluido el propio periodismo.
El "pacto"
suscrito por editores de prensa de no criticar las acciones de las principales
instituciones (Ejército, Policía, Jueces y Gobierno), con la opinión en contra
de muchos profesionales, deja huérfanos de información real a los sectores de
la población que no se han plantado las orejeras. Pero no deben ser muchos los
que mantienen el deseo de escuchar voces diferentes al coro orquestado
oficialmente.
El
vergonzoso caso de la presentadora Mona Iraqi —comentado aquí en varias
ocasiones— colaborando y retransmitiendo en una redada homosexual (o así se
presentó) en los baños de El Cairo, muestra que en un extremo se encuentra ese
falso periodismo que quiere mostrar lo virtuoso del estado actual, unos medios que
oscilan entre la adulación y el miedo (el caso de las disculpas de Al-Ahram a
The New York Times por haber manipulado la crónica de su corresponsal para
hacer ver el amor que el mundo entero tiene por el seductor presidente Al-Sisi,
otro episodio grotesco) y los pocos medios que tratan de apostar, con riesgos
evidentes, por intentar dar un panorama distinto.
Los
medios se van desprendiendo, con discreción, de sus voces más críticas. Hay
periodistas que desaparecen de las páginas de un diario y, sencillamente, no
vuelven a publicar. No volvemos a tener ocasión de leerles. Son voces apagadas o que pasan a un discreto segundo plano de forma voluntaria o involuntaria.
El caso
de Mada Masr es distinto. Su creación fue el resultado de un despido masivo de
otro medio, Egypt Independent (Al-Masry Al-Youm). Como resultado de su
salida, se plantearon la creación de un nuevo medio, en árabe e inglés. Y ahora
cumplen un año. La foto que encabeza el artículo en el que nos cuentan su
primer año, sus hechos y temores, sus expectativas, nos muestra a dieciséis
jóvenes con el índice levantado. Un dedo que representa un año, un año
importante para ellos, para el periodismo y para Egipto. Posan ante una modesta
tarta de cuatro sabores y unos trozos de bizcocho.
Son el
equipo periodístico y el comercial y administrativo de la publicación. No son
muchos, pero cumplen un papel importante con su simple existencia. Han sabido
cubrir un hueco que han sentido ellos mismos como una carencia y una necesidad.
Como celebración es una alegría, pero una alegría especial, ensombrecida por
una de las palabras que más se repiten en el reportaje, "miedo":
Lina: Ok. Let’s talk about fear. We met
one day here after a series of events that seemed very threatening to us, the
last of which was the Penal Code amendment, and those concerns about foreign
funding and the state of fear that the government and the regime in general
managed to permeate within our practice. There were different reactions that
showed a certain accumulation of fear throughout the year.
Can we articulate the extent to which fear was
a companion to our practice in the last year? And how did we negotiate with it
in such a way that we are actually still here?
Amira: This year was marked by fear for
all of us, and for me more than others. I let it get to me a lot. I didn’t
negotiate with it at all. It became a very consuming thought and looming
threat, and I guess that’s what they wanted. They wanted this to be the state
of mind and for you to react like that. If this was a solo project, I would
have just run away from it.
There are also some differences in the way
people reacted, because we have different liabilities in the project. But I
guess it just passes and you learn to deal with it. It’s like a subtle numbing,
a dull pain. But this is also where being such a large team and being a
collective helps, because that conversation helped me a lot. I saw that it
would have to be a personal choice for me to leave, because I can’t force other
people to do what I thought was the safe thing to do. I realized I won’t be the
mom fearing for everyone.*
El miedo es un sentimiento destructivo en el trabajo de la
información. Lo es en muchos otros campos, pero es de forma muy especial. El
miedo afecta a las formas de financiación y saber cuánto puedes durar, si van a
ser presionados los anunciantes, si van a tener ellos también miedo y se
retirarán. Es el miedo de los lectores a identificarse con una prensa crítica
que les desvele ante los demás como mentes poco sumisas al oficialismo. Pero
sobre todo es el miedo que se presenta ante una pantalla a la hora de trasladar
lo que has visto o pensado a un texto. Amira Ahmed es la directora general; su
miedo, dice, es el de todos y por todos.
Creo que los periodistas de Mada Masr pueden estar
orgullosos de lo que han conseguido en este tiempo, que es lo más difícil de
conseguir en el mundo de la información: credibilidad y respeto. Comprender que
el acto de informar es profundamente humano, que está sujeto al miedo, a la
angustia de tener que decidir entre las palabras seleccionando, una a una,
aquellas que menos te comprometan y signifiquen riesgo para la vida del medio,
es un acto que no siempre se valora. El compromiso del periodista con lo que
informa lo es con sus lectores, una ficción contractual, que para el que tiene
sentido del periodismo y sus valores es real.
Poco a poco, los integrantes del equipo van desgranando sus
miedos y también sus logros, aquello por lo que se siente satisfechos,
especialmente haber abierto a nuevas "narrativas" el medio, haber
dejado entrar a nuevas voces en un Egipto que se debate entre su creatividad potencial
y el tradicionalismo extremo. Han sacado a la luz muchas cosas que los medios
han ignorado —como otras instituciones— durante años. Son un medio nuevo,
personal, que recoge la mirada diferente de una generación diferente que corre
el riesgo de ser desacreditada por los discursos oficiales, enterrando sus
aspiraciones, como se está haciendo.
Lina: But the main difference, regardless
of what we’re able to publish and what we’re not able to publish, is that we
actually decided that all the media models that exist — through which we
managed to break these barriers — don’t work for us anymore. So we're investing
in our own model, which is far from retreating. You're making a new reality by
building this institution, and it’s the opposite of retreat in many ways.
That’s why I feel that our institutional practice can’t be dissociated from the
editorial practice. We shouldn’t lose sight of this.
Final thought. Mada is no longer the place that
gathered us after we were collectively laid off from Egypt Independent last
year. It’s no longer running on this phrase we like to say, that we're the
child of precarity and crisis. It's actually an institution, and it’s here
because it wants to survive.*
Esa supervivencia es la que deseamos todos para poder seguir
teniendo una visión alternativa de Egipto, unos análisis en los que sea posible
la discrepancia, unos reportajes culturales que nos hablen de lo real y no solo
de lo oficial.
En este año los "hijos de la precariedad y la crisis"
han crecido y explorado sus propios límites, ampliando consecuentemente los de
sus lectores. Se han convertido, como señalan, en una institución con deseo de
supervivencia. Hoy Mada Masr es una de las formas del periodismo en Egipto, de buen periodismo, responsable y que da cumplida cuenta de las funciones que deben guiar a un buen medio.
Isabel Esterman, la periodista de la sección de Economía,
señala: "I feel the media space in Egypt would be a lot poorer if Mada was
gone"*. Estamos de acuerdo.
Felicitaciones a Mada Masr por el año y por lo conseguido
en él.
* "A
year in review" Mada Masr 31/12/2014
http://www.madamasr.com/sections/politics/year-review
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