miércoles, 3 de junio de 2020

Las circunstancias egipcias y el COVID-19

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El COVID-19 es uno; las respuestas múltiples. Dada esta diversidad, las diferencias entre los países aumentan en función de las respuestas que van tejiendo sus propias redes encadenadas. Nuestras respuestas a la situación se tintan en medio de nuestras broncas políticas, teñidas con nuestros dobles conflictos, los políticos generales y las diferencias autonómicas; con la importancia del sector del turismo y del ocio en nuestra economía, con nuestra estructura social y pirámide de edad, etc. Todos estos factores (y muchos más) son los que diferencian a los Estados Unidos de México, a España de Suecia, a Rusia de Japón... La unidad del coronavirus queda así diversificada por las diferencias de nuestras propias realidades. Toda diferencia crea nuevas diferencias. Mentalidades y realidades se entremezclan en las respuestas a los efectos.
La realidad egipcia es lo suficientemente diferenciada como para que sus respuestas sean distintas a las de otros países, incluidos los de su propio entorno. Veamos algunos casos de esta diferenciación.


La primera diferencia proviene del hecho distintivo de la propia percepción de la crítica. El diario Egyptian Streets titulaba el día 28 de mayo "‘Enemies of the State Questioning Our Efforts’: Egypt’s President Sisi Calls for Unity". Cualquier discrepancia o crítica de lo realizado por el régimen egipcio es convertido en términos de "enemistad", que es la forma de decir "terrorismo". Ser enemigo del estado no es pues, cualquier cosa, sino la definitiva pues es la que habitualmente se aplica a los enemigos políticos, ser "enemigos del estado". En el artículo podemos leer lo dicho por el presidente al-Sisi:

As the COVID-19 infection toll nears 20,000, Egyptian President Abdel Fattah Al-Sisi released statements on social media calling for Egyptians to stand together as anger continues to rise among the nation’s doctors.
“We stand together at an important moment…facing the coronavirus pandemic which requires everyone to continue being in solidarity to pass this ordeal in peace and to preserve the success we have achieved in various fields,” said President Sisi in the first of his three tweets on Thursday morning before warning “enemies of the state” who are doubting efforts taken by the Egyptian government.
“In the midst of efforts the Egyptian state, the government and the people [are taking] to counter the pandemic, and [in the midst] of continued implementation of development plans and preservation of economic stability during the hardest of times, enemies of the state are trying to question the state’s efforts and achievements,” said the Egyptian President in his second tweet.
“I reassert my highest confidence in the [Egyptian] people, who always demonstrate in difficult circumstances…the ability to confront and respond to these campaigns. God Save Egypt and the Egyptians.”*



El hecho de que cualquier discrepancia sobre la eficacia de las medidas tomadas o de las informaciones suministradas oficialmente se considerado un acto hostil con el estado, evidentemente, tiene implicaciones directas. En el primer párrafo se manifiestan las iras de los médicos ante las actuaciones gubernamentales.
La propia estructura sanitaria es otro factor distintivo inmediato. Podemos pensar, por ejemplo, cómo en España lo primero que ha emergido ha sido la crisis previa de la Sanidad que nos ha hecho ser más sensibles a este conflicto con lustros sobre la mesa. La estructura sanitaria y sus propios conflictos internos tienen que ver entonces con la forma de actuación y la capacidad de respuesta.
No es trivial la cuestión señalada en el diario. Aquí ya recogimos los primeros incidentes con las reclamaciones del Sindicato de Médicos en Egipto, señalando que pedían subidas salariales, reconocimiento de pensiones por el Estado mediante la consideración de "mártires", al igual que los militares muertos en actos de combate o de terrorismo. La situación es bastante particular y no recordamos otra similar en otros países, donde las reivindicaciones sectoriales se están planteando al final y no al principio, como ha ocurrido en Egipto. En este frente, el Sindicato de Médicos es una fuerza en conflicto con el gobierno. Es poderos y ha estado tradicionalmente en manos islamistas, que siempre vieron en la Medicina un sector rentable económicamente y de penetración ideológica en la población frente a las carencias enormes del estado.


