Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Continúa
la campaña contra los activistas de Derechos Humanos en Egipto. Y sigue
sorprendiendo la respuesta que el gobierno egipcio da a quienes le critican por
las medidas tomadas.
Desde
2011, los gobiernos egipcios han sostenido la misma argumentación: recibir
fondos exteriores es equivalente a ser un "espía", "agente
exterior", etc. Ignora su propia situación de constante financiación
exterior, empezando por su propio ejército, subvencionado por los Estados
Unidos, pese a los discursos antiamericanos.
El
diario estatal Ahram Online señala la respuesta dada ayer, sábado, a las
críticas provenientes de la Unión Europea y Gran Bretaña por boca del portavoz
gubernamental:
Egypt condemned on Saturday the statements
issued by the European Union (EU) and the United Kingdom (UK) commenting on the
verdicts recently released by Egyptian courts against non-governmental
organisations (NGOs).
On Wednesday, the Cairo Criminal Court upheld
the asset freeze of Mozn Hassan, head of Nazra for Feminist Studies, and rights
defender Mohamed Zarea on charges of being involved in the “NGOs foreign
funding” case.
In a statement issued by Egypt’s Foreign Ministry,
the official spokesperson Ahmed Abou Zaid said that some countries still insist
on using double standards when dealing with Egypt, as they demand Egypt respect
the rule of law while also intervening in the ruling of Egypt’s judicial
system.
Abou Zaid added that Egypt supports NGOs and
their roles, saying that there are currently about 48,000 NGOs operating freely
and abiding by the law. The spokesperson concluded the statement by saying
these countries should mind their own internal affairs and the problems they
have within their societies that cannot be hidden, and leave Egypt to continue
its steps towards a modern civilian state.
In 2011, the government began cracking down on
NGOs that received funding from foreign states. Security forces stormed the
offices of 17 local and international NGOs which were investigated for
allegedly receiving illegal foreign funding. This case resulted in several
civil society workers being put on trial and enforced restrictions, including
travel bans and frozen assets.*
Hay dos cosas que hay que distinguir aquí pero que van enlazadas:
1) El gobierno egipcio sigue presentando una
"normalidad" que no existe; sigue pidiendo "leave Egypt to
continue its steps towards a modern civilian state". Un "estado vil moderno" es justo el camino opuesto al que Egipto ha tomado con un
presidente militar, con una designación masiva de militares para puestos
civiles, como informó la propia prensa egipcia, y con una presión creciente
sobre las instituciones civiles. Egipto puede hacerlo, pero no debe llamarlo
"estado civil moderno" porque si lo hace habrá cerrado cualquier
esperanza de poder llegar a serlo algún día. Eso que llaman "estado civil
moderno" no es más que la consolidación de un estado autoritario basado en
la represión, en la prohibición y en la vigilancia de sus ciudadanos. Los
indicadores internacionales en todos los campos (educación, sanidad, cultura,
libertades...) muestran un retroceso incluso respecto a la época de Hosni
Mubarak, que es ya el colmo. Si el gobierno egipcio quiere seguir viviendo la
falacia del "estado moderno civil" y persiguiendo, acosando,
declarando traidor a cualquier ciudadano que dice estar harto, como el reciente
caso del conductor del tuk-tuk, un verdadero escándalo, puede hacerlo, pero que
no pida reconocimiento porque nunca va a encontrar más que a dictadores y
autócratas que le aplaudan. Será la confirmación de que no es lo que dice.
2) La queja por la interferencia
en los asuntos judiciales no es más que una parte de esa falacia de la
normalidad. Al gobierno egipcio le gustaría que sus acciones fueran aplaudidas
como su "guerra contra el terrorismo", la versión oficial.
Indudablemente hay un terrorismo en Egipto, pero igualmente indudable es que
existe un acoso y ataque sistemático contra los defensores de los Derechos
Humanos y no aceptan el discurso oficial. Difícilmente podrán ser acusadas de
"terroristas islamistas" las organizaciones feministas y sus
dirigentes, que se ven encarcelados a la primera de cambio.
