viernes, 1 de abril de 2022

El emperador ruso mal informado

Joaquín Mª Aguirre (UCM)


Una de las fábulas más auténticas en el mundo de la política es la del "traje de emperador", ya saben, nadie se atreve a decirle al emperador que va desnudo y todos aplauden su imaginario vestido por temor a ser castigados por sacarle de su ceguera. Andersen acertó en la psicología tras su relato. Cuanto más poder acumula un dirigente, más difícil se les hace a los que le rodean plantear críticas o simplemente anticiparle los desastres por venir.

No hace muchos tuvimos ocasión de ver cómo Vladimir Putin ponía firme a todo un general sacándole los colores y metiéndole el miedo en el cuerpo. El general aprendió a que hay que estar callado, mover la cabeza afirmativamente de vez en cuando y aplaudir a rabiar al final de la intervención del jefe. Es la descripción del pelota al que no le llega la camisa al cuerpo. El proceso suele ser frecuente. ¡Cuesta tanto llegar arriba haciendo la pelota y se desciende tan vertiginosamente cuando un leve gesto, una cara poco controlada, un suspiro nos pueden hundir en la miseria por varias generaciones!

Ahora los medios nos cuentan que Putin está mal informado porque nadie se atreve a decirle la verdad sobre lo que ocurre en Ucrania. En RTVE.es nos cuentan:

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido coinciden en afirmar que los asesores del presidente ruso, Vladímir Putin, no le están contando la verdad sobre el desarrollo de la guerra en Ucrania y el impacto que las sanciones internacionales están teniendo en la economía rusa. 

"Tenemos información de que Putin se ha sentido engañado por los militares rusos, lo que ha dado lugar a una tensión persistente entre Putin y los dirigentes militares", declaró este miércoles Kate Bedingfield, director de comunicación de la Casa Blanca.

"Creemos que Putin está siendo mal informado por sus asesores sobre la mala actuación del Ejército y sobre como las sanciones están dañando la economía rusa, porque sus asesores más próximos tienen demasiado miedo a decirle la verdad", ha añadido.*


¡Pues vaya lío! Si el señor que dice que duerme justo al lado del botón rojoel que manda invadir, bombardear, etc. está mal informado,  ¿qué podemos esperar?

En Rusia es traición decir que estás en "guerra", alta traición decir que "vas mal" y polonio si dices que es por culpa del jefe. Para eso los jefes de todo el mundo inventaron una cosa llamada "cabeza de turco", que es la cabeza que hay que cortar —literal o metafóricamente, según el caso— cuando las cosas se ponen mal y hay que echarle la culpa a alguien. ¿Está Putin buscando a alguien así o todavía no ha llegado a este nivel? ¿Es posible que Putin esté realmente mal informado?

Si antes teníamos dudas de si Putin realmente sabía adónde iba, si sabía realmente lo que estaba provocando, nuestro estado de ánimo se vuelve más complejo si pensamos que no solo no tenía claro los pasos que daba, sino que ahora puede que nos sepa los que ha dado realmente. Una cosa es no saber adónde vas y otra muy distinta no saber dónde estás. Colón, por ejemplo, sabía dónde iba pero no dónde estaba, por lo que América le tomó por sorpresa y le sorprendió no encontrarla llena de orientales.

Si Putin está siendo engañado por miedo, mucho nos tememos que las opciones quedan reducidas. Puede que el ejército ruso no sepa muy bien lo que está pasando o sí sabe lo que está pasando pero no lo quiere decir dada la disparidad entre lo que Putin espera de ellos y lo que ellos le pueden ofrecer. Un lío.

En la CNN, su comentarista militar, el general retirado Wesley Clark, trata de explicar porque estas cosas son típicas del ejército ruso. Cuanto más dictador sea el jefe, más se adoptan este tipo de comportamientos temerosos por parte de los que se hacen responsables de los errores. ¿Hay alguien que aplauda con más ganas y sonrisas de oreja a oreja que los viejos militares que rodean al joven dictador de Corea del Norte? Es divertido verles celebrar con el jefe los éxitos, reales o ficticios. Parece ser que el último misil que lanzaron no llegó tan lejos como deseaban, pero eso da igual, lo celebraron como si hubiera llegado a Cuenca.


También —ya todo es conspiración— puede ser una maniobra de intoxicación para que Putin crea que no le dicen toda la verdad. En esto de las guerras, ya no podemos saber qué es cierto, por lo que hay que mantener cierta distancia escéptica sobre ciertas cuestiones. Los rusos creen que sus ejércitos son ONG y que van repartiendo peluches. Algún día sabrán la verdad y tendrán que decidir qué hacen con ella.

No hace falta vivir en un país autoritario, basta con que lo sea el presidente, como ocurrió con Trump, empeñado en sus cosas y reemplazando asesores uno detrás de otro hasta encontrar el que le dijera lo que deseaba escuchar.

Las personas autoritarias, los dictadores siempre quieren tener razón y recibir solo buenas noticias. Para ello se rodean de cortes de pelotas capaces de sostener los problemas con sonrisas. Y luego llegan los grandes descalabros que pagamos todos.

Esto hace aumentar la incertidumbre. Nos dicen que unos engañan a Putin; otros no lo niegan, pero dicen que saben que Putin sabe que le están engañando. La cuestión es peliaguda con una guerra por medio y conversaciones para tratar de acabar algo que no debería haber empezado nunca.

¡Solidaridad con el pueblo ucraniano!


* "EE.UU. y Reino Unido aseguran que Putin está "desinformado" sobre el desarrollo de la guerra y el Kremlin lo niega" RTVE.es 31/03/2022 https://www.rtve.es/noticias/20220331/guerra-ucrania-rusia-vladimir-putin-desinformado-asesores/2326106.shtml

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