En Egypt Independent también se nos muestra otra circunstancia, la fijación de los precios de la sanidad privada para los tratamientos frente al COVID-19. La sanidad en Egipto es un hecho tremendamente diferencial, con un sector privado para quien se lo puede permitir y un deficiente sistema público, incapaz de atender realmente las demandas. De ahí los enormes problemas de salud de la población.
El gobierno ha regulado las cantidades de las facturas que los hospitales privados pueden pasar a los enfermos para evitar especulaciones:

Egypt’s Health and Population Ministry announced Tuesday new treatment prices for coronavirus patients in private hospitals.
A statement from health ministry outlined that the cost of isolation within the internal department will range from LE1,500 to LE3,000, while the cost of isolation in intensive care with a ventilator ranges from LE7,500 to LE10,000 while intensive care without a ventilator costs around LE5,000 to LE7,000.
These prices are per day, the statement said.
These new prices will be implemented starting Tuesday, according to the statement, which warned that any hospitals which do not comply with these prices will be closed.
The ministry had received a barrage of complaints regarding expensive treatment prices in non-government hospitals which do not correspond with service costs.
Minister of Health Hala Zayed said in the statement that these prices cover the services, supplies, doctors, nursing and accommodation in full, alongside tests and x-rays.
The Central Administration for Non-Governmental Medical Institutions and Licensing at the Health Ministry is tasked with enforcing this decree, she added.
The administration sent a periodic circular to all departments across the nation regarding the price of treatment in private hospitals.**



Es evidente que esos precios hacen imposible acceder a los hospitales a la enorme mayoría de los egipcios, que necesitarían varias vidas sucesivas para poder pagar los precios de un par de semanas ingresados.
El hecho de que se esté especulando con la salud no es nuevo, aunque podríamos decir que es una constante. Recordemos que mientras una enorme cantidad de egipcios no tenían acceso a la sanidad, se diseñó un plan de "turismo sanitario", en donde se podría viajar a Egipto, hacer turismo y realizarse, de paso, algún tipo de operaciones por un buen precio, más barato que en los países de origen. En España ha habido gente que ha practicado esta forma de turismo al ir a arreglarse la boca a algún país latinoamericano. Precisamente el hecho de que la odontología no se encuentre entre los servicios de la Seguridad Social ha hecho que sea uno de los sectores rentables para los "emprendedores de la salud". En Egipto, esto permite a los médicos crear sus propias clínicas o incorporarse a las existentes para recibir sus pacientes extranjeros.
El 17 de septiembre de 2019, el Financial Times publicaba un artículo titulado "Dawi aims to become Egypt’s medical ‘Starbucks of clinics’ chain", en referencia a la creación de una nueva idea empresarial definida sobre el modelo de las conocidas cafeterías, un punto medio, más cara que las baratas y más barata que las caras. El concepto se aplicaba a la salud, creando un servicio privado para aprovechar el hueco de "mercado" de la salud que con un pago mensual asegurara a quienes eran atendidos sin largas esperas al menos diez minutos de atención.

Dawi’s aim is to fill a gap in the Egyptian market — to cater to the wide swath of Egyptians who cannot afford high quality private healthcare but want a better service than the free but often inadequate government-provided medical care.
[...]
Dawi’s clients, says Ms Habib, are “employed people who cannot spend hours waiting at a doctor’s office, but also they cannot afford to pay E£400 ($25) every time one of their children has a cough. They make up a large segment of people.”
Once a reservation is made through a call centre, a doctor’s consultation at Dawi costs about $10. Patients can also expect to be seen on time — something that is unusual in Egypt’s healthcare sector, where long waits are commonplace. Dawi patients receive a free 10-minute wellness check-up with a family doctor on their first visit, even if they are seeing a dentist. Ms Habib says this helps uncover problems early on, helping the client stay healthy and reducing the burden on their budget.***


