sábado, 13 de septiembre de 2025

El tiempo de la desinformación

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Indudablemente, el mundo de la información ha cambiado. La horizontalidad del ecosistema digital ha reorientado las relaciones entre lo que es percibido como un "hecho", las informaciones que lo representan y comunican, las relaciones con el público que lo recibe y su respuesta. A esto hay que añadir lo que llamamos bulos, "fake news", que forman ya  una parte importante de ecosistema y lo que podemos llamar el par "verificación/desmentido". Hoy no podemos prescindir de cualquiera de estas partes interrelacionadas, lo que hace muy complejo y necesario el estudio de estas partes.

Siempre han existido los "bulos" y los "desmentidos", pero los primeros nunca han tenido tanta fuerza y ha sido por ello necesario intensificar los sistemas de verificación. Los medios que se lo pueden permitir económicamente por su prestigio en juego han tenido que correr mucho para crear un sistema de "defensa" eficaz y rápido para evitar que los bulos afecten a una parte importante de los receptores de noticias.

Las noticias y los bulos tienen un objetivo común, afectar a los destinatarios, aunque discrepan en los medios de hacerlo y en los fines últimos. Con una "sociedad de la información" ha crecido, imparable, otra paralela, la de la "desinformación". Lo paradójico es que la "desinformación" crece del éxito de la información. La misma tecnología y principios informativos sirven para promover la desinformación, por ello son los medios los primeros interesados en no ser tragados por la desinformación creciente. La desinformación, por su lado, necesita que la información le abra el camino, le muestra la línea de entrada de sus bulos. Se necesita de la "verosimilitud" para que la desinformación funcione, quien la recibe debe creerla, amparado en el deseo de que sea cierta. La información cambia nuestro estado de conocimientos; por contra, la desinformación busca cerrarlo mediante la intensificación de los prejuicios, nos da lo que queremos confirmar.

El asesinato de un disparo del ultraconservador Charlie Kirk, como era de esperar, ha suscitado ríos de información y de desinformación. Las noticias falsas buscan el aprovechamiento del hueco existente entre lo que haya podido ser confirmado por quienes investigan el caso y lo que queda por saber. Ese es el momento ideal para la desinformación.

De la idea de la "izquierda radical" lanzada por Donald Trump (fuente habitual de desinformación y bulos) a las afirmaciones que irónicamente el propio Kirk realizaba sobre los tiroteos realizados por personas "trans" hay un abanico de posibilidades desinformativas que se van adaptando y ampliando con el propio movimiento de los datos que van apareciendo.

En VerificaRTVE podemos leer sobre este caso:

Un usuario en X asegura: "La ATF/DHS informa que el asesino de Charlie Kirk es un activista trans". El mensaje continúa diciendo que el arma y la munición "tienen texto con lenguaje trans radical, similar al del asesino de Minnesota de hace 2 semanas". La publicación comparte un vídeo de un hombre hablando a cámara reproduciendo lo mismo que el mensaje y asegurando que las personas trans "tienen el cerebro completamente lavado". No hay pruebas que lo demuestren.

El Departamento de Seguridad Nacional no ha confirmado que la persona que ha asesinado a Kirk sea trans. El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado que el presunto asesino del activista ultraconservador Charlie Kirk ha sido detenido. Según dos fuentes cercanas a la investigación citadas por Reuters y medios locales, el atacante es Tyler Robinson, un joven de 22 años natural de Utah. El FBI le había identificado a partir de las imágenes captadas tras el atentado que acabó con su vida de un disparo en un mitin ante miles de personas en la Universidad de Utah Valley. En VerificaRTVE hemos hecho una búsqueda en medios internacionales con palabras clave ("tirador", "DHS", "trans") y no encontramos las declaraciones que se le atribuyen al Departamento de Seguridad Nacional sobre que esta persona sea trans.*

Recordemos que las últimas palabras de Kirk eran en respuesta a la pregunta sobre "tiradores trans", un elemento que la ultraderecha norteamericana suele introducir y magnificar en el caso de que se produzca algún caso. Cubre así su objetivo de atacar la diversidad sexual, como lo hace contra la inmigración, los judíos (a los que acusa de estar detrás de los movimientos liberales y antiamericanos), la igualdad para la mujer, etc.

Las noticias falsas sobre el "tirador trans" buscan reforzar los lazos radicales y ampliar el grupo captando a las personas que quieren creerlo. Frente a la afirmación rotunda sin pruebas, los mecanismos informativos solo pueden presentar la "ausencia de confirmación" o ese "no encontramos las declaraciones" que se muestran en el texto citado. La afirmación, aunque sea falsa, es más poderosa que la duda en los casos en los que el deseo de que sea cierta supone una fuerza adicional.

El nuevo escenario comunicativo muestra cómo esto favorece la radicalización y  la polarización de la sociedad. Es la ultraderecha la que crece y amplía sus intenciones de voto, que es el resultado de este crecimiento de la desinformación. Esto ocurre en los Estados Unidos y se extiende hacia países en los que se copia la fórmula desinformativa y hace llegar a los gobiernos a estos grupos que "hablan claro", que asignan los males a los otros y acaban contagiando el sistema.

La desinformación es una cuestión más de ética que de ideología, por lo que vemos cómo se amplía a otros grupos que ven en la radicalización, sea la que sea, el seguro de la llegada al poder. Crecen y parte de ese crecimiento se debe a la erosión que provocan en otros a los ojos de los votantes, cada vez más manipulados desde los partidos y los grupos sociales que estos crean —como el Tourning Point, la asociación creada por Charlie Kirk— para amparar al poder —en este caso, Donald Trump—.

El radicalismo genera una respuesta también radicalizada, que es lo que ha dicho la familia del detenido y acusado del crimen, que se había ido radicalizando. La ironía que muchos señalan de que en el momento de su asesinato Charlie Kirk estuviera defendiendo el uso de las armas aunque costara vidas cada año, es la demostración de cómo funciona este choque radical.

La paradoja en el caso Kirk es que su asesinato es la demostración de su "éxito" político y comunicativo: su radicalismo llamó al radicalismo contrario y su elección como "víctima" del asesinato se fabricó con su propia notoriedad. Magnificar su persona convirtiéndolo en la cumbre de los "valores" norteamericanos no puede ocultar eso.

Conocer hoy el mundo y efectos de la información y la desinformación es adentrarse en un sistema de alta complejidad, de efectos inesperados, de cambios impredecibles, pero que por otro lado pueden estallar en cualquier momento, aumentando las probabilidades del siguiente.

El aumento de las posibilidades tecnológicas, el anonimato, la instantaneidad, el mayor conocimiento de los mecanismos psicológicos y sociales, etc. hacen que cada vez sea más fácil actuar sobre los grupos sociales, perfilarlos y predisponerlos en una dirección. El énfasis se ha ido desplazando de la ciudadanía al líder, que es el objeto de seducción en el que se polariza la acción. El líder confirma y anticipa, dirige, acusa y adoctrina. Una política democrática hacia la ciudadanía debería evitar estas fórmulas comunicativas y de liderazgo. Pero no es lo que está ocurriendo. 

* VerificaRTVE "Asesinato de Charlie Kirk: de bulos sobre la identidad del autor a vídeos falsos de su huida" RTVE.es 12/09/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250912/desinformacion-asesinato-charlie-kirk-bulos/16727164.shtml

 

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