Joaquín Mª Aguirre (UCM)
A
última hora de la tarde, pese al calor, fui a Correos —larga caminata— a
recoger un par de paquetes que había descolgados de los envíos anteriores. Dejé
el peso en casa, me armé de agua bien fría y me dirigí a la Primera Fase
caminando y escuchando música mientras aguantaba la ola de calor.
Cuando
se me hizo visible la entrada de Correos contemplé un grupo grande de personas apiñados
en la puerta, mirando hacia el interior cómo iba el sistema de números por el
que éramos atendidos. Dentro había gran
número de personas que prefería en calor interno al calor exterior. Abanicos y
otros instrumentos con finalidades similares se usaban, dentro y fuera, los
mecanismos más simples y eficaces. El calor dentro de la oficina era grande y
la opción exterior no lo era menos.
—¡El
V385! — se mostró en pantalla junto a otros. La voz era de una de las
funcionarias que atendía masivamente a los que estaban dentro y fuera de la
oficina. —¡El 385 para el voto! — volvió a gritar.
Tras 15
minutos esperando, me acerqué a preguntar si no había ningún puesto (había 5)
para recogida de paquetes, Sí, me dijeron. Pronto empezaron a llamar a los de
envío, recogidas y devoluciones, Fueron unos 25 minutos el proceso.
En la
visita anterior había mucha gente que solicita ya el voto por correo. Esta vez
eran muchos más los que lo solicitaban y lo completaban allí mismo.
Esperaban,
me explicaron, que seguiría así durante todo el proceso electoral.
Parece
claro que estas elecciones han roto patrones anteriores y han lanzado el voto por
correo debido a las vacaciones, lo que nos muestra el deseo de compatibilidad
de ambos procesos, que no había coincidido.
Lógicamente,
el voto por correo puede tener personas a las que favorezca y no presupone
posiciones simplistas. Solo se observa que mucha gente va a votar (no sabemos a
quién) y va a estar esos día de vacaciones. ¿Un efecto rebote, quizá, que haga bajar los precios de esos días que
sea atractivo para quien se vaya esos día de vacaciones? ¿Quién sabe?
La
selección de la fecha, desde la óptica del PSOE, le favorece en su estrategia
de criticar los acuerdos necesarios de PP con Vox, uno de los más fuerte
condicionamientos. Así, las dos elecciones se interfieren y se solapan.
La
necesidad numérica del PP de contar con Vox se lo está poniendo muy complicado
ante su propio electorado. No se puede presumir de "moderación" y en
los lugares donde te tienes que poner de acuerdo con ellos eliminar las
consejerías de "identidad" y de "violencia de género". Es
demasiado para cualquiera.
Queda
la baza de la "petición electoral" y de los "principios",
de las "líneas rojas", pero el PP las está destruyendo reculando en
las políticas de género y educativas, las que le permiten retirar las
referencias al cambio climático, que eran las clásica de la ultraderecha
norteamericana, las favoritas de Donald
Trump y los suyos. Recordemos que para ellos el cambio climático era un
"invento de China" para frenar el desarrollo norteamericano.
Centrarse
en la negación del cambio climático, del calentamiento global y de la
existencia de la violencia de género es algo realmente grotesco, que entra en
contradicción con lo que vemos cada día: desastres climáticos y crímenes de
mujeres. Negarlo es empecinamiento. Es una forma de sostener una línea y que
los que me quieran la voten.
Ayer se
dio un caso en Valencia en uno de los recientes de violencia de género, término
que Vox niega para crear bandera tras él. La Cadena Ser valenciana nos informa
de lo ocurrido:
La concentración se ha llevado a cabo en
tiempo y forma y la mayoría de parlamentarios y demás personal de la cámara
autonómica se han puesto detrás de una pancarta en la que podía leerse
"Les Corts contra la violència masclista". Sin embargo, los miembros
de Vox, presidenta de les Corts incluida, se han puesto aparte para evitar la
pancarta.
En la convocatoria, firmada por la presidenta de la cámara, no figuraba ni el término 'violencia machista' ni el término 'violencia de género'. Dos formas de violencia que Vox rechaza y prefiere incluir dentro de un genérico 'violencia intrafamiliar' en contra de la legislación europea, nacional y autonómica. De hecho en el escrito de les Corts tampoco figura ese término y se limita a hablar de "asesinato de una mujer sin más".*
Espero
que el PP se dé cuenta de que esto va más allá de una manifestación o de un acto
específico. Es una forma de negacionismo muy grave que trata negar lo evidente
aunque no se entiende muy bien por qué más allá de atraer la atención y crear
un espacio de negación. Es el desconocimiento absoluto de la realidad y de la
Historia. Pero no se trata de defender un "verdad" absurda, es
simplemente una prueba de su fuerza, su forma de hacer doblar la cerviz al PP
"descentrándole" y haciendo ver que no tienen consistencia. De paso
se lo ponen en bandeja a sus oponentes.
No hay cambio climático. No existen las diferencias de género, por lo que tampoco existe violencia sobre él. El PP sabrá lo que hace aceptándolo. Podemos presentar la desaparición de las consejerías y demás como una forma de ahorro del gasto. Pero eso no cambia nada.
Es una
situación de poder invertido: no hay convencimiento, solo aritmética. La
moderación, a falta de un centro real, se desplaza hacia el centro izquierda.
La
política del PP es la de "más vale pájaro en mano", lo que es un
auténtico desastre al importan gestos e ideas que debería ser acuerdo de todos
(igualdad y cambio climático), por afectar a todos. Pero nadie quiere correr el
riesgo de perder su pieza del pastel.
Son los riesgos, de unos y otros, de luchar por el poder más que por el progreso social.
*
"Vox se separa de la pancarta contra la violencia machista en les Corts
por el asesinato de Antella" Cadena SER Valencia 10/07/2023
https://cadenaser.com/comunitat-valenciana/2023/07/10/vox-se-separa-de-la-pancarta-contra-la-violencia-machista-en-les-corts-por-el-asesinato-de-antella-radio-valencia/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.