Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Uno de
los motores de la humanidad quizá haya sido nuestro afán por conocer el futuro
esquivo. Religiones e ideas políticas nos hablan de un futuro a medio o largo
plazo, a veces a larguísimo plazo en esta vida o en la otra, una manera de
llamar también al futuro. La Ciencia avanza ahora en este terreno gracias a la
capacidad de aprender y manejar datos del pasado, gracias a la potencia de
cómputos alcanzada por nuestros sistemas de información. Hay futuros que
emergen del pasado, de los datos acumulados que nos permiten hacer cálculos más
precisos.
En
20minutos nos hablan de la preocupación por los sistemas de detección temprana
de objetos que impacten contra la tierra, asteroides. Se nos habla de los
fallos detectados en el sistema con la caída de algunos asteroides que fueron
detectados demasiado tarde:
Precisamente debido a su tamaño reducido, el asteroide fue detectado por los astrónomos aproximadamente 12 horas antes de su entrada en la atmósfera. Se trata de tiempo suficiente para predecir con precisión el momento y lugar del impacto, pero caben las dudas de si hubiera sido bastante para reaccionar en caso de que hablásemos de un objeto de mayor tamaño con previsión de provocar daños.
Esta es la undécima ocasión en total en que se detecta un asteroide antes de su colisión con la Tierra con ese poco margen de maniobra, mostrando así que nuestra Red de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO), principal sistema de defensa planetaria, podría quedarse insuficiente en una futura catástrofe.
En esta ocasión el incidente no causó ningún tipo de daño, pero sirve como recordatorio de nuestra vulnerabilidad frente a los objetos espaciales. Aunque el asteroide C0WEPC5 era demasiado pequeño para representar una amenaza, los expertos coinciden en que no siempre será así.*
Aquí,
el futuro tiene márgenes. La anticipación es esencial para saber dónde caerá o
si puede ser destruido. Se pide, como era previsible, mayor inversión en la red
de detección. Muchas veces estas cosas pasan sin que nos enteremos o, peor, nos
enteramos cuando pasan y nos enteramos más cuando sus efectos son grandes. Es
un tipo de futuro que nos llega en forma de roca espacial y en el que las
probabilidades juegan. Por ahora los mayores temores nos llegan de las
películas en las que las catástrofes se desatan por este tipo de asteroides, pero
de mayor tamaño. Al menos, estamos imaginativamente advertidos de los posibles
efectos, que ya es algo, aunque le hagamos poco caso.
Pero
hay un campo en el que el estudio de lo que nos pueda llegar y sus efectos es
más preocupante por sus efectos. Me refiero al peligro creciente del cambio
climático, con otro tipo de desastres, pero desastres al fin y al cabo.
Como
país que acaba de pasar por los efectos de una "dana" deberíamos
sumarnos a los esfuerzos por la detección de los efectos del cambio, algo que
solo los más tontos negarían. Como esos "tontos" existen es
importante que no se silencien los hallazgos científicos en este terreno y,
menos todavía, los posibles efectos que podrían tener.
Tras la
dana ha aumentado el dramatismo de la
información meteorológica, por llamarlo de algún modo. Eso se percibe en la
forma de transmitirnos el tiempo que va ha hacer en las siguientes horas.
En esto
ha cambiado la finalidad. Hasta hace poco, la información meteorológica tenía
una función, los planes de viajes, los puentes y fines de semana. Se nos han
enseñado playas soleadas para que hiciéramos planes y se cogieran coches o
trenes para plantarnos en la arena y la terracita. Como país rematadamente
turístico, la información sobre el tiempo era sobre todo planificadora. Ahora, la cuestión ha cambiado, para bien y para
mal.
Con información de la AFP, la agencia francesa, RTVE.es nos ofrece el artículo titulado "Google dice que su modelo meteorológico predice con precisión a 15 días vista", en el que se explica:
Según un laboratorio de Google, un
nuevo modelo meteorológico basado en la inteligencia artificial puede ofrecer
previsiones a 15 días vista con una precisión y rapidez inigualables, lo que
podría tener aplicaciones vitales en un momento en que el cambio climático se
acelera. GenCast, inventado por el laboratorio de investigación de inteligencia
artificial Google DeepMind, con sede en Londres, "demostró una mayor
capacidad de previsión" que el actual modelo líder mundial, según informó
la empresa el miércoles. El Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio
Plazo (ECMWF) elabora predicciones para 35 países y se considera la referencia
mundial en cuanto a precisión meteorológica. Pero DeepMind dijo que GenCast
superó la precisión de los pronósticos del centro en más del 97 por ciento de
los 1.320 escenarios del mundo real de 2019 en los que ambos fueron probados.
Los resultados se publicaron en la prestigiosa revista científica Nature. La directora del ECMWF, Florence Rabier, declaró a la AFP que el proyecto era un "primer paso" hacia la integración de la IA en las previsiones meteorológicas, pero que "es realmente un salto adelante". En esta fase se puede utilizar para complementar sus modelos actuales, dijo. "Avanzamos año tras año", añadió. "Cualquier nuevo método que pueda mejorar y acelerar este progreso es extremadamente bienvenido en el contexto de las extremas presiones sociales del cambio climático".**
Es cierto, pero también lo es que depende de nosotros el uso de esa información y que los intereses humanos en torno a los efectos del cambio climático son muchos y contrapuestos. Un ejemplo: una de las primeras cuestiones que se han planteado tras la dana es la cuestión del precio de las primeras plantas de los pisos en la zona.
Como ya nos han dicho los expertos, los informes sobre lo que podía ocurrir eran claros, solo que no sabían cuándo podía suceder. Sobre esta incertidumbre se han hecho fortunas y alcaldías. La perspectiva de un desastre anunciado suponía una pérdida de valor de la construcción y el terreno. ¿Para qué escuchar?
Nuestro modelo se basa en una estabilidad y armonía que se han roto. Está claro que tiene límites, aunque no nos guste que nos lo digan. La terracita nacional vive del buen tiempo. Hace muchos, muchos años las asociaciones de hostelería se quejaron de unos pronósticos de mal tiempo para una Semana Santa. Según ellos, la previsión de mal tiempo les había estropeado el negocio de temporada. Ahora son otros los métodos de anticipación, más fiables.
El aumento de la fiabilidad y extensión de los pronósticos sobre el comportamiento del clima debe corresponderse con una mayor atención por nuestra parte. Se nos han mostrado los efectos terribles y ahora se nos podrá advertir con más tiempo, pero servirá de muy poco si no se toman las medidas adecuadas para evitar los efectos que hemos visto y experimentado directamente.
¿Tiene sentido preocuparnos por mejorar el margen de previsión de impactos de los asteroides y no hacerlo con los efectos del cambio climático, avisados con décadas?
Hemos avanzado en la previsión, pero no sé si lo hemos hecho en la prevención. Nos preocupamos por el futuro, pero no siempre nos gusta lo que vemos y preferimos el discreto silencio que nos evita molestias y pérdidas. Menos mal, pensarán algunos, que los asteroides tienden a caer en Siberia y otras zonas poco turísticas.
* Marta Gascón "Preocupa nuestro sistema para detectar asteroides: en 2024 han caído cuatro a la Tierra sin casi aviso previo" 20minutos / 20bits 7/12/2024 https://www.20minutos.es/tecnologia/actualidad/preocupa-sistema-deteccion-asteroides-2024-impacto-cuatro-tierra-sin-casi-aviso-previo-5661175/
** Una mirada europea "Google dice que su modelo meteorológico predice con precisión a 15 días vista" RTVE.es / AFP 5/12/2024 https://www.rtve.es/noticias/
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