Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Dice
Donald Trump que Estados Unidos no ha
participado en el ataque contra Irán, para inmediatamente después decirnos
que sí conocía el ataque que se iba a
producir, ha añadido que sí se ha
utilizado armamento norteamericano y después ha mandado más buques a la
zona para defender a Israel.
Todo
junto es un poco raro, pero tiene su lógica, aunque sea perversa. Lo cierto es
que Netanyahu le ha chafado a Trump las conversaciones que se iban a producir
para negociar un acuerdo nuclear con Irán. Esto es lo que Netanyahu ha tratado
de evitar, quitándole de esta forma la posibilidad de que Trump se apuntara un
tanto en este sentido. ¿No se fía de él, cree que es fácil que los iranís le
engañen?
El
primer ministró israelí ha atacado a militares y científicos del programa
nuclear y destruido instalaciones tanto militares como centrales nucleares. No
es un plan que se arregle en unas horas y supone una elaboración minuciosa e
información, mucha información, algo que Israel tiene cuando quiere y no tiene
cuando no le interesa.
En
RTVE.es nos dan esta información y dejan algunas preguntas:
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha confirmado que Washington estaba al tanto y que le dio su visto bueno, aunque ha indicado que el ataque se habría llevado a cabo independientemente de la respuesta de Washington. El mandatario ha indicado que dio la orden de atacar el programa nuclear iraní en noviembre de 2024, poco después del asesinato del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y que, pese a que la fecha prevista era abril, tuvo que atrasarse, aunque no ha dicho por qué.*
¿En qué
papel deja esto a los Estados Unidos de Trump y al propio Trump? Evidentemente
en una situación compleja y comprometida. No le libera de ninguna culpa y le
deja en un buen lugar, sino sometidos a las decisiones de Netanyahu, de las que
simplemente es informado y que, de una forma u otra, acabará teniendo que salir
en socorro de Israel en cuanto que el asunto se ponga más serio de lo previsto.
Queda
el "misterio" de la agenda, de porqué se suspendió el ataque cuando
estaba previsto.
Con
estos ataques, Israel ha abierto un nuevo frente y una nueva serie de
problemas. ¿Busca enfrentarse a Irán para provocar
el apoyo que ha perdido en gran parte del mundo? ¿Busca forzar a los
Estados Unidos de Trump a una implicación directa en una guerra de desastrosas
consecuencias?
Con la
que Donald Trump tiene montada ahora mismo en casa, con la Guardia Nacional y los
marines por las calles, con manifestantes por todo el país por la cuestión
migratoria, verse arrastrado a una intervención militar de consecuencias
imprevisibles (o demasiado previsibles, según se mire) no parece que sea su
situación favorita. La narrativa sobre no mezclar a los Estados Unidos en
guerras que no son suyas, guerras lejanas, deja de funcionar y se vuelve en su
contra con un fuerte desgaste como consecuencia.
Tanto
Irán como Israel advierten que esto no ha hecho más que empezar, que
responderán con más violencia a los ataques respectivos. ¿Cómo se establece la equidad en estos casos, cuándo se iguala
la balanza?
Hasta
el momento, la población de Israel ha tenido, en comparación con los gazatís,
que soportar unos niveles mucho más reducidos de violencia directa. Nada que
ver con esos casi 50.000 muertos que se contabilizan en Gaza. Ahora tienen que
dirigirse a los refugios antiaéreos para protegerse de los misiles que caen
sobre sus ciudades. El escudo antimisiles es bueno, pero no perfecto. Mientras,
los políticos israelíes debaten si los ultraortodoxos están obligados a participar
en la defensa o si se lo prohíben sus principios religiosos.
La
reacción de la comunidad internacional ha sido rápida y clara: parar el
conflicto antes de que vaya a más. ¿Será posible hacerlo? No será fácil si el
mundo se sigue llenando de visionarios belicistas en los puestos clave. La
inutilidad de las instituciones que se crearon para conservar el diálogo y
buscar la paz se debe a su rechazo cuando no conviene, como es el caso de
Estados Unidos con Trump, de Israel con Netanyahu y Rusia con Putin.
De esta forma, la vía de la guerra y la violencia son las únicas que se consideran. ¿Quién puede mediar en esto? Repetimos lo dicho en otras ocasiones: Israel no puede aspirar a la paz si es guerra lo que usa. Pero quizá no se la paz lo que busca. Puede que sea otra cosa.
La estrategia desplegada solo busca el conflicto, aunque se diga que responde a una "necesidad existencial". Cualquier estrategia cuyo final es la desaparición de los otros es absurda. Israel se está asegurando lo contrario de lo que busca.
* Marta
Rey "Israel lanza una nueva ofensiva contra objetivos nucleares de Irán,
incluida la central de Isfahan" RTVE.es 14/06/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250613/israel-lanza-ataque-contra-iran-declara-estado-emergencia/16623138.shtml





No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.