Nos ha llamado la atención una frase en las explicaciones de las emprendedoras que habían creado el sistema Dawi: «“We’re asking doctors to be ethical and that creates pressure on revenue, but building and maintaining patient trust will eventually earn us more,” she says.»*** El sistema necesitaba muchos pacientes para poder ser rentable. Está por ver si no han sido desbordados por los pacientes tras el inicio de la pandemia.
Con esta situación médica, lo más probable es que el sistema sea tratar de pasar desapercibido en la enfermedad, algo con varios sentidos más allá del sanitario, con lo que nos adentramos en los niveles socioculturales de la cuestión, las relativas al estigma social que la enfermedad ha creado.
Al silencio social se le añade la cuestión de las cifras oficiales. La Deutsche Welle recoge la historia que hemos tratado aquí de la reacción brutal del gobierno egipcio cuando se publicó un estudio epidemiológico canadiense con unas estimaciones muy distintas a las cifras oficiales del gobierno egipcio. Pero había algo que el gobierno egipcio no podía controlar, los datos de los infectados que salían del país, de los turistas que regresaban tras viajes, como el del crucero por el Nilo:

There was a clear disparity between the number of tourists leaving Egypt and the country's official infection rate, which at the time peaked at 126 in mid-March. When I interviewed scientists based at the University of Toronto and published their findings as part of a report on how Egypt likely has a higher infection rate than official figures, there was little prior suggestion that discussing a scientific model would prove so controversial.****



El artículo añade algo también importante: «Authoritarian regimes across the world have treated as blasphemous the suggestion of a higher infection rate than the official numbers issued by governments, even though there are often benevolent or even legitimate reasons for the discrepancy.»****
Sí, "blasfemo" describe bastante bien las guerras de cifras oficiales, que si bien siempre ofrecen discrepancias dentro de ciertos márgenes (como podemos observar en España entre administraciones), en el caso egipcio implica —como vimos al principio— ser declarado "enemigo del estado", tal como señala el presidente al-Sisi.
Las estructuras y modelos sanitarios de todos los países se están siendo puestos a prueba y muchas criticadas como resultado de esta enorme crisis. Por eso es esencial que se sea consciente de los problemas... a menos que no se quieran considerar como tales y simplemente se mantenga lo que se tenía de forma consciente y clara.
Muchos países han visto la actitud de su personal sanitario (y otros sectores de primera línea) y los aplauden y homenajean, no parece ser esto lo ocurrido en Egipto, donde el sistema siempre ha sido problemático con enormes bolsas de enfermedad y también bolsas de negocio.
Por último, la respuesta social a la pandemia se basa en las propias diferencias culturales, en la percepción que se tenga de lo que es y supone. Egypt Independent nos traía las consecuencias de otro caso que ya vimos aquí cuando se produjo, los graves incidentes al tratar de enterrar a una doctora fallecida por el coronavirus:

Forty-two defendants from Shubra al-Bahou village have been referred to criminal trial in front of the State Security Criminal Court in Mansoura by the Daqahlia Public Prosecution’s office on Tuesday for their involvement in gathering to prevent the burial of doctor Sonia Aref.
Aref, 64, passed away at Abu Khalifa isolation hospital in Ismailia in April 11 from the coronavirus. Her body was transferred to her late husband’s grave site in Shubra al-Bahou village in Daqahlia for burial.
Village residents protested the funeral, with dozens gathering to block the ambulance’s way to the cemetery. Police were finally able to put Aref’s body to rest, however, after firing tear-gas at the villagers.
Dozens were arrested during the clashes.
The 42 suspects, including 17 fugitives, where charged by the Public Prosecutor for gathering to jeopardize public peace, assaulting people and private property, and using force against public authorities.
A public prosecutor statement on Tuesday added that the defendants had refused to obey authority orders to disperse, and had used mosque loudspeakers to call people to gather.******


