viernes, 16 de febrero de 2024

Nueva York contra las empresas de las redes sociales

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las cuestiones sobre la salud mental, en diversas variantes, están cada vez más presentes en los titulares de la prensa. Más allá de posibles sensacionalismos, lo cierto es que existe una gran cantidad de fuentes que están poniendo esto en diversos escenarios, que van de los jóvenes a los ancianos, pasando por los problemas de estrés generados en la generación intermedia.

En muchos de estos casos está la soledad, la alteración, protectora en muchos casos, que nos distancia de los otros. Junto a este fenómeno creciente y paradójico, en la llamada sociedad de la información, un mundo que ahora gira alrededor de las llamadas redes sociales convertidas en focos absorbentes de la capacidad de relacionarnos y que muchos relacionan con la causa de muchos problemas.

En RTVE.es no dan cuenta de la demanda presentada por la ciudad de Nueva York:

La ciudad de Nueva York ha presentado este miércoles una denuncia formal contra cinco de las mayores redes sociales -TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube- por "alentar una crisis de salud mental entre los menores en toda la nación". 

La denuncia, formalizada ante el Tribunal Supremo de California, ha sido presentada este miércoles por el alcalde Eric Adams y ha sido planteada conjuntamente por la Alcaldía, el Departamento de Educación y el Departamento de Salud.

Según Adams, Nueva York gasta 100 millones de dólares al año en programas de tratamiento de salud mental de la juventud.

"Muchas redes sociales terminan poniendo en peligro la salud mental de los niños, promueven adicciones y animan a comportamientos insanos", ha explicado.*


No sé hasta qué punto prosperará la demanda, pues tendrán que demostrar con claridad una causalidad, un vínculo claro, que seguro que los bien pagados abogados de la industria de las redes intentarán negar. Pero lo cierto es que cada vez hay más casos vinculados y más datos que lo reflejan el efecto de las redes o, si se prefiere, la atracción hacia los dispositivos que las redes demandadas representan.

Ese promover adicciones es la acusación sobre elaborar técnicas de atracción destinadas especialmente a los más jóvenes que les desconectan del mundo real y les sumergen en un mundo artificial en el que se estimulan los deseos o, como se dice en el texto, "comportamientos insanos".

La paradoja es que sean estas redes sociales, que estimulan directamente la permanencia ante los teléfonos u otro tipo de dispositivos las que generen problemas de comunicación. Pero es precisamente el exceso que busca la adicción que absorbe y aísla de la realidad, incluidas las relaciones auténticamente sociales.

Conforme se es absorbido por las redes, comienza el proceso de destrucción progresiva de las relaciones sociales reales, con personas del entorno, que son relegadas y con las que empieza a ser difícil relacionarse.

Como suele ocurrir, el transporte público es un ejemplo del aislamiento en medio de la colectividad, en la conexión con el dispositivo que se tiene en la mano y no con las personas que se tiene cerca. Observe la próxima vez que vaya a un restaurante cuántas personas manejan el teléfono antes que mantener una conversación con las personas con las que comparten la mesa.

No es de extrañar, pues, que sea la soledad el elemento que más destaca en los casos de salud mental, que sean caso de incapacidad de conectar o de ser conectado a redes humanas. Algunos han creado espacios de contacto, aunque ese contacto sea sumamente artificial o, en el caso de muchos jóvenes, presidido por el alcohol, que actúa como desinhibidor. Ese entorno garantiza la copresencia, pero no el contacto.

Que la ciudad de Nueva York considere que las compañías que manejan las redes sociales son las responsables de la alteración de esos millones de personas y que eso genera un gasto millonario en dólares, es importante porque va creando la idea firma de la responsabilidad. Ellas se benefician de forma multimillonaria; la idea es que paguen parte del daño sobre el que se asienta su beneficio.

Marta Gascón, en la sección 20bits del diario 20minutos, nos da una visión de este mismo problema (o una consecuencia) al tratar el desarrollo de las "novias" creadas con Inteligencia Artificial:

Para sorpresa de nadie, con la IAG se han popularizado las llamadas ‘novias IA’, chatbots basados en inteligencia artificial con los que puedes charlar o incluso hacer llamadas de voz. Lo que quieras contarles y lo que quieras que te cuenten es ya cosa tuya. Realmente no es algo nuevo: hacer alusión a la película Her es ya redundante y aplicaciones como Replika, una plataforma para charlar con un bot que puede hacerse algo más que tu amiga, llevan muchos años entre nosotros.

