Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La posibilidad de hablar exige nuevas tribunas desde las que hacerlo. En Egipto acaba de crearse un nuevo canal de televisión, 25TV. En un tiempo record, han montando una televisión que busca recoger las expectativas de la gente y hacer historia desde otra perspectiva. “No queremos celebridades, queremos a la gente de la calle”*, dice Mohamed Youssry, su director, el más viejo del equipo. Tiene 34 años. El resto del equipo está entre los 20 y los 30 años. El nombre de canal 25TV hace justicia a su edad.
La juventud, la “honorable juventud”, como se refieren a ella oficialmente, se ha ganado el derecho a hablar y a opinar. Se lo ha ganado porque ha sido capaz de ir más allá de las revueltas y ha exigido un nuevo Egipto. Frente a las palabras paternalistas de los Mubarak y Suleimán cuando se dirigieron a ellos intentando frenar la revolución, los jóvenes han logrado articular un discurso coherente más allá de la acción. Piden modernidad, libertad y futuro. Y se han puesto manos a la obra para construirlo.
Occidente tuvo sus revueltas juveniles, pero no tienen comparación con la transformación que se ha experimentado aquí. Lejos de la contracultura o de nuestros movimientos antisistema actuales, lo que vemos es el deseo de crear un nuevo modelo que no tiene nada de utópico. Lo que se reivindica es la realidad frente a lo fantasmal y ficticio de la dictadura. Lo que vemos es una realidad oculta por los discursos oficiales, negada por la fuerza. Es una explosión de deseos de normalidad, un síntoma más de lo irreal del mundo en el que han vivido.
La poeta y periodista libanesa Joumana Haddad ha escrito:
Estos “ladrones” nos han robado nuestra vida personal; nos han robado nuestra libertad individual y nuestra libertad civil (el derecho a vivir en libertad, el derecho a escoger en libertad, el derecho a expresarse en libertad). Han malversado nuestra cultura, la han profanado y asesinado; y lo mismo han hecho con nuestro futuro, nuestro civismo y el legado árabe iluminista. Y la relación de sus actos vandálicos prosigue.** (22)
Por el canal 25TV se suceden las voces callejeras, los silenciados habituales. Sobre todo muchas voces de mujeres, voces enérgicas y decididas. Entran en una fábrica en la que las mujeres mantienen protestas laborales; hablan con la gente que se manifiesta en la universidad, en las puertas de los edificios oficiales, entrevistan en el estudio sobre la situación de Misrata en Libia. Tratan de recoger y transmitir al resto de la sociedad lo que durante décadas se les sustrajo: su propia realidad. Para ello van armados de HandyCams digitales. Son periodistas ligeros, capaces de meterse entre la gente y captarlos directamente.
Han integrado en el formato televisivo lo que existe en las redes sociales, en Facebook, en Twitter, recogen los vídeos domésticos que les envían. Aplican sus modelos generacionales de comunicación para un nuevo Egipto y tratan de mostrar el mundo que les rodea en un lenguaje que se distancia de la pomposidad anterior.
Al fondo, en la noche, el tráfico caótico de El Cairo y el reflejo de las luces de la ciudad en el Nilo. Algunas cosas siguen igual, pero muchas otras han cambiado.
* “Political Awakening Inspires New TV Channel” The Daily News Egypt http://www.thedailynewsegypt.com/media/political-awakening-inspires-new-tv-channel.html
** Joumana Haddad (2011): Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe furiosa. Debate, Barcelona.
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