Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con la llegada de las nuevas tecnología de la información,
pasó a ser un tópico de la comedia cinematográfica en su vertiente juvenil
repetir eso de no romper con tu pareja por email o dejando un mensaje en el
buzón de voz o fórmulas por el estilo. Se trataba de recoger la falta de valor,
incluso de estilo, que representaba la ruptura a distancia, lejos de dar la
cara y a salvo de los efectos sobre el otro cuando se entera.
Como Egipto no deja de sorprenderte y los discursos sobre la
realidad empiezan a ser de mal gusto, tanto en su vertiente pública como en la
periodística, me ha llamado la atención la noticia, con el titular "Sisi
calls for law to restrict verbal divorce among Muslims" que nos traía ayer
Egypt Independent:
Egypt President Abdel Fattah al-Sisi on Tuesday
called for a new law tightening divorce procedures for Muslims.
Egyptian law currently grants a Muslim husband
the right to divorce his wife in her absence and without her knowledge. He may
initiate and conclude all the divorce procedures himself, only letting her know
at the final stage.
President Sisi said that we are a country keen
on maintaining our society, and that we have to issue a law that requires the
husband and the wife to be present in person, at the same time, in front of the
Ma'zoun (public notary, marriage official) for divorce to take place, thereby
enabling the couple to reconsider.
The divorce percentage is high, and 40 percent
of the 900,000 marriages unions every year end up in divorce within 5 years,
Sisi said during a speech he gave at the ceremony marking the National Police
Day.
Egypt saw about 200,000 divorce cases during
2015, which marks a 10.8 per cent increase in divorces from the previous year,
the Central Agency for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS) said last
year.
The total number of divorces in 2015 reached
199,867 in comparison with 180,244 cases in 2014, CAPMAS said in its annual
report on marriages and divorces.
The CAPMAS said that the figure of 2015 is the
highest divorce rate in two decades. The rate reached 2.2 cases per 1,000
people in 2015, which represents an 83 percent rise compared to the beginning
of the period 1996-2015, according to the agency.*
Hoy, 25 de enero, es el día más temido del año: el
aniversario de la revolución de 2011, el comienzo de la Primavera Árabe en
Egipto. En el texto, como en la casi totalidad de la prensa, no se menciona. es el "no-aniversario". En el de Daily News
Egypt, por ejemplo, esta coincidencia ocupa solo la última línea del texto:
"25 January, the National Police Day, is also the anniversary of the 25
January Revolution which toppled former president Hosni Mubarak". Se
recogen menciones al sacrificio de la Policía en la defensa de todos, a sus
valores, etc. etc. y ese añadido final, como si se acabaran de dar cuenta de la
coincidencia.
Caro, no hay coincidencia. La gente se sublevó el Día
Nacional de la Policía por algo, no por casualidad. Y ese algo es que la
Policía era la herramienta de represión de estado de Mubarak. Ambos días son,
por definición, opuestos, incompatibles.
No sorprende, pues, que el régimen actual se haya decantado
por las celebraciones oficiales del Día de la Policía y reprima las
manifestaciones de los que quieren recordar las muertes de los que cayeron en
aquellos días durante las protestas y a manos de la Policía. Pero todo
esto entra dentro de lo normal, tiene su lógica. Lo que no tiene ninguna es
aprovechar para hablar de divorcios
el día Nacional de la Policía que coincide, además, con la
"no-celebración" de la revolución del 25 de enero.
Pero más allá del contexto, vayamos al texto. Recuerdo hace
unos años asistir a un debate en el que una muchacha islamista presumía de la modernidad islámica por el divorcio, algo
que, decía, a los cristianos no les estaba permitido. Las feministas, en
cambio, siempre han criticado que ese divorcio, presuntamente moderno, tenía
una asimetría escandalosa y que era, sencillamente, una serie de privilegios
acumulados para los hombres mientras que para la mujer era más bien un "ahí
te quedas" que la dejaba marcada personal y socialmente.
Recordarán (o pueden hacerlo en esta entrada) que no hace
muchos días tratábamos aquí el estatus inferior y despreciado de las mujeres
divorciadas, cómo la propuesta de nueva ley pretendía que perdieran la custodia
de los hijos en beneficio del marido si ella se volvía a casar. La ley marcaba
hasta el momento que si una mujer divorciada, con sus hijos en custodia, se
casaba, perdía los hijos que pasaban a vivir con la abuela materna. La cuestión
quedaba, pues, en la familia de ella. La nueva ley era machista pues los hijos
volvían con el padre, convirtiendo en más escandalosamente machista la ley.
