Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En estos
días en que se reflexiona y defiende la libertad de expresión y el derecho a la
información por todo el mundo, se produce la resolución —por ahora— del segundo
acto de la vergüenza informativa del caso de la redada en unos baños de El
Cairo, acusando de "libertinaje" homosexual a los detenidos. Como
recordarán los que han seguido aquí este caso, la redada se hizo con la
retransmisión de la periodista televisiva Mona Iraqi, que fotografío y grabó la
redada en lugar privilegiado, presentándolo como un caso mediático espectacular
logrado gracias a sus "investigaciones" y vendiéndolo como un gran
logro profesional.
La
indignación que ha suscitado el caso, el rechazo de la profesión y de los
activistas a la infamia informativa de la presentadora que se ufanaba de lo
realizado se adentra en nuevos derroteros al liberar ayer los jueces a todos
los acusados, siguiendo el dictamen de los forenses, que establecieron —a
través de pruebas consideradas un atentado contra los derechos humanos, como
una infamia— que en los detenidos no se observaban signos de actividad sexual y
solo en tres casos podría haber tenido lugar, aunque sin poder precisar el
momento.
Si la
indignación contra Mona Iraqi por su infamia era ya grande, ahora es un clamor
pidiendo una disculpa de la periodista y la cadena televisiva o directamente la
cabeza de la presentadora. Ahram Online da cuenta del ambiente que se ha creado
contra ella:
If an investigation is not forthcoming,
El-Awady stated that families will file a lawsuit against Iraqi.
Meanwhile, some Egyptians on social media
outlets have been campaigning actively against Iraqi calling on authorities to
put her on trial for defamation and entrapment.
Twitter user Sarah Othmann (@Sarah_Othmann)
said in a tweet (originally written in Arabic): "Can Mona Iraqi raid the
luxurious health clubs and spas in five-star hotels like she did at the Bab
El-Bahr bath house?"
The public bath house is located in Cairo's
downtown Ramsis area.
User One Near East (@neareastern) said (in
Arabic), "Homosexuality is not a crime! They are innocent of the
prostitution claims Mona El-Iraqi made."
Similarly, Hadeer Hassan (@hadeer7assan) said
(in Arabic), "The defendants were acquitted and Mona El-Iraqi is
responsible for defaming them, breaching her profession and the law without
evidence."
People on social media used a hashtag "Put
Mona Iraqi on trial" (in Arabic) in their tweets. They also called for
putting the owner of television channel Al-Qahera Wal Nas on trial.*
No creo que haya ningún tipo de solidaridad por parte de
nadie para alguien que se ha convertido en ejemplo de lo que el periodismo no
debe ser. Parece que algunos medios egipcios se han lanzado a esta carrera
oportunista en apoyo de la demostración de la "pureza" nacional
confundiendo sus papeles. La connivencia mediática para mostrar a la policía
realizar redadas "ejemplares" es el peor camino de la información y
muestra hasta qué punto se confunden las funciones de unos y otros. Mona Iraqi no
hizo un servicio a nadie, incluido a ella misma, cuya carrera profesional va a
tener difícil desarrollo en el futuro. Iraqi se dedicó a mostrar a los
detenidos gracias a su acción como el cazador muestra las cabezas cortadas de
sus piezas sobre la chimenea; ahora la cabeza que se pide es la suya.
En Mada Masr se
hace hincapié en que el veredicto de los jueces, recurrido por el fiscal,
debería marcar un cambio de tendencia en estos casos en los que habitualmente
se han dado por buenos los informes de la policía y se han resuelto con
condenas en clara violación de las propias leyes egipcias que no penalizan la
homosexualidad como tal. Lo hacen cuando la camuflan dentro de acusaciones de
"libertinaje", un término genérico que permite la arbitrariedad más
absoluta.
[Scott] Long hopes that the verdict will send a message
to the police that “it’s time to end these kinds of arrests,” as well as to the
judges that they focus on the evidence at hand.**
Hay varias cuestiones que se plantean en este caso, que va más
allá de la cuestión mediática. Para los activistas, se trata de defender los
derechos humanos. Para otros en cambio, la cuestión se plantea como una
cuestión de "difamación" y la cuestión de la homosexualidad les parece
central; por lo que quedan contentos, por decirlo así, es por no ser condenados
por lo que les parece difamatorio. Así se explican las reacciones ante el
juzgado recogidas por The Cairo Post:
Tareq al-Awady, one of the defense team, denied
to Youm7 media reports claiming that the men had been sexually attacked during
their detention, adding that he visited the men in their jail.
