jueves, 12 de junio de 2025

Con Almudena Ariza, por la ética periodística

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La guerra de Gaza intenta cobrarse otras víctimas. El Israel de Netanyahu no tiene bastante con las muertes de niños, de civiles de todas las edades, cuyo único delito es tratar de llegar la comida que se usa como cebo para bombardearles. El Israel de Netanyahu no tiene suficiente con que las redes sociales filtren las noticias "políticas" tratado de reducir su alcance limitando los muros en los que puedan aparecer o censurando directamente (lo hemos comentado aquí por experiencia propia).

Ahora van a por los periodistas que cuentan lo que ven. Sabedores que están perdiendo la batalla esencial de la opinión pública que exige a los gobiernos medidas para sancionar la conducta criminal y genocida del Israel bajo su mando, ahora tratan de silenciar a la prensa. Ya las muertes de periodistas en la zona desbordan cualquier otro suceso bélico. Israel sabe que mientras cuente con el apoyo cerrado de los Estados Unidos de Trump y de algunos innobles visitantes, como Javier Milei (Argentina cuenta con una gran colonia hebrea que ha premiado al presidente argentino por su apoyo a Israel), podrá seguir con su inmisericorde tarea de extinción y limpieza, como ya muchos no dudan en calificarla. Pero para esto necesita limpiar piezas del tablero.

En RTVE tienen una valiosa profesional de la información, la periodista Almudena Ariza, una veterana curtida en todo tipo de conflictos y escenarios. Ahora no gusta, nos dicen, porque cuenta lo que tiene delante, por lo que han pedido su retirada.

Hace menos de un mes, Almudena Ariza recibía un importante premio por su labor periodística:

La corresponsal de TVE Almudena Ariza ha recibido de manos de la reina Letizia la Medalla de Oro de la Cruz Roja en la gala celebrada en el Teatro Romea de Murcia, donde también han sido galardonados el profesor César Bona, la activista Emilia Lozano, y las ONG Nasco Feeding Minds y Cruz Roja de Burkina Faso.

"Los términos verdad y destrucción adquieren su dimensión exacta", ha dicho la reina sobre la labor de la periodista en los países donde ha estado y sigue informando sobre catástrofes o conflictos bélicos. "Cuando aparece en Ucrania o en Haití o donde le toque, ahora en Gaza y en Israel", ha recordado la reina sobre la profesional de RTVE en su intervención para cerrar la entrega de premios.*


La Reina Letizia es periodista; sabe de lo que está hablando y lo dice desde su admiración y respeto hacia Almudena Ariza. No son palabras protocolarias, sino que recogen el aprecio que la periodista se ha ganado guerra tras guerra, acercándonos al dolor de las víctimas y a la destrucción de sus espacios.

Curiosamente (quizá no tanto) a Almudena Ariza le han salido críticas tuiteras desde el independentismo catalán, con una curiosa teoría sobre la "neutralidad". La teoría viene a decir que se vea lo que se vea lo importante es "no tomar partido". Es decir, que si se dice que Israel bombardea eso es la verdad; pero que si se dice que Israel masacra como efecto de esos bombardeos, se está tomando partido. ¿Existe una perversión mayor de lo que es la actuación de los periodistas, de su función?

En un tuit la periodista escribió:

Yo no puedo ser neutral ante la masacre de civiles.

Ningún periodista honesto debería serlo.

Eso no es activismo, es ética profesional.

Informar sobre crímenes y sufrimiento civil es una obligación, no una opción.

Y eso es precisamente lo que debe hacer un periodista de servicio público.**

Esto es fácilmente entendible, si se quiere entender. La crítica por lo contrario, evidentemente, solo podía venir de un político que trata de evitar la valoración de los actos que se realizan políticamente. No deja de ser una ironía que un político exija objetividad.

