Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con el pomposo título de "Excuses to God and apologies
to our Egypt and our people"*, el dirigente de la Hermandad Musulmana, Salah
Sultan, miembro también de la Alianza Nacional para el Apoyo a la Legitimidad,
que es la forma en que los partidarios del depuesto Mohamed Morsi intentan
mantener vivo su recuerdo, ha dado a conocer sus sentimientos políticos a través de la página oficial de la Hermandad, pero señalando que es a título personal.
Salah Sultan, conocido dirigente y caracterizado por sus manifestaciones antisemitas, "offered his apologies to the Egyptian people
for making political judgements that were not met with acceptance from part of
the Egyptian people", según recoge el diario Egypt Independent.
Algunos dirán que más vale tarde que nunca, pero esto es algo más
complicado. En realidad, las excusas de Sultan al pueblo egipcio se refieren a
la "mala comprensión política", los malos juicios, que realizaron después
de la caída de Hosni Mubarak al evaluar sus relaciones con los militares de la
SCAF:
These political judgements, he said, include
the negotiations with Omar Suleiman, former intelligence chief and former Vice
President, in addition to opening channels of dialogue with the Supreme Council
of the Armed Forces that took power after the ouster of President Hosni
Mubarak, in hopes for gradual reform of the country.
In his apology statement entitled, “Excuses to
God and apologies to our Egypt and our people," he acknowledged that the
revolutionaries’ viewpoint was the better choice in order to help achieve the
goals of the 25 January revolution, when they advised to continue mobilizing
for protests in the streets.*
Es difícil encontrar un mayor ejercicio de hipocresía
política o de fariseísmo tartufil. Pero, con todo, refleja perfectamente la forma
de maniobrar de estos islamistas que han fracasado en aquello en lo que no
debían fracasar: abrir el camino de las libertades al pueblo egipcio, que les
dio la oportunidad de liderar un proceso político para salir de una dictadura de cuarteles y al que llevaron
a una de mezquitas. Es difícil, creo
que casi imposible, encontrar en la historia política de cualquier país un
fracaso más estrepitoso que el de la Hermandad Musulmana, que en poco más de
seis meses ya tenía a medio Egipto rezando, pero para que abandonaran el poder
que tan mal gestionaron.
Las "disculpas" de Salah Sultan, en realidad, no
son tales. Vienen a señalar lo que no tienen más remedio que reconocer, que "abandonaron"
los ideales de la revolución —en realidad nunca los compartieron— para intentar
abrir cauces de diálogo con los militares dejándose atrapar —¡pobres
inocentes!— en la garras del sistema. El ejercicio es repulsivo pues tanto unos
como otros jugaron, tal como llevaban haciéndolo desde la revolución de los
militares en el 52, para dejar fuera del proceso al pueblo egipcio. Nasser se
los quitó de encima cuando sufrió un intento de atentado y encarceló y fusiló a
unos cuantos. Todos coquetearon con ellos convirtiéndose Ejército y Hermandad
en los que se disputaban el control del pueblo separado en dos entidades Estado
y la sociedad. El Ejército controlaba paralelamente la administración del Estado,
mientras que la Hermandad ganaba terreno haciéndose con los huecos que la
incompetencia y la desidia le permitían ganar con sus acciones.
Dice Salah Sultan que "se equivocaron" y que
debían haber escuchado a los "revolucionarios jóvenes" y a las "mujeres"
a quienes ellos, ya en el poder, marginaron total y absolutamente de comisiones
e instituciones, de cualquier escenario público porque quisieron hacerse con
todo, sociedad y estado, de una sola tacada.
Sultan acknowledged making the mistake of not
absorbing both Women and the youth, who have been and still are the fuel and
the strongest sectors within the January revolution. This prompted a lot of
dignified women and young people to turn
away from the MB and resort to other parties to achieve their hopes, something
which led them to take part in what they didn’t know would be our [the MB’s]
end, referring to revolutionaries participating in the 30 June protests against
the MB and their president, Mohamed Morsy.
Egypt's interest is above any harm to our
reputation that may be caused by the apology, Sultan went on, noting that the
apology is not a sign of weakness, but a testimony before God.
La incompetencia beata de la Hermandad solo es superada por
su soberbia arrogante. El periodo que cubre la llegada y su salida del poder
por aclamación multitudinaria y popular se engloba en la idea de
"error" por no haber comprendido el poder de eso que llaman "el
estado profundo", las fuerzas ocultas y conspiratorias del antiguo régimen.
Ya que ofrecen su testimonio ante Dios, no como una muestra
de "debilidad", sino como una demostración de su "humildad"
y pureza espiritual —¡lo que hay que oír!—, deberían al menos reconocer que si
ellos no hubieran creído que podían repartirse el poder, no tocando el de los
militares, como hicieron, la democracia habría podido avanzar en suelo egipcio
de una manera distinta. La Hermandad desperdició la oportunidad de haberse
convertido en la transición modélica de la dictadura a la democracia porque fue
incapaz de anteponer un valor por encima de sus ambiciones: la tolerancia y
convivencia religiosas. En ello no se debe ver un "error"
circunstancial —como quieren hacer creer— fruto de una mala evaluación, sino un
problema genético de su propia ideología que es intolerante.
Es de eso de lo que los egipcios se dieron cuenta
rápidamente, de que el callejón sin salida a la que se les llevaba era además
irreversible. Los Hermanos no se equivocaron; solo hicieron lo único que saben
hacer, ejercer la intransigencia para absorber la totalidad del poder, como los
egipcios tuvieron ocasión de comprobar en el proceso llamado de
"hermanización", la colocación de sus peones por todo el tejido
social.