Le gusta mucho al gobierno egipcio repetir lo del
"doble estándar" tratando de hacer ver que son decisiones de los
jueces sobre las que no tienen nada que ver. Esto es una falacia contante e
impresentable, pues los jueces aplican las leyes que el parlamento aprueba y
les son presentadas por el ejecutivo. Decir que "son los jueces" en
estas condiciones no es más que un mal chiste. La independencia de la justicia
es una idealización más que ingeniosa pues nada ha cambiado del sistema de
judicial desde la época de Mubarak, son los mismos jueces, la misma élite
favorecida y endogámica mediante la cual una clase política y económica se
perpetúa. Ese fue el mensaje que repitieron los ministros de Justicia egipcios.
Las farsas de los juicios contra aquellos que han asesinado
a manifestantes pacíficos y desarmados, como en el caso de la activista
socialista Shaimaa al-Sabbagh, cuyo aniversario se celebrará en estos próximos
días, muestran los límites de la "independencia" judicial con
claridad suficiente. No debería el portavoz del gobierno rasgarse las
vestiduras con tanta facilidad.
Las críticas al gobierno egipcio se hacen en nombre de una
política de Derechos Humanos que el gobierno egipcio incumple con el beneplácito
explícito de su presidente que ha manifestado en varias ocasiones que "no son
adecuadas para Egipto", sea eso lo que sea. ¿Su incumplimiento sí?
La nueva ley de la ONG es claramente represiva e incluye, más allá de la cuestión de la financiación, aspectos como la prohibición de realizar encuestas sin permiso o hacerlo para entidades extranjeras, como la ONU, endurecimientos de penas, hasta cinco años de cárcel para los trabajadores de las ONG, según los propios activistas han denunciado y recogía Reuters.
En un "estado civil moderno" no se acosa a la
prensa, se congelan los fondos de editores, se encarcela a periodistas y a la
cabeza de su sindicato, se les despide de los medios públicos por criticar al
gobierno, etc. Y especialmente, en un "estado civil moderno" se deja
crecer a la sociedad civil, algo que se tiene especial empeño en que no se
produzca. El crecimiento y fortalecimiento de la sociedad destruiría el
entramado que durante décadas se ha forjado en Egipto y que no quieres ser
desalojado del poder bajo ningún concepto. La experiencia es clara. De nuevo
han ido regresando los que salieron del régimen de Mubarak. Son esos jueces los
que han ido revisando sus juicios, repitiéndolos y sacándolos a la calle. El
gobierno los necesita en un estado en una crisis económica sin precedentes.
Todo forma parte del mismo círculo: cuanto mayor sea la
represión ante las demandas por la crisis económica y política, más importancia
cobra el papel de quienes les defienden, las ONG de derechos humanos.
Desarmando a las ONG, ya sea económicamente o mediante el encarcelamiento, se
aparta a los activistas y se limita sus recursos. La pretensión de que todos
son miembros de una conspiración es simplemente infantil.
Combatir el terrorismo no tiene porqué ir ligado a una
represión social que califica como "terrorista" a todo el que se le
opone, "verdad" todo lo que dice y "conspiración" cualquier
acto que le lleve la contraria. Y ese es el planteamiento, desde la impotencia,
del régimen egipcio.
Los bandazos dados en política exterior, de Putin a Trump,
sus choques con sus aliados y financiadores saudíes y el abandono de todos los
grupos políticos que no sea el "movimiento" de apoyo, el
distanciamiento de los grupos jóvenes y las denuncias de los de las mujeres,
que se han visto sorprendidas por manifestaciones en el parlamento
profundamente machistas sobre la ablación, los divorcios y custodia de los
hijos o peticiones de exámenes de virginidad para entrar en las universidades,
etc. son una ristra de ejemplos (por más anecdóticos que puedan parecer) que
marca una tendencia hacia lo que no puede ser llamado un "estado civil
moderno".
