No sé
yo si no estaremos mitificando esto de la "nueva normalidad". Lo digo
por el tono convencido con el que lo dicen muchos presentadores televisivos,
como dando por hecho que es algo tangible, algo que casi dan ganas de pedirlo
por Amazon. Es lo malo de las etiquetas. La gente entiende cosas distintas y, a
falta de mejor definición, se imagina un escenario ajustado a lo que las cosas
le gustaría que fueran. Mucho me temo que los medios televisivos, muy dados a
esto, hayan contribuido con su convencimiento y repetición a la creación de
unas expectativas hechas a medida.
Quizá
por eso, los expertos están un poco asustados, sobre todo después de ser
utilizados como parapetos políticos y querer ser llevados ante los tribunales
con denuncias por estafa epidemiológica, creación de falsas expectativas y de fabulaciones
varias. Los ataques al doctor Simón
demuestran que aquí todos han
trabajado según las "evidencias científicas" y siguiendo las "recomendaciones
de los expertos", que son los dos mantras más repetidos.
Los
científicos van aprendiendo de los políticos y empiezan su contraofensiva ante
los más que posibles rebrotes en el horizonte, no provocados por la naturaleza
sino por nuestra natural ceguera y deseo de ver el mundo más favorable. Por
eso, estos días aparecen los artículos dedicados a problemas en sectores
diversos y los posibles efectos de esta desescalada, que es más bien un puenting.
En
realidad, el concepto de "desescalada" contiene un equívoco esencial:
aquí, hasta el momento, no hay otra forma de prevención que la distancia, el
aislamiento y la higiene. Todo lo demás es poesía. Por eso, en cuanto que se
relajan las medidas citadas, rebrotan los casos. Si abrimos fronteras, playas,
hostales, guarderías, chiringuitos playeros, etc. y no tomamos las medidas
obvias y necesarias, las probabilidades aumentan y los casos crecen. No requiere mucha
explicación, pero hay que querer entenderlo.
El
drama de los gobiernos de cualquier país es que hagan lo que hagan sufren un
enorme desgaste. Si muere la gente, se les acusa de ocuparse de la economía; si
la gente muere menos por lo antes señalado, entonces se les acusa de arruinar la
economía. Sí, mal momento para llegar al poder.
En España tenemos tantas
fuentes de poder y tan repartidas, que la bronca es fenomenal porque siempre
hay a quién acusar en cualquier nivel. Yo te doy con la "manifestación"
en la cabeza y tú me arrojas las "residencias". Es la nueva
normalidad temática, se pelean como antes pero con temas nuevos.
El ABC
nos cuenta la sesión del doctor Simón —quien ha pasado por todas las fases de
popularidad (incluido en ABC), del amor al odio, según barrios — en la que nos advierte de los próximos
peligros, como es su obligación, y apunta a posibles causas:
En su rueda de prensa diaria, Simón ha
alertado de que este número podría ir en aumento «a medida que se abren
fronteras», por lo que todas las comunidades «van a tener que hacer un esfuerzo
para controlar los casos y sus contactos». «Se van a modificar los plazos y las
cuarentenas; eso se modifica a medida que se van teniendo evidencias».
Los 96 casos importados confirmados desde el
pasado 11 de mayo corresponden a personas de determinados grupos que gozan de
exenciones en las restricciones de movilidad y que vienen a nuestro país por
causas de fuerza mayor o a trabajar, como pueden ser los diplomáticos. Y
algunos vienen de zonas de alto riesgo.
De hecho, según ha explicado el doctor, uno
de los tráficos aéreos más importantes de España es con América, tanto Estados
Unidos como América Latina, pero también pueden venir de otros países de la
península Arábiga, el sudeste asiático o el norte de Europa.
«Y ese es el reto que tenemos que poner en
marcha», porque estos pequeños brotes, «si no se aplican medidas de prevención
y control, podrían dar lugar de nuevo a transmisión comunitaria». Para
evitarlo, se está reforzando Sanidad y Exterior, que ya «está haciendo un
trabajo enorme para reducir los riesgos».