Todos los detalles aquí son importantes para comprender el cuadro en su conjunto. El rechazo a que se entierre en el pueblo a una doctora muerta por coronavirus, la revuelta social producida, hasta el uso de los altavoces de la mezquita, nos muestran un triple rechazo y porqué es probable que las cifras reales sean muy diferentes a las señaladas. Si existe este estigma, este rechazo sobre quien muere por la infección, es poco probable que se hagan públicos los casos.
Las cifras actuales son muy superiores a aquellas primeras estimaciones que el epidemiólogo canadiense se atrevió a publicar y que suscitaron una enorme campaña acusatoria que llegó hasta el despacho del rector de su universidad, que con toda seguridad ignoró la ira oficial egipcia. La corresponsal de The Guardian que se atrevió a dar las cifras de las estimaciones tuvo que abandonar Egipto. Las amenazas a los que han osado desafiar las "cifras sagradas" han sido constantes y han sido tratadas aquí no hace muchos días cuando el "comisario político" a cargo del control de la información dio lecciones a diversos diarios sobre la "ética periodística" y la "verdad".
Tras lo dicho anteriormente, nos llevamos una enorme sorpresa al leer en Egyptian Streets unas declaraciones del ministro de Educación Superior:

Egypt’s Minister of Higher Education and Scientific Research Khaled Abdel Ghaffar said on Monday that the real numbers of infections in Egypt could be more than 100,000.
During a presentation that showed modelled the spread of the virus in Egypt, the Minister said estimates indicate the real number of infections is probably five times higher – or around 117,000 cases.
The Minister noted that the growth rate increased exponentially in the last days of May, rising from 5.4 percent growth rate on May 21 to 6.2 percent on May 30. During the earlier days of the pandemic in Egypt, the growth rate was around three percent, said the Minister.
“While the official reported cases show that there are only 24,985 cases, we present a more pessimistic outlook as it is likely that we are five or 10 times higher, so in reality we could have 117,000 cases,” the Minister stated.
The Minister also said that the number of deaths in Egypt from COVID-19 may also be several times higher. Currently, the death toll from COVID-19 in Egypt stands at 959.



¿Una "perspectiva más pesimista"? ¡Es casi un "golpe de estado"!, de no ser porque la expresión tiene serias limitaciones en Egipto. El contraste con la información ofrecida por el diario estatal Ahram Online es tremendo (su titular de ayer es "Egypt reports a decline in coronavirus infections for second day in a row, a record of 47 deaths"), ya que aquí solo se da una "perspectiva optimista", eliminado cualquier referencia a las estimaciones y a la suposición que las cifras son solo la punta del iceberg.
¿Cuánto durará el ministro en su cargo? Pues dependerá de la difusión de sus explicaciones del modelo. ¿Será estigmatizado como un vulgar epidemiólogo canadiense o expulsado como enemigo del estado? Es cierto que es el mismo ministro del que Arab News nos ofrecía el 22 de mayo el siguiente titular "No more new COVID-19 cases in Egypt after July 16, minister predicts". Y explicaba:

CAIRO: Egypt’s Minister of Higher Education Khaled Abdel-Ghaffar said on Thursday that he did not expect any new cases of COVID-19 to be reported in the country after July 16.
“The number of cases reported reached over 14,000 as of yesterday (May 20),” Abdel-Ghaffar said. “By the end of the crisis we will reach 37,000, which will probably happen by July 16. These numbers are subject to change but these are our expectations as of now.”
Abdel-Ghaffar was speaking at the opening ceremony of the third phase of a national housing project in Alexandria, also attended by Egyptian President Abdel-Fattah El-Sisi.
The Egyptian Ministry of Health announced that, as of May 20, there have been 14,229 COVID-19 cases in the country, of which 3,994 have recovered and been released from quarantine hospitals, while 680 have died.
Abdel-Ghaffar said the average daily increase of cases being reported is “normal” and should not cause concern. He claimed that an average of 500 to 1,000 new cases per day is considered normal.
“We are yet to hear about our daily average (of reported cases) reaching 15,000, 20,000 or 30,000,” he said, adding that the number of cases is not as important as the percentage increase.
The minister predicted that by May 28 the total number of COVID-19 cases reported in the country would likely be somewhere between 15,000 and 20,000.
He said that he was not worried by the increase in cases between March 30 and April 15, as it had changed from 8 percent to 10 percent. The increase between April 15 and May 20 had been between 5 and 5.6 percent, he said, again stating that such an increase was not a cause for concern.*******