No solo es una absurda teoría periodística, sino peligrosa en unos tiempos en los que las noticias falsas pululan por todas partes, en la que los mensajes son engañosos. Ariza habla de lo que tiene delante y ante lo que no puede ser indiferente, pues dejaría de ser humana. La deshumanización, la supuesta objetividad, las lógicas perversas son los mayores peligros en un mundo necesitado de testimonios ante lo que se hace a distancia, en gabinetes de comunicación  y, por lo que se ve, mucha IA y poca "I" a secas.

Esta supuestas verdades que se ocultan tras el silencio, por la que le piden el cese, no es más que una forma peligrosa de seguir distorsionando la opinión pública, que sobre la que se pretende influir en diversos sentidos. El silenciar a los profesionales honestos es parte ya de esta práctica cada vez más generalizada. Los que les piden silencio o neutralidad practican lo contrario

Ariza no está con Hamás, una organización sectaria y a la que le importa poco el sufrimiento causado a su propio pueblo dentro de los esquemas fatalistas del fundamentalismo. A Ariza le importa el dolor y la destrucción precisamente porque es lo humano y lo inhumano sería ignorarlo. Y peor; crear una especie de equidad que sitúa a todos igual.

No, no nos interesa seguir deshumanizando la información o vendiéndola a las causas poderosas que mejor paguen. Estamos rodeados de trivialidad, de frivolidades, de dramas televisivos y culebrones, de éxitos y debacles deportivas, de bodas, embarazos y divorcios (no necesariamente en este orden). ¿Queda algún hueco para lo que no nos gusta, para lo molesto?

A Almudena Ariza le toca la poco agradable pero necesaria labor de mostrarnos el dolor en un mundo de puentes y vacaciones, de festivales y conmemoraciones. Sí, hay un mundo desagradable, violento, injusto; un mundo en el que se masacra en nombre de bonitos principios de tiempos pasados.

Si Hamás quiere hacerse con la "causa árabe", Israel con Netanyahu al frente quiere rentabilizar siglos de persecuciones e injusticias. Pero a Almudena Ariza, que busca poner imagen y sonido al dolor, se le critica por ello. Ese dolor es real, está ahí e ignorarlo no lo convierte en objetivo.


La idea de que los periodistas son simples portadores de cámaras y micrófonos solo puede salir y ser defendida por manipuladores y censores. Convertir al periodista en simple herramienta es un despropósito que se paga caro en una sociedad llamada de la información donde la independencia es molesta porque no se puede controlar. La parte de la "teoría" contra Ariza que dice que como se le paga con dinero público está obligada a ser "neutral" no deja de ser un chiste viniendo de un político, más de la esfera de Puigdemont. La idea que en los medios públicos se debe ser neutral y en los privados seguir las directrices de quien manda y paga busca la instrumentalización y reducción de profesional a la nada. Y hay que evitarlo.

¿Recuerdan el caso del periodista que se manchaba la ropa de barro para informar sobre la dana? Ariza es el otro extremo de una profesión que necesita de mucha ética para sobrevivir a ataques y tentaciones. Su ética personal y profesional le lleva a decir lo que a lo mejor otros no tienen el valor. Tomar posición ante el sufrimiento no es perder objetividad, es confirmar lo que desgraciadamente ocurre y se trata de encubrir con discursos supuestamente verdaderos y neutrales.

No, no se puede ser "neutral" ante el sufrimiento. ¿Hubieran exigido no tomar posiciones ante los campos de exterminio nazis? ¿Habrían descalificado la labor informativa por entrar en ellos y mostrar el dolor y la destrucción? No sé lo que hubieran dicho entonces algunos.

Todo nuestro apoyo y reconocimiento a la labor de Almudena Ariza. Es valiosa y valiente, algo que necesitamos como ejemplo de futuras generaciones de periodistas; no todos están dispuestos a serlo pues conlleva riesgos, los de que te maten, te silencien o difamen. 

Gracias por tu trabajo honesto. 

* "La corresponsal de TVE Almudena Ariza recibe la Medalla de Oro de Cruz Roja" RTVE.es 14/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250514/reina-cruz-roja-corresponsal-tve-almudena-ariza/16580070.shtml

** [https://x.com/almuariza/status/1931982774686151151]

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