lunes, 9 de septiembre de 2013

Nuestros valores, nuestras imágenes, nuestras razones

Joaquín Mª Aguirre
Da la impresión de que nadie es responsable de lo que ocurre en cualquier punto del planeta. En un mundo lleno de cámaras y testigos, saturado de medios de comunicación y de voluntariosos voluntarios que cuelgan cada día millones de imágenes y vídeos, lo que ha arraigado es la duda. El resultado es que nadie se cree ya nada. Nos hemos vuelto todos escépticos de lo ajeno mientras que, por el contrario, exigimos a los demás la adhesión inmediata a nuestras propuestas, que nos parecen absolutamente evidentes, innegables. Los demás nos aplican, claro, el mismo rasero.
El mundo se ha vuelto escéptico no por un exceso de meticulosidad sino por un exceso de información contradictoria: somos incapaces de decidir sobre lo que es verdadero o falso de forma racional. La televisión rusa afirma hoy en su web que los vídeos de las consecuencias de los ataques con armas químicas están rodados en el 'Hollywood catarí". La opinión de un periodista sirio entrevistado por medios rusos ayuda a sembrar el desconcierto:

El año pasado se dio a conocer, según datos de la agencia siria Sana, que una empresa catarí especializada en la construcción de decorados de cine creó en las afueras de la capital, Doha, copias de calles, plazas y edificios de las ciudades de Damasco, Alepo y Latakia.
La agencia publicó en aquel entonces que, con la ayuda de estos decorados y de actores vestidos con uniformes militares sirios, canales de noticias árabes y occidentales hostiles al Gobierno de Bashar al Assad iniciaron una nueva ofensiva en la guerra de información con el fin de convencer a la comunidad internacional de la necesidad de intervenir militarmente en el conflicto sirio.*


En un mundo en el que la gente cree que les engañaron con la llegada a la Luna o que la gente se bombardea a sí misma, todo es posible. ¿Es el mundo un decorado; todos somos Truman?
La prensa egipcia avisaba ayer de la detención del responsable de una empresa de ropas especiales y uniformes para policía y militares porque se estaba fabricando material sin control de adónde iba. También allí se discute sobre la veracidad de sus propios videos, sobre si son reales o montajes. También allí se preguntan porque ciertos muertos llevan abrigo en verano o porque alguien muere varias veces, según la fotos publicadas o por qué un mártir de una sentada pro Morsi se manifestaba unos días antes con su familia contra Morsi. ¿Existe un mundo doble poblado por actores entremezclados con las personas que son las que dicen ser? ¿Existe otra Siria en  Qatar? ¿Todos los muertos son del mismo lado? Con sembrar la duda es suficiente.


El abandono de la racionalidad decisoria, por aburrimiento analítico —no llegamos a consecuencias claras y nos bloqueamos—, hace que finalmente, sean los argumentos emocionales los que busquen nuestra adhesión en un intenso crescendo que sustituye al diálogo. Pero nada más fácil que manipular los sentimientos. Y en eso están todos. Se busca conmover y nuestras saturadas sensibilidades necesitan ya dosis dobles para escandalizarse u horrorizarse ante algo.
Barack Obama y John Kerry van a dejar de dar argumentos para provocar sentimientos al centrar su campaña para la consecución de apoyos a su decisión en los vídeos en los que se ve a las víctimas mortales de los gases usados en Siria. El diario El Mundo señalaba ayer:

La Casa Blanca mostró a los miembros del Congreso 13 vídeos en los que podía verse a niños moribundos y a otras víctimas del gas sarín con el que el régimen de Asad atacó a los rebeldes el pasado 21 de agosto. Una senadora demócrata decidió hacerlos públicos este sábado en la web de su comisión.
Dianne Feinstein, presidenta del comité de Inteligencia del Senado, explicó que la Administración Obama mostró los vídeos, disponibles antes en YouTube, pero cuya autenticidad ha sido confirmada ahora por la CIA. Según la información recabada por Estados Unidos, 1.429 personas fueron asesinadas en el ataque del día 21, entre ellas más de 400 niños. Los cuerpos no muestran signos de heridas ni sangre.
"En estos vídeos se puede ver seres humanos -padres, niños- muertos de una manera que nadie puede aceptar (...) No lo aceptamos, no son nuestros valores", subrayó.**


