Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Como
estaba previsto, Donald Trump ha comenzado a extender el abono de su veneno contra
la candidata demócrata a la vicepresidencia del país, la recientemente designada
Kamala Harris. Pero no debe estar muy sobrado de ideas Trump a la vista de la
endeblez de los argumentos. Tal como hizo con Barack Obama, se trata
aparentemente de sembrar las dudas sobre su derecho a presentarse a la
vicepresidencia acompañando a Joe Biden en su carrera electoral hacia la Casa
Blanca.
El
método Trump se repite: alguien lanza una acusación y el presidente la
repite o simplemente alguien le pregunta
sobre ello y él responde. De esta forma se inserta de forma aparentemente no
intencional la noticia que aparece como no buscada por la presidencia, que
siempre podrá decir que le preguntaron sobre ello. Esta técnica ha sido usada
por Trump hasta el aburrimiento. Tiene una segunda ventaja, hace que los medios
se vean obligados a jugar su estrategia marcándoles la agenda diaria.
En la
CNN, por ejemplo, se han sentido obligados a dedicar enorme espacio a desmentir
las mentiras tras las insinuaciones. Podemos leer:
Trump was told about claims on "social
media" that Harris might be ineligible to serve as president and vice
president. He was then asked if he can definitively say that she meets the
requirements.
Trump said, "I heard today that she
doesn't meet the requirements." He referred to a lawyer who raised the
issue in a Newsweek article, Chapman University professor John Eastman, as
"very highly qualified."
Trump then said he has "no idea"
whether it's true Harris doesn't meet the requirements. He then asked the
reporter if she was saying Harris doesn't qualify because Harris "wasn't
born in this country."
Facts First: Harris was born in Oakland,
California. Therefore, as a natural born citizen, she meets the Constitution's
requirements to serve as vice president or president. There is no serious
question about this.
The fact that Harris's parents were immigrants
-- her father came from Jamaica, her mother from India -- does not change the
fact that she is indisputably eligible.
Trump did say that he is not certain if Harris
is eligible or not; he concluded his comments by saying, "I just heard
about it, I'll take a look." Nonetheless, his just-asking-questions
posture -- which he also employed with his Obama birtherism -- doesn't change
the fact that he gave credence to the conspiracy theory by praising the author
of the article, saying he had heard Harris is not eligible, and raising the
possibility that Harris was not born in the US.
Trump spent the beginning of his news
conference lambasting Biden. Here's a look at the facts around some of those
attacks.*
La parte más infame del asunto es ese decir "no tener
ni idea" de si es "verdad" o no, devolviendo la pelota a la
reportera, como se señala en el texto. Trump lleva toda su vida practicando
este método cobarde de la difamación para el que ahora ha encontrado el
escenario perfecto, la combinación de redes sociales y medios de comunicación
tradicionales. Maestro de la confusión, Trump lanza o rebota este tipo de
insinuaciones en los que aparentemente se limita a decir que desconoce. Sin
embargo, el efecto es otro.
Lo que le importa realmente a Trump no es la verdad, algo
evidente, sino alimentar a los que lo quieren creer. Trump es el que da de
comer cada a los tiburones. Los medios son solo un eslabón, por eso la primera
parte de su deformación del electorado norteamericano consistió en crear una
profunda fractura en la opinión pública. Recordemos su afirmación de que los
medios eran "el enemigo del pueblo". Los periodistas norteamericanos
que cubrían sus actos se quejaron en muchas ocasiones de cómo eran atacados,
insultados o increpados por los seguidores del presidente.
Los medios entraban, en su diseño del espacio público, en un
gigantesco conglomerado izquierdista y antiamericano, conjurado para hundir a
los Estados Unidos. Él, por supuesto, era el salvador, el
"no-político" que les dice la verdad siempre y que por eso es
incómodo para todas esas fuerzas ocultas. Esas fuerzas son las responsables de
la decadencia norteamericana que se debe recobrar ("America First"!)
haciendo demostraciones de fuerza, tanto económica como militar.
Tanto los miembros de la Asociación Nacional del Rifle como
los grupos supremacistas, pasando por los integristas bíblicos entre otros
muchos, quieren creer lo que Trump les dice porque forma parte de su mentira
vital, la que les da sentido y sobre la que gira su día a día, movilizados por
el presidente frente al peligro de la conspiración. El efecto de su
"orden" ante la pandemia "Free the States!" es un caso
insólito no suficientemente analizado en su propio valor y sentido. Supone que
las personas que normalmente se han sentido contrarias al gobierno federal,
considerándolo opaco y conspiratorio, se vuelven contra los de sus propios estados.
Es un redireccionamiento del odio, algo que Trump sabe hacer muy bien. Las
imágenes de los ciudadanos paseando armados frente a las sedes de los
gobernadores demócratas es un anticipo de lo que puede ocurrir (¡ojalá no
ocurra!) si Trump sigue insistiendo en el "fraude electoral" del voto
por correo si pierde las elecciones o estas se deciden por muy poco.
En este sentido, Trump está "educando" a sus
seguidores dándoles cada día un argumento que deslegitime la victoria de Biden-Harris,
para lo que recurrirá a cualquier cosa. Desde el argumento del nacimiento de
Kamala Harris (como ha seguido haciendo con el de Barack Obama) al "interés
de China" en que Biden gane. La CNN titulaba hace unos días "Trump says Americans will have to
learn Chinese if Biden wins but offers little condemnation of Beijing"
recogiendo parte de esta estrategia.
