Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Un
entretenido artículo en la web de RTVE.es, titulado "La lucha del cine por
los estrenos sin 'spoilers': desde finales múltiples hasta drones", nos
cuenta que la última película de Spider-Man, tras cuatro semanas en cartelera,
ha logrado ser la octava más taquillera de la historia pese a los "trending"
y los "spoilers" circulantes en ese gigantesco patio de vecindad que
son las redes sociales.
El
artículo nos explica:
Ante un estreno mundialmente esperado, las compañías deben hacer grandes esfuerzos a la hora de evitar pirateos informáticos, filtraciones de material gráfico y guiones, y publicaciones, intencionadas o no, que adelanten parte de la trama.
Es cierto que hay muchas personas a las que no les importan "comerse" spoilers, pero también hay muchas otras a las que la falta de sorpresa y las constantes revelaciones hacen que pierdan el interés en seguir la trama. Si bien el concepto es relativamente nuevo, los productores y la industria del cine lleva enfrentándose a ellos como mínimo desde Hitchcock.*
Ese mínimo, claro está, lo marcó con Psicosis, donde la gente debía vivir en la incertidumbre, mejor en la ilusión (o engaño), hasta que en el último momento se producía un giro, un poner patas arriba tu mente, un pisoteo de las conjeturas que cada cual se va haciendo con esos mecanismos de anticipación o proyección que nuestro cerebro pone en marcha.
Cuando impartía clases de Literatura esto presentaba graves problemas porque no se podía, por ejemplo, decir que Werther se suicidaba. "¡Vaya, ya nos ha contado el final!", se escuchaba al fondo de la clase. Yo montaba en cólera y trataba de explicar que aquello no era "reventar el final" (que es como se decía spoiler en español), que no se podía ir por la vida sin saber que Werther se suicidaba, que Emma Bovary se suicidaba (otros "¡vaya!") o que Colón llegaba a América, aunque él creyera que llegaba a otro sitio, si se hiciera una película.
Desgraciadamente, la incultura galopante se defiende con el spoiler. Ser un ignorante nos asegura el placer de descubrir que el ser humano llegó a la Luna, que los Tres Mosqueteros eran cuatro o que Don Quijote y Sancho Panza no eran pareja sino otra cosa. ¡Cuánto placer por delante si nadie te lo revienta!
Pero está claro que hay mucha gente que pierde el interés porque su lectura (en películas pasa igual) se centra en lo novedoso. ¿Significa eso que la relectura no les interesa, que no podrán volver a disfrutar de Goethe o Flaubert porque ya saben lo que pasa con sus personajes? Desgraciadamente, sí, si tu planteamiento es la novedad. Esto ocurre cuando no se nos dan herramientas para leer de otra manera.
Ahora que hago crítica cinematográfica de aquellas películas que me gustan (las que no me gustan se las dejo a otros), hay que estar con mucho ojo para no desvelar los secretos que las películas esconden.
Vivimos realmente en una cultura de la novedad y el olvido. Son las dos partes que tienen una conexión lógica: me interesa lo que me sorprende y olvido todo aquello que ya no tiene novedad. Eso es malo. Uno de los grandes placeres culturales es precisamente la relectura, un fenómeno muy olvidado pero que los críticos de la cultura, incluso de la psicología, han descubierto dedicándole cierta atención.
La Hermenéutica trata de establecer por qué nuestras lecturas varían con el tiempo y cuál es esa extraña relación entre lo que vemos una vez y lo que vemos dos o tres. Nuestra forma cultural es el consumismo porque se basa en la oferta y la demanda, una cosa sustituye a otra, frente a una cultura de la profundización y la conservación. Esto nos parece hoy demasiado "tradicional" y, por ello, obsoleto. Dos o tres años son hoy una enormidad, un tiempo equivalente a décadas anteriores. Para algunos ya es vieja la película que se estrenó hace unas semanas, de ahí esa necesidad de recaudar cuanto antes y de evitar los spoilers que puedan echar del texto a este tipo de consumidor de la cultura del usar y tirar.
Muchos ya no ven películas que estén en blanco y negro. No necesitan dar explicaciones, solo un son antiguas, lo que no es una explicación sino una obviedad. Esta forma de "incultura moderna" tiene un modo más agresivo, al que están contribuyendo especialmente las televisiones que, por ahorrar, se dedican a hacer programas supuestamente ingeniosos en los que personas supuestamente ingeniosas se ríen de personas, temas y programas de décadas anteriores. Esto es facilón, pero sobre todo una forma de mala educación sistematizada. ¡Cualquier tiempo pasado fue risible! Ya sea por cómo cantan, bailan, se visten o peinan son motivo de burla.
Ya he manifestado mi sorpresa porque el canal "Historia" en nuestros diales esté prácticamente dedicado a los extraterrestres, algo que deja de ser sorprendente cuando ya has visto que es continuo en la programación. La Historia interesa si se explica con los extraterrestres y con otros programas dedicados a su negación con teorías alternativas y conspiratorias en las que siempre nos han engañado y fue otra cosa la que ocurrió.
No debería sorprendernos demasiado porque es la consecuencia lógica de esta forma de ver el mundo. Los extraterrestres y las teorías alternativas introducen la "novedad" en lo que es ya conocido. Hace unos días se preguntaban qué hacía el pictograma de un helicóptero en unos jeroglíficos antiguos. Una vez que eres capaz de ver un "helicóptero" allí, todo es posible, por lo que las sorpresas están garantizadas.
Una vez subía en el ascensor con un compañero que me preguntó si había visto una película. Le dije mi opinión. Una voz saltó "¡Vaya spoiler!". No había tenido en cuenta que en aquel reducido espacio había personas a las que tenía que haber avisado para que se taparan los oídos. Recibí miradas de odio.
De seguir así, cada vez que entremos en una sala de cine (o en un ascensor) o leamos un libro tendremos que hacer una declaración jurada de no contar lo que ocurre.
* "La lucha del cine por los estrenos sin 'spoilers': desde finales múltiples hasta drones" RTVE.es 16/01/2022 https://www.rtve.es/noticias/20220116/cine-contra-spoiler-multiples-finales-hasta-drones/2252762.shtml
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