viernes, 8 de abril de 2022

Sanciones

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La alternativa a la guerra, al enfrentamiento directo con Rusia, nos dicen, son las sanciones. Es sencillo de entender, pero un poco más complicado de practicar cuando comprobamos que las sanciones también nos afectan y que, además, pueden traer efectos negativos en muchos de nuestros puntos más débiles. Algunos piensan que las sanciones son cosas que se hacen desde casa de forma tranquila. Nada más lejos. Las sanciones son la guerra por otros medios, suponen también otro tipo de sacrificios y es ahí donde empiezan a flojear muchas veces algunos ánimos. Todo el mundo está dispuesto a condenar a Rusia, claro, pero cuando comienzan a afectarnos los resultados de nuestras acciones y sanciones, la cosa cambia.

Es indudable que la guerra en Ucrania, con la invasión rusa de ese país y su destrucción sistemática, crea un escenario muy diferente al que teníamos hace apenas un par de meses. Ya teníamos algunos avisos que ahora entendemos mejor. Putin preparó la crisis previa con la subida del gas y sus efectos para provocar que la guerra comenzara ya con presión por los precios. Esa presión ya sembró la división de Europa, dejando en evidencia que el país más dependiente de Rusia era Alemania, un peso pesado de la UE. Está también la cuestión de la crisis mundial del transporte, que afectó a las materias primas, con episodios como el del cruce del enorme carguero en el Canal de Suez obstruyéndolo durante un tiempo que creó ya un caos en el movimiento de mercancías y materias primas.


Podrían señalarse algunos otros acontecimientos que "cayeron" en el mismo periodo, concentrando riesgos y provocando extraños movimientos, como esos barcos que transportaban gas que se daban la vuelta hacia otros países con las subidas de los precios en el mercado mundial.

No sabemos hasta qué punto muchos de esos hechos pudieron ser provocados, es decir, si fueron causas o efectos, algo que no siempre es fácil de determinar. Hoy las guerras son una mezcla de todo un poco, de enfrentamientos bélicos, de economía e información (o desinformación). Somos un complejo cuerpo sensible gracias al aumento de las interacciones y con la creación de cada vez más puntos sensibles.

No es casualidad que, por ejemplo, en plena crisis energética, unos terroristas se dediquen a atentar contra plantas petrolíferas en Arabia Saudí. Los egipcios sacaron la conclusión de que "solo ellos" podrían haber resuelto tan rápidamente el colapso del Canal de Suez; pero no se preguntaron por qué se había producido. Una mirada retrospectiva siembra dudas sobre algunos acontecimientos y nos hace preguntarnos sobre las conexiones y el momento.

Las sanciones nos van a afectar a todos; de una forma u otra, ya lo están haciendo. Putin no deja de verter amenazas sobre todos los países que interfieren en sus planes, como ayer mismo al ser expulsados del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La cuestión es que son ya muchos. Antena 3 señala al respecto: 

[...] como represalia, este mismo jueves, la ONU ha comunicado la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Era un secreto a voces que la propuesta, realizada por Estados Unidos, iba a salir adelante. Y así ha sido, con 93 países votando a favor, 58 absteniéndose, y otros 24 que han votado en contra.

Los 24 países que se han negado a expulsar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos son Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Burundi, China, Congo, Corea del Norte, Cuba, Eritrea, Etiopía, Gabón, Irán, Kazajistán, Kirguizistán, Laos, Mali, Nicaragua, República Centroafricana, Siria, Tayikistán, Uzbekistán, Vietnam, Zimbabue y la propia Rusia.* 


La lista es interesante porque nos da un mapa claro del mundo al mostrarnos los países que están al lado de Rusia. A estos hay que añadir muchos de los que se abstuvieron, que han tenido que hacer muchos equilibrios para no enfrentarse a Rusia, de la que dependen en muchos aspectos.

Votaciones como estas nos dejan entender el papel de las instituciones internacionales y su resquebrajamiento al tener que ponerse aprueba. En este caso, ¿qué sentido tienen de los "derechos humanos" los países que están apoyando la invasión violenta y la barbarie posterior? Algo peor es el funcionamiento del Consejo de Seguridad, hecho para buscar un equilibrio que evitara desastres, pero ¿cómo evitarlo si uno de sus miembros natos, con derecho a veto, es quien agrede?

