Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las
perspectivas para el año 2025 no son buenas. Los conflictos llaman a los
conflictos en una estrategia de dividir la atención y los recursos. La guerra
de Gaza, por ejemplo, "distrae" de la de Ucrania; ahora comienza el
conflicto con Siria. Es como si fuera una programación meticulosa, calculada
del inicio de los conflictos internacionales, de la misma forma que son
programadas huelgas de diversos sectores ante puentes y festivos, en busca de
mayor presión y eficacia.
Todo
parece fruto del azar, pero casi nada lo es. Sin necesidad de teorías de la conspiración
extravagantes, la teoría del incidente
programado oportunamente tiene más visos de funcionar. Hay mayor presión y
muchas veces, como ocurre en las guerras, hay que dividir recursos de todo
tipo. Los recursos son limitados y destinarlos a uno u otro frente es una
decisión estratégica que supone dejar de presionar en otro lado.
Este es
el temor de Ucrania, el de convertirse en una guerra olvidada, desactualizada
por las necesitadas en otros lugares. Los ucranianos temen convertirse en
rutina y tratan de alertar de los riesgos que esto tiene para Europa.
En
RTVE.es podemos leer cómo los ucranianos tratan de actualizar los avisos de
riesgos ante los posibles cambios que se avecinan:
Vitali Portnikov insiste en las comparaciones con los años 30, con la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial: "Comparar hoy Rusia y su capacidad militar con Ucrania es como comparar la Alemania nazi con Eslovaquia o Polonia en 1938. ¿Recordáis que se obligó a Checoslovaquia a entregar territorio -los Sudetes- 'con garantías'? Al año empezó la guerra mundial y la ocupación alemana llegó a Francia, Bélgica, Holanda... El plan de Donald Trump —que volverá a presidir Estados Unidos el 20 de enero— si es lo que se ha publicado la prensa es eso, que Ucrania ceda territorio a Rusia y el resto del país no moleste a Moscú. Es el plan de Putin, sería el fin de Ucrania como país independiente, y el inicio de la Tercera Guerra Mundial".*
Pretender que distanciándonos de Ucrania nos vamos a distanciar de Putin es algo más que ceguera, es estupidez. Hoy Putin tiene tentáculos de todo tipo —políticos, económicos, informativos...— por Europa en un claro intento de avance directo e indirecto. Creo que no hemos llegado a entender el término "prorrusos" que sin embargo usamos de forma frecuente.
Los incidentes que afectan a las elecciones generales en cada país de Europa, el fomento del antieuropeísmo haciendo crecer el nacionalismo populista, etc. forman parte de una realidad que busca algo.
Los que solo ven lo que quieren ver porque les beneficia hablarán de "exageración" y se irán volviendo "prorrusos" indirectos: "eso" es cosa de rusos, mejor no nos metamos, dirán algunos. Pero ser europeos ya nos sitúa dentro. El siguiente paso será "¡pues dejemos de ser europeos!", que es precisamente lo que Vladimir Putin quiere.
La estrategia rusa de siglos es tener vecinos débiles y Europa es una posibilidad demasiado fuerte para Rusia, un país visionario en la Historia, mesiánico, que necesita mostrar con hechos sus sueños de grandiosidad. Curiosamente, el MAGA de Trump, el "Hagamos grande América de nuevo" tiene su equivalente ruso, el "Hagamos grande a Rusia de nuevo", el "MARA".
Rusia no quiere una Europa fuerte; los Estados Unidos de Trump tampoco. La quiere lo suficientemente amenazada para ser dependiente, como ya anunció el renovado presidente. Ucrania avisa.
Hay demasiados intereses para volver a la Guerra Fría, con zonas calientes.
* Anna Bosch "El grito de Ucrania a Europa:
"Estamos dejando nuestras vidas por la libertad y no os queréis
enterar"" RTVE.es 7/12/2024
https://www.rtve.es/noticias/20241207/grito-ucrania-europa-guerra-libertad/16361786.shtml.
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