sábado, 15 de agosto de 2020

Las puñaladas de Trump

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Como estaba previsto, Donald Trump ha comenzado a extender el abono de su veneno contra la candidata demócrata a la vicepresidencia del país, la recientemente designada Kamala Harris. Pero no debe estar muy sobrado de ideas Trump a la vista de la endeblez de los argumentos. Tal como hizo con Barack Obama, se trata aparentemente de sembrar las dudas sobre su derecho a presentarse a la vicepresidencia acompañando a Joe Biden en su carrera electoral hacia la Casa Blanca.
El método Trump se repite: alguien lanza una acusación y el presidente la repite  o simplemente alguien le pregunta sobre ello y él responde. De esta forma se inserta de forma aparentemente no intencional la noticia que aparece como no buscada por la presidencia, que siempre podrá decir que le preguntaron sobre ello. Esta técnica ha sido usada por Trump hasta el aburrimiento. Tiene una segunda ventaja, hace que los medios se vean obligados a jugar su estrategia marcándoles la agenda diaria.
En la CNN, por ejemplo, se han sentido obligados a dedicar enorme espacio a desmentir las mentiras tras las insinuaciones. Podemos leer:

Trump was told about claims on "social media" that Harris might be ineligible to serve as president and vice president. He was then asked if he can definitively say that she meets the requirements.
Trump said, "I heard today that she doesn't meet the requirements." He referred to a lawyer who raised the issue in a Newsweek article, Chapman University professor John Eastman, as "very highly qualified."
Trump then said he has "no idea" whether it's true Harris doesn't meet the requirements. He then asked the reporter if she was saying Harris doesn't qualify because Harris "wasn't born in this country."
Facts First: Harris was born in Oakland, California. Therefore, as a natural born citizen, she meets the Constitution's requirements to serve as vice president or president. There is no serious question about this.
The fact that Harris's parents were immigrants -- her father came from Jamaica, her mother from India -- does not change the fact that she is indisputably eligible.
Trump did say that he is not certain if Harris is eligible or not; he concluded his comments by saying, "I just heard about it, I'll take a look." Nonetheless, his just-asking-questions posture -- which he also employed with his Obama birtherism -- doesn't change the fact that he gave credence to the conspiracy theory by praising the author of the article, saying he had heard Harris is not eligible, and raising the possibility that Harris was not born in the US.
Trump spent the beginning of his news conference lambasting Biden. Here's a look at the facts around some of those attacks.*



La parte más infame del asunto es ese decir "no tener ni idea" de si es "verdad" o no, devolviendo la pelota a la reportera, como se señala en el texto. Trump lleva toda su vida practicando este método cobarde de la difamación para el que ahora ha encontrado el escenario perfecto, la combinación de redes sociales y medios de comunicación tradicionales. Maestro de la confusión, Trump lanza o rebota este tipo de insinuaciones en los que aparentemente se limita a decir que desconoce. Sin embargo, el efecto es otro.
Lo que le importa realmente a Trump no es la verdad, algo evidente, sino alimentar a los que lo quieren creer. Trump es el que da de comer cada a los tiburones. Los medios son solo un eslabón, por eso la primera parte de su deformación del electorado norteamericano consistió en crear una profunda fractura en la opinión pública. Recordemos su afirmación de que los medios eran "el enemigo del pueblo". Los periodistas norteamericanos que cubrían sus actos se quejaron en muchas ocasiones de cómo eran atacados, insultados o increpados por los seguidores del presidente.


Los medios entraban, en su diseño del espacio público, en un gigantesco conglomerado izquierdista y antiamericano, conjurado para hundir a los Estados Unidos. Él, por supuesto, era el salvador, el "no-político" que les dice la verdad siempre y que por eso es incómodo para todas esas fuerzas ocultas. Esas fuerzas son las responsables de la decadencia norteamericana que se debe recobrar ("America First"!) haciendo demostraciones de fuerza, tanto económica como militar.
Tanto los miembros de la Asociación Nacional del Rifle como los grupos supremacistas, pasando por los integristas bíblicos entre otros muchos, quieren creer lo que Trump les dice porque forma parte de su mentira vital, la que les da sentido y sobre la que gira su día a día, movilizados por el presidente frente al peligro de la conspiración. El efecto de su "orden" ante la pandemia "Free the States!" es un caso insólito no suficientemente analizado en su propio valor y sentido. Supone que las personas que normalmente se han sentido contrarias al gobierno federal, considerándolo opaco y conspiratorio, se vuelven contra los de sus propios estados. Es un redireccionamiento del odio, algo que Trump sabe hacer muy bien. Las imágenes de los ciudadanos paseando armados frente a las sedes de los gobernadores demócratas es un anticipo de lo que puede ocurrir (¡ojalá no ocurra!) si Trump sigue insistiendo en el "fraude electoral" del voto por correo si pierde las elecciones o estas se deciden por muy poco.
En este sentido, Trump está "educando" a sus seguidores dándoles cada día un argumento que deslegitime la victoria de Biden-Harris, para lo que recurrirá a cualquier cosa. Desde el argumento del nacimiento de Kamala Harris (como ha seguido haciendo con el de Barack Obama) al "interés de China" en que Biden gane. La CNN titulaba hace unos días "Trump says Americans will have to learn Chinese if Biden wins but offers little condemnation of Beijing" recogiendo parte de esta estrategia.