El director del CCAES ha puesto como ejemplo
Portugal, donde la evolución de la epidemia ha sido «muy buena desde el primer
momento», pero en los últimos días ha sufrido un repunte de casos que han
alcanzado los 421 notificados ayer, de los que 380 (un 90 %) se detectaron
alrededor de Lisboa. «Se están haciendo todos los esfuerzos, pero esto nos
tiene que poner en guardia para la detección precoz de cualquier brote».*
No sé cuantos
diplomáticos entran y salen de España diariamente, pero quizá sea un poco
exagerado responsabilizarlos del próximo brote. Me imagino que sus países de
origen tendrán un mínimo de cuidado —como debemos tenerlo nosotros— con su
personal diplomático y tendrán también sus estrictas normas de
comportamiento. No sé si es el ejemplo más afortunado, sobre todo ahora que le
estamos abriendo las benditas puertas del Paraíso Vacacional a todo el mundo, reduciendo cuarentenas, distancias, etc. todo ello por la buena causa de apuntarse la normalidad como algo propio.
No sé
si habrá turistas que lleguen de zonas de alto riesgo, como, por ejemplo, del
Reino Unido de Boris Johnson, al que los escoceses le quieren levantar
fronteras.
Tan
cuidadoso está el doctor Simón que ha dicho, según ABC, que no hay que fiarse
mucho de los test porque hoy estás sano y al día siguiente das positivo y ya
está el lío. Muchos se toman el test como la garantía de 2 años de la
lavadora. Pues no, no funciona así. Cualquiera puede salir feliz al saber que
no está contagiado, irse a celebrarlo con los amigos y pillarlo. Así de cruel.
Hay que contener las alegrías, algo que no han hecho —como se temía— en el gol del Rayo, el primero después del desierto futbolístico, medio partido a puerta cerrada.
El
doctor Simón debía tener el día incrédulo porque, tras hundir en la miseria a los
test sus resultados por efímeros, arremetió contra otro signo visible, la toma
de temperatura:
Otra como la toma de temperatura «no es la
panacea para nada: sabemos que tiene más impacto psicológico, y un impacto
importante, en las precauciones que un pasajero va a tomar que en la
detección». «Se pueden detectar algunos, pero no va a ser la solución», ha
dicho Simón y ha insistido en que «va a ser el seguimiento y la responsabilidad
de los pasajeros, los 'tour' operadores, los aviones, etc., identificar los
casos y sus contactos».*
Nuestro
gozo en un pozo. Y nos quedan solo dos valores de referencia, dos hitos: la
mascarilla y la responsabilidad de las personas para mantener distancias. Las primeras han bajado de
precio y la gente se ha pasado al diseño reciclable; la segunda, la responsabilidad, es un bien escaso.
Se
vuelve a insistir en las mascarillas, pero hay tal cantidad de excepciones y
excusas, que con ir con una botellita de agua en la mano y lucir unas
deportivas, ya eres medio olímpico y te has librado de la bronca.
Al
final queda lo esencial: la responsabilidad personal y las medidas de
transformación del entorno para hacer que la responsabilidad tenga algún
sentido. La adecuación de los espacios sirve de poco sin responsabilidad
personal y la responsabilidad sirve de poco si no puede estar en un espacio
seguro.
Pensar
que los rebrotes se producirán por el personal diplomático llegados del extranjero, no creo sea muy pertinente. Aquí tenemos
coronavirus suficientes como para no necesitar de importación. Lo malo es que nos acostumbremos a ver cifras donde deberíamos ver personas. A eso y mucho más somo capaces de llegar por la llamada "economía", que en realidad es otra cosa, los negocios.
Lo
cierto es que cada vez que se ha relajado alguna medida, los expertos y
personas con sentido común han puesto el grito el cielo llamándonos
irresponsables y con razón. Se ha abusado de perros, niños y ancianos sacados a
pasear, incumpliendo casi todas las normas y advertencias. Uno va por la calle
apartándose de aquellos que van sin máscara, que siempre te pueden decir que
son alérgicos, que la acera tiene más de dos metros o que ancha es Castilla. Tenemos respuestas y justificaciones para todo.
Tiene
razón el doctor Simón. Al final todo está en nuestras manos, eso sí,
conveniente y frecuentemente lavadas.
*
"Fernando Simón avisa de casos importados: 96 en un mes, 24 de ellos en
última semana" ABC 11/06/2020
https://www.abc.es/sociedad/abci-fernando-simon-avisa-casos-importados-96-24-ellos-ultima-semana-202006110232_noticia.html
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