Un "estado civil moderno" no encarcela a los
reformistas religiosos, a los novelistas o congela activos de los dueños de editoriales
y espacios culturales. ¿Es de nuevo la independencia de los jueces? En un "estado
civil moderno", los ministros no escriben los sermones de las mezquitas con
cinco años de adelanto. En un "estado civil moderno" no desaparecen
los estudiantes de doctorado extranjeros que estudian los sindicatos y
reaparecen muertos, torturados en una cuneta, como el italiano Giulio Regeni. Creo
que el gobierno de al-Sisi debería revisar su concepto de un "estado civil
moderno" porque lo que ha creado ni es "civil" ni es
"moderno", por muchas vueltas que se le quiera dar a los conceptos.
La clase privilegiada egipcia, un conglomerado de militares,
funcionarios y empresarios que han hecho sus fortunas controlando el país y dirigiéndolo
con mano firme, manteniéndolo en el punto justo para evitar los levantamientos,
no va a permitir la emergencia de una sociedad civil que tome protagonismo, que
se muestre eficaz y más sensible hacia los problemas endémicos del estado, que
es sobre todo ineficaz.
El diario Egypt Independent maneja unas escuetas líneas de AP:
An Egyptian court on Wednesday ruled to freeze
the assets of three rights activists, the latest chapter in a widening
crackdown against civil society groups. The freezing and those of five other
rights campaigners in September is part of a wider case against at least 12
rights groups that dates back to 2011.
Britain and the EU said they were concerned by
the verdict, and that it “continues a worrying trend.”**
En efecto, un capítulo más de una larga contienda mediante
la que se trata de acallar todas las voces discrepantes que puedan recriminar
lo que ocurre en el país. La represión es considerada "asunto
interno" y se considera una "intromisión" en los "asuntos
internos". Señala Daily
News Egypt:
Abou Zaid added that Egypt supports NGOs and
their roles, saying that there are currently about 48,000 NGOs operating freely
and abiding by the law. The spokesperson concluded the statement by saying
these countries should mind their own internal affairs and the problems they
have within their societies that cannot be hidden, and leave Egypt to continue
its steps towards a modern civilian state.***
Es la misma respuesta que le dio Mohamed Morsi a la Unión
Europea, a Angela Merkel que le recibió en su nombre, cuando se le recriminaron
los incumplimientos de los derechos humanos bajo su mandato. Egipto tiende a no
acordase de esto y probablemente no aparezca en los reescritos libros de
Historia que sus estudiantes deberán aprender. Sin embargo, debería hacerlo
porque es la demostración de que la defensa de los Derechos Humanos no forman
parte de una conspiración sino de un compromiso internacional que sitúa a un
lado o a otro de la línea de la "modernidad". El régimen egipcio no
es civil, no es moderno. No puede serlo mientras todo el que llegue al poder use la
represión como forma de gobernar, ignorando las recomendaciones y advertencias que
desde todos los organismos internacionales se le hacen. Y se hace por bien del
propio pueblo egipcio.
Ver a los que tratan de que se cumplan los derechos Humanos
como "enemigos del pueblo" es un gran error y demuestra que el
sentido de "civil" y "modernos" no es más que retórica. Lo
es porque no se quiere dejar en manos de la sociedad su propio destino. Es el
efecto de haber ocupado el poder desde los años 50.
Es una pena que el gobierno egipcio siga dejando sin
opciones de evolución a la sociedad. La ausencia de un liderazgo más allá de la
retórica está causando un grave perjuicio a una sociedad que tiene muchos que
decir y hacer si se le deja. Ahora mismo vive bajo una crisis brutal y se le
cierra la posibilidad de demostrar su malestar bajo la acusación de ser "terroristas",
que es la etiqueta del discrepante. No se arregla nada así.
