jueves, 12 de septiembre de 2019

El espía y el presidente que hablaba demasiado

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con Graham Green en la otra vida y John Le Carre con 87 años, no se me ocurre nadie con el talento de escribir una historia de espías que se merece su genio. A estos dos grandes clásicos del espionaje y la ironía de ese mundo cínico, patriótico, traidor, heroico y miserable les hubiera encantado contar la historia de Oleg Smolenkov (¡no podía sonar más ruso!), el espía puesto a salvo por la CIA.
No creo que el cine desaproveche esta ocasión de oro de contar esta historia, donde los hermanos Coen podrían dar cuenta de ella en un filme magnífico, con toda seguridad.
La historia ha llegado estos días a la prensa norteamericana y ha provocado las polémicas lógicas. Para algunos no tiene nada de particular; para otros es un intento de boicotear la reelección de Trump. Pero de eso se encarga el propio Trump.
En el ABC, nos la contó David Alandete con el siguiente titular "La CIA extrajo a su principal espía de Rusia por miedo a que le delatara Trump":

Tal fue el nerviosismo de la inteligencia norteamericana tras la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones que decidió extraer a su espía más valioso de Rusia después de que el presidente tomara posesión de su cargo en 2017. El temor de la CIA era que el nuevo presidente acabara revelando, consciente o inconscientemente, detalles que delataran a ese espía, que abandonó Rusia en secreto y sin incidentes.
En un primer momento se desconocía la identidad del espía, cuya existencia reveló la CNN.
Hoy se ha publicado la identidad del espía: Oleg Smolenkov, de unos 45 años, desapareció en junio de 2017 cuando él, su esposa Antonina y sus tres hijos desaparecieron sin dejar rastro después de viajar a Montenegro, aparentemente por unas vacaciones, según el diario «The Times».*


Que la presidencia de Donald Trump está siendo atípica es algo que no se le escapa a nadie desde que los resultados fueron hechos públicos. Nada ha seguido el guión previsto y todo ha quedado marcado por su personalidad.
Queda claro con esta noticia, que las instituciones norteamericanas se prepararon para la Llegada de Trump tal como se preparan para la llegada de los huracanas, tormentas, etc. clavando ventanas, asegurando la permeabilidad de las viviendas y algunos yéndose a visitar parientes lejanos en zona sin esos peligros. Lo malo es que Trump está siendo un huracán más devastador de lo que se pensaba y por muy lejos que se está se padecen sus efectos.

Recordamos aquellos norteamericanos que cuando salió elegido se fueron a vivir al Canadá por lo insoportable que les resultaba la idea de tener a un individuo así de Comandante en Jefe y ejerciendo en todas las facetas, sin dar respiro a nadie.
Alandete explica en ABC:

No es que la inteligencia de EE.UU. pensara que Trump podría traicionar a sus propios agentes voluntariamente. El temor era más bien que por medio de una conversación informal con el propio Putin o a través de algún mensaje en Twitter, el presidente acabara cayendo en alguna trampa o revelara inconscientemente detalles que condujeran a este espía en cuestión.*

Un presidente imprevisible (e incontrolable, no se olvide) como Trump es un riesgo en sí mismo. Esto explica los enfados posteriores tras los encuentros de Trump con los rusos, donde se volvió a plantear seriamente si, con sus indiscreciones y fanfarronadas irresponsables, no había dado pistas (o todo) sobre los informadores o espía que mantenían dentro del Kremlin.


Una de las cosas que más ha irritado a Trump, ya de por sí irritable, ha sido las "insinuaciones" de que existía una conciencia de peligro por parte de miembros de la administración, funcionarios que llegaron a lanzar desde las páginas de The New York Times, de forma anónima, un mensaje de tranquilidad al pueblo norteamericano. En él se daba a entender que había un cordón sanitario para evitar un desastre total provocado por las irresponsables acciones del presidente.
La historia del espía ruso al que hay que retirar por temor a las indiscreciones del presidente de los Estados Unidos merece un buen escritor o un buen guionista, alguien que logre dar con el tono adecuado para contar esta historia absurda, que sería finalmente un gran ironía sobre el "sueño americano", cualquier irresponsable con dinero puede llegar a la Casa Blanca.
Hace mucho tiempo, con alguna historia similar, comentamos que Trump se parecía peligrosamente a sus parodias, lo cual creo que no ha dejado de ser cierto. La historia del espía retirado por temor al indiscreto presidente será llevada a la pantalla o a ser vendida en tapa blanda y dura. No tengo mucha duda sobre ello.
Donald Trump quedrá como el peor presidente de la historia de los Estados Unidos, incluido Baxter Harris.

John Le Carre

* David Alandete "La CIA extrajo a su principal espía de Rusia por miedo a que le delatara Trump" ABC, 10/09/2019 https://www.abc.es/internacional/abci-extrajo-principal-espia-rusia-miedo-delatara-trump-201909100252_noticia.html

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