Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
disolución judicial hoy en Egipto de la Hermandad Musulmana inscribe una nueva
fecha fatídica en la historia de las prohibiciones que jalonan el recorrido
desde su creación. Ha pasado por todos los estados posibles hasta este último
salto en el vacío tras su ascenso hasta tocar el cielo. Es en estos momentos
cuando el tópico habla de la dureza de la caída. Los Hermanos han quedado
huérfanos de poder.
Los
medios egipcios dan cuenta de ella de una forma aséptica y breve, como si algunos
trataran de pasar por este acontecimiento histórico de puntillas, mirando hacia
otro lado. Apenas unas 20 o treinta líneas recogiendo la decisión judicial e
incluyendo un resumen escueto de lo que ha sido su oscura trayectoria. Mada Masr,
por ejemplo, resume así la historia del grupo que sostenía el poder en Egipto
hasta hace unos días:
After operating illegally for most of its
85-year history, the Brotherhood became politically prominent after former
President Hosni Mubarak's fall from power in February 2011, and gained legal
NGO status on March 19 2012.*
Es casi
un epitafio, una sencilla inscripción funeraria.
Algunos
medios dedican más espacio a describir cómo unos pocos partidarios de la Hermandad
recibieron con gritos de protesta a los representantes del cine egipcio en el
festival de Malmoe, en Suecia. Algunos artistas decidieron recortar su
estancia, nos dicen; otros decidieron plantarles cara y quedarse en el festival
a presentar su película. Un pequeño incidente sueco. ¿Un inicio de futuro?
No tan
pequeño, por su significación, ha sido el acontecimiento del abucheo y los
insultos a Alí Gomaa, ex Gran Muftí de Egipto, la autoridad religiosa suní más
importante del país, por parte de estudiantes islamistas en la Universidad de
El Cairo. A Alí Gomaa le insultaron, le gritaron y le mostraron zapatos. El
clérigo había mantenido su apoyo explícito, junto a todas las demás fuerzas
políticas y sociales de Egipto, con la excepción de la Hermandad, lógicamente,
a la salida del Morsi y los islamistas del poder.
Gomaa condemned, late on Sunday on TV, what he
described as the "delluded Brotherhood youths," who have been
"brainwashed by the lies of the group's leaders."
Morsi's ouster was backed by Al-Azhar, Egypt's
leading Sunni Islamic institution, which has further infuriated loyalists.
"You failed to raise your sons and
youth... you taught them insults and defamation and lack of ethics without
piety and righteousness," he said in a separate online message that he
directed to the "leaders of the violators."**
Gomaa
siempre ha sido persona dialogante —se mostró horrorizado ante algunas peticiones de una fatwa que permitiera eliminar a los miembros de la Hermandad— y por eso sus palabras adquieren un fuerte
sentido de reproche y condena a lo mostrado por los estudiantes islamistas.
¿Otro indicio de futuro? La Hermandad tiene unas solidas bases organizadas en
las Universidades, pues si algo la caracteriza son sus engranajes en
determinadas instituciones. El curso no había comenzado y estuvo a punto de
retrasarse ante la posibilidad de que estuvieran esperando a su inicio para
boicotearlo. Será, con toda probabilidad, uno de los escenarios de conflicto
que la Hermandad presentará para evitar caer en el olvido.
Una vez
desaparecida del poder, de las instituciones oficiales, la Hermandad volverá a
actuar en la sombra, pero con una diferencia respecto al periodo anterior con
Mubarak en el que se tuvo cierta tolerancia dentro de la prohibición, lo que le
permitió colocar algunos miembros en el parlamento. Pero los acontecimientos
ocurridos tras su subida al poder, no es un regreso a la casilla de salida. No
puede serlo. La Historia no se repite así, copiándose a sí misma mecánicamente,
sino incorporando lo vivido. Cuál sea su estrategia en adelante, está por
verse.
La
Hermandad se tiene que haber dado cuenta de la práctica carencia de apoyos que
ha tenido desde el exterior, algo en lo que confiaba. Ese es su primer fracaso
La presión con la que contaba, que le llevó a buscar el enfrentamiento
callejero a la espera de que esta táctica lanzara la presión internacional, sin
embargo, no ocurrió. Y no ocurrió por su propia ceguera ante los avisos dados
meses antes por la comunidad internacional por su mal manejo de la política
egipcia y, especialmente, por su negativa a abrir el proceso de transición
egipcio a otro grupos sociales, que soberbia islamista de Mohamed Morsi le hizo
ignorar.
Los
medios de distintos países árabes —no solo Egipto— contienen todos ellos artículos
explicando la ceguera de la Hermandad y su estupidez política. Todos ellos coinciden
en que ha sido la propia política seguida por la Hermandad, por su dirección,
la que destruyó el proyecto. Quizá haya sido el "complejo egipcio"
—ese sentimiento de ser el país más "importante", más poblado y especialmente
el origen del movimiento de los Hermanos— que algunos tienen, en el caso de la
Hermandad, auténtica "megalomanía", el que les haya hecho creer que
efectivamente la promesa se iba a cumplir, que el desierto político llegaba a
su fin y comenzaba el vergel del poder. ¡Tremendo error!
La
insistencia en hacer responsable a la Hermandad de su caída tiene también una
faceta estratégica importante: marcar distancias. Todos aquellos que pueden ser
metidos en el mismo saco islamista se apresuran a mostrarse distintos, más capaces de diálogo, menos
intransigentes y autoritarios con el poder alcanzado, en resumen, más
inteligentes que Morsi y los suyos. No sé si la Hermandad egipcia se podrá
sobreponer a esta sensación.
Por
delante queda la gestión de esta crisis histórica. ¿Cómo encajar los
acontecimientos en su propio devenir? ¿Cómo resolver la transición desde el
poder a la nada? Es el espacio entre la nada y la oposición lo que a la
Hermandad Musulmana le queda como espacio político. Ni siquiera es la
"oposición", rol del que ha sido desplazado por su propia voluntad y
la de los que esperan hacerse con un espacio para el crecimiento.
Por
todo ello, es importante conocer cuanto antes cuál es el espacio en el que la
propia Hermandad se ve a sí misma. Los demás se lo han dejado claro, de los
militares a Al Nour, los salafistas, que les han puenteado sumándose a la
reforma. ¿Quedará la Hermandad reducida a la protesta, dentro y fuera, con
dosis mayores o menores de violencia; a grupos radicales encargados de evitar
la "normalidad" del régimen egipcio?
En el
horizonte internacional se abren nuevas perspectivas en el análisis del papel
de los islamistas en la sociedades que se han visto afectadas por su maneras y
fines. En la Historia se ha despejado unas dudas: qué haría la Hermandad si
llegaba al poder y cómo reaccionaría Egipto. Esas dudas se han despejado
rápidamente. La tercera duda la tenía la Hermandad sobre cómo reaccionaría el
mundo ante su salida del poder y también se ha despejado.
En este
momento —el futuro dirá— la Hermandad contempla cómo se aleja el tren del la
hicieron bajarse. Y su maleta va en él.
*
"Muslim Brotherhood banned by court ruling" Mada Masr 23/08/2013
http://www.madamasr.com/content/muslim-brotherhood-banned-court-ruling
**
"Islamic cleric heckled by Brotherhood juniors on campus" Al Ahram
Online 23/09/2013 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/82284/Egypt/Politics-/Islamic-cleric-heckled-by-Brotherhood-juniors-on-c.aspx
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