La mujer divorciada, además de no casarse para no perder a
sus hijos, queda marcada socialmente y objeto de desprecio, en situación de
debilidad y sometida a un acoso superior al que están todas sometidas. Las
noticias hablaban de los desafíos de las mujeres divorciadas para poder
recuperar, tener una vida propia sin estar sometidas a más vejaciones o
indefensiones. Si marido, tienen que volver a estar bajo el
"guardián" original, el padre. La mujer sola es peligrosa.
La noticia de que el presidente al-Sisi ha dirigido a la
Policía un discurso hablándoles sobre el divorcio y los males que conlleva es
sorprendente, aunque sabiendo lo dados que son los presidentes egipcios a
considerar a todos sus hijos —como les dijo Mubarak a los que pedían su salida
del gobierno y procesamiento—, no tendría nada de extraño que tuviera un fondo
simbólico de la unidad o quizá una asociación involuntaria reveladora.
Lo que sí es absolutamente increíble es que la ley egipcia
(o de cualquier lado) permita un divorcio como el señalado por el presidente,
es decir, un divorcio que el marido puede solicitar, tramitar y acercarse un
día a su esposa y decirle, "por cierto, estamos divorciados". Ya era
una posibilidad que real que un día el marido llegara y dijera "por
cierto, esta señora es mi nueva esposa", hasta tres veces, pero esto nos suena ya excesivo. O
simplemente un rasgo machista más.
La "solución Sisi" —el presidente tiene soluciones
para todo, aunque no siempre funcionan o son acertadas— al aumento de los
divorcios es muy típica de su forma de enfocar los problemas: en vez de ir a
las causas se endurecen las condiciones. Eso significa que los problemas no se
arreglan y que, por el contrario, hay que tragarse sus consecuencias hasta la
asfixia. De esta forma lo que desciende es el número de divorcios, pero no el
número de problemas que los causan. La solución a los males matrimoniales es
"te aguantas". Dada la desigualdad, la asimétrica "ley del
embudo" que supone para la situación de hombres y mujeres, la diferencia
de trato, supone mayor aguante y sufrimiento femenino.
Andeel - Mada Masr 2015 |
La perspectiva, como suele ocurrir cuando se considera el
divorcio un mal per se, es machista. No se tiene en cuenta entonces más que el deseo
del marido de alejarse y se considera poco, en cambio, la parte de quien tiene
que aguantar y no decide irse porque no puede. Mientras que un marido pueda tener varias esposas (simultáneas o sucesivas) y una mujer esté
obligada a aguantar al que la perjudica, el endurecimiento del divorcio no
beneficia a la "familia", que se ha convertido en un infierno para
ella, sino que beneficia al marido que puede hacer su vida con otra pareja,
visitando de vez en cuando a la que pasa a segundo término, que queda con los
hijos pequeños y dependiendo económica y socialmente del que sigue siendo su marido hasta que a él le interese soltar el lastre.
El marido, como se nos dice en la noticia, puede —según lo
que las leyes le permiten— divorciarse en "ausencia o sin
conocimiento" de la esposa que un día recibe la noticia de que ha dejado
de serlo. No sabemos, no nos cuentan las estadísticas de este tipo de prácticas
porque en estos casos las estadísticas actúan como igualadoras de algo
profundamente desigual e injusto para la mujer. Todo en esas modalidades actúa
como el resto de la legislación: en favor del hombre frente a la mujer. Es
profundamente machista, patriarcal. Garantiza derechos y placeres de los
hombres, pero queda poco para la mujer, cuya inferioridad se expresa claramente
en ese desprecio que permite realizar al hombre el proceso de divorcio sin conocimiento de ella y acabarlo con un
simple "por cierto".
*
"Sisi calls for law to restrict verbal divorce among Muslims" Egypt Independent
24/01/2017
http://www.egyptindependent.com//news/sisi-calls-law-restrict-verbal-divorce-among-muslims-0
**
"Interior Ministry celebrates 65th National Police Day" Daily News
Egypt 24/01/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/01/24/612394/
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