The acquitted men’s relatives rejoiced when the
court ruling was announced, ululating to extent that some of those relatives
fainted. Meanwhile the men chanted “we are masculine.”***
El canto traslada
a los jueces la concesión de la "masculinidad", algo determinante
para los acusados, especialmente para sus familias y, por extensión" a la opinión
de los demás, que ha seguido este juicio con peculiar interés y morbo. No se
trataba para algunos de una cuestión de "derechos", sino de una
decisión "hormonal". El planteamiento es importante porque deja de
verse como un atentado contra los derechos humanos y pasa a ser un error de apreciación o un exceso de celo, y se desliga de lo que
puedan pasar a otras personas en las mismas circunstancias. Ya no se trata de
que esté mal la persecución de la
homosexualidad, sino de demostrar que no
lo son para evitar la estigmatización. El canto de los acusados, “we are
masculine”, no deja lugar a muchas dudas sobre la cuestión de fondo. Por eso
pasa a ser importante la negación del ataque sexual en la cárcel una vez
absueltos, aunque las defensas dijeran que las "heridas" que se les
habían detectado a tres acusados podrían haber sido producidas durante el
tiempo de su retención.
La insistencia con la que la policía egipcia ha emprendido
este tipo de redadas es una muestra más de esa especie de cruzada de la virtud que comienzan a parecerse a las de la policía
saudí. Esta percepción la
tiene incluso Ahram Online cuando cierra su información señalando: «In recent
months, police has raided apartments and locations they describe as brothels in
an apparent "get tough on morality" campaign.»*
¿Forman parte de una "campaña de imagen" virtuosa?
Probablemente, sí. Las fuerzas de seguridad buscan lavar otro tipo de acciones a
través de las persecuciones a aquellos que les parece que van a tener menor respaldo social y más repercusión mediática. La homofobia une mucho, como bien sabe Vladimir Putin, un líder respetado en Egipto, con promesas de trigo, armas y turistas. Extraña forma esta de demostrar eficacia policial. Solo como campaña orquestada se explica el caso de
la actuación conjunta de la policía con la cadena de televisión de Mona Iraqi.
El caso quedará —como señalamos en sus inicios— como un hito en la historia de
la infamia informativa, en la mala praxis profesional y por el manejo
propagandístico de estas acciones por el régimen. La virtud es otra cosa.
El desvío de las iras hacia Mona Iraqi y la cadena
televisiva no debe ocultarnos el origen de la violación de los derechos humanos
con la persecución, detención, sometimiento a exámenes infamantes y procesos
mediáticos posteriores. Que el resultado haya sido la "absolución" en
este caso, no anula el fondo del asunto: la violación de los derechos humanos.
Aunque haya triunfado la "masculinidad", eso no resuelve el problema
de aquellos a los que les ha sido negada
y, con ella, sus derechos. Por el contrario, resalta la arbitrariedad
retrógrada y la presenta como modelo social.
*
"Egyptian court acquits 26 men in 'gay bathhouse' case" Ahram Online
12/01/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/120096/Egypt/Politics-/Egyptian-court-acquits--men-in-gay-bathhouse-case.aspx
**
"Defendants acquitted in 'Ramses bathhouse' case" Mada Masr
12/01/2015 http://www.madamasr.com/news/defendants-acquitted-ramses-bathhouse-case
***
"Update: men acquitted of ‘debauchery’ will sue T.V. presenter" The
Cairo Post 12/01/2015
http://www.thecairopost.com/news/133130/news/update-men-acquitted-of-debauchery-will-sue-t-v-presenter
Nota: El diario El País vuelve a incurrir en un caso de "doble titulación", rotulando de forma en la primera página digital donde se usa la palabra llamativa "orgías", mientras que en el interior usa la moderada "indecencia". Este domingo, la propia Defensora de los Lectores del diario, atendía quejas en este sentido de titulares rotundos en primera y más matizados en el interior. Es una práctica de "atracción" que no es recomendable. La Defensora dio la razón a los lectores en el caso que se le planteaba, que decía en primera página un rotundo "todos" mientras que el artículo hablaba de "casi todos", en referencia a los informes del Tribunal de Cuentas respecto a los partidos políticos.
Estas formas de llamar la atención de los lectores alentando el morbo ("orgías") desmerece las informaciones. Suelen ser malas prácticas de redacción y el primero que las lamenta es el profesional que ve cómo se etiqueta su trabajo de forma sensacionalista. Se maleduca a los lectores y se oscurece la labor periodística.
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