No sé cuál es la muerte "aceptable" o la que no choca con nuestros "valores". La racionalidad trataría de evitarlas; la emocionalidad reacciona a posteriori.
Al contrario de lo que opinan muchos, no discuto las imágenes, ni su origen ni la crueldad de lo que muestran ni la responsabilidad de a quien se atribuyen, de si están hechas en Damasco o en el Pseudodamasco de Qatar. Creo que es otra la cuestión. Discuto un método que espera a que eso ocurra para actuar. Hemos pasado de la "guerra preventiva" —que nos permite atacar antes de que nos ataquen— a la "guerra punitiva", la que espera a que se llegue al extremo de la crueldad, a pasar las líneas rojas, para actuar porque entonces —y solo entonces— se exhiben "nuestros valores". ¿Son las políticas de líneas rojas nuestros "valores"?

Si la comunidad internacional, a la que se busca conmover hoy, hubiera actuado como debiera, puede que hoy no tuviéramos que mostrar esos vídeos y muchos de esos niños probablemente no estarían muertos.
La extrema situación a la que nos enfrentamos hoy es hija bastarda del cinismo y la hipocresía de "nuestros valores", que han necesitado de esas 1.400 muertes para decidir que Basar Al Asad era un dictador cruel que fue incapaz de negociar una salida a las demandas de su pueblo en su momento. No se discutió demasiado; quedaba fuera del ámbito de "nuestros valores", porque era "asunto ruso", porque era "zona peligrosa" para Israel, porque era un "amigo iraní", porque "no estaba claro" quién luchaba allí y todas esas otras poderosas razones que encajan bien con "nuestros valores" y fomentaban nuestra distancia del problema sirio. Hoy interesa sumergirnos, ahogarnos emocionalmente en él.
La televisión rusa mostraba esta misma mañana los gráficos estadísticos de la oposición a la intervención militar en Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y, por supuesto, los Estados Unidos. Todos eran negativos para la intervención. Contra la emocionalidad de las imágenes —¡recogidas de Youtube y avaladas por la CIA!—, la frialdad de los gráficos, aunque estos tengan su componente emocional. Las cifras oscilaban, cito de memoria, entre un 56% y un 80%, según los países. No sé si las encuestas son verdaderas, son falsas y han sido realizadas en alguna ciudad duplicada en algún remoto y escondido lugar del globo. No sé si una masiva presentación mundial de vídeos cambiaría los resultados. El Mundo señala que hay otra remesa de imágenes preparadas por si fallan las primeras.


Ninguna imagen aporta una sola conclusión sobre las consecuencias de la intervención. Todas nos muestran la crueldad y tratan de movilizarnos en nuestros deseos de justificar la intervención. Pero se trata de hacer aceptar una estrategia mal definida, sin análisis de las consecuencias, que elimina cualquier pregunta sobre qué ocurrirá el día después. Eso es lo que le están preguntando todos y que Barack Obama y John Kerry no saben o no quieren responder.

El hecho de que las imágenes sean verdaderas no implica que la solución escogida sea buena, no la convierte en inteligente. Eso es un razonamiento perverso, un silogismo mal construido, que muestra lo desatinado de enfocar la guerra siria desde el principio. Aplicar a la política internacional, a una situación tan grave de conflicto, ese principio facilón de la autoayuda de "es mejor arrepentirse de hacer que de no haber hecho" es un grave error porque la Historia no funciona así y, si me apuran, tampoco la vida personal. El hacer irreflexivo puede ser tan malo como el no hacer. La comunidad internacional es tan responsable por "no hacer" antes, como por lo que pueda hacer ahora.
Ayer incluíamos una caricatura especialmente reveladora en su sencillez. Nos muestra a un Barack Obama pintando líneas rojas a su alrededor hasta quedan atrapado en ellas. Creo que es una acertada metáfora visual que nos muestra esa parte del problema, la firmeza a destiempo.



* ""El vídeo del ataque químico en Damasco se filmó en el 'Hollywood' catarí"Rusia Televisión (RT) 8/09/2013  http://actualidad.rt.com/actualidad/view/105020-video-ataque-quimico-siria-qatar
 ** "Kerry confía en convencer al Congreso con los vídeos de víctimas: 'No se puede aceptar'" El Mundo 8/09/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/08/internacional/1378666155.html?a=KPNb409ded0c96c5c684a99a21d9e759c7d&t=1378704134&numero=




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