Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La BBC
nos trae una muestra de lo previsores que somos los seres humanos para ciertas
cosas. La proximidad de la colonización de Marte por humanos plantea algunas
cuestiones relevantes. No se trata solo de las primeras misiones, que se
limitarán a hacer lo que les ordenen desde la Tierra, pues tendrán un carácter
científico militarizado, sino las que posteriormente traten de desarrollar una
vida "civil" en el lugar, que ya no se tratará solo de un espacio que
explorar sino también de un lugar en donde vivir. Y vivir es convivir.
La BBC
nos cuenta cómo algunos ya se están anticipando a las futuras necesidades:
"El futuro de la humanidad más allá de
la Tierra es un asunto fascinante", dice Charles Cockell, astrobiólogo de
la Universidad de Edimburgo y organizador de esta segunda Conferencia
Internacional sobre Libertad Extraterrestre (ELC, por sus siglas en inglés).
"Una de las cosas que ha sido muy
importante en la historia de la civilización humana es la libertad, así que
queríamos pensar en la libertad más allá de la Tierra".*
El
futuro se echa encima en cuanto que te descuidas y las fechas que se van dando,
no sabemos si de forma realista o no, plantean la cuestión entre diez y treinta
años, más o menos, según el tipo de proyecto, desde el reality show televisado
de la Mars One a los planes de la
NASA o de los viajes turísticos espaciales.
La
preocupación colonial es importante porque si las expectativas son las de
quedarse allí y crear una sociedad, esta, efectivamente, tendrá que dotarse de
reglas de convivencia que permitan ir más allá de una primera sociedad
probablemente militarizada para garantizar la supervivencia en el inicio. ¿Se
podrá salir de este planteamiento hacia formas más libres, como propone la
conferencia que sirve de inicio a la BBC?
La imaginación
es una de nuestras armas evolutivas más poderosas pues en su origen está
precisamente la anticipación de problemas o cuestiones que nos puedan afectar.
El hecho de podernos sentar a pensar cómo serían nuestras relaciones y
necesidades en un entorno tan diferente al que nos rodea nos muestra el poder
previsor de que disponemos.
La Conferencia
Internacional sobre Libertad Extraterrestre se centra en la experiencia política
acumulada y en los textos más estables a los que ha dado lugar. El punto de
partida más adecuado les parece la Constitución norteamericana como paradigma del equilibrio
de poderes y reconocimiento de derechos individuales. Les han servido
también como modelo las constituciones de países tan dispares como Japón o
Islandia. Junto a los textos legales, no podían faltar los sistemas diseñados
por la fantasía de todos aquellos que han imaginado mundos más allá del nuestro
a través de la Ciencia-Ficción. La experiencia es importante, pero la capacidad
de anticipar lo nuevo lo es también. Habrá derechos que nunca se hayan recogido
y que sea necesario hacerlo allí:
Los delegados de la conferencia deciden que
tener aire que respirar es un derecho fundamental que tiene que ser consagrado
en el corazón de cualquier constitución colonial.
"Una colonia espacial es un
entorno propenso a las tiranías", advierte Cockell, señalando que ninguna
otra constitución ha incluido antes el derecho al aire respirable.
"Si alguien consigue el
control del oxígeno, podría tener el control de toda la población y amenazar
con consecuencias directas a cambio de niveles extraordinarios de poder".
Pero en la conferencia hay otras
referencias, además de las constituciones: Star
Treck.
Resulta que Gene Rodenberry, el
creador de Star Trek, pensó
seriamente en esto hace casi medio siglo en una oficina de producción de
Hollywood.
"Las personas que escribieron
Star Trek tenían un sistema, la
Federación", dice Janet De Vigne, una académica de idiomas y compañera de
Cockell en Edimburgo.
"Star Trek es una sociedad
postcapitalista, si vas a establecer una colonia, ¿cómo será la organización
económica? La economía podría ser completamente diferente".*
La
especulación sobre las sociedades y su organización tiene su origen en Platón
con La República y en otras obras
como la Utopía de Tomás Moro, pasando
por San Agustín. Desde el Renacimiento en adelante, las propuestas de
comunidades distintas son una constante y representan la insatisfacción con las
prácticas de organización de la convivencia existentes. Porque no nos convence
lo que tenemos, imaginamos otras formas de convivencia.
