Joaquín Mª Aguirre (UCM)
De todas las noticias con las que hoy nos sacude el mundo, la que nos llega de Túnez supone, además de un acontecimiento, un salto histórico. Es lo que se ha hecho ayer en Túnez al aprobar la “Alta Instancia para los Objetivos de la Revolución” el reglamento electoral para las próximas elecciones. Han decidido hacer listas electorales paritarias entre hombres y mujeres con la modalidad denominada “cremallera”, la alternancia en la lista de hombres y mujeres. De esta forma se evita que las mujeres pudieran ser relegadas a los puestos finales de las listas, los de menor probabilidad de de salir elegidos.
“Es una decisión histórica, sin precedentes, la que hemos tomado y espero que sirva de ejemplo a otros muchos”*, ha declarado a El País el magistrado Mokhtar Yahyaoui, uno de los integrantes de la comisión. Y, efectivamente, lo es en muchos sentidos.
Es importante para Túnez, que ya contaba con cuotas de representación femenina en el parlamento, el 25%, porque permitirá aflorar a la superficie política a muchas mujeres que aportarán a su país lo mejor que puedan dar. Pero es importante para el conjunto de los países con procesos en marcha porque ya dejarán de tener techos de "lo imposible", dejarán de poner límites a sus sueños sobre las reformas. Lo que que se alcanza en un país sirve de referencia para otros.
En ocasiones anteriores hemos señalado el papel que las mujeres han tomado en las revueltas. Son voces enérgicas que no solo se enfrentar al poder, sino que también se han tenido que enfrentar a la posibilidad misma de manifestarse. Las listas paritarias darán lugar a un protagonismo necesario para que las reticencias o las prohibiciones basadas en las costumbres se vayan diluyendo ante la evidencia.
Ayer en Siria, miles de mujeres cortaron una carretera entre las poblaciones de Tartus y Banias**. Fueron con sus hijos de la mano portando banderas blancas y ramas de olivo. Han salido a la calle porque el martes se había detenido a 300 hombres dentro de la represión que el régimen sirio está aplicando en su huida hacia adelante. La multitud ha gritado “no nos humillarán”. Las mujeres han tomado el relevo de los hombres en la protesta.
La presencia en el parlamento tunecino, en los debates constitucionales en Egipto sobre la posibilidad de que una mujer pueda ser presidente, el deseo de las mujeres de participar como dirigentes en los partidos como la Hermandad Musulmana, el relevo en las protestas en los pueblos de Siria…, todo ello es el síntoma de la revolución paralela, la socialmente más complicada, porque, muchas veces, la libertad que se reclama se olvida de muchos en su camino. La voz de la mujer, en los países en proceso de cambio, es absolutamente necesaria para encontrar el camino creíble hacia sistemas más justos. Lo contrario no sería más que la transformación de la superficie y el olvido, bajo la apariencia de la normalidad, del verdadero sentido de cualquier rebelión, crear las condiciones para la posibilidad de la realización plena de todos.
* “Túnez opta por la paridad en las primeras elecciones” El País 14/04/2011 http://www.elpais.com/articulo/internacional/Tunez/opta/paridad/primeras/elecciones/elpepuint/20110413elpepiint_7/Tes
** “Miles de mujeres piden en Siria la liberación de sus maridos” RTVE 13/04/2011 http://www.rtve.es/noticias/20110413/miles-mujeres-piden-siria-liberacion-sus-maridos/424300.shtml
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