Los Hermanos acostumbrados a jugar en los terrenos
superiores, de los que proceden la mayor parte de sus dirigentes, y a arengar
con las más increíbles historias a su bases más humildes, crean una nueva
oleada de oscurecimiento en el que aparentan pedir disculpas cuando lo único
que tratan de hacer es torpedear un proceso del que son causantes y del que han
quedado fuera por acumulación de errores y sobre todo soberbia. El ejemplo del
cambio de rumbo en Túnez ante las protestas de la gente por lo que los
islamistas estaban haciendo allí muestra que los islamistas tunecinos se han
dado cuenta de que podían perder lo ganado hasta el momento, mientras que los
soberbios islamistas egipcios creían que ya lo habían ganado todo.
Lo cierto es que se aliaron con los militares con la
pretensión de que así podrían mantener sus objetivos de expansión y, llegado el
momento, poder cambiar —como el propio Moris hizo— la cúpula militar. El
general Al Sissi es el ministro que el propio Morsi nombró, de la misma manera
que el ministro del Interior que nombró era el responsable de la represión
sangrienta de 2005. Lo nombró a sabiendas de que había sido un hombre de
Mubarak y de la misma policía que les había perseguido a ellos- Lo nombró para
que se encargara de controlarle con la misma eficacia a los alborotadores
molestos para la Hermandad. Pero le salió mal la jugada y el ministro mantuvo
en sus estrategias represivas y violentas contra aquellos que le habían
nombrado.
En qué acabe esta situación actual, si los militares son
capaces de reconducir de nuevo el proceso hacia un sistema democrático, o si,
por el contrario, se produce un regreso al autoritarismo institucionalizado, lo
dirá el tiempo. Lo que ha quedado claro es que haber llegado hasta aquí es
consecuencia de los actos desastrosos e interesados de la Hermandad, que tuvo
el poder en sus manos y lo utilizó para recortar una incipientes libertades,
queridas por la mayoría el pueblo egipcio, y silenciar las voces críticas o
disidentes enviándolas a los juzgados denuncia tras denuncia. Ojalá que el
pueblo egipcio pueda encontrar la vía hacia una democracia moderna y se aleje
de militarismos y medievalismos religiosos.
SCAF Member: “Is that move legal?”
Mursi: “According to which rules – yours, or the rules of the game?”
La propia personalidad de Salah Sultan es representativa de
esos otros líderes que procuran no ofrecer hacia el mundo exterior para mostrar
una cara amigable hacia occidente, pero que en cambio se dedica al
"calentamiento global" de las masas que escuchan crédulas su embustes
y falacias. El perfil de actuaciones que recoge The Global Muslim
Brotherhood Daily Watch (GMBDW), un espacio de seguimiento de las
noticias diarias que se producen sobre la Hermandad y sus miembros recoge el
siguiente rastreo del personaje:
Dr. Sultan has a long history of making
extremist and antisemitic statements. In perhaps his most egregious statement,
during an April 2010 interview on a Hamas TV station he accused Jews of using Christian
blood for Matzoh (substitute for bread used during the Jewish holiday of
Passover) in an example of what is called “blood libel”, the accusations that
Jews use human blood in religious rituals. (Historically these are accusations
that the blood of Christian children is especially coveted and date back to the
1st Century.
Other examples of such statements include:
- A 2006 appearance on Saudi TV where he asserted that the US planned the 9/11 attacks as a pretext for terrorizing the world and praising Osama bin Laden confidante Abd Al-Majid Al-Zindani.
- A 2008 TV interview during which he cited the notorious Czarist forgery The Protocols of the Elders of Zion and predicted that the US “ will suffer economic stagnation, ruin, destruction, and crime, which will surpass what is happening in Gaza.”
- An August 2011 rally where he said it is permissible for any Egyptian to kill a Zionist met on Egyptian territory.
- An August 2011 Al Jazeera TV appearance in which he Issued a fatwa (religious ruling) on Aljazeera TV calling for the killing of the Israeli ambassador.
- Two sermons on Al-Aqsa TV during summer 2012 in which he said he has met people all over the world who “thirst for the blood of the Jews” and that Jews have entered Egypt in order to commit crimes including deliberately infecting Egyptian girls with AIDS.
- A February 2012 TV interview in which he cited the notorious anti-Semitic forgery the Protocols of the Elders of Zion as well as predicting the end of Israel and the United States.
- A January 2012 TV interview in which he called for young people to practice sports in order to prepare themselves for Jihad to liberate the Al-Aqsa Mosque.**
·
Ya no sabes si son mentirosos patológicos que viven en un
mundo de rumores medievales con los que lanzar a la gente a asaltar iglesias o sinagogas o si son manipuladores natos que conciben cualquier
acto comunicativo como un ejercicio maquiavélico de demagogia y embuste dirigido a conseguir el poder como sea. No tienen pudor en negar el holocausto —como lo hacen sus aliados de Hamas [ver entrada El otro lado de la línea roja de la Historia], como denunció el personal de las escuelas de la ONU— o
en extender el "libelo de sangre" si eso les sirve para calentar al
personal crédulo.
Las disculpas de Salah Sultan valen para lo que valen; lo
que las lágrimas del cocodrilo. No llora por el pueblo egipcio y su suerte, sino por haber sido desplazado por aquellos a los que creían haber ganado la partida.
* "MB leader apologizes to Egyptians" Egypt Independent 17/09/2013 http://www.egyptindependent.com/news/mb-leader-apologizes-egyptians
** http://www.globalmbwatch.com/salah-sultan/
** http://www.globalmbwatch.com/salah-sultan/
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