Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La inmediata
reacción a los refranes, dando la periodista Sedet Kabas con los huesos en la
cárcel, forma parte del panorama nacional asumido por sus seguidores. Nadie
habla mal de Erdogan. El liderazgo del presidente es una mezcla equilibrada
entre autoritarismo e imagen cuidadosamente cultivada que nadie puede tocar. Es
más, el autoritarismo es un rasgo positivo
a la turca del líder, tal como ocurre
en otros países islámicos. En estos, un rasgo del poder es precisamente la
capacidad de acallar, hacer desaparecer, etc., según el grado de autoritarismo
desplegado, a los oponentes. No se ve como algo necesariamente negativo y sí,
en muchas ocasiones, como un síntoma de fuerza. No son los islamistas muy dados
a alternancias y respetos de la pluralidad.
La respuesta de las autoridades turcas, es decir, las fuerzas afines a Erdogan han sido claras en sus manifestaciones según recoge la CNN en su artículo:
Turkish Justice Minister
Abdulhamit Gul reacted with a tweet Saturday that did not name Kabas: "I curse the ugly words that target our
President, who was elected by the votes of our nation. These endless and
unlawful expressions arising from envy and hatred will find the response they
deserve in the conscience of the nation and in front of justice."
Turkey's Presidential Communication Director,
Fahrettin Altun wrote in a tweet Saturday, "Politics, opposition, and
journalism all have morals. Those who see this morality in this country too
much are the poor people who have no self-respect. A so-called journalist is
blatantly insulting our President on a television channel that has no goal
other than spreading hatred!!"
Reacting to news of the journalist's arrest, Reporters Without Borders (RSF) -- a nonprofit media watchdog -- said: "No less than 200 journalists were prosecuted, and 70 journalists were sentenced on similar charges since Erdogan was elected President in August 2014."
Fijémonos en el detalle del ministro de Justicia: como Erdogan ha sido elegido por el pueblo no puede ser criticado. Es una gran diferencia entre la forma de entender la democracia generalmente y la forma en que lo entiende el gobierno de Erdogan. Siempre se dice que Hitler llegó democráticamente al poder. Sí, pero luego hizo lo que hizo. Por eso hay que tener cuidado con estas percepciones de las democracias en las que solo son herramientas para llegar al poder. Como es Dios el que ha iluminado al pueblo para que te elija, cuando el pueblo dice que salgas es el diablo quien entra en escena.
De la misma forma, se maneja el término "moral", que consiste siempre en no criticar al jefe. Si aplaudes, la moral te rebosa; si criticas, no hay moral profesional o de cualquier otro tipo. Es el ejemplo de lo que se llama habitualmente la "ley del embudo". Lo cierto es que Erdogan ha hecho todo tipo de jugadas con ese poder que el pueblo y Dios le ha dado. En su humildad, acepta pasarse la vida de presidente hasta dejar una Turquía moral y obediente.
Sus planes los hemos comentado en muchas ocasiones, convertirse en el líder exitoso de la cuenca mediterránea hasta chocar con el otro "liderazgo fuerte", el de Al-Sisi en Egipto. Erdogan forma parte de la internacional islamista, la que quiere liderar, lo que le enfrenta al gobierno egipcio que sacó de la presidencia a los Hermanos Musulmanes.
La posición estratégica de Turquía y, sobre todo, sus pretensiones imperial-religiosas, son un factor importante, lo que hace que Erdogan se le pasen muchas cosas y se mire hacia otro lado. Sin embargo, la situación turca debería preocuparnos más porque lo que está haciendo es volver irreversible la situación, anulando la democracia y llevan más allá de la oposición a sus rivales.
A los turcos que no están de acuerdo con él ya apenas les quedan resquicios por los que asomarse. Con una inflación superior al 35% actualmente, es lógico que aumente el descontento en el país y con ello las críticas. Sin embargo, las críticas no son toleradas, como ha entendido la periodista. Hace unos años, con la excusa de un intento de ·golpe de estado", hizo una limpieza en todas las instituciones, de la judicatura a las aulas, del ejército a los medios. Encerró a todos los que pudo de los que consideró seguidores del clérigo Fethullah Gülen, que pasó de ser un apoyo a ser el enemigo número uno, pues podía quitarle seguidores en su propio terreno. El clérigo se encuentra alejado, en los Estados Unidos y de vez en cuando Erdogan lo reclama. No es Erdogan un personaje que se contente con un no.
La complicada situación de la región es un factor que ha favorecido a Erdogan y en el que él mismo ha intervenido para que no se simplifique. No todo es responsabilidad suya en la zona, pero si lo que ocurre en Turquía y allí las cosas están complicadas en todos los niveles. Eso se traduce en más exhibiciones de fuerza, depuraciones y anulación de cualquier intento de abrir la situación. El egocentrismo narcisista de Erdogan no tiene límite y no desperdicia ocasión para mostrarlo. Es una de las figuras centrales autoritarias que van imponiendo su "estilo" de gobierno y deterioran la democracia hasta hacerla irreconocible.
Los dos refranes, sin mencionar al presidente, le han costado la cárcel a Sedef Kabas. Vaya desde aquí nuestro apoyo a su labor informativa y, por qué no, crítica. Sin ellas, Turquía seguirá su camino hacia lo que ya casi es, el solar de Erdogan.
* Hande
Atay Alam y Isil Sariyuce "Turkish journalist detained after 'insulting'
President Erdogan in a TV interview" CNN 23/01/2022
https://edition.cnn.com/2022/01/23/europe/turkish-journalist-jailed-intl/index.html
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