miércoles, 4 de junio de 2025

Virus, danas y apagones

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Podría ser el título de una película de desastres, género que se cultivó en los 70 con filmes como Titanic, El coloso en llamas, Aeropuerto y otras que metieron el miedo a viajar en barco, en avión o simplemente a meterse en un ascensor.

Hoy es difícil superar en las pantallas la sensación de desastre que nos rodea. No hace falta ir al cine; la realidad nos supera cada día ofreciéndonos imágenes a pie de calle sobre todo tipo de incidentes que se han convertido en parte de nuestra realidad.

Salvo el súper apagón, del que no sabemos las causas todavía, pero que es claramente "humano", virus y danas son inicialmente naturales, aunque su desarrollo depende en una gran medida de lo que hagamos frente a estos fenómenos, de cómo nos los tomemos, de las medidas de prevención de la eficacia comunicativa, etc.

Frente a un virus tenemos las vacunas y las demás medidas, como la higiene, las distancias, uso de mascarillas, etc. Frente a los torrentes de las danas, tenemos otras medidas, como no construir donde no se debe y construir lo que se debe en los lugares correctos.

Pero si hay algo que une a todos estos desastres es la información ágil y adecuada, para lo que es necesario algo que ha fallado: la coordinación y la comunicación. Pueden discutir todos quién debía tomar las medidas, dar las alertas, etc. pero es fundamental la toma rápida de decisiones adecuadas, algo comprobamos que no ha funcionado cada vez que se reúnen o son interrogados.

En RTVE.es podemos leer unos datos más de lo que sucedió en esos momentos de toma de decisiones:

El jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), José Ángel Núñez, aseguró ante la jueza de Catarroja que la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, propuso confinar a la población el pasado 29 de octubre, día de la dana que arrasó gran parte de la provincia de Valencia.

"Si hemos confinado por un puto virus, ¿cómo no vamos a confinar por esto?", aseveró Bernabé sobre las 19.30 horas, según José Ángel Muñoz, en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) convocado en aquella fatídica jornada. Así consta en la transcripción de la declaración ante la magistrada que prestó el pasado martes y a la que ha tenido acceso RTVE.es.

Según precisa por su parte la agencia EFE citando un mensaje remitido a las 19.28 horas al delegado de Aemet en la Comunitat, Jorge Tamayo, José Ángel Núñez identifica a Bernabé como "la que vio con más decisión para llevarla a cabo". Así, recuerda que la delegada preguntó por qué no iban a confinar a la población ante una situación como esa, si ya lo habían hecho en pandemia.*


Las decisiones son una forma de cálculo, de sopesar elementos a favor y en contra de cada una de las medidas que se han de tomar. Los protocolos quieren evitar precisamente esas dudas y tardanzas que pueden hacer que lleguen demasiado tarde las medidas.

Pero el qué se pueda pasar por la cabeza de personas muy distintas, de políticos a técnicos pasando por todo tipo de profesionales implicados, es muy distinto. Cada uno hace su cálculo en términos muy diferentes. La capacidad de ponerse de acuerdo y tomar medidas adecuadas se reduce si los intereses son muy distintos.

La expresión de Pilar Bernabé, delegada del gobierno, comparando la decisión de confinamiento del virus con la de la necesidad ante la dana revela mucho de la situación que se vivió y en qué estaban pensando cada uno.

El precedente del confinamiento por el Covid estaba presente, pero podía estarlo de distinta manera: lo que lo usaban como muestra de lo que había que hacer y los que, por contra, pensaban en ello como algo que había que evitar. Confinar o no podía hacer ver lo presente —dana—, como una carencia o lo pasado —covid— como un exceso.

El temor a una respuesta política negativa por el confinamiento —es mi argumento— hizo dudar en la aplicación de las medidas, que llegaron tarde. Lo que se debate ahora entre nuestros políticos y ciudadanos es precisamente cómo se valoró la situación para la toma de decisiones.

Los más técnicos han manifestado en varias ocasiones los bloqueos políticos, las indecisiones, cómo el tiempo pasaba y no salía ninguna solución por parte de los responsables últimos. La famosa comida de Mazón puede incluirse dentro de esa dilación con la absurda esperanza de que cambiara el tiempo y desapareciera el peligro.

La situación hoy ante las amenazas de desastres es otra. Nadie quiere verse acusado de no alertar, por lo que estas alarmas saltan de continuo por viento, granizo, lluvias, vientos. Que luego se quede en nada o poco da igual, pero que nadie te pueda acusar de no avisar.

El confinamiento es una decisión que el político ve como política. Creo que sobre eso no hay mucha duda. Confinar, suspender, etc. tienen un efecto directo sobre la economía, del gasto al precio de la vivienda. Como dijo alguien en esos días, "¿Quién va a comparar ahora pisos bajos?" Si la decisión de construir en lugares peligrosos había sido económica y política, la de confinamiento también lo es. En este sentido, esta extraña relación entre delegados del gobierno y presidencias autonómicas no es lo fluida que debería ser.

Esto es ahora esencial dada la frecuencia con la que estos fenómenos de distinto tipo se está produciendo en estos últimos tiempo. Está claro que las administraciones tienen que tener unas relaciones más fluidas y sinceras, que los técnicos tienen que ser escuchados antes y que las decisiones deben ser rápidas y pensando en los ciudadanos, no en los pasados o futuros votantes. 

* "El jefe de Climatología de la Aemet dijo a la jueza que Pilar Bernabé planteó confinar a la población el día de la dana" RTVE.es / Agencias 03/06/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250603/jefe-climatologia-aemet-jueza-pilar-bernabe-planteo-confinar-poblacion-dana/16609336.shtml

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