sábado, 29 de junio de 2019

Rocket Man contra Vladimir

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Elton John acaba de llamar "hipócrita" a Vladimir Putin. Creo que no es la palabra más ajustada porque Putin no finge nada, más bien se ríe de ti. La cuestión no es nueva y Putin lo hace con frecuencia. No es hipocresía, es desfachatez. La cara de palo de Putin no logra esconder la risa interior, que es el gesto del que busca cómplices con la mirada. No se trata de hipocresía, no.
La cuestión de la homofobia rusa ha surgido una vez más y esta vez afectando directamente a Elton John, ya que se refiere a la censura practicada sobre la película Rocket Man, un biopic sobre el cantante británico, Sir en su país y un personaje incómodo en muchos otros.
La CNN lo cuenta así:

In an interview with the Financial Times, the paper said the Russian President accused liberal governments of pursuing a mindless multiculturalism and embracing sexual diversity, among others things.
"I am not trying to insult anyone because we have been condemned for our alleged homophobia," Putin said in the interview published Thursday. "But we have no problem with LGBT persons. God forbid, let them live as they wish. But some things do appear excessive to us. They claim now that children can play five or six gender roles."
"Let everyone be happy, we have no problem with what," Putin told the outlet. "But this must not be allowed to overshadow the culture, traditions and traditional family values of millions of people making up the core population."
Elton fired back in a social media post Friday, saying he was "deeply upset" by the interview and strongly disagrees with Putin's view.*


Los argumentos son los mismos que se esgrimen en países como Egipto —con quien Rusia hace buenas migas—. El mismo argumento de que seas "feliz en tu casa" sin problemas, pero cualquier visibilidad pública es condenada o atacada como destructora de una "tradiciones" que constituyen la "esencia" de los valores nacionales. Como ocurre en Egipto, las redadas periódicas se encargan de dejar en evidencia que los deseos de felicidad son más bien un sarcasmo.
Es importante comprender el valor de refuerzo de los argumentos, que se construyen cuidadosamente, dejando ver que unos se apoyan en otros, por lo que cualquier discrepancia se supone como un ataque a la totalidad. Es entonces cuando se desatan las iras y las reacciones violentas.
Recordemos lo que ocurrió en Rusia durante los Juegos Olímpicos de Invierno, los celebrados en Sochi. Todo el mundo era bienvenido menos la comunidad gay a la que se le advirtió de lo que podía pasar. Y esto era sencillo. No era necesario recurrir a las autoridades, los batallones de calle se encargaban de los que les parecían gais.
Human Right Watch recogía en 2018 un artículo de Graeme Reid, titulado "The Olimpics Have Left Sochi, but Don't Forget LGBT Russians", publicado previamente en el Huffington Post. En el artículo señalaba los efectos de la ley rusa sobre la comunidad homosexual:

In June 2013, just months before the opening ceremony of the Sochi Olympics, Russian President Vladimir Putin signed what became known as the “gay propaganda law,” arguing that “nontraditional sexual relations” were a danger to children, the family and society. The law, Putin claimed, would uphold “traditional values.”
On paper and compared to a spectrum of anti-gay laws in some other countries, this new law was not the worst. It made the sharing of “propaganda of non-traditional sexual relationships” an administrative, not criminal, offense, punishable with a fine, not imprisonment. But its most harmful effects are insidious. It effectively excluded a vulnerable minority from full participation in society and gave state sanction to their status as outsiders.
The well-founded fear of activists in Russia was that the law would not only restrict freedom of expression, but would send a message that the government condoned homophobia, leaving gay people vulnerable to violence and abuse.
And that is exactly what happened.
The passage of the law coincided with a ratcheting up of homophobic rhetoric in state media and a dramatic increase in attacks by vigilante groups and individuals. Vigilantes preyed on young gay men, lured them via dating apps to fake rendezvous, and beat, humiliated and tortured them. The attackers filmed these attacks, and posted the footage on social media, including images of themselves attacking the men they perceived as gay, confident in their impunity. As expected, the police failed to recognize the attacks as hate crimes.**


Por esto precisamente, que es lo que se buscaba, no creo que Putin sea un hipócrita, sino algo mucho peor. Se burla de todos. Es una escenificación ante sus seguidores que le conocen bien.
Pero el modelo que ha instaurado tiene seguidores. Se trata de ofrecer una ley aparentemente liberal y dejar caer la violencia sobre la comunidad y los activistas a manos de escuadrones dedicados a ejercer la violencia sobre ellos. Es un ciclo: 1) les atacan, y 2) si protestan les detienen por manifestarse. En la primera parte, la violencia viene de grupos organizados que trabajan con total impunidad y descaro. Los que protestan son reprimidos por las fuerzas policiales y encerrados, donde vuelven a sufrir agresiones. La Ley prohíbe la manifestación de signos o de quejas.
Aquí vimos la represión egipcia por la aparición de una bandera arco iris en un concierto de un grupo libanés, uno de cuyos integrantes es gay. La aparición de la bandera causó una furibunda reacción con redadas y detenciones, con estancias en la cárcel.


El modelo es el mismo: una ley que aparentemente tolera poro que se sostiene en un discurso paralelo de defensa de la religión, la familia, la nación, etc. La aparición allí donde aumentan los populismos, como ocurre en Brasil, es una señal del retroceso que se está viviendo en muchos lugares del mundo.
Los tres pilares del populismo son el dogmatismo religioso vinculado al nacionalismo (Dios nos ama más que a los otros), la homofobia (el pecado destructor) y el antifeminismo (un invento liberal de occidente para destruir las familias). Los tres elementos se refuerzan: el elemento dogmático lo da la religión y el discurso que se extrae sirve para reforzar los otros dos, creando los elementos negativos, la homosexualidad y la mujer insumisa. Según los casos, hay otro fuerte elemento, el racismo, que brota de nuevo con fuerza en comunidades como la norteamericana. No es casual que todos estos populistas hagan tan buenas migas con Trump, un modelo para ellos.
Putin es descarado en sus intervenciones y aquí ha jugado a la víctima desde su propio campo de juego. Lanza a la sociedad esas ideas para presentarse como adalid del tradicionalismo. Los grupos violentos captan el mensaje y salen a hacer sus redadas armados de patriotismo y fe. Por fin han conseguido unir sus ideas y sus gustos: apalear a la gente, abrir cabezas.


* "Elton John slams Vladimir Putin as hypocritical in open letter" CNN 29/06/2019 https://edition.cnn.com/2019/06/29/entertainment/elton-john-slams-vladimir-putin-financial-times-interview-trnd/index.html
** "The Olympics Have Left Sochi, but Don’t Forget LGBT Russians" HRW 8/02/2018 https://www.hrw.org/news/2018/02/08/olympics-have-left-sochi-dont-forget-lgbt-russians



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