Puede que estén esperando a que Donald Trump vaya a dar el
abrazo al presidente. Pero no se engañen: a Trump le importa muy poco Egipto,
menos los derechos humanos. A Egipto se le dejará aparecer en la foto, pero
poco más.
La noticia de Ahram Online es, curiosamente, la que deja más
clara la postura de los británicos en la cuestión de los derechos humanos y la
necesidad de una sociedad civil que pueda desarrollarse:
“A strong civil society is vital to Egypt’s
long term stability and economic development. Restrictions and sanctions on
civil society organisations take Egypt further away from implementing the
freedoms set out in the 2014 Constitution. The impact of this decision on the
work of those striving to protect women’s rights in Egypt is particularly
troubling,” the UK minister said.
Hassan and Zaree are among a number of
prominent Egyptian human rights activists slammed with asset freezes and travel
bans in 2016 pending trial into charges of receiving illegal foreign funding.
A law managing the activities of NGOs was
passed last December by Egypt's parliament – yet to be ratified by the
president – sparked widespread criticism by human rights activists locally and
internationally.
Twenty-two NGOs and six political parties have
signed a statement saying that the draft law would “end civil society” by
putting it under the control of government and security bodies.
Egypt has repeatedly described international
reports on the country’s human rights record as “biased and politically
motivated,” stressing that it rejects comments by international organisations
on Egyptian court verdicts.*
El error terrible del gobierno es el mismo de siempre: el miedo
a que el desarrollo social reclame de nuevo, como ocurrió en 2011, la salida de
los militares del gobierno. No es otro el miedo, el dejar de controlar al país.
Por eso se ataca igualmente a los islamistas y a los liberales y demócratas, a los
grupos feministas, etc. Los primeros son peligrosos, como estamos viendo, pero
los otros son críticos y denuncian las debilidades e inconsistencias del
régimen, lo retórico de sus discursos, que encubre el autoritarismo galopante
de la sociedad favorecida por el régimen. Prefieren vivir a la sombra del Ejército
y sus negocios a tener una sociedad abierta y democrática que se maneje
realmente por una Justicia independiente que combata realmente la corrupción y
los negocios turbios que hay alrededor del poder y sus amistades.
Egipto recibe muestras constantes de solidaridad en cada
atentado, condenas por parte de la comunidad internacional ante el dolor
causado. Entonces nadie se queja de lo que se dice; sí, en cambio, cuando
llegan las críticas por lo que se hace mal, que son entonces vistas como
"injerencias" injustas.
¿Es terrorismo la defensa de las mujeres y no lo es que se
dejen mutilar, como pedía un diputado en el parlamento egipcio? Para el
gobierno y los jueces egipcios, recibir ayudas para hacer lo que ellos no
hacen, sí lo es. El mismo control de las ONG se extiende por toda la sociedad
en cualquiera de sus manifestaciones. Solo el ejército puede estar
subvencionado sin que nadie piense en traiciones o conspiraciones.
El argumento que de 48.000 ONG que trabajan en Egipto solo
una cuantas plantean problemas es realmente absurdo. Pero sirve para dejar en
evidencia quiénes son los que molestan política, religiosa y culturalmente. El doble rasero habría sido denunciar a los islamistas por atacar los derechos humanos entonces y no hacerlo ahora. Eso sí es doble estándar.
*
"Egypt says EU and UK statements on NGO asset freeze shows 'double
standard'" Ahram Online 14/01/2017
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/255056/Egypt/Politics-/Egypt-says-EU-and-UK-statements-on-NGO-asset-freez.aspx
**
"Egypt slams EU, UK for criticizing ruling on activists" Egypt
Independent 14/01/2017
http://www.egyptindependent.com//news/egypt-slams-eu-uk-criticizing-ruling-activists
***
"Egypt condemns EU, UK comments on judicial actions against NGOs "
Daily News Egypt 14/01/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/01/14/egypt-condemns-eu-uk-comments-judicial-actions-ngos/
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