Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Vivimos
bajo escrutinio. No sé si queda ya algún momento, algún espacio, alguna acción
que no quede registrada y sea susceptible de aparecer en algún punto molesto de
nuestra vida.
Producimos, voluntariamente o no, huellas en forma de
fotografías, noticias, vídeos. Y todo eso queda en un limbo virtual,
susceptible de aparecer y complicarnos la vida. El ejemplo de la festiva
fotografía de Justin Trudeau con la cara embadurnada de negro es un ejemplo claro; la foto
de Juan Guaidó, en compañía de narcos es otro entre otros muchos casos de
fotos molestas recientes. Da igual el tiempo que haya pasado o cuál fuera la intención. Están ahí y nos complican la vida.
Ese
escrutinio constante obliga a todos los personajes públicos a tener mucho cuidado con lo
que sale a las redes y medios. Pero, ¿cómo evitar que cualquiera se haga una
foto contigo, una foto que ya no puedes controlar y que seguirá navegando
subterránea o en superficie? Cualquiera puede encontrar un gesto, un movimiento,
una pose, un botón suelto, etc. que te hunda la carrera o sea usado para tu azote por parte de tus feroces enemigos y dudosos amigos.
La CNN
nos trae una noticia ejemplar sobre cómo funciona el mundo. Lo hace con el
titular "Canada's Green Party doctors a picture of its leader holding a
disposable cup" y nos explican:
Canadian Green Party leader Elizabeth May, who
built her platform on sustainability, said she was "shocked" to find
her team had doctored a press photo of her to remove a disposable cup.
An archived version of the Green Party homepage
back in June shows the original photo of May holding the compostable disposable
cup. Then, an archived version of the same page in July shows the photo has
changed -- instead, May is holding a plastic reusable cup with the Green Party
logo and a metal straw.
In a statement on Tuesday, May said she was
"completely shocked" to hear of the manipulated image, which she said
was taken last year in Sidney, British Columbia.
"My personal daily practice is to avoid
single use plastic items 100% of the time," she said in the statement.
"I never drink from plastic water bottles. I always carry my own reusable
coffee cup. I carry my own bamboo utensils. I walk the talk every day."
"I hope that despite this misstep by
well-meaning party staff (who hoped to brand the image with our logo), people
can believe that in the original photo there is nothing I would have
hidden," she said.*
La historia de la foto es muy reveladora, porque te pueden
hundir en la miseria por un despiste, por una contradicción visual entre tus principios y la foto. No hay
institución o líder que no sea revisado cada día por sus grupos de asesores de
imágenes. Cada detalle está pensado para crear y transmitir una imagen pública
medida al detalle. Por eso sorprende el "error" dramático de sostener
el vaso desechable, por muy reciclable que fuera.
La primorosa tarea de sustituir un vaso por otro (y añadirle
una pajita) conlleva una metáfora de cómo vivimos la política. El detalle de
ponerle al vaso eterno virtual el
logotipo del partido es casi una humorada perfeccionista. No basta con
defenderse de un error, de un desliz o de una ambigüedad; hay que contraatacar con la imagen convertida en acto inequívoco.
El diario The Guardian también recoge el
"incidente" del vaso desechable. Allí Elizabeth May da explicaciones defensivas más precisas:
Confronted with the clear discrepancy, May told
reporters she was “completely shocked” that staff had edited the image without
her approval.
“And I’m sorry for the staff person that did
it. I don’t want to call them stupid on television, but there was nothing there
to hide. So why Photoshop it? I have no idea.”
May denied that the manipulated image was meant
to bolster her environment credentials, arguing that paper cups are
compostable.
“It won’t surprise you to know I never take a
plastic drinking water bottle, I carry my own mug, I carry my own utensils on
airplanes so I never take a single-use plastic item,” May told reporters. “So
it’s bizarre that the notion of fakery should stretch to someone who doesn’t
fake anything.”**
Sí, el papel es biodegradable, pero, si esto era así, ¿por
qué cambiar a base de edición fotográfica el vaso? Elizabeth May no se cortado
a la hora de calificar de "estúpido" al autor o inductor del retoque
prestidigitador. La verdad es que, como se suele decir, "ha sido peor el remedio
que la enfermedad". Puede que a nadie se le hubiera ocurrido decir nada,
pero el híper control de la imagen hizo temer una campaña en contra. Ahora la
tienen, pero en otro sentido.
Hoy se manifiestan cientos de miles de personas por todo el
mundo pidiendo soluciones eficaces contra el deterioro del planeta y el cambio
climático. Me imagino que Elizabeth May también lo está haciendo y lleve (con
cuidado) su provisión de agua para evitar contribuir al cambio climático y a la
confusión ideológica.
He encontrado esta marca "eco" que trata de invertir el juego de Magritte con el famoso "Esto no es una pipa" para advertir a las cámaras y a los espectadores de sus fotos que, aunque lo parezca, "no es un vaso" (copa, taza). Creo que es el más adecuado para evitar malentendidos y suspicacias. Es decir, es el ideal para políticos.
*
"Canada's Green Party doctors a picture of its leader holding a disposable
cup" CNN 26/09/2019
https://edition.cnn.com/2019/09/26/world/elizabeth-may-cup-intl-hnk-scli/index.html
**
"Canada's Green Party alters photo of leader using single-use cup"
The Guardian 25/09/2019 https://www.theguardian.com/world/2019/sep/25/canadas-green-party-alters-photo-of-leader-elizabeth-may-using-single-use-cup
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