Los
problemas científicos y tecnológicos son de un orden importante, pero los sociales
no lo van a ser menos. Probablemente, es imposible construir una sociedad perfecta aunque exista la posibilidad de
crear una desde cero. Las sociedades no deben ser perfectas, sino mejorables, y
ese debería ser el impulso que tuviesen sus miembros, la voluntad de ir
avanzando hacia un nivel más satisfactorio en la convivencia. Es difícil
definir una sociedad, sobre todo si se hace en un entorno tan agresivo como será
el de Marte en donde, como en el caso del "aire" que respirar; la
negación de ese derecho fundamental acarrearía la muerte. Simplemente de esta
cuestión del aire surgen decenas de preguntas inmediatas sobre su
administración, en manos de quién debe estar, cuál debe ser su calidad, etc.
Las cuestiones se multiplican en un escenario muy distinto y los miembros de la
Conferencia londinense se dedican a especular sobre ellas.
Como en
cualquier otra sociedad, los que residan en nuestras colonias marcianas tendrán
que encontrar las fórmulas más adecuadas para su supervivencia y convivencia.
Por muy extremas que puedan ser sus condiciones, no deberían renunciar a algo
tan etéreo como es la felicidad. El modelo de la Mars One, que busca
financiarse con el reality emitido desde Marte, apuesta por las reglas del
juego, que serían otra forma de "constitución", pero serían reglas
dadas para el disfrute morboso de los que puedan acceder a su canal desde la
Tierra. No me parece el planteamiento más adecuado.
El
astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre que pisó la luna, ya advertía el año
pasado: el que vaya a Marte se queda, no hay retorno.
Aldrin tiene claro que la NASA, con la ayuda
de la industria comercial, puede llevar seres humanos a Marte alrededor de 2035
y debe hacerlo para que se conviertan en "colonos permanentes".
"No vamos a transportar a la gente de
vuelta a la Tierra, es demasiado caro. La Tierra necesita establecer un
asentamiento permanente en otro planeta y dejar de [sic] que crezca. Cuando
consigamos hacer eso, ese presidente pasará a la historia durante cientos de
miles de años", dice el astronauta, que enseguida descarta el satélite que
él visitó y ahora considera "un callejón sin salida".**
Por
mucho que imaginemos cómo pueda ser la vida en Marte para los terrestres que la
visiten para quedarse, los que tendrán que enfrentarse a los retos serán ellos.
Está bien que dediquemos tiempo a pensar en esto, pero sabemos que serán ellos
los que hagan sus enmiendas. Los organizadores quieren reunir material
académico, señala la BBC, que "servirá como manual sobre cómo establecer y
dirigir una colonia espacial con éxito"*. Este enfoque destinado a
emprendedores y futuros líderes coloniales marcianos no sé si será el más
adecuado. En cualquier caso, yo creo que debe haber primarias.
Como
cualquier colonia, su éxito solo garantiza una cosa: dentro de unos cientos de
años comenzara su propio "motín del té", por un motivo u otro, y
romperá sus lazos con la metrópoli. Dejarán de llamarse colonos terrestres y se reivindicarán como marcianos. Eso hará florecer la Historia y las Artes, que les
ayudarán a reivindicarse como seres distintos y empezarán a poner cuotas de
inmigración cada vez más restrictivas para mantener su nivel de vida frente a
la degradada tierra. Y si no, al tiempo.
Nota: El profesor Charles Cockell es un científico de gran prestigio, director del UK Centre for Astrobiology. En otro plano, pero también importante, ha sido propuesto este año, 2014, para "The Van Heyningen Award for Teaching in Science and Engineering", por la EUSA (Edinbourgh University Students' Association). Conocimiento, imaginación y pasión y entrega en la enseñanza son virtudes por separado y una gran combinación cuando se dan juntas. En la nominación, los estudiantes lo describieron así:
"All of the students agree that he is not
just an international superstar professor who has worked for NASA, he is also
the best professor in general... when he delivered the last lecture in
astrobiology dressed up as an alien, who had to feed every ten minutes, we
could not help it: we were all in love with this amazing educator from another
world!" Student
nomination for Charles Cockell.
*
"Las leyes que regirán la primera colonia en Marte" BBC 10/07/2014
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/07/140710_vert_fut_ciencia_ley_colonias_marte_np.shtml
**
"'Los astronautas que viajen a Marte tendrán que quedarse allí para el
resto de su vida'" El Mundo 9/05/2013
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/08/ciencia/1368017614.html
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