Chatbots de compañía que roban tus datos

De forma similar a los chatbots conversacionales con fines generales basados en IA generativa, los bots de compañía utilizan enormes cantidades de datos de entrenamiento para imitar el lenguaje humano.

A esto suelen sumarse otras funcionalidades extra en estas plataformas, como las llamadas de voz o el intercambio de fotos, que permiten interacciones más ‘emocionales’ para formar conexiones más profundas con el humano al otro lado de la pantalla.

Sin embargo, la procedencia y los fines reales de estas plataformas son dudosos: un análisis de 11 servicios de bots conversacionales ‘románticos’ publicado recientemente por la organización sin fines de lucro Fundación Mozilla afirma que casi todos venden datos de los usuarios, que se emplean para fines como publicidad dirigida, o no dan información adecuada al respecto en su política de privacidad.**


 

Más allá del preocupante aspecto del robo de datos para venta o cualquier otro fin, resalta la necesidad de relacionarse con "seres virtuales" antes que con humanos. Los problemas de sociabilidad se multiplican en todos los niveles de la vida, en todas sus etapas. Es difícil que el menor que se acostumbra a pasarse media vida conectado al mundo de las redes tenga un desarrollo social adecuado que implica la propia búsqueda de compañía. Sencillamente, le es difícil relacionarse con personas reales.

Relacionarse con otros es aprender a negociar, a valorar la relación, adaptarse, en sum, cambiar. En relaciones con los otros necesitamos ajustarnos al mundo.

Por el contrario, estas novias (no se habla de novios en los textos) virtuales están diseñadas para ajustarse a nuestros deseos, a ofrecernos lo que esperamos recibir. Son por lo tanto una especie de eco invertido y no ayudan demasiado al crecimiento personal. El que recurre a ellas no es capaz de relacionarse con los otros no gestionar su soledad, algo que se le presenta como un vacío condicionante.

¿Son las novias IA un episodio más en un proceso de aislamiento por incapacidad de relacionarnos? El siguiente paso, suponemos, será para aquellos que lo deseen formar "familias IA", con un número variable de hijos e hijas IA sobre los que debatir y establecer expectativas sobre su futo. ¿Por qué privarnos de algo tan sencillo?


Hay gente que ha conseguido crear sus pequeñas islas personales en las que refugiarse, ya sean amistades o familia, pero esto cada vez se va complicando más con personas que viven en mitad de grupos o multitudes pero que se encuentran desconectadas. Están físicamente, pero no mentalmente. Los ves, pero percibes su aislamiento; ves cómo se diluyen a través del dispositivo que tienen en la mano. Hay mucha gente que te comenta la dificultad de romper el aislamiento de algunas personas a las que les resulta cada vez más difícil realizar o recibir un simple saludo protocolario. El mundo no existe para ellas.

La cuestión ahora es si considerar eso como "nueva normalidad" o considerarlo, como ha hecho la ciudad de Nueva York, una enfermedad social y personal, una carencia de habilidades sociales que se puede manifestar en momentos de la vida en forma de crisis.

El texto de RTVE.es y EFE se cierra con unos datos: "Nueva York es la primera gran ciudad en plantear una denuncia contra cinco grandes tecnológicas -algunas de ellas entre las reinas de Wall Street-, pero 41 estados denunciaron a Meta (propietaria de Facebook e Instagram) por las mismas razones el pasado mes de octubre."*

Es previsible que las denuncias tengan un efecto en cadena. Independientemente de que ganen los juicios, servirán para dejar claro y en evidencia que es necesario un control y, sobre todo, una mentalidad diferente ante un mundo que cambia demasiado rápido e impide pensarlo. Desconocer los riesgos de lo que usamos todos los días es un peligro. Lo es todavía más para quienes, desde los efectos, se resisten como cualquier adicto a ser desprendidos de su herramienta. 

* "Nueva York denuncia a las cinco mayores redes sociales por alentar "una crisis de salud mental" juvenil" RTVE.es / EFDE 15/02/2024  https://www.rtve.es/noticias/20240215/nueva-york-denuncia-redes-sociales-crisis-salud-mental-juvenil/15970892.shtml

** Marta Gascón "Las 'novias IA' no son de fiar: descubren que algunos de estos chatbots de compañía roban tus datos" 20minutos/20bits 16/02/2024 https://www.20minutos.es/tecnologia/inteligencia-artificial/novias-ia-chatbots-roban-tus-datos-5218884/

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