Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El Periodismo
es una actividad cada vez más complicada. Debe mirar al mundo para contarlo. Contarlo es hacerlo con honestidad y
claridad. Esa es al menos la teoría, como la que vimos ayer en nuestro
cinefórum a través de la clásica película de Richard Brooks "El cuarto
poder" (1952), en la que Humphrey Bogart, el director de un periódico en bancarrota, The Day, tiene que luchar contra el
deseo de la familia propietaria de venderlo a la competencia, contra los políticos que
quieren quitarse estorbos de encima, enfrentarse a los anunciantes que quieren ser tratados
bien en el medio y contra la tendencia al sensacionalismo. De todos estos enemigos
del Periodismo, quizá el más peligroso sea este último, el que te lleva a
disfrazar los hechos buscando atraer a más lectores, una tentación irresistible. Digo que es el más
"peligroso" porque para los primeros hay muchas defensas razonables,
mientras que el sensacionalismo es un mal que ataca a las raíces. Bogart da la
orden de que no aparezcan fotos "descriptivas" del cadáver desnudo de
una mujer asesinada, algo que la competencia no hace. Pero Bogart es Bogart y
The Day está en la ruina, lo que hace más grandiosa la caída, que es la de una
forma de ver la prensa, al público y al alimento informativo que hay que
servirle cada mañana.
Por
supuesto, visto desde hoy, visto desde el mundo de las fake news, las post
verdades, la desinformación, los hechos alternativos, etc. Bogart queda
convertido en un anacronismo románticamente honesto, un caballero al que le han
colocado un anuncio en su armadura blanca.
Estas
son las cosas que se me vienen a la mente de madrugada cuando al ver las
noticias me encuentro en la sección de verificación de RTVE.es el siguiente
titular "No es cierto que un hombre se haya cambiado de sexo para burlar
la ley", texto un tanto desconcertante, en el que me adentro pues la noticia ya me
había sorprendido algunas horas antes.
En el inusualmente largo artículo verificador que acompaña al titular no encontramos con uno de esos casos que nos obligan a leer con cuidado, algo que cada vez se nos exige menos ante la epidemia de la simplificación. El artículo nos sitúa ante unos hechos, pero sobre todo ante una forma de tratarlos, algo que afecta a los dos momentos periodísticos fundamentales, la determinación del hecho y la determinación del enfoque. Este es el comienzo:
Las redes sociales se han hecho eco de varios titulares que dan a entender que un hombre se cambió de sexo con la intención de librarse de una denuncia por violencia machista en Cataluña. Es engañoso. En el momento de la agresión, esta persona ya estaba registrada como mujer legalmente y llevaba dos años hormonándose, por tanto, no lo hizo para burlar la Ley. A partir de este caso y con la ayuda de expertos te explicamos qué dice la legislación actual sobre la posibilidad de que un hombre se cambie de sexo para eludir la Ley y qué ocurrirá cuando se apruebe la ‘Ley Trans’ que agiliza el proceso para cambiar de sexo.
“Un hombre cambia de género y se libra de una denuncia por violencia machista”, dice uno de los titulares. “Un hombre cambia de género y se libra de una denuncia machista tras agredir a su pareja”, leemos en otra publicación, que añade: “La mujer se queda sin poder pedir orden de alejamiento al no considerarse la agresión como violencia de género”. “Un hombre elude una denuncia de violencia machista al cambiar de género”, afirma otro medio digital. *
Como
puede verse, tenemos un hecho y muchas formas de contarlo. La diversidad de los
titulares muestra la diversidad de enfoque del mismo hecho. Se hace además en
medio de una serie de polémicas sobre la llamada "ley trans" y de
polémicas entre enfoques feministas y enfoques trans, por decirlo así, que han estado en la prensa mostrando diferencias graves.
En un
contexto como este, la forma en que se presenta esta noticia es importante
porque es una forma de participación indirecta o implícita en el conflicto
desatado. Nótese que el primer párrafo del artículo de RTVE.es no comienza con
los titulares en sí, sino con su efectos en redes sociales, que son el escalón
intermedio entre los medios y eso que antes llamábamos el público, los
lectores, la opinión, etc. y que hoy no es tan fácil definir ante la
multiplicación de los medios o, más allá, la conversión de los receptores en
medio, borrándose las líneas tradicionales. El mundo de la información, que ya es todo, es hoy un "río revuelto".
Los
titulares que se citan se centran en dos elementos: 1) los que definen el hecho
del cambio de sexo y su causa, y 2) los que explican sus efectos, centrados en
"se libra" y "elude", ambos con un mismo sentido, el de la
burla de la ley o de la impunidad. Ambos son inciertos, por no decir falsos.
No vamos a entrar en lo que se puede leer con todo detalle en el artículo recurriendo a expertos en Derecho de diverso tipo y coincidentes en el diagnóstico: la intencionalidad del cambio está falseada, pues llevaba varios años hormonándose, por un lado, y no se va a librar de nada por el hecho de estar hormonada. Pero, como hemos señalado, estos son los dos centros de las noticias que se nos cuentan en los titulares.
Las preguntas se suceden ante esta falta de realidad de lo que se nos cuenta. ¿Sensacionalismo? ¿Mala praxis? ¿Intereses reaccionarios? ¿Interés político en boicotear la percepción de la Ley Trans? ¿Una etapa más de la lucha desencadenada entre sectores del feminismo que se han manifestado públicamente contra la Ley Trans? ¿Un poco de todo?
Quizá ya no merezca la pena leer las noticias y solo debamos acudir directamente a los sistemas de verificación que pronto también pueden entrar en crisis, ¿por qué no?
* Blanca Bayo Pérez / Borja Díaz-Merry / VerificaRTVE "No es cierto que un hombre se haya cambiado de sexo para burlar la ley" 28/09/2022 VerificaRTVE RTVE.es https://www.rtve.es/noticias/20220928/titulares-cambio-sexo-burlar-ley/2404073.shtml
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