Hay que reconocerle al ministro egipcio de Enseñanza Superior una ubicuidad de ideas envidiable. Su capacidad de ofrecer múltiples versiones de la realidad y del futuro en tan poco tiempo debe tener confundido a más de uno. La fotografía que ilustra el artículo nos muestra unos cuantos cientos de egipcios agolpándose para hacerse pruebas para ver si tenían el COVID-19. Es probable que muchos llegaran sin él, pero lo que es bastante seguro es que muchos salieron de allí contagiados.
La tendencia a que solo haya una verdad, la oficial, hace que muy pocos traten de decirla y que sea poco explicable que al ministro de Educación Superior se le hayan "escapado" sin querer esas estimaciones, aunque es probable que las variaciones cada poco tiempo le haya confundido. Ligereza con la que habla de las muertes y contagios y cuándo deben ser preocupantes no serían aceptadas en muchos países con la normalidad con la que los sufridos ciudadanos egipcios suelen hacerlo. Eso son los problemas de no poder criticar por si te consideran "enemigo del estado" y acabas peor.


Como decíamos al principio, el COVID-19 es uno, pero los entornos en los que se manifiesta son diversos, humanos y sociales, no son ajenos ni al pasado ni al presente, tampoco al futuro, que también se ha de dibujar con unas perspectivas diferentes en función de las expectativas.
La competición internacional, como advertía el presidente de la española CEOE, por hacerse con el  osado turismo post confinamiento, hace que los medios reflejen unas realidades que a lo mejor no son siempre lo que parecen. En Egipto, junto al condicionante turístico existen muchos otros que sus 100 millones de habitantes padecen y probablemente padecerán.
Los límites de cada país, su capacidad de transformación o adaptación a las circunstancias de la pandemia, las mentalidades, las creencias, el sistema sanitario, la libertad de información, etc. son determinantes del sistema en el que se manifiesta el COVID-19 y le dan su peculiar aspecto local. Son muchos, en este sentido, los límites que condicionan a Egipto. Todos cuentan.



*  "‘Enemies of the State Questioning Our Efforts’: Egypt’s President Sisi Calls for Unity" Egyptian Streets 28/05/2020 https://egyptianstreets.com/2020/05/28/enemies-of-the-state-questioning-our-efforts-egypts-president-sisi-calls-for-unity/
** "Egypt’s cabinet sets up nationwide hotlines for coronavirus inquiries" Egypt Independent 2/06/2020 https://www.egyptindependent.com/egypts-cabinet-sets-up-nationwide-hotlines-for-coronavirus-inquiries/
*** "Dawi aims to become Egypt’s medical ‘Starbucks of clinics’ chain" Financial Times 17/09/2019 https://www.ft.com/content/0f0ee59c-b50b-11e9-b2c2-1e116952691a
**** Ruth Michaelson "Reporting on the coronavirus: Egypt muzzles critical journalists" Deutsche Welle 3/04/2020 https://www.dw.com/en/reporting-on-the-coronavirus-egypt-muzzles-critical-journalists/a-53009293
***** "Egypt prosecution orders trial for 42 defendants involved in hindering physician’s burial" Egypt Independent  2/06/2020 https://www.egyptindependent.com/egypt-prosecution-orders-trial-for-42-defendants-involved-in-blocking-doctors-funeral/
****** "117,000 COVID-19 Cases in Egypt Say Estimates: Minister" Egyptian Streets 1/06/2020 https://egyptianstreets.com/2020/06/01/100000-covid-19-cases-in-egypt-say-estimates-minister/
******* Salma Ahmed "No more new COVID-19 cases in Egypt after July 16, minister predicts" Arab News 22/05/2020 https://www.arabnews.com/node/1678131/middle-east




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