No sabemos cuánto va a durar la guerra en Ucrania, pero sí sabemos algunas cosas ya: la primera y más importante es que aunque la guerra durara "poco" (nunca es poco en una guerra), sus efectos van a ser muy largos; en segundo lugar, que aunque Rusia se retire, lo que va a quedar de Ucrania solo será desolación y muerte; en tercer lugar, Rusia pretenderá ser "recompensada" por su retirada de Ucrania, es decir, pedirá muestras de la buena voluntad de los que la han sancionado y para ello necesita rehenes, territorios, algo que intercambiar; en cuarto lugar y vinculado con lo anterior, Rusia se quedará con una parte devolviendo otra, ya que en estos momentos está dibujando el mapa del nuevo territorio.

La amenaza de más barbarie se manifestará como contrapeso a la retirada de sanciones. Y será aquí donde comiencen los nuevos problemas, los de las largas e intensas sanciones que se avecinan y que llevarán a una relaciones complejas y complicadas con un vecino tan peligroso y amenazante, tan despectivo de las vidas humanas, con tanta violencia y sangre en sus manos.

Mucho me temo que en cuanto que Rusia haga algún "gesto", vuelvan a producirse las voces que reclaman la "normalización", la bajada de la presión sancionadora ante la "buena voluntad", etc. Para eso serán claves los nuevos gobiernos que se están manifestando en Europa, los populistas, que mantienen como Orbán lazos intensos u otros más discretos, como la deuda de Marine LePen de ocho millones con los bancos rusos. Es sabido que Rusia ha estado financiando todo aquello que debilitara Europa, ya fueran separatismos o salidas de la Unión, como el Brexit. Con gobiernos con este tipo de lazos será complicado mantener posturas firmes y prolongadas. Hungría ya lo ha dicho claro en cuanto a la aceptación de los rublos como pago por el gas.

La victoria de Marine LePen sería una desgracia en cualquier momento, para Francia y para la Unión Europea pero ahora lo sería mucho más. No es el momento para que una amiga y deudora de Putin alcance el poder en un país tan influyente como Francia en plena crisis y decisiones sobre las sanciones a Rusia.

En Reino Unido ha saltado el escándalo por las trampas de un miembro del gobierno de Johnson para que la empresa de su esposa, con lazos con Rusia, aceptara romper con ellos. No es fácil desprenderse de los chanchullos económicos señalando que la empresa de la esposa del ministro no tiene fijada residencia en Reino Unido. Son detallitos, pero importantes.

Las sanciones afectan a Rusia y a los rusos, pero también a nosotros. A unos lo harán en mayor o menor medida que a otros, pero es el tipo de guerra que hemos elegido. Rusia no se queda parada, por eso es importante depender de ella lo menos posible. Es el problema "alemán"; ahora nos dicen que van a aprovechar todo el tiempo posible con el tema del carbón ruso.

A todos nos afectan cosas y Putin las tiene previstas y anticipadas con control y claridad. Su control de la economía es muy superior al que tenemos nosotros con nuestro liberalismo. La economía rusa está bien controlada por los amigos y es bastante despreocupada ante lo que pueda afectar a los rusos, salvo que se sobrepasaran ciertos niveles de descontento, algo que estamos viendo cómo provoca reacciones violentas en algunos países afectados por la subida de la energía, cuyas repercusiones son amplias.


La sanciones son más efectivas cuanto menos dependamos de Rusia, es decir, cuando el daño de la respuestas rusa apenas sea perceptible. ¿Cuándo se llegará a ese punto? Es muy difícil de saber, pero hay que intentar llegar a la dependencia cero, aunque eso suponga echar por tierra los beneficios de algunos. El éxito de Putin y lo que le animó a lanzarse contra Ucrania con esta brutalidad ha sido la confianza en que los lazos creados con tantos amigos particulares en Occidente le servirían para asegurarse al ausencia de sanciones graves.

No hay que vigilar solo a los rusos, sino también la retaguardia, donde hay mucho "pro ruso" camuflado para que no se vean sus negocios y mediaciones. La peculiar forma de hacer negocios del Kremlin, los créditos que sus bancos dan, etc. son también armas, minas sembradas en nuestros territorios.

¡Solidaridad con el pueblo ucraniano!

 


* "La ONU expulsa a Rusia del Consejo de Derechos Humanos por los abusos en Ucrania" Antena 3 7/04/2022 https://www.antena3.com/noticias/mundo/onu-expulsa-rusia-consejo-derechos-humanos-abusos-ucrania_20220407624f0ff04edc230001c04f1a.html

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