viernes, 22 de abril de 2011

Los procesos por corrupción en Egipto salpican a las empresas europeas

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Los egipcios siguen buceando en las aguas profundas de la corrupción administrativa, política y económica. El foco mayor, como era de esperar, han sido los procesos de privatización emprendidos por el país. El turno es ahora para el caso de las placas automovilísticas encargadas a una empresa alemana líder en el sector, la alemana Utsch. Involucrados en el asunto, el ex primer ministro Ahmed Nazif y Habib El-Adli, ex ministro del Interior, y Youssef Boutros, ex ministro de Finanzas.*
La consecuencia del negocio privatizador, en este caso, supuso el aumento del precio de la matriculación de vehículos. Es decir, lo padecieron todos los egipcios. La acusación se hace por un encarecimiento estimado en 92 millones de libras egipcias y por enriquecimiento ilegal. Se saltaron directamente los procedimientos de licitación pública. La empresa alemana lo niega todo, pero lo cierto es que en el vídeo que la propia compañía tiene en su web del programa “Made in Germany”, de la DW-TV, el ministro de Finanzas, Boutros-Ghali dice haber preguntado en Europa y Estados Unidos cuáles eran las mejores empresas de fabricación de placas y señala que le dieron dos nombres, uno de ellos el de la empresa alemana adjudicataria. En ningún sitio se habla de concursos. La acusación implica el encarecimiento del contrato y la ausencia de concurso, con los consiguientes sobornos. Hay acusado un alemán, representante de la compañía, mientras la empresa niega tener un representante allí**. En lo que sí están de acuerdo todos es que ha sido el contrato más importante de la compañía en toda su historia.
Independientemente del caso alemán en Egipto, que ya resolverán los tribunales, irán saliendo en el rosario de acusaciones los nombres de las empresas que se prestaron a los negocios poco limpios. Hay una especie de manga ancha con los países que no consideramos de nuestro “entorno”, practicando permanentemente una doble moral. Mientras Europa se dota de mecanismos de vigilancia, de eficacia relativa, las actuaciones en el exterior se hacen en función de lo que el “entorno” exija. El argumento suele ser “nosotros no entramos en política; solo negocios”. Sin embargo, contribuir al mantenimiento de un sistema de corrupción aceptando la corrupción misma, sí es política.
Los alemanes han vendido placas de matrícula, seguramente las mejores del mundo, para un parque automovilístico antediluviano, y si han sido recibidos por el Ministro de Finanzas, ¿por qué iban a dudar de la legalidad del contrato? Nosotros hemos vendido bombas de racimo a Gadafi con todos los parabienes.
Sin embargo, lo que era el sistema normal de funcionamiento es lo que está ahora en los banquillos. No nos engañemos. No son solo sus ministros y autoridades los que se sientan en los banquillos. También nos sentamos nosotros. Debemos prepararnos para ver que ese enriquecimiento ilícito que se persigue en países como Egipto o Túnez es solo el principio y que tendremos muchas sorpresas cuando salgan las formas en que se han adjudicado contratos. Los procesos de privatización han sido las mejores ocasiones para hacerse con ellos. Ahora habrá que saber cuál ha sido el precio real que se ha pagado.

* “Unhappy Hours for Mubarak Stalwarts” Al-Aharam Weekly On line Edition 21-27/04/2011 http://weekly.ahram.org.eg/2011/1044/eg6.htm
** “German Licence Plate Firm Rejects Egypt Corruption Allegations” Cairo-On.info 16/04/2011 http://cairo-on.info/2011/04/german-licence-plate-firm-rejects-egypt-corruption-allegations/

Vídeo en la web de la empresa con uno de los Ministros procesados


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