Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Con
Graham Green en la otra vida y John Le Carre con 87 años, no se me ocurre nadie
con el talento de escribir una historia de espías que se merece su genio. A estos
dos grandes clásicos del espionaje y la ironía de ese mundo cínico, patriótico,
traidor, heroico y miserable les hubiera encantado contar la historia de Oleg
Smolenkov (¡no podía sonar más ruso!), el espía puesto a salvo por la CIA.
No creo que el cine desaproveche esta
ocasión de oro de contar esta historia, donde los hermanos Coen podrían dar
cuenta de ella en un filme magnífico, con toda seguridad.
La
historia ha llegado estos días a la prensa norteamericana y ha provocado las polémicas lógicas. Para algunos no tiene nada de particular; para otros es un intento de boicotear la reelección de Trump. Pero de eso se encarga el propio Trump.
En el ABC, nos la contó David Alandete
con el siguiente titular "La CIA extrajo a su principal espía de Rusia por
miedo a que le delatara Trump":
Tal fue el nerviosismo de la inteligencia
norteamericana tras la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones que
decidió extraer a su espía más valioso de Rusia después de que el presidente
tomara posesión de su cargo en 2017. El temor de la CIA era que el nuevo
presidente acabara revelando, consciente o inconscientemente, detalles que
delataran a ese espía, que abandonó Rusia en secreto y sin incidentes.
En un primer momento se desconocía la
identidad del espía, cuya existencia reveló la CNN.
Hoy se ha publicado la identidad del espía:
Oleg Smolenkov, de unos 45 años, desapareció en junio de 2017 cuando él, su
esposa Antonina y sus tres hijos desaparecieron sin dejar rastro después de
viajar a Montenegro, aparentemente por unas vacaciones, según el diario «The
Times».*
Que la
presidencia de Donald Trump está siendo atípica es algo que no se le escapa a
nadie desde que los resultados fueron hechos públicos. Nada ha seguido el guión
previsto y todo ha quedado marcado por su personalidad.
Queda
claro con esta noticia, que las instituciones norteamericanas se prepararon para
la Llegada de Trump tal como se preparan para la llegada de los huracanas,
tormentas, etc. clavando ventanas, asegurando la permeabilidad de las viviendas
y algunos yéndose a visitar parientes lejanos en zona sin esos peligros. Lo
malo es que Trump está siendo un huracán más devastador de lo que se pensaba y
por muy lejos que se está se padecen sus efectos.
Recordamos
aquellos norteamericanos que cuando salió elegido se fueron a vivir al Canadá
por lo insoportable que les resultaba la idea de tener a un individuo así de
Comandante en Jefe y ejerciendo en todas las facetas, sin dar respiro a nadie.
Alandete
explica en ABC:
No es que la inteligencia de EE.UU. pensara
que Trump podría traicionar a sus propios agentes voluntariamente. El temor era
más bien que por medio de una conversación informal con el propio Putin o a
través de algún mensaje en Twitter, el presidente acabara cayendo en alguna
trampa o revelara inconscientemente detalles que condujeran a este espía en
cuestión.*
Un
presidente imprevisible (e incontrolable, no se olvide) como Trump es un riesgo
en sí mismo. Esto explica los enfados posteriores tras los encuentros de Trump
con los rusos, donde se volvió a plantear seriamente si, con sus indiscreciones
y fanfarronadas irresponsables, no había dado pistas (o todo) sobre los
informadores o espía que mantenían dentro del Kremlin.
Una de
las cosas que más ha irritado a Trump, ya de por sí irritable, ha sido las
"insinuaciones" de que existía una conciencia de peligro por parte de
miembros de la administración, funcionarios que llegaron a lanzar desde las
páginas de The New York Times, de forma anónima, un mensaje de tranquilidad al
pueblo norteamericano. En él se daba a entender que había un cordón sanitario
para evitar un desastre total provocado por las irresponsables acciones del
presidente.
La
historia del espía ruso al que hay que retirar por temor a las indiscreciones del
presidente de los Estados Unidos merece un buen escritor o un buen guionista,
alguien que logre dar con el tono adecuado para contar esta historia absurda,
que sería finalmente un gran ironía sobre el "sueño americano",
cualquier irresponsable con dinero puede llegar a la Casa Blanca.
Hace
mucho tiempo, con alguna historia similar, comentamos que Trump se parecía
peligrosamente a sus parodias, lo cual creo que no ha dejado de ser cierto. La
historia del espía retirado por temor al indiscreto presidente será llevada a
la pantalla o a ser vendida en tapa blanda y dura. No tengo mucha duda sobre
ello.
Donald Trump quedrá como el peor presidente de la historia de los Estados Unidos, incluido Baxter Harris.
* David
Alandete "La CIA extrajo a su principal espía de Rusia por miedo a que le
delatara Trump" ABC, 10/09/2019
https://www.abc.es/internacional/abci-extrajo-principal-espia-rusia-miedo-delatara-trump-201909100252_noticia.html
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