Mucho de la campaña electoral va a girar sobre China. Trump se encargará de ello, obligando a Biden a manifestarse contra China para no quedar en evidencia y ser acusado de "pro chino", algo que ya está haciendo. La insistencia en llamar "virus chino" al COVD19 intentando desviar hacia China su propio fracaso en la gestión de la pandemia es un ejemplo más de esa técnica de refuerzo conductista, pauloviano, de asociar a China con todo lo negativo, convirtiéndose él, de nuevo, en el salvador. Es primitivo, pero funciona, sobre todo si cuenta con la firma voluntad del creyente, como es el caso.
Hasta el momento, los demócratas y los medios norteamericanos han compartido este constante enfrentamiento con China ya que ni a uno ni a otros les agrada su ascenso económico y, sobre todo, tecnológico. No quieren competidores y Trump ha mostrado —desde mucho antes de la pandemia y del caso Hong Kong— todas las argucias para aislar económicamente a China, como hemos visto en los casos de Huawei y el 5G y ahora con la red Tik Tok. Por mucho que no les gusten los métodos, a los demócratas no les disgustan mucho los efectos, pese a las advertencias de muchos economistas sobre las consecuencias para la economía mundial de este enfrentamiento. Pero, sin duda, Trump lo usará hasta el límite en su campaña.


De nuevo, Trump tratará de imponer su agenta electoral arrastrado a Biden- Harris a los terrenos más complicados para ellos. Cometerán un enorme error si se dejan arrastrar, pues Trump no le hace ascos a las estrategias más sucias, como se puedo ver en la maniobras de desprestigio contra Biden en Ucrania.
La firma del acuerdo entre Israel y Emiratos Árabes Unidos es una maniobra de apoyo a Trump por parte de Benjamín Netanyahu, que en horas bajas sabe el problema interior que se le plantearía si Trump, su mayor valedor, sale de la Casa Blanca. Cómo se ha prestado a ello Emiratos puede ser motivo de muchas especulaciones. El otro apoyo inmediato ha venido de otro buen amigo, Abdel Fattah al-Sisi, el presidente egipcio, que se ve así menos solo en sus relaciones con Israel (el otro firmante fue Jordania hace ya décadas). Al rechazo palestino del acuerdo, que se limita a posponer las ocupaciones, y de su letra chica, se suma el de los propios colonos israelíes que ven frenada su política de expansión. Trump necesitaba este golpe de efecto, pero como todo lo que ocurre en Oriente Medio, puede llegar a ser un arma de doble filo y puede estallarle en las manos. Por lo pronto, ha creado más tensiones con Irán y con Turquía, eso solamente para empezar.


Donald Trump será capaz de cualquier cosa para mantenerse en el poder. Los que le estén ayudando ahora es porque se sienten respaldados por sus políticas. Sale así la flota de aliados: Egipto, Israel y ahora Emiratos. A todos ellos les va mejor con Trump o al menos no les va peor. Una vez más, juega a la división, esta vez de los países árabes, creando enfrentamiento y debilidad, como ya hizo con su apoyo del Brexit para debilitar la Unión Europea y que ahora Gran Bretaña, con la sorpresa de la pandemia, no sabe cómo asumir sin hundirse. El desastre de la economía británica no tiene nada que ver con el florecimiento que se esperaba. En un mundo que va tan rápido y con sorpresas como el COVID19 no es fácil que se cumplan los sueños, especialmente si son tan arriesgados. Boris Johnson, otro aliado, lo sabe también.


Joe Biden y Kamala Harris tienen por delante un mundo complicado. Si la política ya era sucia, con Trump es un lodazal hediondo. Tendrán que tener mucho cuidado en sus planteamientos y estrategias para evitar los errores que les pueden costar caros. Sin duda, Trump hará cualquier cosa que esté en su mano. Los apoyos externos, reconocidos o no, lo hace por asegurarse el agradecimiento, como Netanyahu o al-Sisi, pero también para asegurarse el caos norteamericano por otro periodo. Rusia le ha sacado buen provecho a la pérdida de credibilidad norteamericana con Trump en la Casa Blanca; de forma extraoficial, seguirán apoyando el caos y la confusión mundiales.
Los medios descubrieron la forma en que Trump conseguía marcarles la agenda. Trataron de evitarlo pero no lo consiguieron. Al llegar a esta campaña han debido desarrollar algunas estrategias para evitar se manipulados. Habrá que ver si esas estrategias, tanto de los medios y periodistas, como de los políticos demócratas, han  sido desarrolladas y son eficaces.
Esto no ha hecho más que empezar. De Trump se puede esperar siempre lo peor. Es algo que se ha confirmado cada día de su mandato.


*  "Fact check: Trump promotes another birther lie, this time about Kamala Harris" CNN 14/08/2020 https://edition.cnn.com/2020/08/13/politics/trump-news-conference-birtherism-kamala-harris-biden-attacks-fact-check/index.html



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