Mucho de la campaña electoral va a girar sobre China. Trump
se encargará de ello, obligando a Biden a manifestarse contra China para no
quedar en evidencia y ser acusado de "pro chino", algo que ya está
haciendo. La insistencia en llamar "virus chino" al COVD19 intentando
desviar hacia China su propio fracaso en la gestión de la pandemia es un
ejemplo más de esa técnica de refuerzo conductista, pauloviano, de asociar a
China con todo lo negativo, convirtiéndose él, de nuevo, en el salvador. Es
primitivo, pero funciona, sobre todo si cuenta con la firma voluntad del
creyente, como es el caso.
Hasta el momento, los demócratas y los medios
norteamericanos han compartido este constante enfrentamiento con China ya que
ni a uno ni a otros les agrada su ascenso económico y, sobre todo, tecnológico.
No quieren competidores y Trump ha mostrado —desde mucho antes de la pandemia y
del caso Hong Kong— todas las argucias para aislar económicamente a China, como
hemos visto en los casos de Huawei y el 5G y ahora con la red Tik Tok. Por
mucho que no les gusten los métodos, a los demócratas no les disgustan mucho los
efectos, pese a las advertencias de muchos economistas sobre las consecuencias
para la economía mundial de este enfrentamiento. Pero, sin duda, Trump lo usará
hasta el límite en su campaña.
De nuevo, Trump tratará de imponer su agenta electoral
arrastrado a Biden- Harris a los terrenos más complicados para ellos. Cometerán
un enorme error si se dejan arrastrar, pues Trump no le hace ascos a las
estrategias más sucias, como se puedo ver en la maniobras de desprestigio contra
Biden en Ucrania.
La firma del acuerdo entre Israel y Emiratos Árabes Unidos
es una maniobra de apoyo a Trump por parte de Benjamín Netanyahu, que en horas
bajas sabe el problema interior que se le plantearía si Trump, su mayor
valedor, sale de la Casa Blanca. Cómo se ha prestado a ello Emiratos puede ser
motivo de muchas especulaciones. El otro apoyo inmediato ha venido de otro buen
amigo, Abdel Fattah al-Sisi, el presidente egipcio, que se ve así menos solo en
sus relaciones con Israel (el otro firmante fue Jordania hace ya décadas). Al
rechazo palestino del acuerdo, que se limita a posponer las ocupaciones, y de
su letra chica, se suma el de los propios colonos israelíes que ven frenada su
política de expansión. Trump necesitaba este golpe de efecto, pero como todo lo
que ocurre en Oriente Medio, puede llegar a ser un arma de doble filo y puede
estallarle en las manos. Por lo pronto, ha creado más tensiones con Irán y con
Turquía, eso solamente para empezar.
Donald Trump será capaz de cualquier cosa para mantenerse en
el poder. Los que le estén ayudando ahora es porque se sienten respaldados por
sus políticas. Sale así la flota de aliados: Egipto, Israel y ahora Emiratos. A
todos ellos les va mejor con Trump o al menos no les va peor. Una vez más,
juega a la división, esta vez de los países árabes, creando enfrentamiento y
debilidad, como ya hizo con su apoyo del Brexit para debilitar la Unión Europea
y que ahora Gran Bretaña, con la sorpresa de la pandemia, no sabe cómo asumir
sin hundirse. El desastre de la economía británica no tiene nada que ver con el
florecimiento que se esperaba. En un mundo que va tan rápido y con sorpresas
como el COVID19 no es fácil que se cumplan los sueños, especialmente si son tan
arriesgados. Boris Johnson, otro aliado, lo sabe también.
Joe Biden y Kamala Harris tienen por delante un mundo complicado.
Si la política ya era sucia, con Trump es un lodazal hediondo. Tendrán que
tener mucho cuidado en sus planteamientos y estrategias para evitar los errores
que les pueden costar caros. Sin duda, Trump hará cualquier cosa que esté en su
mano. Los apoyos externos, reconocidos o no, lo hace por asegurarse el agradecimiento,
como Netanyahu o al-Sisi, pero también para asegurarse el caos norteamericano
por otro periodo. Rusia le ha sacado buen provecho a la pérdida de credibilidad
norteamericana con Trump en la Casa Blanca; de forma extraoficial, seguirán
apoyando el caos y la confusión mundiales.
Los medios descubrieron la forma en que Trump conseguía marcarles la agenda. Trataron de evitarlo pero no lo consiguieron. Al llegar a esta campaña han debido desarrollar algunas estrategias para evitar se manipulados. Habrá que ver si esas estrategias, tanto de los medios y periodistas, como de los políticos demócratas, han sido desarrolladas y son eficaces.
Esto no ha hecho más que empezar. De Trump se puede esperar siempre lo peor. Es algo que se ha confirmado cada día de su mandato.
* "Fact check: Trump promotes another
birther lie, this time about Kamala Harris" CNN 14/08/2020
https://edition.cnn.com/2020/08/13/politics/trump-news-conference-birtherism-kamala-harris-biden-attacks-fact-check/index.html
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