Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Unos lo
achacan al calor, otros a la convivencia y otros finalmente a que los niños
están en casa. Que en una semana se den siete muertes, siete asesinatos por
violencia de género, nos debería hacer reflexionar más allá de lo que pueda
suponer cada caso. Es muy preocupante porque lo cierto es que ninguna de esas
causas planteadas ayuda a explicar la totalidad de los casos, esas siete
muertes en una semana, nueve en lo que va de mes.
La
violencia de género no se vence con
el aire acondicionado ni mandando a los niños a un campamento de verano ni
tomándose vacaciones separadas. El mal —sí, se trata de maldad— va por causas
más profundas, psicológicas y socio culturales que hacen que esté creciendo
este tipo de violencia. Como sociedad no podemos admitir como explicaciones
convincentes esas causas exteriores y
circunstanciales y evitar plantear lo
que haya en su fondo, algo que nos negamos a ver o explicar.
En RTVE.es
hacen el recuento de este mes lleno de violencia:
Marisa, Susana, Alejandra y su pequeño Samuel, Ramy, Carmen y Josefina. Son los nombres de las siete víctimas mortales de violencia machista y vicaria en España en los últimos días. "Una semana trágica", tal y como la ha definido la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que convierten a junio en un mes especialmente cruento. De confirmarse todos los casos, serían nueve las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas este mes, 21 en lo que va de año.*
Los
números no nos dejan ver el bosque. La creencia en que es lo cuantitativo lo
que explica nos lleva a ignorar lo esencial, lo que hace a cada uno de esos
asesinatos único. Solo comprendiendo bien cada caso podremos comprender el
conjunto y entender cómo esos crímenes son la punta del iceberg de algo que se
extiende. No es posible controlar esto sin comprenderlo. Pero hay demasiados
prejuicios, demasiada teoría que nos impide salirnos del guión preestablecido.
Los
medios se limitan a describir bajo un patrón mediante etiquetas como
"violencia vicaria" o chequeo de si estaba o no dentro del sistema de
protección, si había denuncias anteriores y poco más. Las respuestas a esas
cuatro o cinco cuestiones son suficientes para encasillar el hecho, para
definirlo... y esperar al siguiente.
Pero necesitamos la radiografía de la mente de los implicados, de víctimas y de agresores, algo que se nos escapa. Hace falta tratar de comprender cada caso para que comiencen a surgir las líneas que nos ayuden a comprender el conjunto. No basta con señalar que la violencia es masculina, porque muchos hombres no lo son. Hay que tratar de averiguar qué significa la masculinidad tóxica, pero también la victimología, qué atrae a las víctimas hacia este tipo de personalidades violentas.
En uno
de los casos últimos de esta semana fatal se ha señalado algo común: el agresor
tenía condena por violencia de una pareja anterior. Lo suyo es un patrón en el
tiempo, un comportamiento que depende más de factores internos que externos.
¿Pero qué fascinación ejerce esa personalidad violenta, qué tipo de atracción?
Esa misma jornada se conocía la
muerte de Carmen, de 57 años, en Las
Palmas de Gran Canaria. Fue encontrada
sin vida en su casa por su hija. Su cuerpo estaba junto al de su pareja y
presunto asesino, un hombre que podría haberse suicidado tras cometer el
crimen. No constaban denuncias previas, pero el varón ya
había estado condenado por violencia de género contra otra
mujer.*
Tampoco
se nos ofrecen numero comparados con otros países de nuestro entorno, lo que
nos permitiría saber hasta qué punto es un problema nacional o más amplio. No
sabemos qué ocurre en Francia, en Alemania, Reino Unido, etc. lo que nos
permitiría establecer comparaciones y una mejor comprensión.
En este
contexto, las palabras de la Ministra suenan a ridícula impotencia:
La titular de Igualdad reconoció que son unos "días terribles", una "semana negra" que ha vinculado con este periodo de "alerta máxima" que constituyen los meses del verano. Pero incidió en que las mujeres "no están solas" incluidas las inmigrantes, para que no teman ser expulsadas del país por denunciar, ya que están protegidas por la ley en este sentido. Lanzó, además, un mensaje "a los asesinos", a esos "hombres violentos, cobardes" que ejercen violencia contra las mujeres: "No tenéis cabida en esta sociedad y vamos a por vosotros; va a caer sobre vosotros todo el peso de la ley".
Un desahogo y poco más. ¿Cree que servirán de algo?
La ministra, por otro lado, ha señalado los problemas de coordinación de los programas destinados a la protección de las mujeres señalando:
En el caso de la colaboración institucional, la ministra reconoció que quedan pasos por dar en materia de coordinación, para que más instituciones, ayuntamientos, principalmente, se sumen al sistema Viogén. "Vamos a intentar que toda esa red de protección se active y esa alerta máxima, como digo, sirva para proteger vidas", indicó Redondo, quien confirmó que el comité de crisis se mantiene para el próximo 10 de julio.
La "hipótesis del verano" se apoya en los números, pero no creo que se resuelva mucho porque se reúna un "comité de crisis", cuyo fin es más bien trasladar la sensación de que se hace algo.
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| La Vanguardia |
Recientemente hemos tratado aquí el caso del escándalo de la residencia de Alcalá de Henares para mujeres maltratadas en la que se insultaba y maltrataba a las acogidas por parte del personal a cargo. Las instituciones no vigilan ni son vigiladas como deberían. Está claro que un "comité de crisis" no va a hacer mucho. Las palabras amenazantes de la ministra son una forma de rabia ante la impotencia y el aumento de los casos. Pero poco se puede hacer con eficacia si no se investiga sobre los casos producidos.
Y estos son una suma de fallos que van desde los burocráticos hasta los educativos, de los familiares a los institucionales. Se siguen tapando muchos casos, se mira hacia otro lado. La necesidad de una eficaz tolerancia cero está clara y, sin embargo, muy lejana. Necesitamos alejarnos de los tópicos que rodean estos casos y para verlos como trayectorias hasta ese punto de violencia irreversible. Ese "no constan denuncias previas" tiene que dejar de ser una excusa y comprender que esta violencia solo se puede construir con los silencios cómplices de muchos que no se enfrentaron a lo que no quería ver.
Creíamos que aquello de que "lo que ocurre dentro de las casas es cosa de ellos" había desaparecido, pero solo ha tomado nuevas formas. Es inadmisible que las encuestas nos digan que aumenta entre los jóvenes la justificación de la violencia de género, que muchos negacionistas la consideran como "ideología".
* ""Semana trágica" por la violencia machista: se investiga la muerte de seis mujeres y un niño asesinados" RTVE.es 29/06/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250629/semana-tragica-violencia-machista-mujeres-nino-asesinados/16644694.shtml





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